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Los Sentimientos A Veces Cambian por LadyDeltaPhantomhive

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Notas del capitulo: Hola :D ya se ya seee!! Me atrase y en verdad losiento, ¿que paso? La musa no se presento, eso paso!!...pero conforme fui tratando de ingeniarmelas, logre sacar el capi jejeje ¡al fin!..agradezco sus comentarios y por leer esta historia, los quiero TwT...a leer!
Su padre de inmediato sugirió avisar al Consejo del hombre que les habia causado tantos problemas, Lady Izayoi se habia puesto algo histérica pero consiguieron calmarla, estaban cenando cuando les dijeron sobre lo que habian hablado con Kagura; Sesshoumaru se habia molestado y de inmediato comenzó a poner a los guardias en movimiento, no concebia el hecho de que esa mujer volviera y ellos no se hubieran percatado, vaya protección era esa.

Esa misma noche comenzaron a trazar tambien un plan, debian prepararse, el mensaje para el Consejo fue mandado y esperaban llegara pronto, informaba el nombre del causante y todo lo que tenia planeado al día siguiente. Los amigos del menor de los príncipes también ayudarian en la batalla, ese Naraku no se llevaria a su amigo, Kouga se sintió feliz de ver que su ángel estaba bien protegido; Inuyasha estaba agradecido por ello, pero no quitaba el hecho de que sintiera que lo creyeran débil y que no podia cuidarse solo, su orgullo lo hacia fruncir el ceño mostrando su molestia pero no dijo nada, una vez todo estuvo dicho se dispusieron ir a descansar.

Kouga estaba en su habitación, acostado en la amplia cama perdido en el blanco techo, pensando en lo que pasaria, la madre de Inuyasha también aprovecho de enviar una carta para lord Taisho y eso lo puso algo nervioso, sólo esperaba que este lo dejara hablar antes de hacerlo añicos, sonrió divertido ante ese pensar, no pensaba que fuera tan impulsivo ¿cierto?, el escalofrío que sintió no lo dejo creerse eso, suspiró e intentó relajarse cerrando los ojos, el sonido de un golpe en la puerta lo hizo abrirlos y sentarse en la cama; se levantó en cuanto volvió a escucharlo y grande fue su sorpresa al ver quien era, nada más y nada menos que uno de los amigos del menor, Sango.

— ¿Pero qué...? -comenzó algo inseguro, ella lo detuvo con la mano en alto y le hizo señas para que la siguiera, confundido y extrañado lo hizo.

Sin hacer ningún sonido bajaron por las escaleras, pasaron la sala de estar y lo llevó hasta el jardín ocultándose por alguno de los guardias que pasaba en su camino, la seguia confundido pero empezó a reconocer hacia dónde lo llevaba: la cabaña. Al acercarse ella toco suavemente la puerta, sin darle tiempo a nada, en cuanto esta se abrió lo empujó al interior cerrando rápido, vió la chimenea encendida, era la única luz del lugar, al ver a su alrededor se percató entonces de las otras presencias, Kagome y Miroku; en el sofá de la estancia y adorablemente sonrojado estaba también Inuyasha, este lo miró con pena.

— Emmm...¿qué pasa? -dijo después de que pasaran varios minutos en silencio.

— Joven Kouga, disculpe tanto misterio pero necesitamos hablar con usted -dijo Kagome seriamente.

— Chicos...-escuchó a Inuyasha susurrar- no...no tienen que hacer esto.

— Sí, debemos hacerlo -dijo Miroku mientras lo veía con el ceño fruncido, el peliplata suspiró y rodó los ojos.

— Es necesario, así estaremos más tranquilos -dijo Sango acercándose al sofá, tomando asiento al lado de su amigo.

— Oigan, estoy aquí -gruño Kouga al verse por un momento ignorado.

— Oh sí, disculpe -dijo Miroku mirando a las dos chicas que asintieron y volvieron su mirada a él- sabemos que durante su “desaparición", estuvo aquí -soltó de forma acusadora.

Eso no se lo esperaba, abrió la boca pero de ella no salió ningún sonido, estaba estupefacto ¿¡lo supieron todo el tiempo!?, Inuyasha había bajado la mirada a sus manos, avergonzado. Aclaró su garganta antes de asentir con la cabeza, aún aturdido.

— Oh...bueno yo...este...-¡demonios! ¿qué les diria ahora?- e-entonces esta reunión es para...

— ¡Oigan ya basta! -dijo el ojidorado levantándose y colocandose al lado del lobo, viendo a sus amigos molesto- esto es ridículo, ya les dije que no hará nada malo.

