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Como la bella y la bestia por Alphonse Zero

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Notas del capitulo:

Un capitulo un poco dramatico DX

Espero les guste.

La mañana transcurría tranquilamente, ya habían desayunado y se habían arreglado, la bestia estaba en su habitación como acostumbraba y Derek en el jardín. Le gustaba tanto estar allí, el aroma de las flores y del pasto, el viento fresco que le pegaba en el rostro, e incluso ese tono gris en el cielo le gustaba. La bestia le miraba desde la ventana de su alcoba, acostumbraba hacerlo desde hace tiempo, se sentía feliz cuando lo miraba, aun de lejos podía verle sonreír y eso le calmaba, no parecía ser infeliz a su lado.

Después la bestia vio como todos los niños llegaban con Derek y lo rodeaban, se estaban apegando mucho a él ¿Pero como no hacerlo? Era la persona con el corazón más cálido que habían conocido, es obvio que quisieran estar siempre con él. “Quisiera que me amases como a ellos…No, ¡más que a ellos!” Pensaba la bestia mientras seguía mirando tras el cristal al de ojos esmeraldas.

-¿Qué cuento nos contaras hoy?-Preguntaron las gemelas.

-Mmm… no lo sé, tal vez caperucita roja o la Cenicienta- Contesto Derek.  -¿Tu qué opinas Dominic?

-¡Yo quiero escuchar el de Cenicienta!- Dijo animado, Dominic era sin duda el que más se apegaba a Derek y el que estaba actuando más como un niño humano.

-Bueno si los otros están de acuerdo, será la Cenicienta.

-¡SI!- Dijeron todos al mismo tiempo, luego comenzaron a correr alrededor de Derek, nunca habían sentido emoción por nada, nunca nada les había dado alegría, por eso el pecho les daba muchas cosquillas con cada nueva experiencia, esto les hacia querer sacar todo de ellos, Derek supo entonces que esas muñecas huecas se estaban llenando poco a poco.

Pronto llego la hora de reunirse en la chimenea, todos los niños corrieron emocionados, la encendieron y se sentaron junto a Derek quien se puso en flor de loto dándole la espalda al fuego. Estaba a punto de empezar cuando llego la bestia.

-Pensé que no vendrías- Dijo Derek, la bestia desvió la vista, sentía que tal vez Derek no lo quería allí.  –Ven, siéntate con nosotros- Las palabras de Derek le dijeron lo contrario, se sentó en medio de Esteban y Beatriz quienes le miraron de reojo algo nerviosos, como siempre Dominic estaba al lado de Derek, era el más mimado, pero eso era por que este era el más joven de todos.

-Bien voy a comenzar. Había una vez… -Y así Derek les relato la historia de la pobre Cenicienta que era atormentada por su madrasta y hermanastras, de cómo su hada madrina le dio un hermoso vestido, zapatillas de cristal y una carrosa, de cómo se enamoro del príncipe y de que a media noche tuvo que huir del baile, les hablo de cómo el príncipe la busco y como al final ambos fueron felices para siempre.

Todos los niños aplaudieron felices al escuchar la historia, la bestia no pudo evitar seguirles, claro que de una forma más elegante. Pero los pequeños no tardaron en levantar la mano para preguntar.

-¿Por qué el Hada madrina le dio zapatillas de cristal? ¿No son incomodas? Además el cristal es frio - Pregunto Beatriz.

-Bueno, tal vez como eran mágicas estas no eran incomodas ni frías- Le contesto lo primero que se le ocurrió ya que era una pregunta complicada.

-Yo quiero saber algo Derek- Dijo Dominic mientras le miraba insistente.

-Claro, pregúntame.

-Si la zapatilla era de su medida exacta… ¿Por qué se le cayó al escapar del príncipe?- Dominic había hecho la pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez, el típico misterio sin resolver, aun así Derek estaba muy seguro de la respuesta.

-Siempre he creído que es porque ella la dejo caer- Cuando dijo esto todos se quedaron callados, todos menos la bestia quien comenzó a reírse.

-¡HAHAHAHAHA! ¡Eso es estúpido!  Debió caérsele por que estaba corriendo nada más, decir que ella la dejo a propósito es tonto porque la historia nunca lo dice así- Apenas se dio cuenta que  Derek se había levantado y lo miraba furioso.

-¡No es tonto! Piénsalo, ella creía que no lo volvería a ver jamás, así que dejo su zapatilla como recuerdo para el- Derek parecía muy serio en cuanto a esa idea, la bestia sin embargo no pudo evitar el querer molestarlo un poco.

-En ese caso Cenicienta era una manipuladora, pues sabía que la buscaría y se casaría con ella haciéndola una princesa, pero que sabandija resulto ser esa criada- Los niños miraban a su amo mientras fruncían el seño.

