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Sentimientos Encontrados por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! Duelo de Monstruos! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, yo solo los utilizo en mis locas ideas.

Un poco de Angstshipping, Puzzleshipping, Bronzeshipping y Tendershipping.

Oooooooookey, eso sí que los había tomado con la guardia baja, era algo que no se esperaban para nada.

¿Cómo había pasado? Que sus luces, sus bellos angelitos de Ra, habían terminado siendo pareja.

─ ¡Malik Ishtar! ─el aludido saltó en su lugar ─quiero que me expliques ahora mismo lo que sucedió ─dijo su hermana con voz seria, regañando al menor. Odion se mantuvo serio y callado, pero tenso.

Bakura ahogó unas risas divertidas ante eso, Marik miró mal a Ishizu por el trato a su luz, Malik por su parte soltó una risilla nerviosa estirando una mano. Al ver eso Marik quiso acercarse a él pero fue Ryou quien respondió, entrelazando sus manos, permitiendo que Malik le pusiese frente suyo, encogiéndose a sus espaldas, usándolo como escudo. Malik sabía que Ishizu no exageraría enfrente de su novio, la morena adoraba al amable albino.

─Bueno es que… emm, pasó que… ─ Malik le contó brevemente lo que había pasado ─… Y eso es lo que aconteció ─respondió saliendo tras Ryou ─no me mires así, no nos dieron opción ¿sabes? ─Ishizu suspiró, Malik miró a Marik por el rabillo del ojo  mientras se acercaba a su hermana ─y aunque me hubieran dado opción, ten por seguro de que el resultado hubiera sido el mismo ─declaró con una mirada seria.

Sorprendentemente, Marik sintió su cara arder levemente, por lo que agachó el rostro para que su cabello le cubriera el rubor.

En un primer momento Ishizu se vio indignada, Odion se puso a sus espaldas, colocándole las manos en los hombros; los mayores compartieron unas miradas antes de que Ishizu bufara por lo bajo, sin atreverse a decir nada más al respecto.

─Ten mucho cuidado… solo espero que sepas lo que haces, Malik ─concluyó de brazos cruzados, levantándose para salir ─por cierto, hoy te toca hacer la cena ─Malik cayó al estilo anime.

─ ¡Eso ya lo sé, no me lo tienes que recordar! ─le gritó a la morena ─Odion ─se acercó a su hermano con una sonrisa, el mayor colocó una mano en su cabello ─gracias, prometo que todo estará bien.

─Ahora es tu responsabilidad ─aseguró antes seguir a la pelinegra.

Malik suspiró, dejándose caer en la silla que antes ocupó su hermana, llevándose una mano a la cabeza.

Ryou se le acercó de inmediato, Yugi también se separó de Yami para ir con ellos.

─ ¿Malik? ─consultó el tricolor.

─ ¿Estás bien, cariño? ─preguntó el albino, entrelazado ambas manos con las de su novio. Bakura y Marik sintieron una punzada en su pecho ante esto.

─Tranquilos, es solo un dolor de cabeza ─les sonrió ─chicos, si me disculpan quiero ir a casa ─miró a Marik ─ ¿vamos? ─ofreció levantándose, soltando las manos de su novio ─Ryou, discúlpame por no acompañarte hoy a casa.

─Tranquilo, está bien ─se empinó para darle un beso en la mejilla ─tu ve y descansa ¿entendido? ─con cariño tocó la nariz del egipcio con la punta de su dedo índice.

─Sí, ve con cuidado ─pidió ligeramente sonrojado.

─Puedes estar tranquilo, Yami y yo los acompañaremos ─ofreció Yugi, poniendo una mano en el brazo de su amigo peliblanco.

─No es necesario Yugi ─le sonrió apenado.

─Oh vamos, igual nos queda de camino a casa ─le restó importancia mientras tomaba su morral.           

─De acuerdo, gracias ─Ryou también tomó su maletín.