Le habia dicho a Sango que él les contaria a los otros dos lo que había pasado con el lobo, estos habian notado las extrañas miradas de complicidad que se habian dado él y la joven castaña y supieron que algo ocultaban, ahora se arrepentía, al saberlo lo arrastrarón a la cabaña y Sango habia ido por el lobo, ¿el fin de todo esto?, simple, amenazar al pobre, decirle que si le hacia daño ellos mismos se encargarían de que no volviera a ver la luz del día. Les agradecia el que se preocuparan por él, pero no estaba cómodo con esa sensación de sobreprotección, ya tenia suficiente con su hermano y, seguramente, su padre.

— Inuyasha, nos lo dijiste, pero queremos asegurarnos de que no vuelva a lastimarte -dijo Miroku viendo al lobo con frialdad, este sintió un escalofrío en la espalda, uno muy frío.

— No vamos a dejar que eso ocurra de nuevo -dijo Kagome molesta, viéndolo con reproche por su actitud, dirigió su mirada al lobo- escucha, te advertimos que él no esta solo, nos tiene a nosotros así que si vuelves a causarle otro semejante desplante...-dijo haciendo pausa, dejándo ver la amenaza impuesta en sus palabras mientras un aura rosada la rodeaba, sí, era una sacerdotiza en potencia.

— ¡Muchachos! -reprochó el menor hasta que sintió una mano en su hombro que lo retenía, volteó viendo a Kouga negar suavemente con la cabeza, suspiró y guardó silencio.

— Bien, ya entendí que es lo que quieren decirme -dijo serio y viendo sin temor a los amigos del menor- les aseguro que no tengo intención de lastimar a Inuyasha, nunca quise y ni querré hacerlo, si ya saben que estuve aquí entonces sabran lo que paso durante esos dias y puedo jurarles que he aprendido de mi error y eso no volverá a repetirse; estoy dispuesto a estar a su lado y tratarlo como se merece, estar ahí para cuando me necesite, en los buenos y en los malos momentos, apoyarlo incondicionalmente, protegerlo y hacerlo feliz, esa será mi prioridad.

— Kouga...-susurro conmovido el menor.

— Bien -dijo Sango después de unos segundos de silencio, mientras los veía con una sonrisa- entonces es un trato, joven Kouga -Kagome y Miroku asintieron mientras los miraban sonrientes.

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Naraku estaba sonriente, ya tenia lo que buscaba para atrapar a su presa, no le gustaria que se resistiera y le pusiera las cosas más difíciles así que era necesario.

— “Pronto, muy pronto mi querido niño, tú y yo estaremos juntos y me encargaré de que nadie se interponga, ni siquiera tú mismo" -pensó mientras reía macabramente, oculto entre las sombras del espeso bosque.

Ya se dirigía de regreso, pues el cielo comenzaba a mostrar signos de que el alba estaba próxima, debia darse prisa si queria que todo lo que tenia planeado saliera tal y como lo imaginaba.

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En esos instantes dos cartas llegaban ya a sus destinos.

El Consejo se habia sorprendido de recibir ese mensaje que según les dijeron, era de carácter urgente por lo que se apresuraron a leer su contenido. No podian estar más que sorprendidos ante lo que les informaban, estaban furiosos, habian tenido en las narizes al asecino de Ayame y este los burlo sin problemas; la demonio salió de inmediato llamándo a varios guardias, tenian que ir de inmediato al reino Oeste y hacerle pagar a ese maldito sus crímenes.

Con Lord Inuno Taisho fué casi la misma reacción, su esposa le informaba cada detalle que habia sido descubierto, enojado era poco para describir su estado, estaba furioso y con ganas de matar a alguien, preferiblemente al imbécil que insinuaba acercarse a su hijo, ¡no! eso no lo hiba a permitir, salió del despacho donde se encontraba llamando a los sirvientes para que arreglaran sus cosas, debia partir de inmediato pues ya comenzaba a amanecer.

— “Descuida hijo, ya voy en camino, ese sujeto no te hará daño" -pensó preocupado viendo los tímidos rayos del Sol asomarse por las montañas.

— Señor, ya está todo listo -anunció la sirvienta sacándolo de sus pensamientos.

— Bien, mandalo en el carruaje al palacio -dijo saliendo apresurado, ya estando fuera se transformó en un enorme perro, de ojos rojos y pelaje blanco; con un gran gruñido se elevó por los aires, en dirección a su hogar.

