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Los Sentimientos A Veces Cambian por LadyDeltaPhantomhive

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Notas del capitulo: Hola :D ya se, ya se...me quieren matar, pero recuerdan que les dije que ya tenia dos capis mas, este y el siguiente, puueeess paso algo raro ._. SE FUE EL INTERNET!! creanme, estos dias han sido una tortura, un aburrimiento total!! Enserio, ahora ya esta pagado y heme aqui de vuelta jejeje ewe bueno, mejor los dejo con el cap, a leer!!
Estaban sentados en la mesa del comedor, los sirvientes ya les habian llevado el almuerzo del día, un delicioso jabalí preparado con fruta cocida y arróz, a pesar de como se escuche en realidad Kaede habia vuelto a lucirse con la comida.

Sesshoumaru hablaba de cómo habian estado las cosas desde que se fue y su madre escuchaba atentamente, ella se encontraba sentada en la cabeza de la mesa, normalmente era allí donde se sentaba su padre; a su izquierda estaba Inuyasha y a su derecha, que era el lugar que normalmente ella ocupaba, estaba Sesshoumaru. La comida transcurría con tranquilidad y de la conversación solo los mayores participaban, el menor intervenia de vez en cuando aun cuando pareciera no prestar atención a la plática.

Inuyasha en algun punto dejó de escuchar y se perdió en sus pensamientos mientras comia mecánicamente, pensaba en lo que recien habia ocurrido, no podia entender cómo es que tan de la nada y sin razón aparente habia aparecido aquella mujer y los había atacado; por más que lo pensara no le hayaba sentido, nunca la habia visto y no mostro interés particular en llevarse nada, eso era lo que más le extrañaba del asunto; si no deseaba robarse algo, ¿para qué atacarlos?.

— “O tal vez su objetivo...¿éramos nosotros?" -pensó contrariado, eso ya sonaba más creíble, pero carecia de sentido también, quizás ¿los queria matar?- “No, en ningún momento mostro interés de realmente dañarnos mortalmente, más bien su intención era...¿debilitarnos?" -volvio a negar aquello, por más que pensara en alguna razón no la encontraba y ya estaba dándole un molesto dolor de cabeza al pensar demasiado en ello.

Aunque, analizando bien sus movimientos, ella sí atacó con más fuerza, pero solo a su hermano; frunció el ceño al pensarlo, eso era extraño. Bien, los híbridos no eran considerados de gran fuerza en sus ataques como eran considerados los demonios puros, pero él no era tan débil; bufó un poco molesto por eso, quiza ¿consideró que no valiera la pena enfrentarse a él? pensar eso lo hizo gruñir, ¡por favor! tenia orgullo y eso sí lo ponia molesto.

— ¡Inuyasha! -la voz de su hermano lo sacó de sus maldiciones mentales contra esa mujer y levantó la cabeza para ver al mayor, este y su madre lo veían extrañados.

— ¿Qué pasa? -preguntó confundido ante sus expresiones.

— ¿Estás bien, cariño? -dijo Izayoi en tono suave, buscando sonar tranquilizadora.

— Sí ¿por qué? -dijo totalmente confundido ante la cuestión.

— Por que empezaste a gruñirle a tu plato y hacer trizas la carne con el tenedor -escuchó la voz de su hermano quien lo miraba serio- si no la quieres, solo tenias que dejarla de lado o decirle a alguno de los sirvientes que recogieran el plato.

Al bajar la mirada a su plato se dió cuenta, la carne estaba molida convinada con el arróz que también sufrió la misma suerte y la mano le dolia por la preción que habia egercido al sostener el tenedor, enrojeció de la verguenza y bajó la mirada, se disculpó con su familia y salió casi corriendo del comedor. Se dejó llevar por sus pensamientos y no dudaba en que su hermano lo buscaria para hablar de su conducta, suspiró, al parecer ese no era su día.

— Alteza -el llamado de uno de los guardias lo detuvo en el pasillo.

— ¿Sí? -preguntó algo más calmado.

— Afuera hay un carruaje y dicen buscar a sus padres, ¿quiere que los deje pasar? -dijo el guardia incado respetuosamente ante él aguardando su respuesta.

No supo qué decir, su padre no estaba pero su madre sí, además de estar su hermano pero aun tenia una duda.

— ¿Quién los busca? -preguntó serio.

— El lord del Norte y su hijo, alteza -fue la respuesta del guardia.

— ¡¿Quiénes dijiste?! -la voz molesta de su hermano lo hizo dar un pequeño brinco.

Volteó rápidamente para ver a sus espaldas a su madre y a Sesshoumaru, ambos no se veían para nada contentos, su corazón se aceleró de la emoción pero también de los nervios, emoción porque Kouga estaba de regreso y nervios porque por parte de su familia este no seria muy bien recibido, suspiró sintiendo un escalofrío recorrerlo de pies a cabeza. ¡Oh sí! definitivamente...no era su día.

*************************************

En lo profundo del bosque y bajo el resguardo de una cueva, se encontraba Kagura, sentada y recargada en una de las paredes del lugar, pensando en lo que Naraku le había dicho hace unos minutos. En realidad no sabía cómo es que habia terminado trabajando para él, aguarden, sí lo recordaba, tenía su vida bajo su poder y con eso la manipulaba fácilmente, suspiró frustrada.

Comenzaba a sentir un poco de pena por el joven que su jefe queria, ese ser no se lo haria pasar nada bien a su lado.

— “Aunque es fuerte, podría ser que eso baste para que Naraku no se salga con la suya, también tiene a su hermano, probablemente puedan acabarlo pero..." -suspiró frustrada, el nuevo plan de Naraku podria también funcionar, esa era la desventaja.