Yami tomó el morral de Yugi de sus manos antes de que el menor pudiera colgárselo. Las mejillas de Yugi se sonrojaron ante el caballeroso gesto y Bakura quiso intentar lo mismo, ganándose una rápida mirada de desconcierto por parte de su hikari.

─Te avisaré en cuanto llegue a casa ─prometió Ryou a su novio, quien le asintió viéndolos salir, mientras Marik se le acercaba.

Yugi le dedicó una hermosa sonrisa a su yami, arrecostandose un poco en él mientas caminaba, provocando que el corazón del mayor saltara.

─Estoy seguro que los demás estarán muy felices de verte también ─le dijo el tricolor ─ellos igual te han echado de menos, Yami.

─Gracias Yugi.

─ ¿Eh? ¿Por qué? ─preguntó extrañado.

─Por insistir, por no olvidarme ─le sonrió ─por permitirme regresar a tu lado.

Yugi se ruborizó ─ ¡Yami! ─se quejó por la vergüenza que sus palabras le provocaron ─jamás podría olvidarte, significas mucho para mí.

Ryou los miró de reojo, no podía evitar escucharlos, ellos se veían tan bien juntos, no dudaba que dentro de poco formalizaran una relación. Suspiró pensando en lo que haría él. Bakura también los miraba, por primera vez sintió genuinamente envidia del faraón, deseaba poder tener una buena relación con Ryou… ya lo de Malik podría verse después.

Yugi miró a su amigo albino, su expresión de pesar, y se sintió empujado a hacer algo ─dame un momento ─le pidió a su yami, separándose un poco de él.

─Ryou, tengo sed ¿me acompañas a comprar algo de tomar? ─señaló una tienda por donde pasaban, con una dulce sonrisa de niño para su amigo.

Ryou se contagió de su sonrisa ─claro ─ con gusto entró junto a su amigo a la tienda.

─Un jugo de mora, por favor ─pidió el tricolor.

─De durazno para mi ─imitó Ryou.

─Entonces ¿qué piensas hacer ahora? ─le preguntó Yugi, recostando la espalda en la vitrina cercana.

─No lo sé ─jugó con uno de sus mechones blancos, enrollándolo en su dedo ─no puedo simplemente hacerme el desentendido ¿cierto? tengo que ocuparme de él.

─Por poder, puedes hacer lo que tú quieras, ya no estás atado a él ─le dijo el tricolor ─aquí la pregunta es, lo que tú quieres hacer. Ryou ¿enserio quisieras desentenderte de Bakura? ¿O prefieres tenerlo cerca? ─le planteó con seriedad.

Ryou bajó la cabeza, sobándose la nuca; el tendero les entregó sus bebidas y pagaron.

Afuera estaban Yami y Bakura también conversando.

─Supongo que… le debemos una al enano ─dijo el albino sin mirar al otro, apretando el mango del maletín de Ryou ─de no ser por él y su insistencia ni Marik ni yo estaríamos ahora aquí.

─ ¿Ah que viene eso? ─cuestionó el tricolor, extrañado de las palabras del otro.

─Tienen una increíble relación ustedes dos ─continuó.

Yami entendió a donde quería llegar ─toda relación se basa en confianza y en la comunicación ─dijo el faraón ─hubo momentos en los que Yugi y yo estábamos mal… pero lo superamos al ser capaces de hablarnos con el corazón, de sernos sinceros y poner nuestra confianza en el otro ─dijo serio, cruzándose de brazos ─necesitas ganarte la confianza de Ryou si quieres recuperarlo ─dijo firme, Bakura agachó la cabeza ─y para eso debes empezar por abrirle tu corazón y tener paciencia… Ryou sigue siendo un niño temeroso en cuanto a ti se refiere ─la verdad era dura pero Bakura necesitaba entender eso.

