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Sentimientos Encontrados por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! Duelo de Monstruos! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, yo solo los utilizo en mis locas ideas.

Un poco de Angstshipping, Puzzleshipping, Bronzeshipping y Tendershipping.

 

Ryou se despertó pasando las ocho de la noche, se sentía bien descansado y con energías repuestas, se puso bocarriba suspirando con mimo mientras se acurrucaba en su lugar, ni tenía ganas de pararse de su lugar. Desvió la mirada encontrándose con Bakura recostado casi en la misma posición en la que lo había dejado, sonrió sin ser consciente de ello, tomó fuerzas y se levantó sigilosamente.

Como no tenía demasiada hambre preparó un par de sándwiches de queso para él y otro para Bakura con jamón, se sirvió un vaso de leche y comió en silencio, mirándolo dormir. Veía como respiraba pausadamente, como su boca se abría y cerraba o como movía la cabeza de vez en cuando para acomodarse.

Al darse cuenta de que lo estaba observando casi que embelesado, sacudió su cabeza con fuerza, regañándose mentalmente. No, no iba a volver a caer en eso, había superado esa etapa hace un par de años, cuando había depositado su confianza en él y después de lo que pasó no volvería a caer.
Al terminar de comer lavó sus platos y dejó lo de Bakura en la mesita frente al sofá, entonces volvió a acostarse con sigilo en el mismo, removiéndose entre las sabanas.

Un par de minutos después en los que no pensaba más que en volver a dormirse y que debió haber subido enseguida a su habitación Ryou sintió movimiento, aun así mantuvo los ojos cerrados para evitar que Bakura supiera que estaba despierto, se preguntaba qué haría el mayor al creerlo dormido.

Bakura bostezó un poco estirando los brazos, luego de aclararse la vista volteó a ver a Ryou, hallándolo tiernamente acurrucado en el sofá y sonrió un poco, acomodó con delicadeza un mechón de su flequillo y suspiró, llegándole olor a comida por lo que dirigió sus ojos a la mesilla frente a él, topándose con los sándwiches que Ryou le había dejado.

─ ¿Los hizo para mí? ─susurró con duda, volteándose a verlo “¿se preocupa por mí?” sintió su pecho agitarse, se inclinó sobre Ryou, acercándose a su oído ─gracias ─musitó, provocando que su aliento cálido rozara la pálida piel.

Bakura se volteó enseguida a comer por lo que no pudo ver el sonrojo en las mejillas del menor.

Luego de comerse lo que Ryou le había dejado Bakura pensó en que el menor debería irse a la cama para que pudiera dormir más cómodo, pero no quería despertarlo, se veía muy lindo dormido como estaba. Ryou seguía despierto, le sorprendía que el otro no se hubiera dado cuenta.

Finalmente se decidió. Retiró la sabana del cuerpo del menor y lo alzó con todo el cuidado y delicadeza que pudo entre sus brazos, Ryou tuvo que morderse la lengua para no gritar, le costó un triunfo el no temblar.
Una vez lo tuvo bien sujeto, Bakura lo llevó escaleras arriba hasta su habitación, por suerte la puerta estaba entreabierta, así que la empujo, entró y la cerró con el pie antes de dejarlo sobre la cama, arropándolo mientras se sentaba a su lado.

Observó las delicadas facciones de su rostro un rato antes de inclinarse para depositar un beso en la mejilla de Ryou ─te extrañé… Yadonushi ─dijo al aire en un susurro, luego se acomodó a su lado y volvió a caer dormido.

Al parecer Ryou no era el único falto de energías.

“No volveré a caer, ya no siento nada por él” eran las palabras que Ryou  hizo resonar en su cabeza hasta caer dormido… más que afirmar, trataba de convencerse de aquello.

-o-     

─Yugi… Yugi ─el tricolor menor despertó desorientado ante los golpes en la puerta de su habitación.

─ ¿Qué sucede abuelito? ─preguntó con somnolencia, frotándose un ojo para adaptar su vista a la oscuridad del cuarto ¿qué hora era?

─Saldré a una junta de arqueólogos ¿de acuerdo? Llegaré tarde ─informó desde el otro lado de la puerta ─ya cené, no te preocupes, adiós.

─Ah, sí, que te vaya bien y ten cuidado ─dijo el tricolor aun medio dormido.

─Sí, tú también ─le regresó el anciano antes de alejarse escaleras abajo.

