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Como la bella y la bestia por Alphonse Zero

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Notas del capitulo:

Mini historia~

En una noche obscura, dentro de un cementerio, se podia ver una tumba en la cual poina "Aqui descansa Alphonse Zero" Escritor neofito de Fanfics yaoi y fanatico del BL quien murio en batalla (Semestre universitario)

En eso, un ruido se escucha desde las profundidades y una mano sale a la superficie seguida de un grito agudo.

-!ESTOY VIVOOOO!- Sale de la tierra y se sacude el polvo. -Que pensaban? "Este ya dejo el fanfic" !Pues no! !!He vuelto de la muerte por ustedes!! (silencio incomodo)

-Ok lo se, muy dramatico, pero que les digo, así soy.

Como han estado mis pequeñ@s? Me extrañaron? yo a ustedes si OnO Se que me fui por mucho tiempo, pero ya saben... escuela.

Me tomo mucho tiempo escribir este cap y aunque odie decirlo este es el antepenultimo capitulo  TTnTT ya no puedo extenderlo más. Pero no se desanimen, habra más fanfics :) Las vacaciones se acercan y eso significa actualizaciones puntuales y más seguido.

Tambien tengo dudas si empezar con "Ojos de nebulosa 2" o con mi nuevo proyectito al cual llamo por ahora "Rainbow VS Monochrome" Así que se los dejo a ustedes OuO

Sin más por el momento "Disfruten el cap"

Derek y Jonathan estaban en el pueblo haciendo las compras para la cena de esa noche. Desde que salieron de casa el ambiente estaba muy callado, era normal, Derek estaba molesto con él por mentirle a su madre, gracias a eso ahora todos pensaban que estaba loco. Cuando estaban por pagar, un grupito de chicas y chicos se les acercaron.

-¡Jonathan, encontraron a tu hermano! Qué bueno- Dijo una de las chicas.

-¿Derek verdad? Niño tenías a todo el pueblo buscándote- Comento uno de los chicos mientras le daba la mano a Derek para saludar. Todos eran compañeros de clase de Jonathan, habían visto como el rubio se la pasaba buscándolo y le ayudaron en algunas ocasiones.

-¿En serio?- Pregunto el castaño, quien aun no se creía que la gente haya cambiado tan de repente la forma en cómo lo tratan.

-Pero por supuesto, sobretodo Jonathan, el nunca dejo de buscarte, es un alivio que estés bien- Derek supo que Jonathan en verdad estaba preocupado por el, lo busco durante todo ese tiempo, no podía decir que no se sentía algo feliz por ello, después de todo eran hermanos.

-Pero venga, dinos dónde estabas metido- Cuando la chica pregunto eso Jonathan tomo a Derek del brazo y lo hizo para atrás.

-Por favor chicos, aun es muy pronto para eso. Derek será mejor que esperes afuera, pago esto y nos vamos- Derek le obedeció no muy contento, es obvio que Jonathan no quiere que hablase  de más y mencionase a Eidan.

Salió de la tienda, afuera ya estaba atardeciendo, el cielo tenia esos tonos naranja cálido que aunque hermosos lo inquietaban. Recordaba el cielo del castillo, no era igual, de día siempre era de un tono gris borroso que parecía irreal, como un sueño.

Esta idea lo hizo pensar, ¨ ¿Sera que en verdad todo fue parte de mi imaginación?¨ Dudó, no por que quisiera, es solo que con todo lo que paso desde que dejo a Eidan se había sentido confundido.  Pero aun le quedaba una prueba, esta no eran sus heridas, era la rosa que le dio la bestia antes de partir, con ella él sabía que todo era real.

-Vaya, ¿Pero que tenemos aquí? ¿El conejo salió de su escondite?- Aquel chico le miraba no muy lejos con una sonrisa sínica.

-Veo que no te alegra mucho verme Matías, pero eso no me importa. ¿Qué quieres?- La voz firme de Derek sorprendió mucho a Matías, aun así siguió con su juego.

-Parece que te sentó bien tu huida ¿Dónde estabas metido?