─Supongo que… me lo tengo merecido ─dijo en voz baja ─antes él y yo estábamos bien ─dijo nostálgico, mirando hacia las nubes ─yo cuidaba de él, no permitía que nadie le hiciera daño y castigaba a quien se atrevía a intentarlo… él lo aceptaba y estábamos bien juntos, Ryou cuidaba la sortija como si fuera el mayor tesoro… todo eso era antes de que los artículos del milenio empezaran a aparecer… antes que mi sed de venganza arruinara todo lo que teníamos ─suspiró pesadamente.

─Bueno… de ser así al menos tienes una base por la cual comenzar ─añadió, tratando de hacer notar el lado positivo ─trata de regresar a ese momento en donde se llevaban bien y aférrate a eso ─aconsejó.

─Trataré ─susurró ─tengo que hacerlo ─dijo para sí, apretando los puños.

─Pensé que era yo solo ─le decía Yugi a Ryou, regresando con sus yamis.

─No, yo me siento igual ─corrigió el albino con una sonrisa ─créeme, podría tumbarme en una cama ahora mismo y dormir hasta las 10 de la noche, no entiendo de donde viene todo este cansancio.

─Yo tampoco, las clases fueron pesadas pero nada fuera de lo normal ─bromeó el menor.

Ambos soltaron la risa.

─Es por toda la energía que consumieron los artículos ─dijo Yami, pasando un brazo por los hombros de Yugi ─tienes que descansar.

Yugi asintió ofreciéndole a Yami de su bebida. El mayor tomó un sorbo viendo a su luz sonreír.

Ryou se paró inconscientemente junto a Bakura ─tú también necesitas descansar ─Bakura puso su mano dudativamente en el hombro, el menor saltó ligeramente ante el contacto pero no hizo amago de apartarse, por el contrario, antes de consciente de lo que hacía  le ofreció a Bakura un poco de su bebida. El yami albino aceptó feliz, Ryou se acercaba a él sin darse cuenta, eso solo significaba que -aunque fuese muy en el fondo- también añoraba aquellos viejos momentos juntos.

Sonrió cuando Ryou cayó en cuenta de sus acciones y se apartó avergonzado. Tenía una oportunidad y no iba a desaprovecharla.

-o-

Los tricolores acompañaron a Ryou y Bakura a la casa del primero… o más bien de ambos.

─Descansa bien, hay que reponer energías ─le dijo Yugi.

─Tu igual, y gracias por acompañarme ─abrazó al tricolor luego de abrir la puerta ─nos vemos el lunes en clases, Yugi.

─Nos vemos ─Yami se despidió con la mano, Bakura correspondió con un movimiento de cabeza antes de que los tricolores se marcharan, Ryou ondeaba su mano para el oji-amatista hasta que ellos doblaron en la esquina.

─ ¿Vas a entrar o nos quedamos aquí a charlar? ─dijo el menor sin mirarlo, al notar que Bakura no pasaba del marco de la puerta.

─No quiero que me sientas como una carga para ti ─desvió la mirada.

Ryou suspiró ─es mi decisión ─se sacó la chaqueta azul del uniforme y la colgó en el perchero ─ven ─se adentró en la casa.

Bakura sonrió levemente, entró y cerró la puerta tras de sí, dejando el maletín de Ryou al pie del perchero.

Ryou llegó hasta la sala y se dejó caer en el sofá de espaldas con un pesado suspiro, apenas si podía con sus parpados, el cansancio le impedía tan siquiera subir a su habitación.

Bakura quiso aconsejarle que fuera a su cama pero se le notaba el cansancio así que siguió hasta el pasillo. Ryou entreabrió un ojo, extrañándose al no verlo, se preguntó qué haría pero dejó eso de lado al recordar que le prometió a su novio informarle cuando llegara a casa, le mandó un par de mensajes y volvió a cerrar los ojos hasta que sintió algo suave que cubría su cuerpo; sorprendido abrió sus ojos solo para ver que Bakura había traído una manta del armario del pasillo y lo había arropado con ella.

─Estamos en otoño, tienes que cubrirte ─dijo simplemente.

─Gracias, también deberías descansar un poco.

