Sí, odiaba la escuela, odiaba la misma rutina tediosa todos los días, no soportaba verle el rostro a casi la mitad de sus compañeros diariamente, pero si había algo que compensara este desagrado, aparte de su pareja y amigos, era la oportunidad de correr en la pista. Con el pasar de los años Vegeta le había cogido aprecio al atletismo, de cierto modo encontraba terapéutico el correr, había aprendido a descargar todas esas energías negativas que sentía mediante el deporte.
El castaño estiraba sus extremidades con el propósito de calentar, tenía tiempo sin correr y hoy por fin tenía la oportunidad de hacerlo. Sus ojos se paseaban por el lugar. Si bien Vegeta había escogido el atletismo por el placer que encontraba en correr, otra de las razones era que poca gente lo escogía.
Dentro de la pista había poca gente, como de costumbre. Solamente un par de alumnos observando desde las gradas y el entrenador dando una de sus famosas "charlas motivacionales" a tres corredores. Una mueca de burla se formó en el rostro del castaño al ver las expresiones de sus compañeros, ya había tenido la oportunidad de escuchar las famosas charlas de su entrenador y la verdad no quería estar en el lugar de esos muchachos.
_ Vaya, no pensé que me encontraría contigo aquí _ Se escuchó desde atrás.
Vegeta volteó de inmediato, encontrándose a un Black uniformado. El peli negro usaba una pantaloneta deportiva de color azul, la cual dejaba al descubierto las tonificadas piernas del joven, una camisilla de color blanco con un enorme "2" estampado y un par de zapatos deportivos del mismo color de la camisa. Vegeta levantó una ceja al ver de quien se trataba, no pensó que el azabache estaría inscrito en este deporte.
_ No pensé que te vería aquí en atletismo _ Comentó un tanto impresionado el más bajo, pues el atletismo era la opción menos popular de todas, era raro ver compañeros nuevos en el equipo.
_ Pues aquí me tienes Veggie _ Dijo el más alto con una de sus sonrisas tan características.
_ No sabía que te gustaba correr, no lo aparentas _ Mencionó Vegeta mientras continuaba con su calentamiento. _ Pensé que escogerías fútbol o boxeo, como todos _ Agregó sin mirar el rostro del contrario.
_ Creo que hay muchas cosas que no sabes sobre mí, Veggie_ Nuevamente una de esas perfectas sonrisas se formó en los labios del azabache.
_ ¿Podrías dejar de llamarme así? _ Dijo con notorio fastidio el castaño. _ No recuerdo haberte dicho que lo hicieras _ Esta vez los ojos del más bajo miraban fijamente al otro, dejando en claro que no le gustaba ser llamado así.
_ Vaya, no sabía que un apodo fuese motivo para pedir permiso _ No dudó en refutar _ Perdóneme el atrevimiento joven Vegeta, no debí tomarme tantas atribuciones y llamarlo de otra forma_ Dijo mientras hablaba con un sarcasmo notorio.
Vegeta solo se limitó a rodar sus ojos, mostrando desagrado hacia la actitud del pelinegro. Tal vez empezaba a entender un poco más el desagrado de Goku hacia su primo. Esa actitud tan confianzuda era difícil de soportar.
Vegeta recordó la actitud tan insegura de su pareja cuando hablaba de su primo. ¿Era Black alguien a quien tenía que evitar? Sí, no iba a negar que la actitud y el comportamiento del mencionado dejaba mucho que desear, se podía apreciar que le gustaba causar polémica. Tampoco le gustaba que Black lo llamase así, no porque no le gustara el apodo, sólo que él no le había dado ese grado de confianza al peli negro.
_ Veo que eres mi próximo objetivo _ Volvió a hablar Black al ver el uniforme de Vegeta.
_ ¿Disculpa? _ Cuestionó confundido el castaño _ ¿De qué estás hablando? _
_ En mi antiguo instituto era el corredor número uno. Cuando llegué a acá y me dieron este número _ Dijo mientras señalaba el número _ me propuse a ganarme el número uno. Lamento decirte que pronto tendrás que entregarme ese puesto _ De nuevo aquella sonrisa socarrona adornaba la expresión del más alto.