-Eso no te incumbe ¿Por qué? ¿Me extrañaste?- Ahora si Matías se quedo mudo, nunca vio a Derek tan firme, hablando con tanta facilidad y sintiéndose confiado, en verdad algo en él cambio. Derek noto que Matías cargaba con una escopeta, no era raro, él y su padre siempre salían a cazar en esas épocas.

-Según me contaron estabas en el bosque, sobreviviste de milagro, e incluso oí que te ataco un animal, tienes suerte de que este aquí- Se acerco al castaño y lo miro de frente a los ojos. –Yo puedo vengarte.

-No gracias, no necesito nada de ti y si te importa quisiera que te alejes de mi rostro, es molesto- Matías rió y se alejo de él.

-Nos veremos luego enano- Fue lo último que le dijo. Al darse media vuelta su falsa expresión alegre cambio a una molesta, era obvio que estaba enojado ¿Cómo un mocoso llorón como Derek había cambiado tan rápido? No le gusto para nada el cómo le respondió, algo raro estaba pasando y él quería saberlo.

-Listo, ya debemos irnos- Jonathan salió con las bolsas del mandado, Derek tomo algunas para ayudarle a cargarlas y ambos fueron a casa.

Los días pasaron, 6 de ellos para ser exactos. En el castillo las cosas estaban bien,  claro, exceptuando el hecho de que Eidan estaba desconsolado en serio. Apenas comía, se la pasaba tocando el piano todo el día y no quería hablar con nadie. Los niños se preocupaban por él pero no podían hacer nada.

Dominic también estaba mal, nada le quitaba esa expresión de tristeza, casi no hablaba, se limitaba a responder con un ¨Si¨o un ¨No¨ a lo que preguntaban los demás, incluso se pasaba horas frente a la reja esperando a Derek. Los otros niños tenían la esperanza de que cuando Derek volviese  esa noche las cosas volverían a estar como antes. Pero no estaban listos para lo contrario.

Mientras tanto en casa de Derek…

-¡Basta! No siga preguntando, ya no voy a responder a sus preguntas- Derek y el psiquiatra estaban teniendo una sesión, durante todos esos días lo había visitado para hacerle las mismas preguntas, se supone que el creería en Derek, pero igual siempre le cuestionaba lo que el castaño decía, era obvio que nadie le creía, nadie confiaba en su palabra, todo el mundo pensaba que estaba loco.

-Tienes que hacerlo, dime Derek ¿Dónde estuviste cuando huiste de casa?

-Ya sabe eso, en el bosque.

-¿Con quién?

-Con Eidan y los niños.

-¿Eidan es la bestia?

-¡SI!

-Dime Derek ¿Las bestias existen?

-Si… digo…tal vez… ¿Qué importa? Eidan es real.

-¿Eidan te secuestro?

-Claro que no, el me acogió en su castillo.

-¿Hay un castillo en el bosque? ¿Es eso posible? ¿Un castillo en medio de un bosque donde ningún humano más que tu ha entrado y del que solo tú sabes su ubicación?

-….yo…no se… tal vez…

-¿Existen las bestias? ¿Con cuernos y garras? ¿Crees en las bestias Derek?

-…n-no... Pero…- Los ojos del castaño se empezaban a humedecer.

-Si Eidan es una bestia que vive en un castillo en el bosque con niños sirvientes, pero no hay castillos en el bosque, ni niños perdidos y las bestias no existen… ¿Eidan es real?

-…No…- Estallo en llanto. Durante esos 6 días lo habían interrogado una y otra vez, no solo el psicólogo, también la policía, los doctores quienes por cierto aseguraban que sus heridas eran causadas por un simple lobo, su familia, en fin, estaba completamente arto. Al final de todo dudo de si lo que ocurrió en el bosque era real o no, dudo a tal grado que ya nada estaba claro para él.

-Tranquilo Derek, este ha sido un gran paso para ti. El admitir que todo fue parte de tu imaginación es el comienzo para tu recuperación- El doctor se levanto de la silla y le consoló poniendo su mano en el hombro del castaño.  –Pronto ya no te atormentaran las bestias Derek.

-¿Atormentarme? Eidan jamás me atormento- Se quito la mano del doctor de encima.  –Eidan me hacia feliz, era feliz viviendo en el bosque con él y con los niños. Desde el día que volví  he sido infeliz, no porque me traten mal, eso cambio, pero todos me tienen lastima. Mi madre me consiente porque cree que tengo un trauma, mi padre me habla gentilmente porque carga con la culpa de lo que me paso y Jonathan miente porque teme que vuelva con Eidan.