El susodicho la habia dejado allí y diciendo tener que hacer algo más fue como la hubo dejado sola, el plan de ese horrible hombre lo llevarian acabo mañana para que pudiesen sanar sus heridas y, citando sus palabras, para que no estorbara y estropeara todo. La rabia y el odio que sentia por él eran enormes, deseaba tanto librarse de él, pero no lograba encontrar alguna manera y ya estaba harta.

— “Tal vez...pudiese recurrir a alguien que me ayude, sí, eso podria liberarme de él, pero ¿quién?" -pensaba en opciones, los demonios que este tenia bajo su mando no la ayudarian, le temian bastante y eran muy cobardes como para arriesgarse.

No conocía a alguien más, Ayame habria sido una opción, claro, de no ser por dos cosas; una: estaba tontamente enamorada de él (que para ser sinceros, nunca entendió qué le vio) y dos: porque al saberse abandonada de él, cometió el error de no pensar en sus acciones con más calma y terminó muerta. Esto la irritaba de sobremanera, ¡no podia ser que no encontrara a alguien!, no solo ella lo odiaba ¿cierto?.

— ¡Arrrg...maldición! -exclamó totalmente enojada y frustrada, esto no podia ser- ¡Cómo demonios hago para encontrar a alguien quien pue...! -calló repentinamente al darse cuenta, sí habia alguien a quien podia recurrir.

— Pero tendré que hacerlo con cautela, estoy segura de que convencerlo no será fácil pero lo que le diga tendrá que hacerlo -susurró para ella misma mientras sonreía aliviada, ¡claro! ¿porqué no se le había ocurrido antes?- “le diré lo necesario, le expresaré todo mi odio por Naraku y le diré sus planes, no será sencillo ya que me tiene vigilada pero...de esa manera lograré librarme de él" -pensó decidida, se desharía de ese horrible ser de una forma u otra y estaba segura de que conseguiría la ayuda que deseaba.

Salió de la cueva viendo atenta a su alrededor, los bichos que Naraku dejaba estaban allí, obviamente no podia esperar lo contrario.

— Solo voy a caminar un poco, no haré nada más, y también necesito algo de privacidad cuando quiero ir a hacer mis necesidades, ¿podrian darme ese espacio? -milagrosamente estos se quedaron cerca de la cueva y no la siguieron, con eso empezó a caminar tranquilamente por unos minutos, no supo cuanto pero cuando se dió cuenta ya casi llegaba al camino que conducía hacia la entrada del palacio, estaba por cruzar cuando escuchó el sonido de trotes, se escondió detrás de un árbol y se asomó un poco para ver; solo pudo abrir sus ojos llenos de sorpresa al ver el elegante carruaje del reino Norte pasando enfrente, dirigiéndose hacia el palacio.

— “Esto...esto no puede ser...-sus ojos brillaron y algo parecido a la esperanza se pudo ver reflejar en ellos-...no puede ser más que ¡perfecto!, al parecer es mi día de suerte" -el destino al fin habia decidido ponerse un poco de su lado, se sentía dichosa ante lo que acababa de ver, cuidando de no mostrar sus emociones volvió sobre sus pasos.

Esos animales seguian allí pero no les dió mucha importancia, a paso tranquilo se dirigió hacia la cueva y ya estando segura en la oscuridad del lugar se permitió sonreir, ¡Oh! en estos momentos sí que se sentia bien, mucho de hecho. No podia estar más feliz y satisfecha, ahora solo tenia que hallar la manera de acercarse, tenia que tener cuidado para que Naraku no se enterara y entoncés...

— “El que se llevará la sorpresa de su vida el día de mañana será él" -terminó en sus pensamientos mientras su sonrisa se ampliaba, hiba a disfrutar tanto de esto, si que lo haria.

Esa horripilante araña malévola sería la que terminara atrapada en su propia red, esperaria al anochecer y entonces iniciaría con su plan, era un acto suicida si le preguntaran a alguién más, pero con tal de verse libre de las garras de Naraku, incluso el morir en el intento le daba gusto, porque al menos le bastaria el haberlo enfrentado y también el haber peleado por su mas grande anhelo. No tenia nada por lo cual quedarse sí se diera el caso en que este la matara, pero si lograba salir con vida, no habrian dudas en que aprovecharía esa oportunidad, ya estaba hastiada de vivir bajo su mando, ella deseaba vivir a su manera y lo conseguiría.

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Bueno, esto no era lo que precisamente habia tenido en mente, claro, no esperaba que le dedicaran sonrisas de alegria, no las merecía y lo sabía; pero ver esas miradas de profundo desprecio y odio le daban escalofríos, si las miradas mataran...ahora se preguntaba ¿por qué habia decidido venir hoy y no mañana u otro día?...¡Oh, claro! esos hermosos ojos dorados que lo veían con mucha felicidad y cariño con esa hermosa sonrisa, sí, ya lo recordaba.

— Lord Daijiro, es un gusto verlo aunque...no esperabamos su visita -dijo la hermosa dama en un tono serio pero cordial.

— Igualmente es un placer verla y disculpe el atrevimiento mi Lady -dijo su padre al inclinarse de forma respetuosa y dar un casto beso en el dorso de la delicada mano de Izayoi- Altezas -volvió a decir haciendo una inclinación de cabeza, a manera de saludo para los peliplatas que respondieron igual.

Suspiró, esta seria una larga tarde.
Notas finales: Les gusto, no, tomatazos, ya no sigo con la historia?...no soy de esas, no me agrada leer algo taan bueno y que lo abandonen, es....exasperante e irrita un poco jejeje e.e ejem! Bueno, hasta el siguiente, matane!

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