Yugi se sentó de piernas cruzadas en su cama, bostezando tiernamente y sacudiendo un poco la cabeza para aclararse, cuando sus ojos se centraron en su reloj-despertador digital se dio cuenta de que iban siendo las ocho de la noche ¿tanto tiempo había dormido? Desvió la mirada viendo a Yami dormido a su lado, seguramente el mayor les había acomodado antes de dormirse.

Con una sonrisa aliviada Yugi se inclinó a depositar un beso en la comisura de los labios de Yami ─te quiero ─susurró a su oído, dejando otro beso allí, viendo como Yami se encogía de hombros con una ligera sonrisa ante eso.

Fue al baño a lavarse la cara y ordenarse un poco el cabello antes de bajar a preparar su cena, se decidió por algo ligero y rápido: pasta.

Empezó a tararear una canción que había estado cantando los últimos meses, justo Yami iba bajando las escaleras, frotándose un ojo con una adorable expresión adormilada.

─nananana, nana nanana ─Yami escuchó la voz de Yugi tarareando, por lo que, sigilosamente fue hasta la mesa, detrás suyo.

─Eso suena lindo, aibou ─dijo de repente, reposando el mentón en una mano cuyo codo apoyaba en la mesa, sentado de piernas cruzadas.

─ ¡Yami, no me asustes así! ─pidió el tricolor, llevándose una mano al pecho, dándose la vuelta.   

Yami largó una risilla divertido ─discúlpame, no quise asustarte ─le sonrió a modo de disculpa, estirando una mano hacia él. Yugi la tomó, acercándose sin dudarlo.

─ ¿Qué estabas cantando? ─preguntó, deslizando su mano por el brazo.

Yugi se ruborizó ─n-no es nada ─negó, desviando al mirada, pero Yami le insistió con los ojos ─es solo una pequeña canción… la escuché una semana después de que te… te fuiste y,, bueno, cogí la costumbre de cantarla.

─Cántala.

─ ¿¡Qué!? ¡No, yo…! ─Yugi trató de apartarse pero Yami volvió a tomar su mano, esta vez entrelazando sus dedos, mirándolo intensamente.

─Canta ─repitió, no se lo estaba pidiendo, se lo estaba ordenando, con la autoridad que hace tanto tiempo impuso cómo faraón.

Yugi arqueó las cejas, haciendo un puchero ante su mandato, pero tomó aire y, sin más remedio, empezó a cantar.

El viento es libre y fresco
entre las nubes te veo
en todos lados me alcanzas
te me metiste en la piel

Yugi apretó sus manos entrelazadas, sonrojado.

Entre las flores y el mar
Siempre está el recuerdo de ayer
 (de ayer)

Yugi suspiró disimuladamente, preparándose para las palabras que diría a continuación.

Aun me sigues gustando
tengo un dolor en el pecho
       -se llevó la mano libre al corazón, Yami abrió grande los ojos- 
mi corazón no entiende
que nuestra historia se acabó
-sus ojos amatista temblaron-

Entre las flores y el mar
siempre está el recuerdo de ayer
(de ayer)

Yugi se mordió el labio inferior unos segundos, inspirando por la nariz.

Fuiste es lo mejor
que viví
de principio a fin

Yugi se inclinó, juntando su frente con la de Yami, cerrando los ojos.

Llevaré tu presencia en una canción
y aunque estés lejos de aquí
en mi mente te hallaré
siento tu alma

Yami también cerró los ojos, llevando su mano libre a la mejilla de su compañero.

Si es que vienes otra vez
mi corazón completo te entregaré
-Yugi tomó la mano de Yami, poniéndola sobre su corazón-
Por los momentos llenos de tu miel
Por los momentos que nunca olvidaré

Si es que vienes otra vez
mi corazón completo te entregaré
por los momentos llenos de tu miel

Ambos abrieron los ojos al tiempo, chocando contras las orbes contrarias, un par de lágrimas bajaron por las mejillas del menor.

Porque tu amor es especial

─Yugi ─susurró el mayor, con varias emociones mezcladas, tanto que el mencionado no pudo identificarlas.

─Lo siento… no pude.. evitarlo. Me enamoré de ti ─declaró, cerrando los ojos con fuerza.

─Aibou ─le llamó Yami ─estos lindos ojos no deben llorar ─dijo con ternura, limpiando con ambos pulgares los rastros de agua salada ─te amo, mi aibou ─susurró cerrando los ojos, a la vez que Yugi los abría como platos.