Bakura se sentó al pie del sofá al lado de la cabeza de Ryou, jaló lo que sobraba de la manta y colgaba hasta el piso para cubrirse el regazo y parte del pecho ─así está bien ─le ofreció una mínima sonrisa tímida.

Ryou le regresó la sonrisa y se acomodó mejor entre los cojines, Bakura acarició con delicadeza lo blancos mechones sedosos antes de recargar la espalda en la base del mueble y cerrar los ojos para dormitar un poco.

Y ahí, juntos y tranquilos, Ryou sintió después de mucho tiempo, que su casa era un cálido hogar…

-o-

Marik inspeccionó con curiosidad la casa de Malik y sus hermanos, el menor lo siguió por el recorrido con una sonrisa, Marik parecía un niño pequeño conociendo su nueva casa… cosa no muy lejana a la realidad.

Finalizaron con la habitación de huéspedes, la que seguramente sería del yami.

─ ¿Ese será mi cuarto? ─preguntó mientras iban al cuarto de Malik.

─Posiblemente ─le sonrió, recostándose en su cama. Marik se sentó a su lado ─ ¿por qué?

─No es nada ─dudativamente llevó una mano al flequillo de Malik, quien sonrió ante su tacto ─aunque prefiero estar contigo ─sonrió de forma maliciosa.

Malik no pudo evitar sonrojarse ante eso, el vibrar de su teléfono lo interrumpió, leyó el mensaje de Ryou y sintió una punzada de culpabilidad al estar tan cómodo con Marik, aunque no podía evitarlo, tenía una conexión inexplicable con su yami simplemente sentía la necesidad de estar cerca suyo, respondió el mensaje y guardó su teléfono, sintiendo su cuerpo pesado, se acomodó de lado.

─Necesitas descansar Malik, duerme, yo estaré aquí ─deslizó sus dedos por la mejilla del menor.

Malik negó por la cabeza y jaló el brazo del mayor ─tú también Marik ─lo jaló hasta que se tumbó a su lado ─duerme ─y sin más cerró los ojos, quedándose dormido casi al instante.

Marik se tardó un poco más en conciliar el sueño, encontraba adictivo el recorrer las facciones del delicado rostro, finalmente acercó un poco más su cabeza a la del menor, mesclando sus flequillos, respirando el mismo aire, y deposito un fugaz beso en sus labios ─no importa nada más, eres mío… tú me perteneces tanto como yo a ti ─cubrió una de las manos de Malik con la propia y se dejó caer en un profundo sueño, junto a su querida luz.

-o-

Yugi y Yami entraron por la puerta de la casa pues Yugi no tenía ni los ánimos ni la energía para explicarle a su abuelo lo que había ocurrido con Yami así que pasaron de largo a su habitación. Yugi se tumbó de inmediato en la cama con un profundo suspiro y Yami se sentó pegando la espalda a la cabecera.

─Ven aibou ─Yami abrió sus brazos, esperando que Yugi se le acercara, el tricolor menor se arrastró hasta acomodar su cabeza en el regazo del mayor ─descansa Yugi ─Yami paseó sus manos por el cabello de su igual, acariciando sobre todo los mechones dorados que diferenciaba sus cabelleras. Yugi fijó sus ojos húmedos en el rostro de Yami y llevó una mano a la mejilla del otro.

Yami sonrió de lado, entendiendo la preocupación de su compañero ─aquí voy a estar cuando despiertes aibou, descuida ─se inclinó para acercar sus rostro ─no volveremos a separarnos Yugi.

El oji-amatista sonrió ─gracias ─se abrazó a él ─te quiero Yami ─susurró antes de quedarse dormido.

─Y yo a ti Yugi… eres mi pequeño hikari no tenshi.

-o- Más tarde en casa Ishtar.

Malik estaba en la cocina, preparando la cena, mientras Marik estaba sentado en el comedor observándolo.

─Entonceeeeees… ─decía el mayor.

─ ¿Qué es lo que quieres preguntarme Marik? ─preguntó sin rodeos el menor, preparando el estofado.

