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Los Sentimientos A Veces Cambian por LadyDeltaPhantomhive

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Notas del capitulo:

Nuevo cap!! Jeje e.e nuevamente aquí yo traigo la continuación de este fic, agradezco enormemente a las personas que leen n.n ya la otra semana es la ultima de clases asi que tendre muchos días para traerles mas seguidito los capitulos, después de todo ya seran mis examenes finales T.T bueno, a leer.

El amanecer habia llegado y el día estaba espléndido, perfecto e Inuyasha ya estaba levantado y en estos momentos después de un relajante baño se estaba vistiendo con la túnica que su madre dispuso que usara ese día, era de color turquesa con bordados en color dorado, hermosa; su madre tenia buen gusto, no lo dudaba.

Se estaba peinando el cabello cuando la puerta sonó, tres golpes que si bien fueron suaves también fueron lo suficientemente fuertes como para escucharse, dió el permiso para que la persona que tocaba entrara.

— Buenos días joven alteza -dijo Kagome mientras hacia una leve reverencia al ingresar.

— Kagome, buenos días y por favor ya habiamos hablado sobre el tratarme de “usted" cuando estuvieramos solos -dijo divertido el ojidorado.

— disculpe...¡digo! disculpa, sabes que es la costumbre -dijo mientras reia- tus padres ya estan en el comedor y mandan a llamarte.

— Gracias, ahora bajo solo termino con esto -decia mientras le mostraba un mechon de su cabello

— Esta bien -dijo con una sonrisa mientras veia como su amigo reanudaba la tarea que hacia antes de que ella llegara.

La veia a traves del espejo y lo estaba incomodando un poco, pensó que iria a decirles a sus padres que pronto bajaria, sin embargo seguía alli parada simplemente viéndolo.

— ¿Qué? -dijo un tanto nervioso por ser objeto de su inquisitiva mirada.

— Nada -sonreia con especial entusiasmo- solo pensaba.

— ¿sobre qué? -preguntó mientras terminaba de amarrar su cabello en una coleta alta y se daba la vuelta para verla.

— jijiji -reia bajito mientras veía como Inuyasha hiba frunciendo el ceño mirandola extrañado- ¿nervioso?

— ¿Porqué tendria que estarlo? -mientras veia como se acercaba a donde él estaba.

— Oh vamos, sé que lo estas -dijo mientras su sonrisa se volvia maliciosa- por lo que pasará en cuestión de solo unas horas.

Esa mirada no le gustaba nada, y si buscaba ponerlo ansioso pues ya lo había logrado, con ella no podía mentir, lo conocía bien.

— So-solo un poco - ¡¡maldición!! Su voz lo traicionó, suspiró, ya que- ¿tu crees que al menos le agrade? -dijo en un susurro.

Kagome sonrió suavemente y lo veía con ternura, “seria un idiota si no se fija en él" pensaba mientras, sin decir nada lo paraba de donde estaba sentado y lo colocaba frente al espejo de cuerpo completo de la habitación.

— Mirate con atención ¿si? -dijo mientras seguia sonriendole dulcemente, como una hermana mayor que trataba de explicarle a su hermanito algo que no entendía.

Inuyasha hizo lo que le pedia, pero no sabia que queria lograr con hacerlo verse a él mismo ¿qué tenia que ver eso con su pregunta?

— Eres hermoso -con tono y mirada dulce, calló unos segundos en los que su amigo se habia sonrojado ligeramente, continuó- eres noble, justo, valiente, fuerte tanto por fuera como por dentro, no te rindes ante nada y siempre velas por los demás antes que por ti, aunque eso sabes que no me agrada mucho -le dijo con leve regaño, el joven solo sonrió divertido pero no la interrumpió- eres un ser increible y maravilloso Inuyasha, cualquiera que te tenga a su lado será muy afortunado.

Tuvo que parpadear unas veces para evitar que las lágrimas salieran, esas palabras eran sin duda muy hermosas.

— Te aseguró que al conocerte mejor, él te estimará mucho y ¿quién sabe? Hasta podria enamorarse de ti -dijo con aquella mirada que solo le veia a Miroku al coquetear con Sango, se veía graciosa pero no quiso hacerla enojar por lo que guardó silencio.

— ¿Tú crees? -dijo después de unos momentos de silencio, nunca aceptaria que su voz sonó algo ansiosa cuando preguntó eso, porque él no se queria hacer ilusiones, aunque ¿a quién engaña? Con todo lo que escuchó su corazón latió esperanzado.

— Te llegará a querer, ya lo verás, así como hiciste que nosotros te quisieramos ahora -dijo mientras sonreia alegre.

No pudo más, se dió la vuelta y la abrazó mientras le susurraba un “gracias" desde el fondo de su corazón, ella correspondió feliz de haberlo animado. Se separaron y bajaron a que desayunara pues ya sus padres estarian desesperados y es que precisamente después partirian hacia el Norte, y gracias a su amiga sus nervios ya eran menos.

*************************************

En el Norte se podia apreciar que todos en el castillo se encontraban en movimiento, de un lado hacia el otro y es que ese día llegaría el futuro consorte de su príncipe y todo tenia que estar perfecto.

Los señores de la casa hacia rato que estaban fuera de la cama para supervisar que nada estuviese fuera de lugar, estaban emocionados por conocer a su tan esperado y futuro yerno. No les molestaba en lo absoluto el ayudar en la limpieza u ordenar algunas cosas para que se viera el palacio presentable.

Kouga se encontraba en su habitación, sentado en su cama vestido con una elegante túnica color café con bordados plateados, mientras divagaba en sus pensamientos. La verdad estaba nervioso, hoy llegaria la persona con la que sus padres lo habian comprometido y no podia evitar sentir cierta curiosidad.

