Los tres hikaris rieron nerviosamente ante la reacción del rubio.
Joey se frotó los ojos con el dorso de la mano parpadeando repetidas veces ─ ¿Sigo dormido?... ¿Qué rayos está pasando aquí?
─Joey ¿Qué onda con ese grito? Se te escuchó hasta la Patagonia ─se burló Tristán, quien venía detrás con Serenity, Duke y Tea ─ ¿Pero quéeeeeeee…? ─cuestionó parpadeando repetidas veces con los ojos como platos, agudizando el tono de su voz más de lo debido al final de la pregunta, señalando a los seis chicos.
─N-no es… no es posible ─dijo Tea con los ojos humedeciéndosele y llevándose ambas manos a la boca en asombro total ─ ¿Eres tu… Atem?
─Hola amigos ─sonrió el faraón, saludándolos. Marik y Bakura simplemente los vieron con desinterés, cruzados de brazos.
─ ¡Atem! ─el rubio, Tea y Tristán chicos se lanzaron a abrazar al oji-vino con gran emotividad, apenando e incomodando un poco al tricolor mayor, quien incluso se ruborizó un poco, provocando la risilla de su pareja y de los otros hikaris, además de las miradas de burla de los otros dos yamis.
─Yo también me alegro de verlos ─respondió algo apenado, aun entre los tres pares de brazos, podía identificar los brazos de Tea rodeando su brazo derecho y la mano de Joey aplastando su cabello ─ ¿chicos? Necesito aire ─declaró con gracia.
─Lo sentimos ─dijeron a coro, soltándolo de inmediato. Yami ladeó su cabeza de lado a lado, haciendo crujir ligeramente su cuello antes de caminar al lado de Yugi de nuevo. Provocando que los demás se percataran de la presencia de los otros dos yamis.
─Los psicóticos ─dijo Joey sobresaltado, ambos yamis lo miraron con los ojos entrecerrados.
─Tranquilos chicos, no pasa nada malo ─apresuró Malik.
─ ¿Pero qué ha pasado Yugi, Atem? ─consultó Tea.
─ ¿Y si se los contamos en el camino? ─propuso Yugi, mirando a las espaldas de Joey.
─ ¿Por qué? ─preguntó el rubio.
─Pues, si no voy mal, ese es nuestro autobús ─señaló el que estaba a un medio minuto de salir.
─ ¡Sí es, muévanse! ─apresuró Duke, corriendo al transporte.
─ ¡Corre! ─gritó Ryou divertido, jalando de la mano a su novio quien le siguió riendo.
─Vamos Yami ─Yugi imitó la acción del tierno albino, tomando la mano de su pareja.
Alcanzaron a subir todos al bus y se acomodaron en los asientos del fondo, quedando Marik, Malik, Ryou, Bakura, Yami y Yugi en ese orden, Joey con las castañas enfrente, de un lado y Duke con Tristán del otro.
Por suerte el autobús no estaba muy lleno así que podían hablar tranquilamente. Joey se sentó de lado y fue el primero en hablar.
─Ahora sí, suelten la sopa ─le dijo a los tricolores.
─Pues sucedió que ayer… ─entre Yugi y Malik relataron toda la historia, Ryou se limitó a quedarse recostado en el hombro de Malik, dirigiendo inconscientemente miradas de reojo a Bakura. Malik tenía una mano apoyada en su asiento cosa que Marik aprovechó para entrelazar sus meñiques antes de cubrirla lentamente con la propia. Malik sufrió un sobresalto en consecuencia, pero no dijo nada y se mordió el labio, rogando internamente porque ninguno se percatara de aquello.
Todo el camino se la pasaron conversando tranquilamente, Malik inconscientemente entrelazó sus dedos con los de la mano con que Marik cubría la suya cosa que por supuesto hizo sonreír al yami, quien mantenía la mirada desviada por la ventana.
Yami tenía un brazo por sobre los hombros de Yugi, por lo que este estaba medio recostado en su hombro. Ambos sonreían levemente, felices, cosa que era sumamente claro para sus amigos aunque no supieran el trasfondo de aquello.