Vegeta no pudo evitar soltar la risa, no era por ser presumido o fanfarrón, pero el castaño estaba muy seguro de sus habilidades en la pista. Durante años ha llevado ese puesto, pues era consciente que su rendimiento y capacidad había mejorado notoriamente, tenía la experiencia necesaria para sentirse seguro de sí mismo.
_ Es una lástima tener que frustrar tus intenciones _ No dudo en corresponder aquella sonrisa burlona. _ Por algo el entrenador decidió darte ese puesto _ Dijo mientras finalizaba su calentamiento.
_ Tomen posiciones _ Intervino el entrenador _ A la marca de tres, empezarán su recorrido _
_ Espero que disfrutes mi trasero, pues será lo único que verás _ Comentó Black tomando posición.
_ Espero que uses esas piernas de la misma forma con la que usas esa bocota _ Respondió el castaño mientras se acomodaba.
_ Te sorprendería saber todo lo que hago con ellas _ No dudó en responderle el comentario con su picardía tan característica.
¡Odiaba esa actitud! Vegeta aún no comprendía por qué el pelinegro tenía que ser así de fanfarrón y petulante. Perder no era una opción para el castaño, no lo soportaría, no si era él quien le ganaría, no le iba a dar el gusto.
1… 2… 3… ¡Poom!
Ambos emprendieron la carrera con un sorprendente potencial, no se tenía que ser experto para notar la habilidad de ambos. Corrían con suma velocidad, ambos extendían sus piernas con destreza, sus músculos se marcaban con cada pisada hecha para tomar impulso. Era una escena digna de ser vista, pues ambos avanzaban con notoria velocidad, sus rostros estaban neutros, concentrados en los obstáculos que aprecian con suma destreza.
Vegeta se olvidó de todo lo que lo rodeaba, incluso de Black, no iba a perder tiempo ni atención en él. Sabía que, si se preocupaba por su contrincante, perdería la concentración necesaria para superar la pista. Vegeta extrañaba sentir aquella explosión de energía dentro de su cuerpo, sus piernas empezaban a ser invadidas por aquel calor tan abrumador y su respiración empezaba a agitarse. Sí, extrañaba aquella sensación en su cuerpo.
Cuando llegó a la curva de la pista puedo ver que su contrincante se encontraba al lado de él, con una expresión implacable se encontraba a un lado de Vegeta. Esto sorprendió al castaño, pues ningún integrante del equipo había aguantado su ritmo en una carrera, por lo menos no hasta ese punto de la pista. No iba a alterarse, si había algo en lo que Vegeta era bueno, era en su capacidad de guardar la compostura, pues si se alteraba, su respiración se iba a ver afectada. Cerró sus ojos y por unos instantes sintió toda esa explosión de energía correr por todo su cuerpo, aquel calor producto de su esfuerzo se apoderaba de su cuerpo, su respiración completamente controlada. Era el momento indicado de acelerar, Vegeta uso todo eso como impulso, sus piernas se movían con más velocidad, volvió a concentrarse en su destino.
La distancia entre Vegeta y Black cada vez era más grande. El más bajo pasó los últimos obstáculos de una manera impecable, mientras que Black ya daba indicios de cansancio, su respiración ya se notaba alterada. Su última esperanza de alcanzar a Vegeta murió al afrontar los obstáculos, pues el azabache lo hizo con mucha dificultad. Black dejó de correr una vez vio al más bajo cruzar la meta.
_ ¡Excelente carrera muchachos! _ Exclamó entusiasmado el entrenador _ Vegeta, no cabe duda que tus habilidades, tu esfuerzo y tu capacidad de controlar la respiración te hacen merecedor del puesto que tienes _ No dudó en elogiar a su corredor estrella.
_ Muchas gracias, señor _ Dijo mientras retomaba su aliento.
_ Black, eres un corredor excelente, sabes mantener el ritmo de la carrera, pero tienes un problema en el control de la respiración. Recuerda que el atletismo no es solamente correr, también debes superar los obstáculos con destreza y para eso debes mantener tu respiración _ Dijo al ver que el joven se acercaba.