─ ¿tu…? ─Yami abrió los ojos y le sonrió, acariciando con delicadeza los pómulos ─dilo de nuevo, por favor ─suplicó en un murmullo, no creyéndose lo que sus oídos escuchaban.

Yami lo miró con ternura ─yo también me enamoré de ti, mi dulce aibou ─movió sus brazos para apresarlo entre ellos con cariño, antes de jalarlo para que se sentara sobre sus piernas, provocando un intenso sonrojo en sus mejillas ─Yugi… quiero compartir esta vida que los dioses me han otorgado, gracias a ti, a tu lado ─le dijo, mirándole intensamente a los ojos ─tu posees la mitad de mi corazón y de mi alma, eres tu aquello que me complementa ─afirmó seguro ─ ¿quieres ser mi novio?

Los ojos de Yugi temblaron, rodeó con sus brazos el cuello de Yami, sintiendo su corazón latir a millón ─si quiero ─lo abrazó con fuerza, escondiendo el rostro en su pecho antes de que Yami le levantara la cabeza para juntar sus labios de forma lenta y seductora.

Yami lo atrajo hacia sí por la cintura mientras Yugi enredó sus dedos en los cabellos del mayor, respondiendo como podía, después de todo era su primer beso… y Yami se encargó de que fuera un primer beso maravilloso.

Sus labios se rozaban con cariño y pasión, sin perder ese toque de delicadeza. De a poco Yami logró que Yugi entreabriera los labios para poder colar su lengua entre ellos y recorrer el interior de su boca hasta dar con su compañera, invitándola a iniciar una antigua danza de seducción y sensualidad.

Luego de un minuto o así separaron sus bocas para respirar, se miraron a los ojos, ambos sonrojados, aunque Yugi bastante apenado se apartó enseguida, terminando con la cena mientras Yami le veía, recorriéndolo de arriba a abajo con la mirada y justo cuando el menor se dispuso a servir los platos Yami se levantó, poniéndose a su espalda para ayudarlo a bajar los trastes de la estantería. Luego lo abrazó por la cintura, reposando el mentón en el hombro ajeno.

─ ¿Yami?

─Te amo ─le susurró al oído, plantando varios besos en la base del mismo, provocando que este se estremeciera.

─También te amo ─frotó su mejilla contra la de su pareja.

El timbre del celular de Yugi interrumpió el dulce momento.

─ ¿Mochi, mochi?... Ah hola Joey ¿Qué tal?... No descuida, apenas voy a cenar ¿Qué sucede? ... ¡Claro, suena bien! ¿A qué hora y dónde?…Bien yo les digo a  Ryou y Malik… sí, hasta mañana Joey… por cierto, les tengo una sorpresa… jajaja no, tendrás que esperar hasta mañana… sí, Oyasumi.

─ ¿Qué sucede, aibou?

─Los chicos quieren que vayamos todos juntos a una feria que se está montando a la salida de Domino ─informó con una sonrisa ─ será divertido ¿quieres ir?

─Sí… quiero ir contigo ─le respondió acariciando sus cintura con sus manos ─y será agradable volver a ver a nuestros amigos.

Yugi le sonrió ─les avisaré a Ryou y Malik ─marcó el número del albino primero ─… que raro, Ryou no contesta ─dijo preocupado.

─No te preocupes, no creo que Bakura haya hecho nada malo ─aseguró ─debe estar dormido o algo así ─le calmó, depositando suaves besos en su mejilla.

─Eso espero… llamaré a Malik ─le marcó al moreno ─… ¡Malik! ¿Qué tal, cómo sigues?... me alegra mucho… sí, yo también… te llamaba para decirte que los chicos han organizado una salida a la feria… sí, la que nos dijeron en clases ¿recuerdas?… ajá, Joey me ha llamado para que les avisara que nos reuniremos en la estación a las 10 de la mañana… sí, por cierto, Ryou no me contesta y no he podido avisarle ¿puedes decirle tú?... Bien, te lo encargo, hasta mañana Malik. Por cierto que tal todo con Mar… ¿ah sí? Me alegra oír eso… estupendo, Oyasumi… ─Yugi suspiró y colgó con una sonrisa ─listo ¿cenamos? ─le dijo a su yami.

El mayor asintió antes de plantarle un beso.

-o-

Luego de oír todo eso Marik se levantó de donde estaba y se acercó a su luz ─olvídate de eso ─le respondió el mayor, envolviéndolo entre sus brazos lentamente ─ ¿Estás seguro… de que no sabes lo que quieres? ─le susurró al oído.