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Kagura estaba fuera de la entrada de la cueva, apoyada en el tronco de un árbol viendo al cielo, ya poco a poco el negro manto de la noche comenzaba a desaparecer, siendo reemplazado por un tono celeste suave; todavía no era tan claro, aun estaba oscuro. Suspiró, dentro de poco Naraku iría a buscarla para comenzar con su plan, solo esperaba que los jovenes estuviesen bien preparados.

— “Nunca he hecho esto pero...por favor, quien sea que me escuche, algun Dios o deidad, lo que sea, sólo pido que todo salga bien, que Naraku no logre salirse con la suya...sólo eso pido, recuperar mi vida, mi libertad" -pensaba con la mirada en el cielo, mientras que inconsientemente su mano derecha se colocaba en su pecho, en donde debería estar su corazón.

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— No dormiste -No era una pregunta, se sobresaltó un poco al no haberlo escuchado entrar pero no se apartó de las puertas de cristal, las que daban paso al balcón de su habitación y que estaban cerradas, se limitó a negar con la cabeza.

Escuchó sus pasos acercarse, no hizo nada y tampoco pronunció palabra, aquellos fuertes brazos lo rodearon en un cálido abrazo, suspiró mientras se recostaba en ese firme pecho, dejándose envolver sin apartar la vista del cielo que ya comenzaba a tomar un tono más claro.

— Tú tampoco -susurró bajito, sintiendo como el mayor aspiraba su cuello, percibiendo su aroma para después darle un ligero beso que lo hizo estremecer.

— No te preocupes, todo saldrá bien -dijo Kouga aferrándolo un poco más- no dejaré que se te acerque.

— Lo sé -respondió sonriendo levemente, amaba sentirse así, querido; se volteó para quedar frente al ojiazul y acarició su rostro con ambas manos.

Kouga pasó sus brazos alrededor de su cintura, acercándolo aún más, juntaron sus frentes sin dejar de verse a los ojos, sin dejar de sonreir, totalmente enamorados; dejando escapar un suspiro cerraron sus ojos, rozaron sus labios, acariciandolos.

Kouga hizo un poco más de presión, besándolo dulcemente, transmitiendo sus sentimientos en ese contacto; Inuyasha acarició con sus dedos sus mejillas, su nuca, paso a su cabello y luego rodeó su cuello con los brazos acercándolo más, el beso comenzaba a subir un poco de intensidad. Kouga mantenia abrazada su cintura con el brazo izquierdo, el derecho acariciaba su espalda, el menor concedió el permiso y dejó que la lengua de Kouga explorara a placer su boca; ambos comenzaron a respirar agitados, sus corazones latian desembocados.

El momento terminó debido a la falta de oxígeno, se separaron despacio juntando de nuevo sus frentes sin abrir los ojos, comenzaron a darse pequeños besos sin soltarse. La poca luz que ya entraba por la ventana los iluminaba tenuemente, ya el cielo había dejado de ser tan oscuro y la habitación comenzaba a ser más clara a la vista. Inuyasha recostó su cabeza en el pecho del lobo escuchando el latir de su corazón, este habia apoyado su mentón en la cabeza del menor, ambos con la mirada nuevamente en la ventana, apoyados el uno en el otro.

— Inuyasha...-susurró.

— ¿Si?

— Te Amo -dijo mientras besaba su cabeza.

El ojidorado se separó un poco, levantó la cabeza encontrándose con la mirada del otro, estaba sonrojado y lo veía sorprendido, su corazón comenzó a latir acelerado mientras veía en esos ojos azules la verdad de aquellas palabras; una hermosa sonrisa apareció en su rostro, sus ojos brillaron con más intensidad, estaba feliz, totalmente feliz, con lágrimas en los ojos abrazó con todas sus fuerzas al lobo.

— Yo también te amo...y mucho -dijo a su oido, su voz demostrando su dicha en su tono, mientras soltó un pequeña risilla.

Kouga lo estrechó con fuerza hundiendo su rostro en su cuello, los dos pegándose lo más que ya podian sus cuerpos, ambos con grandes sonrisas en sus rostros. Ya se escuchaban a la aves cantar, el cielo terminó de despejar a la oscuridad que ya habia sido reemplazada por la claridad y el color celeste en el cielo, la habitación ya estaba totalmente iluminada.
Notas finales: El enfrentamiento se nos viene en el siguiente (en el que ya estoy trabajando, asi no me vuelve esa falta de inspiracion ._.) Jeje espero me digan que les pareció, porque un “te quiero" no abarca esos sentimientos que se transmiten con un “te amo" ¿no? De ahí el nombre de este ewe...eeen fin, nos vemos en el siguiente, cuidense n.n/

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