─ ¿Cómo fue que tú y Ryou…? ─quiso preguntar el yami.

Malik se detuvo en seco, bajando la mirada, sabía que iban a llegar a ese punto. Suspiró.

─Bueno, cuando mis hermanos y yo nos mudamos aquí luego de la partida de Atem empecé a salir con Yugi, Ryou y los demás… incluso entré a su escuela ─relató, picando unas verduras ─Yugi siempre se veía nostálgico o decaído… y Ryou se mantenía la mayor parte del tiempo callado… pero, cuando salíamos solo nosotros tres el ambiente se sentía menos pesado, descubrí que Ryou podía llegar a ser un chico de lo más dulce, amable y tierno… y Yugi no se rendía a dejar ir al faraón, era muy valiente a su manera ─Marik lo escuchaba en silencio, Malik se giró para verlo, apoyando la espalda baja en el mesón de la cocina ─Fue Ryou quien me dijo que quería ‘intentar algo’ conmigo ─Malik se sonrojó fuertemente, recordando esos días ─así empezamos y… bueno, como nos sentíamos bien juntos seguimos así… aunque la mayor parte del tiempo salimos con Yugi o los demás ─cerró los ojos, sonriendo de forma nerviosa, sobándose la nuca ─así que prácticamente no parecemos mucho una pareja.

─ ¿Y tú le amas? ─se atrevió a preguntar Marik, aunque el solo hecho de decirlo doliera.

Malik parpadeó tres veces, analizando sus palabras, es algo que ya se había puesto a pensar ─No ─a Marik le sorprendió y alivió en partes iguales tal respuesta tan sincera ─ya me había puesto a analizar eso, lo que Ryou y yo tenemos… no es por amor, más bien es una especie de consuelo ─desvió la mirada, tomándose los brazos con las manos ─saber que… no estamos solos, que le importamos a alguien. Tener a alguien que nos brinde cariño y que se preocupe por nosotros ─dijo serio, en voz baja.

─Malik.

─Estos meses eh aprendido mucho Ryou y de mí mismo estando con él ─Malik quería contarle todo a Marik, necesitaba sacar todo eso de su pecho ─algo que tenemos en común es que somos… ¿cómo decirlo? Inestables sentimentalmente ─Marik arqueó una ceja ─tenemos la necesidad de tener una persona a la que aferrarnos ─explicó ─Ryou no tiene una familia desde hace mucho tiempo, y Bakura era lo único a lo que podía medianamente aferrarse, él mantenía bajo control muchos aspectos de su vida y al irse, Ryou entró en una encrucijada ─Malik suspiró ─yo por otro lado realmente no sé lo que quiero, a pesar de tener el cuidado de mis hermanos… nunca aprendí realmente lo que es el amor… además no sé manejar las emociones fuertes, después de todo eras tú el que se llevaba todo eso ─Malik miró a su yami con la pena impresa en el rostro.

Luego de oír todo eso Marik se levantó de donde estaba y se acercó a su luz ─olvídate de eso ─le respondió el mayor, envolviéndolo entre sus brazos lentamente ─ ¿Estás seguro… de que no sabes lo que quieres? ─le susurró al oído.

Malik se estremeció, sintiendo su piel erizarse.

Notas finales:

Continuará… xD

Yujuuuuu, creo que este será otro de esos fics mios que duraran cinco capítulos a la final xD
¡Y eso que iba a hacerlo un one-shot ¿pero en que estaba pensando? x’DDD!

Jajajajaaj qué les va pareciendo, eh?

¿Qué les parece la actitud de Ryou? ¿Cuánto demoraran Yugi y Yami en formalizar su relación? ¿Qué harán Bakura para recuperar la confianza de Ryou? ¿Qué hará Malik? ¿Dejaré de hacer preguntas como el narrador de Pokémon? ¡Acompáñenme para averiguarlo juntos en el siguiente capítulo!

¡Saludos a todos, Ja ne!                  


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