-¿Tu que sabes de ese cuento? Es más… ¿Tu que sabes del amor?- Le grito Derek molesto, la bestia reacciono a sus palabras poniendo una expresión que jamás había visto, era una de sorpresa pero triste, como si Derek le hubiese clavado una navaja por la espalda. El castaño se dio cuenta de que hablo de más, no sabía que decirle así que se fue de allí.

La bestia le vio partir pero no dijo nada, por su parte los niños lo miraron molestos mientras cruzaban los brazos.

-Usted hizo enojar a Derek- Dijo Joaquín.

-Por su culpa se fue- Dijeron las gemelas.

-No querrá contarnos más cuentos- Comento Beatriz.

-Tal vez no- Contesto Esteban.

-¡BASTA! No es mi culpa que se enojara por una tontería como esa, ese mocoso es demasiado sensible- Se levanto para irse pero Dominic le detuvo sosteniendo la maga de su saco.

-Amo, no pelee con Derek, se que usted lo quiere como nosotros, pero si sigue tratándolo así jamás lo sabrá- La bestia no se lo creía, una muñeca presuntamente hueca le estaba aconsejando, definitivamente las cosas cambiaron mucho desde la llegada de Derek al castillo.

-Voy a hablar con él- La bestia fue a buscar al castaño, Dominic tenía razón, si quería que Derek le quisiera debía cambiar, ser más amable con él, después de todo ¿a caso no quería que fuese feliz viviendo allí?

Lo busco en su habitación pero no estaba allí, también en el comedor y en el jardín de rosas, pero no aparecía, entonces temió lo peor ¿Y si se fue de allí? ¡Imposible! Nunca dejaría a los niños sin despedirse, el no era así… ¿O sí?

En eso un ruido llamo su atención en el tercer piso, corrió arriba a buscarlo antes de que el encontrase algo que no debía. Por su parte Derek vagaba por el pasillo, todas las habitaciones de ese piso estaban quemadas, como si una tragedia hubiese ocurrido allí hace años, al final del pasillo encontró una gran puerta, sabía que ese piso estaba prohibido, pero quería saber por qué, quería saber por qué la bestia le miro así antes. Entro lentamente a la habitación, esta era muy obscura, apenas entraba la luz por una ventana, camino entre muchos muebles viejos y rotos y entre otras antigüedades, la cama estaba en el centro rodeada por una cortina color vino, las sabanas negras y el olor a rosas marchitas hacían del lugar aun más obscuro y triste, su corazón comenzó a latir con fuerza, aun así siguió mirando, logro ver una pintura arrumbada en una esquina, fue y la levanto para verla mejor, esta estaba rasgada por el centro pero la imagen seguía allí, era la bestia… ¿Abrazando a una mujer?  

-¿A caso no te dije que nunca vinieras aquí?- La voz de la bestia nunca sonó más aterradora, nunca sus ojos mostraron tanta furia, Derek se asusto tanto que soltó el cuadro e intento correr, pero tropezó con uno de los muebles cayendo al suelo.

-Esa era la única regla, la única… ¿¡Y TU LA ROPES!?- La bestia empujo el mueble con el que se tropezó el castaño con mucha facilidad. -¿POR QUÉ ME DESOBEDECES?- Al agitar sus manos los objetos de vidrio y porcelana se rompían en un estallido, con cada grito las paredes crujían y el papel tapiz se rasgaba, Derek no dejaba de temblar en el suelo, sentía que esta vez si se lo comería. La bestia alzo sus garras y sin tocarlo levanto a Derek del suelo.

-Lo siento, es solo que quería…-Intento hablar pero no lo dejo.

-¿QUÉ QUERIAS? ¿SABER DE MI PASADO? ¿A TI QUE TE IMPORTA? ¡SOLO ERES UN MOCOSO ESTUPIDO!- Con otro ademan lo arrojo contra la pared, parecía no importarle el gemido de dolor que soltó Derek pues de inmediato volvió a levantarlo del suelo.  –CREI QUE PODIA CONFIAR EN TI, PERO AHORA VEO QUE NECESITAS UNA LECCION, UNA DE VERDAD.

Lo arrojo a la cama y lo inmovilizo, se quito la capa y se descubrió el torso, se subió a la cama y le rasgo el vestido por completo, incluso le araño el pecho al hacerlo, se coloco sobre él y lo beso de forma brusca, mordía sus labios hasta hacerle sangrar, lo sostenía posesivamente y con fuerza. –Hoy no seré gentil, voy a cobrármelas por tu insolencia- Derek intentaba gritar pero su voz no salía, intentaba moverse pero nada le respondía, estaba atrapado.