— “¿Cómo lucirá?" -ese pensamiento no paraba de pasarsele por la cabeza.

— Kouga, tu padre te llama -dijo Ginta al entrar a la habitación de su amigo pero este no contesto.

“Los lords de esas tierras son de gran belleza ¿será lindo? Tiene que serlo, lo apuesto, lo habrá heredado y....¿Qué demonios estoy pensando?" -sacudió la cabeza con tal de alejar aquellos pensamientos, hasta que...

— ¡¡¡KOUGAAAA!!! -al ver que no respondia tuvo que acercarse y gritarle de cerca para ver si así reaccionaba.

— ¿¡¡PERO QUÉ!!? ¡¡GINTAA!! NO GRITES QUE NO ESTOY SORDO -dijo enfadado, su amigo casi le rompe los timpanos.

— llevo varios minutos llamandote y tu no contestas, ¿qué querias que hiciera? -dijo defendiendose.

— En fin, no importa, ¿para qué me llamabas?

— Tu padre quiere verte y no me veas así, no sé para que.

— Bien, ya voy -se levanto y salió directo al despacho de su progenitor, en él siempre atendia los negocios importantes con los otros reinos.

Llegó y toco a la puerta, cuando escuchó la autorización de poder pasar lo hizo cerrando la puerta tras de sí y se acercó a su padre que estaba sentado detras del gran escritorio de caoba.

— ¿Llamabas padre? -dijo serio pero respetuoso.

— Hijo, queria informarte que en cuanto lleguen los señores de Oeste, tendré una charla con ellos aquí -dijo mirandolo seriamente.

— ¿y tu quieres que...? -no entendía, ¿para qué le decia eso?

— Quiero que mientras eso sucede, le hagas compañia al joven Inuyasha -decia sin quitar la seriedad en su mirada y sus palabras.

Así que eso era, los dejarian solos para que se conocieran. Era muy obvio que no pudo evitar dirigirle una mirada de incredulidad a su padre, este ni se inmutó.

— De acuerdo, lo llevaré a conocer el palacio y los jardines en lo que ustedes resuelven sus asuntos -dijo mientras veia como su progenitor sonreia con...¿triunfo? Su padre no disimuló la satisfacción que le provocó su respuesta, ya no le sorprendia.

*************************************

El elegante carruaje hiba resguardado por guardias a los lados, de enfrente y detras, por dentro los señores del Oeste hiban amenamente platicando del importante suceso que se llevaria a cabo en dos dias.

Inuyasha no podia evitar preocuparse, desde la mañana ha tenido un mal presentimiento y apesar de que las palabras que le dijera Kagome lo aliviaran un poco, no pudo desaparecer esa molestia ¿Talvez estaba exagerando?

Su hermano habia mandado una carta esta mañana justo antes de que partieran, decia que llegaria al Reino Norte para estar con él en su boda, Sesshoumaru siempre habia sido cariñoso como cualquier hermano lo sería, podia verse frío y serio pero con él era lo contrario, claro, también esa faceta solo era vista también por su ahora esposa. Agradecia en el alma el que llegara, estaba seguro que con su hermano alli tendria la motivación que necesitaba para no echarse para atrás al último momento, hecho un manojo de nervios.

Suspiró, algo le molestaba pero no sabia decir qué era, volteo hacia la ventanita del carruaje, y observando el paisaje buscó distraerse y alejar así ese presentimiento.

— “Talvez solo estoy dejandome llevar por los nervios" -pensaba mientras volteaba y miraba a Kagome que estaba viajando con ellos en papel de su dama de compañia.

La joven dormia profundamente, habian salido del palacio hacia tres horas y ante el movimiento suave del carruaje se habia dormido, se veia adorable, la apreciaba mucho como a una hermanita menor.

Recordo entonces las palabras de la joven, no estaba seguro de cuantas veces lo habia hecho, pero al volverlo hacer estas le trajeron un poco de paz, de nuevo, sonrió y volvió su mirada hacia la ventana, faltaban dos horas más para llegar.

— “Dormiré un rato, quiza así no sienta tan largo el resto del camino" -suspirando dió una última mirada hacia afuera y acomodándose en su asiento, cerro los ojos dispuesto a caer en brazos de Morfeo.

Tan solo unos minutos bastaron para que el sueño lo reclamara y durmiera profundamente.

Después de unos momentos sintió como su madre lo despertaba, ya estaban por llegar, a lo lejos se veía el imponente palacio del Norte. Bueno, había llegado la hora; volvió a sentirse nervioso y suspiró tratando de relajarse cuando sintió una cálida mano sostener la suya, al voltear se encontró con Kagome quien le sonreía con cariño, le devolvió la sonrisa y apreto suavemente la mano de la joven, tratando de tomar valor. Volvió a respirar hondo cuando comenzaron a traspasar la entrada hacia el palacio.

— “Dios...espero que todo salga bien" -pensó mientras volvia su mirada a la ventana, los nervios volvian pero trató de calmarse y volvió a darle un apreton suave a la mano de Kagome.

— Tranquilo, no estaras solo allí ¿recuerdas? estamos contigo -susurró ella mientras también sostenia su mano en un apretón cariñoso.

— Lo sé, gracias -sonrió para ella mientras volvia a suspirar- “bien Inuyasha, no te dejes mostrar nervioso, ella tiene razón, todo estara bien..." -pensó mientras aún aquel presentimiento lo llenaba de incertidumbre.

Notas finales:

Espero les haya gustado el capitulo 1, oficialmente ya que los otros eran el prólogo ^_^ hasta el siguiente, bye!!


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