-¿Eso quiere decir que piensas volver?- El doctor le miro a los ojos atentamente buscando el que le hablara con sinceridad.

-Sí, volveré, hoy  mismo me iré de aquí.

-¿Por qué? Si tu familia te trata bien ahora ¿Qué hay en ese bosque que te haga volver?

-Mucho, yo… amo mucho a esos niños, amo estar con ellos y contarles cuentos. Amo caminar de noche con Eidan y escuchar su voz cuando habla con gentileza…

-¿Lo amas?

Derek se quedo callado, no sabía si decirle eso al doctor, sin embargo su silencio dio respuesta inmediata a la pregunta. El doctor anoto algunas cosas en su libreta y se dirigió a Derek.

-Escucha, al inicio te dije que guardaría cada uno de tus secretos mientras tu vida no corriese ningún riesgo. Así que contéstame sabiamente ¿Vas a volver al bosque? ¿Con seres que no existen y un castillo que no está en ningún lado?-  Derek le miro con los ojos llorosos pero con una mirada firme.

-Si-  No falto nada más, el doctor salió de la habitación dejándole solo. Se encontró con su madre y su padre que esperaban en la sala.

-¿Cómo estuvo la sesión de hoy? ¿Hay mejoría?- Pregunto su madre.

-Me temo que es todo lo contrario, él aun insiste con la idea de la bestia. Me preocupa en verdad que quiera regresar al bosque.

-¿Regresar por qué? Se supone que debería tener miedo a volver- Dijo el padre quien aun se sentía algo débil pero ya se había levantado de la cama hace unos días.

-El caso aquí es que Derek dice que creó un lazo con la bestia, uno amoroso al parecer-  Los padre de Derek quedaron impactados, no se esperaban eso por nada.

-¿Lazo amoroso? Debe estar bromeando. Lo que sea que estuvo con Derek en el bosque lo ataco, aun tiene las marcas de las mordidas y los rasguños.

- El chico sin embargo insiste en que no fueron culpa de ¨Eidan¨ sino que él le provocó.

-¿Eidan?- Pregunto su padre.

-Así llama Derek a la bestia. Su caso es en especial complicado, aun se siente como un extraño en casa, cree que ustedes lo tratan bien porque sienten culpa y no porque le amen de verdad. Derek ha buscado que alguien le ame desde hace mucho tiempo y al no encontrarlo lo ha creado el mismo… El tal Eidan se volvió esencia para él al grado de querer volver al bosque, sin importar dejar de nuevo su casa.

-Eso no puede ser ¡Haga algo! No podemos dejarlo escapar de nuevo- Dijo la madre desesperada.

-Deben de cuidarlo, no le dejen solo ni un segundo, estén atentos a lo que sea que haga y sobretodo trátenlo con cariño, debe entender que las personas que lo quieren están en casa y no perdidos en el bosque esperando su regreso.

 

Derek escuchaba tras la puerta, no podía soportarlo, ya no se quedaría callado nunca más. Abrió la puerta de golpe e interrumpió al doctor.

-¡No es verdad! Usted es el que miente, no estoy loco. Eidan es real, todo es real y tengo como probarlo, él me dio una rosa, las rosas no crecen en este pueblo y menos en el bosque, solo en el castillo.

-Derek cálmate, entendemos que te tome trabajo olvidarte de lo que viviste en el bosque pero debes dar un esfuerzo- Su padre le hablo gentilmente pero eso no era lo que quería oír de él.

-No, ustedes calmense y escúchenme, escúchenme por una vez por favor. Puedo probar que lo que digo es verdad.

Todos le miraron aun con duda pero igual le siguieron. Derek fue a su cuarto y busco la rosa para demostrarles a todos de una vez que no mentía.

-Esta aquí, en mi cómoda- No estaba allí, la rosa que se supone que estaba en su habitación había desaparecido. La busco por todos lados desordenando la habitación.  –Tiene que estar por aquí, no pudo desaparecer.