Vegeta sólo se limitó a dedicarle una sonrisa socarrona al más alto. Nada era mejor que una cucharada de su propia medicina, ¿cierto?
_ Sabía que ibas a ganar_
Esa voz hizo que el castaño volteara, una sonrisa completamente diferente se formó en sus labios al ver de quien se trataba. Goku había presenciado la carrera, su pareja usaba parte de su uniforme de fútbol americano, lo que indicaba que su práctica había terminado. Su pareja se acerca con una de esas sonrisas que tanto amaba.
_ Eres el mejor, ¿lo sabías? _ No dudó en besar al más bajo fugazmente.
_ Hey, estoy todo sudado _ Dijo mientras se aportaba un poco. _ Debo de oler a oso _ Dijo con una pequeña sonrisa en sus labios.
_ Sabes que eso no me importa _ Dijo mientras rodeaba la cintura del más bajo.
_ ¿Ya te duchaste? _ dijo al percibir que el pelinegro olía a jabón.
_ Sí, ya terminamos las prácticas_ Dijo mientras alejaba su rostro unos cuantos centímetros de Vegeta. _ Vine a buscarte _ Un nuevo beso los unió _ Vamos, quiero aprovechar que la casa está sola _ Susurró en el oído de Vegeta sin ninguna clase de pudor, causándole un evidente sonrojo.
_ Pero espera que me duche, no quiero seguir sucio _ el menor se apartó a Goku para agarrar sus pertenencias.
¿Vegeta y Black solos en las duchas de la escuela? Sin duda eso era algo que el azabache no iba a permitir. Sabía que a Vegeta no le gustaban esos celos, pero simplemente era imposible que Goku permitiera eso.
_ Amor, no quiero tardar tanto, mi padre puede llegar _ Se acercó al menor _ Vamos, puedes ducharte en mi casa _ Agarró la mano del castaño.
_ Pero… _ Vegeta no argumentó más nada, pues un repentino beso interrumpió sus palabras _ Está bien, vamos _ Dijo levemente atontado
Ambos tomaron sus pertenencias y siguieron su camino hacia la salida de la escuela, dejando a un enojado Black de espectador. El pelinegro veía aquella escena con cierto fastidio, pero simplemente se limitó a rodar sus ojos y girar hacia las duchas de la pista.
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_ Aun no entiendo tu insistencia en venir a ducharme acá_ Dijo un tanto confundido mientras ingresaba al hogar de su pareja. _ Necesito darme una ducha ahora mismo_ Comentó con un notorio fastidio.
Goku, quien había permanecido en silencio durante todo el camino a casa, simplemente se limitó a besar levemente los labios del más bajo, ignorando olímpicamente las interrogantes de este último. Sabía que, si le decía que la razón de aquella insistencia de la que hablaba Vegeta, él podría molestarse. Pues, la razón era que sentía celos, la simple idea de imaginar las miradas lascivas que su pareja recibiría en aquella ducha por parte del granuja de Black lo llenaba de ira. Goku nunca se había considerado una persona celosa o insegura, mucho menos desconfiaba de Vegeta. Conocía de más a su pareja; Black era el problema, desconfiaba de aquel imbécil, de cada una de sus acciones. Goku era consciente de que su insoportable primo encontraba placer en fastidiarlo y esta vez era más que obvio, ni siquiera se tomaba el trabajo de disimular su coqueteo hacia Vegeta… ¡Joder! Su sangre hervía cada vez que aquel imbécil se le insinuaba a Vegeta, no le iba a dar una oportunidad para seguir intentándolo.
_ Ve a mi habitación y usa mi baño_ Dijo con cariño mientras rodeaba la cintura de Vegeta con sus brazos_ Prepararé unos sándwiches mientras te bañas, debes estar hambriento_ Acomodaba los cabellos del castaño mientras hablaba.