Malik se estremeció, sintiendo su piel erizarse ─ ¿Marik? ─el mayor se acercó a su rostro lentamente, mirándolo a los ojos ─lo que quiero es olvidar todo lo malo del pasado.

─No permitiré que te olvides de mí ─dijo en el mismo tono.

Malik sonrió ─no hay manera… mucho menos ahora ─Marik se acercó más con toda la intención de besarlo ─espera ¿qué crees que haces? ─lo frenó, poniéndole las manos en el pecho.

─ ¿Qué pasa Malik? ─lo acercó hacia sí con ambos brazos, sin embargo Malik mantuvo los hombros hacia atrás, arqueando la espalda.

─ ¡Estoy con Ryou! No puedo hacerle esto, por sobre todo lo quiero y lo respeto ─le dijo con el ceño fruncido.

─ ¿Lo has besado? ─Malik tragó duro pero asintió ─ ¿en serio?... cierra los ojos y dime ¿cómo se siente?

Malik le miró arqueando una ceja y agachando un poco la cabeza pero cerró los ojos pensando en el beso que Ryou le dio aquella vez que salió corriendo del museo ─timidez ─fue lo primero que se le vino a la cabeza ─suavidad… ternura, delicadeza… y cariño… afecto ─fue todo lo que pudo decir.

─No abras los ojos aun ─ordenó ─dime entonces, que sientes si yo… ─sin mediar otra palabra, Marik juntó sus labios con los de Malik.

El menor abrió sus ojos de par en par, trató de empujarlo pero no hubo caso, Marik se aferraba a él como a un salvavidas en medio del mar, sus labios idolatraban los propios con una delicadeza y pasión que Malik jamás había sentido en toda su vida, los succionaba y acariciaba con lentitud y ardor, buscando un mínimo espacio por donde colar su lengua.
Luego de unos segundos Malik paró de resistirse y dejó que Marik le guiara, que le enseñara lo que era un verdadero beso; sus brazos se movieron solo hasta su cuello y dejó escapar un jadeo cuando Marik mordisqueó con cuidado su labio inferior, cosa que el mayor aprovechó para colar su lengua en la boca ajena. Malik jadeó con más fuerza y su lengua buscó inmediatamente la de su yami, una de sus piernas empezó a moverse nerviosamente, rozando la del mayor por lo que Marik aprovechó de llevar una de sus manos al muslo de Malik y deslizarla hasta la parte de atrás de su rodilla, alzando la pierna para ponerla contra su cadera. Malik enredó una de sus manos en los cabellos de su igual mientras Marik hacía fuerza para levantarlo y sentarlo en el mesón de la cocina, de modo que Malik le rodeara poco más abajo de la cintura con las piernas, permitiéndole apegarse por completo a su cuerpo.

Se separaron recién cuando el aire fue totalmente necesario, ambos jadeando por oxigeno con las mejillas ruborizadas y los ojos cerrados, Marik juntó sus frentes, llevando una de sus manos a la mejilla izquierda de su hikari.

─Dímelo… todo lo que sentiste ─pidió en un murmullo.

─Calor ─empezó él ─deseo ─se mordió los labios ─pasión… siento que palpitan los labios, me quema la piel y el calor me sofoca ─dijo sin pensar.

─Malik.

Malik abrió los ojos y entonces fue consciente de lo que había pasado en últimos dos minutos ─ ¡No! ─empujó a Marik de la nada, bajándose del mesón de forma presurosa.

Marik no lo vio venir por lo que se dejó mover con facilidad.

─Mal… ─Malik empujó el tazón de estofado hacia su yami con la mirada gacha, oculta bajo su flequillo.

─Cállate de una vez ─ordenó con su voz temblando, tomó su propio plato y camino hacia el sofá donde se sentó con brusquedad, encendió el televisor y se dedicó a comer.

Marik se le quedó viendo unos instantes “¿me habré apresurado demasiado?” razonó “incluso me preparó la cena” miró su plato y tomó un sorbo ─delicioso ─musitó el mayor “lo siento” y caminó lentamente hasta sentarse en el extremo contrario del sofá junto con Malik y ambos comieron en silencio.

─Lo siento ─susurró, llevándose el tazón a los labios.

Malik lo miró, sorprendido de sus palabras… o más bien de la sinceridad en ellas. Simplemente asintió.