-¿Tienes miedo? Eso es bueno, te are sentir aun más miedo, hasta que ya no puedas respirar- Al decirle esto comenzó a morderle el cuello, pasando por sus hombros y luego lo giro para morder su espalda, iba dejando marcas por todo su cuerpo, Derek solo gemía por el dolor que esto le causaba.  –Estas heridas se ven bien en tu cuerpo, el blanco de tu piel hace que el rojo resalte más- Tomo sus manos y con su corbata las ató tras su espalda con fuerza.  Lo giro de nuevo frente a él, sus ojos se encontraron una vez más, los de Derek reflejaban miedo, los de la bestia no reflejaban nada.

Pasó sus garras por sus piernas, las acariciaba y apretaba.  –Son tan suaves, me pregunto a que saben- Dirigió su boca a ellas y después de lamerlas las mordió con fuerza hasta hacerle sangrar.

-¡AHHH!- Se quejo Derek con un grito que se escucho hasta el segundo piso donde los niños lo buscaban desesperados.

-Me gustan tus gritos, sigue gritando para mí- Continuo mordiéndolo hasta hacerle llorar, al notar sus lagrimas la bestia comenzó a beberlas, recorrió sus mejillas con la lengua hasta sus ojos, miraba aquella expresión de dolor en su rostro, incluso esa expresión era encantadora, le gustaba tanto verlo, volvió a besarlo de forma salvaje, pero luego los niños entraron en la habitación.

-¡SE LO ESTA COMIENDO!- Grito Dominic asustado, todos los niños se lanzaron contra su amo para salvar a Derek, la bestia soltó al castaño para quitarse de encima a los niños.

-¡Aléjense plaga! ¿Quieren morir?- A los niños no les importo lo que dijo, intentaban empujarlo lejos de Derek, Dominic era el más asustado y el más molesto de todos, se arrojo al amo y le mordió la cola con todas sus fuerzas. ¡AGHH! ¡TU RATA!- Lo arrojo contra la pared estrellando su rostros contra esta, un silencio inundo la habitación seguida del grito desesperado de Derek. Nadie supo cómo, ni siquiera la bestia, pero Derek se levanto escapando del control que la bestia tenia sobre él. Aun con las manos atadas a la espalda fue a revisar a Dominic, el pequeño tenía una herida en el rostro muy parecida a la que se haría una muñeca de porcelana al estrellarse contra el suelo.

-¡Mira lo que hiciste!- Le grito a la bestia quien poco a poco volvía en sí. Esteban saco una navaja suiza de su bolsillo y le desato las manos a Derek quien aunque adolorido y lastimado cargo a Dominic y se lo llevo consigo, todos lo siguieron dejando sola a la bestia. De nuevo lo había arruinado todo, su ira se lo había comido y lo había controlado, ahora Derek jamás le querría, unas lágrimas negras se escaparon de sus ojos.

-¿Cómo está Dominic?- Pregunto Beatriz.

-Se pondrá bien, de eso yo me encargo- La verdad no sabía qué hacer, no era una herida común y corriente, no tenía idea de cómo curarlo. Lo coloco sobre su cama, no pudo evitar echarse a llorar sobre él, temía que esa herida jamás se borrase. Sus lágrimas entraron en el hueco de su mejilla, sin darse cuenta poco a poco comenzó a cerrarse.

-¡Miren!- Dijo Eleonora.  -¡Su herida se está curando!- Termino Leonora.

Derek alzo la vista de inmediato, era verdad, su herida se estaba cerrando a la vez que reaccionaba, el pequeño de ojos cielo se levanto despacito mientras miraba que todos lo observaban.

-¿Qué ocurre? ¿Paso algo?- dijo inocentemente, Derek se lanzo y lo tomo en brazos.

-Nos asustaste mucho, ¿Te sientes bien? ¿No te duele nada?

-Estoy bien, pero ¿Qué hay de ti? ¿No te duele?-   Dominic señalo las heridas de Derek, eran bastantes, las gemelas y los demás corrieron por cosas para curarlo, pronto llegaron y le ayudaron a limpiar y colocar la extraña medicina y unas vendas alrededor de su abdomen, brazos y piernas.

Esa noche nadie quiso salir de la habitación de Derek, todos se quedaron a dormir allí, sobre todo Dominic, durmió a su lado mientras Derek lo abrazaba. El castaño no pudo dormir, estuvo toda la noche vigilando la puerta, esperando que esta no se abriera mostrando esos dos ojos sin vida. 

Notas finales:

Lo se, algo triste y dramatico este capitulo, pero... Se reconciliaran en el siguiente cao? e.e 

esperen actualizacion pronto


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