_ Qué buena forma de evitar mis preguntas _ Mencionó en tono juguetón_ Espero que esos sándwiches estén muy deliciosos_ Dijo antes de volver a conectar sus labios, no iba a darle tanta importancia a la actitud del azabache, él sabía de sobra porque estaba actuando así.
…
Vegeta no necesitaba saber las razones de Goku, sabía que aquel tonto estaba celoso. Últimamente era bastante común ver al pelinegro hirviendo de celos por culpa de su primo. No conocía esa faceta de su novio, nunca imagino que Goku, uno de los chicos más guapos y populares que conocía, aquel chico que veía de lejos en la escuela, pudiera llegar a sentir celos. No solo eso, sino que aquellos celos eran provocados por él… Una sonrisa llena de picardía adornó sus labios, no podía evitar sentir gracia al recordar la expresión de la cara de Goku.
Los músculos de Vegeta se relajaban al entrar en contacto con el agua tibia, el castaño sentía un gran alivio en su cuerpo. La verdad era que aquella carrera lo había dejado cansado, no podía negar que Black había resultado ser un buen contrincante. Vegeta empezó a pensar en la relación de Goku y su primo, aún no comprendía porque había tanto conflicto entre ellos, incluso la expresión de Goku cambiaba con solo verlo. También era consciente de la actitud de Black, sabía que el pelinegro disfrutaba fastidiar a su pareja y ni hablar de su constante coqueteo, eso era algo que no iba a permitir, no permitiría que Black lo usara como una táctica para molestar y hacer enojar a Goku.
Vegeta escuchó el sonido de la puerta, indicando que Goku había ingresado a la habitación. El castaño se dispuso a secar su cuerpo y cabellos con la toalla mientras salía de la regadera. Lo primero que vio al salir del baño fue a su pareja con una bandeja llena de sándwiches, no pudo evitar sonreír al verlo. Por su parte, Goku admiraba el cuerpo del más bajo. Era casi hipnótico ver aquel cuerpo bien formado, no pudo evitar relamer sus labios al ver unas cuantas gotas de aguas pasearse por la piel de Vegeta.
_ Yo aún no me creo esto_ Dijo el más alto mientras dejaba la bandeja en una mesita de noche.
_ ¿Qué? _ Preguntó curioso mientras ajustaba la toalla en su cintura.
_ Aun no me creo que tú estés conmigo _ Dijo en un tono seductor mientras se acercaba al más bajo. _ Hace tiempo no tenía la fortuna de tenerte así _ Sus manos agarraron las caderas de su pareja, causando un pequeño quejido en él.
_ Ya veo cual era tu insistencia en que viniera a tu casa _ Las manos de vegeta rodearon el cuello de su pareja. _ Tú papá no va a volver por ahora, ¿cierto? _ Interrogó con un tono pícaro mientras sus dedos acariciaban el pecho cubierto del pelinegro.
No era necesario una respuesta verbal, la sonrisa seductora en los labios de Goku era una respuesta obvia. Vegeta no podía negarlo, ya hace tiempo no tenía intimidad con Goku. Siempre estaba su padre o su hermano cuando Goku lo iba a visitar, él también extrañaba estar con aquel tonto pelinegro.
Poco a poco la distancia existente entre ambos desapareció, sus labios se unieron en un efusivo beso. Vegeta enredó sus dedos en la cabellera oscura de su amante, quería estar con él, un calor empezó a correr en su interior, aquel beso tomaba cada vez mas fuerza. Por su parte, Goku posó sus manos en los glúteos del más bajo, extrañaba tenerlo entre sus brazos. A medida que el beso avanzaba, eran más evidente las ganas que ambos tenían de hacer el amor. Sus lenguas empezaron a recorrer la boca contraria, los movimientos eran cada vez más rápidos, la respiración de ambos estaba alterada.
Goku ya no aguantaba más, quería poseer aquel cuerpo, sus manos apretaban ese par de nalgas como si no existiera un mañana. Vegeta lo tenía loco, aquellos labios controlaban su cuerpo a su antojo, quería tenerlo, quería embriagarse con su aroma. La sola idea de tenerlo en su cama toda la tarde lo volvía loco. Sus manos tomaron esa bendita toalla y la arrojaron lejos… ¡Joder! Tenía tiempo sin apreciar la desnudez de su pareja, tan solo esa imagen causaba un sinfín de sensaciones en su cuerpo.