La puerta sonó. Ishizu y Odion habían llegado.

Malik parpadeó extrañado ─ ¿sucedió algo? ─miró el reloj en la pared ─regresaron temprano ─se levantó, Marik sostuvo su plato a medio terminar.

─No pasa nada, tu hermana solo estaba preocupada por ti ─le dijo Odion acercándose a revolverle el cabello.

Malik infló las mejillas frente a la morena ─no soy un niño pequeño, puedo cuidarme solo ─regañó a la pelinegra, esta no dijo nada, Malik suspiró ─ ¿van a cenar?

─Sí/Por supuesto ─respondieron ambos.

Malik sonrió y se dedicó a servir la comida para sus hermanos, dejó los platos en la mesa y regresó al sofá, esta vez sentándose un poco más cerca del Marik, quien le regresó su plato.

El celular de Malik sonó, el menor se lo sacó del bolsillo, viendo el identificador ─Ah, es Yugi ─sonrió ─mochi, mochi. Hola Yugi… estoy bien, gracias, ya me siento mucho mejor… ¿y tú?... qué bueno oír eso ¿sucedió algo?… ¿la feria?... ¡sí, claro!... en la estación a las 10, entendido… ¿Ryou no contesta el teléfono? Bien, intentaré hablar con él… Sí, todo en orden, no tienes de que preocuparte… Bien entonces, yo le avisaré a Ryou… Oyasumi, Yugi ─con una sonrisa colgó la llamada ─Hermana, saldré en la mañana ─avisó.

─ ¿A dónde? ─dijo la morena.

─La pandilla quiere ir a una feria que se está montando en la ciudad, así que iremos mañana ─informó. Ishizu asintió ─ ¿vendrás conmigo? ─le preguntó a su yami, Marik afirmó y Malik marcó un número.

─ ¿Qué sucedió con Ryou? ─preguntó ella.

Malik bajó la vista ─No contesta el móvil ─dijo él, bajando su celular, luego se arrastró cerca de Marik, estirando un brazo sobre él para alcanzar el inalámbrico que reposaba en la mesa a su lado y llamó a la casa del albino ─… ni siquiera el teléfono.

─ ¿Te preocupa? ─preguntó Odion.

─Por supuesto.

─Atrápalas ─Odion lanzó algo a su hermano.

Malik lo atrapó en el aire, era un pequeño llavero que el menor conocía bien ─mi moto ─susurró.

─Ve ─le guiñó un ojo. Malik asintió.

─Y llévatelo de paso ─dijo la morena con los ojos cerrados, señalando a Marik.

─No soy un objeto, tengo nombre ─gruñó el aludido.

─No importa ─dijo sin más.

─ ¡Basta los dos! ─dijo Malik ─Vamos Marik ─tomó ambos platos para llevarlos al fregadero ─ ¡les toca lavar los trastes! ─dijo divertido, jalando a Marik consigo, el mayor le siguió sin decir una palabra.

Malik se dirigió afuera, al garaje de la casa para sacar su moto. Actualmente Odion era quien la utilizaba para encargos del museo ya que Malik prefería caminar o tomar el transporte público con sus amigos al salir. Se puso su casco y le pasó el otro a Marik.

─Esto arruinará mi peinado ─dijo el mayor de la nada, balanceando el casco en sus manos.

Malik lo miró unos instantes, luego soltó la risa ante su broma ─jajajajaja ─rió, limitándose una lagrimilla de su ojo ─deja de hacer el tonto y sube ─dijo el menor, trepándose a su moto, encendiéndola. Marik se subió tras él, abrazándolo provocativamente por las caderas, recostándose en su hombro. Malik tembló ─ ¡para de hacer eso!

─Pero hikari, yo no estoy haciendo nada ─le susurró, soplando su cálido aliento en el cuello del otro.

Malik no pudo contener su sonrojo ─santos cielos ─sin esperar más tomó camino a casa de Ryou.          

Notas finales:

Continuará… xD

1. Arigatou. Sakura Card Captor, película 2

¿Qué les pareció la canción de Yugi? ¿La escena de Ryou y Kura? ¿Cuánto demorará Ryou en darse cuenta de que en el fondo extraña a su yami? ¿Qué hará Marik para que su hikari sea solo suyo? ¿Dejaré de hacer preguntas como el narrador de… Super Campeones? ¡Acompáñenme para averiguarlo juntos en el siguiente capítulo!

¡Saludos a todos, Ja ne!                  


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