-¡Basta Derek! Ya detente, admite que estas mal, no puedes seguir creyendo en esa bestia- Su madre le abrazo por la espalda.  –Por favor, dime que te quedaras con nosotros.

En ese momento Jonathan entro a la habitación, Derek le miro de reojo y lo entendió todo.

-Tu… ¡Tu la tomaste!- Se lanzo sobre el golpeándolo.  –Tu fuiste Jonathan, tu robaste la rosa para que no me creyeran.

-¿Qué demonios te pasa? ¿Cuál rosa?

-No te hagas el tonto, has estado mintiéndoles a todos, haciendo que crean que estoy loco, pero no más ¡Diles la verdad!

-La única verdad es que necesitas ayuda, no hay bestias, no hay castillos y no hay sombras que escupen fuego azul-  Fue allí cuando todos se sorprendieron, sin darse cuenta se había delatado. Derek comenzó a reír.

-¡Tonto! Yo jamás hable de sombras que escupían fuego azul- Jonathan se dio cuenta, eso solo lo había visto él, Derek jamás lo menciono, había metido la pata.

-¿Jonathan?- Pregunto su padre, el rubio solo retrocedió un poco.

-Debo decir que es verdad, Derek jamás hablo de sombras que escupían fuego- Dijo el doctor revisando sus notas.

-¿Jonathan que pasa?- Su madre se acerco al rubio quien molesto se aparto de ella.

-¿Qué se supone que diría? ¿Qué una bestia secuestro a Derek? ¿Qué lo tenía en un castillo rodeado de espinos y que esa bestia con cuernos, cola y garras estaba enamorado de él? Por favor, nadie creería algo así- Todos estaban sorprendidos, no sabían si creer que Jonathan también mentía, pero no era probable que ambos lo hicieran.

-Se claro Jonathan, ¿Viste o no a esa cosa?- Su padre le hablo de forma firme, del tono de voz con el que antes se dirigía a Derek.

-…Si… pero entiendan, tenía que mentir para proteger a Derek de esa cosa- Cuando dijo eso notaron todos que el castaño no estaba allí.

-¿Derek?- Su madre le llamo pero este no le contesto.

Derek estaba en la habitación de Jonathan, buscando la rosa. Revolvió entre sus cosas hasta que dio con ella dentro de uno de los cajones. La rosa estaba seca, parecía perder el color con cada segundo.

-¿Qué día es hoy?- Derek recordó entonces su promesa.  –Oh no, es hoy, hoy se cumplen los 7 días- Se levanto de allí y se dirigió a la puerta pero esta se cerró. -¿Qué? ¡Abran! ¡Déjenme salir!- Jonathan y su padre cerraron la puerta tan rápido lo encontraron y le pusieron seguro con llave a fin de que Derek no escapase de casa por segunda vez.

-Lo sentimos hijo, pero si es verdad lo de la bestia no podemos dejarte volver.

-¡Pero ustedes no entienden, me necesita!- Golpeaba la puerta pero era inútil, estaba encerrado, era un prisionero en su propia casa. La rosa comenzó a obscurecer y sus pétalos se empezaron a caer. -¿Qué está pasando?- Derek vio como la rosa se prendió en llamas frente a sus ojos, la soltó y al caer al suelo está ya solo era ceniza.

-La rosa… ¡eso significa que Eidan!

 

En ese mismo momento Eidan vagaba por el jardín del castillo, estaba por atardecer, sentía como la obscuridad le caería encima muy pronto.

-Por favor Derek… no rompas tu promesa… si lo haces yo- Eidan apretaba con fuerza su pecho, sentía un gran dolor, un dolor que hace mucho no sentía, fue como cuando perdió a Aurora. -¿Acaso eres feliz sin nosotros? ¿Eres feliz sin mi?- Sus ojos se cerraron soltando una lagrima obscura, que al caer al suelo hicieron que todo el jardín se marchitase. 

Notas finales:

Como estuvo? se que no ha habido mucho Hard ni melosidad en estos ultimos caps, pero tengo planeado un extra lleno de todo eso para despues e.e

Dejenme un comentario con sugerencias, con opiniones, o ya de paso un saludito para animarme XD (lo necesito OnO)

Gracias por seguir leyendo aunque me volvi muy impuntual con esto. 

Nos leeremos luego!! 


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