Cuando ya sus pulmones exigían un poco de oxigeno fue que se separaron. Un par de tortolos sonrientes se miraban fijamente, con sus respiraciones alteradas y sus corazones acelerados… “Te amo” Logró mencionar un acalorado Goku mientras colocaba la mano de su pareja en su pecho. Aquel gestó dejó a Vegeta sorprendido, la expresión del pelinegro era la de un hombre enamorado. Vegeta no dudó en unir sus labios nuevamente, nunca pensó que se iba a enamorar de esta forma, Goku lo volvía loco, una simple mirada o una simple caricia lograba alterarlo.
Lo dedos de Vegeta acariciaban la piel de su pareja por debajo de la ropa, ansiaba tocar cada rincón de esa piel nívea y aquellas molestas ropas eran un obstáculo. Con notorias ansias quitó el suéter del más alto, no pudo evitar el morder sus labios mientras observaba el atractivo torso de su pareja cual fiera hambrienta. Cualquier trozo de tela que tapaba ese estupendo cuerpo era un molesto estorbo para el castaño, sus manos escurridizas empezaron a desabrochar los pantalones del más alto. Éste último simplemente se limitaba a observar a su amante con obvia lujuria.
Ambos volvieron a unir sus labios apasionadamente, el poco control que ambos tenían desaparecía a medida que la intensidad del beso aumentaba. Ambos deseaban saciar aquel deseo lujurioso que tenían. Goku era feroz, tomaba las caderas de su pequeño amante y lo pegaba a su cuerpo con propiedad, su lengua recorría y saboreaba cada centímetro del cuello del castaño. Vegeta no podía evitar gemir al sentir la humedad y el cosquilleo provocado por el más alto y su habilidosa lengua… ¡Dios! Aun no comprendía ese poder que Goku tenía sobre él, un simple beso era suficiente para encender cada parte de su cuerpo, ¡deseaba ser penetrado por su novio! Rápidamente, Vegeta empujó al pelinegro con cierta rudeza; haciendo que éste cayera sentado en el borde de la cama.
_ Déjame consentirte _ Soltó con tono lujurioso, empujando levemente al pelinegro para que su cuerpo quedara recostado completamente en la cama.
_ Ahh… puedes hacerme todo lo que quieras, mi amor_ Mordió sus labios al sentir como Vegeta engullía su miembro. _Tus deseos son mis ordenes _ Masculló mientras acomodaba su cabeza en una almohada.
Goku se dispuso a dejarse consentir por su pareja, ya había pasado un poco de tiempo desde la ultima vez que Vegeta y su diestra boca lo confortaban de esta forma. Por su parte, Vegeta estaba completamente entretenido con el miembro del pelinegro, como si de una paleta se tratara. Habilidosamente delineaba el glande del contrario con la punta de su lengua, causando una deliciosa sensación en el azabache. Vegeta sonreía victorioso al escuchar los gemidos ahogados de su pareja, una sonrisa a medio lado adornó la expresión del castaño al ver el desespero de Goku.
_ ¡Vegeta!... ahh_ Sus dedos se enredaron en la cabellera del mencionado _ Parece que alguien necesitaba esto desde hace tiempo _ Dijo con su respiración agitada mientras acariciaba la mejilla del castaño con cierta lujuria.
_ ¿Acaso tú no? _ Interrogó con algo de erotismo en su voz al sacar el miembro de su boca. _ Porque tu amigo no opina lo mismo _ Completó antes de meter aquel trozo de carne nuevamente en su boca.
Esa actitud tan juguetona y lasciva de Vegeta tenía loco a su pareja. El castaño tragaba el pene de su pareja como si de su trabajo se tratara, podía sentir aquel falo duro entrar hasta el fondo de su garganta. Goku necesitaba más de esa sensación, con sus piernas rodeaba la cabeza del más bajo para que este llegara más profundo. La nariz de Vegeta chocó con la pelvis de su amante, por contados segundos intento aguantar aquel grueso miembro en el interior de su boca, causando que Goku se retorciera de placer.
Luego de un par de minutos, Goku aun disfrutaba de la felación que su pareja le estaba haciendo tan habilidosamente. Aunque era imposible negar lo dotes que Vegeta y su prodigiosa lengua tenían, el azabache necesitaba más. Vegeta había cumplido su cometido, despertar a la bestia.
_ ¡Joder!... Ven mi amor_ Con su respiración alterada intentó levantarse para cambiar de posición con su pareja, pero éste último rápidamente volvió a empujarlo a su cama.
_ Deje de ser atrevido_ Dijo divertido mientras se levantaba. _ Esta vez usted no va a tener el control _ El castaño rodeó la cintura del pelinegro con sus piernas, sentándose en la ingle del más alto. _ Déjame darte placer _ Dijo en casi un ronroneo mientras acariciaba el pecho de su amante.
_ Cómo tú lo digas, mi amor _ Contestó mientras su novio besaba su cuello apasionadamente. _ ¿En serio quieres eso? Tú también mereces cariñito _ Dijo entre besos.
_ Eso puedo esperar _ Contestó mientras mordía sus labios_ Ahora mismo quiero hacerte… ah… el amor_ El castaño introdujo el pene de Goku en interior mientras hablaba.
_ Ah… Vegeta…
El más bajo empezó a mover su cuerpo hacia adelante y atrás, sus manos se entrelazaron con las de su pareja y aumento el ritmo de sus movimientos. Goku estaba en el cielo, el interior de Vegeta era tan cálido, tan húmedo, tan apretado… ¡Ahh! Esa revolución de sensaciones jugaba con la cordura del azabache, sus manos se aferraron a las jugosas nalgas de su amante. Simplemente no podía tener suficiente de Vegeta, su aroma, sus gemidos, sus caricias, su piel… ¡Joder! Amaba todo lo que tuviese que ver con ese hombre. Lo tenía loco, la imagen de un sonrojado y sudoroso Vegeta, gimiendo de placer y auto-penetrándose sin compasión jugaba con sus límites.
_ Ahhh, Goku, sí… _ Cada vez sus movimientos eran más intensos, haciendo que el pene de Goku penetrara más profundamente.
_ Esto… ah… no es justo_ al azabache se le dificultaba siquiera hablar. _ Creo que tú eres quien más está disfrutando esto. _ Sus manos apretaban ese par de glúteos como si no existiera un mañana.
Vegeta inclino su cuerpo hacia atrás, logrando llegar a un lugar mucho más sensible. Sus caderas se movían arduamente, el pelinegro movía sus caderas para aumentar la sensación provocada. Ese vaivén era adictivo, el hormigueo provocado era casi hipnótico. Durante varios minutos no se detuvieron, Goku estaba casi por llegar a sus límites, el movimiento incesable de Vegeta lo estaba derrotando.
_ Vegeta… detente… ahhh_ no pudo siquiera terminar de hablar. Una gran descarga de fluidos llenó el interior del castaño.
_ Ahh…_ No pudo evitar gemir al sentir aquella sustancia caliente en su interior_ Espero qué estés preparado, porque esto aún no se acaba. _ El castaño sonrió y se dispuso a mover sus caderas nuevamente, no iba a detenerse hasta llegar al clímax. Goku simplemente sonrió y dejó que Vegeta hiciera con su cuerpo lo que quisiera.
(:::)
_ ¿Te gustó? _ Preguntó un agitado Vegeta mientras descansaba en el pecho de su amado.
_ ¿Tú que crees? _ contestó mientras acariciaba la espalda del castaño_ Solo espero que estés preparado_ Citó las palabras que su pareja le había dicho hace unos minutos. _ Aun es temprano y mi padre tarda en llegar, tendremos toda la tarde esta casa y esta cama para nosotros solos _ Sus manos acariciaban la cabellera del castaño.
_ Para ti siempre estoy listo_ Dijo en tono juguetón mientras unía sus labios con los de Goku en un tierno beso.