Bakura simplemente iba cabizbajo, jugueteando con uno de sus mechones. No podía hacer lo que Marik y mirar únicamente por la ventana porque se topaba de lleno con la mimosa pareja de tricolores y eso, a ser sincero, era deprimente en su situación.
Luego de un rato llegaron a su parada por lo que bajaron, se alcazaba a ver desde lejos las atracciones de la feria así que se dispusieron a caminar hacia allí.
Ryou iba prendido del brazo de Malik, sonriendo y hablando con él, feliz de la vida, ignorando a los dos yamis quienes lo veían con miradas pesadas desde atrás, incomodando a Malik más que nada. Su consciencia no le dejaba tranquilo.
La música animada delataba el estimulante ambiente de la feria, aún no había demasiada gente.
─Increíble ─los ojos de Malik brillaron al ver tantas cosas diferentes y nuevas. A Marik le encantó ver tal reacción de su luz.
Ryou lo miró y sonrió ante la emoción de su pareja ─ ¿qué quieres hacer primero?
─Emm… yo.
─Yo quiero probar a disparar ─Joey corrió hacía una de los casetas.
─Espéranos hermano ─Serenity fue tras él junto a Tea.
─Vamos antes de que los perdamos de vista ─dijo Yugi con gracia.
─ ¡Sí! ─rieron Ryou y Malik, yendo con los tricolores.
El rubio corrió hacia un puesto de tiro al blanco donde dabas a un globo que tenía una botana amarrada con un dardo metido en una escopeta, Tristán y Duke también lo intentaron, incluso metieron a Atem, quien de un solo tiro ganó una gran tableta de chocolate para Yugi, cosa que por supuesto lo puso muy contento.
Se subieron luego a diferentes atracciones, a un tren que daba recorrido por todo el lugar, incluso había paseos en canoa por un gran lago que limitaba en la feria, esto era en máximo en parejas por lo que Yugi y Yami subieron juntos, igual que Ryou y Malik a lo que Marik y Bakura se negaron a participar.
Por el contrario, cuando subieron a la montaña rusa Marik se decidió y jaló a Malik para que subiera con él en los carritos, cosa a lo que el hikari egipcio no opuso resistencia sin embargo a Ryou no le quedó de otra si no sentarse junto a Bakura, cosa que más que molestarlo, lo puso nervioso.
Yugi iba más aferrado a Yami que al barandal de seguridad, haciendo reír a su novio y abrazarlo con firmeza para calmarlo, cosa que a la mayoría les pareció curioso ¿esos dos serian realmente conscientes de la inusual cercanía que mantenían a cada momento?
Casi todos gritaron mientras los carritos avanzaban velozmente por las rieles de la montaña rusa. Malik se notaba divertido y había tomado la mano de Marik sin darse cuenta. Por otro lado Ryou estaba algo inquieto, pensó que aquella atracción era demasiado para él e inconscientemente ocultó su rostro en el hombro de Bakura, quien sonrió ante esto y le pasó un brazo por la cintura para que su hikari se acomodara mejor en él. Por el vértigo Ryou no puso objeción alguna y simplemente se acurrucó más.
─Ne Yadonushi, ya pasó ─le dijo con algo de diversión al ver que el juego paraba y Ryou no daba seña alguna de soltarlo.
Al oírlo Ryou se separó inmediatamente de él, sumamente colorado y apenado, casi se cae al intentar bajarse rápidamente del carrito que compartía con Bakura, por suerte el mayor fue más rápido y lo sujetó de las caderas.
─ ¿Estás bien, Ryou-cute? ─Malik le tendió una mano para ayudarlo a bajar al verlo en aquella posición.
─Gracias koi, so-solo me dio algo de mareo, no tienes de que preocuparte ─le sonrió débilmente, aceptando el gesto para bajar las escaleras.
─ ¿Qué hacemos ahora? ─preguntó Duke.
─ ¡Vamos a escalar! ─Joey señaló un muro de escalar de al menos 20 metros.
─ ¡Hagámoslo! ─le apoyó Tristán
─ ¿Una competencia por dúos? ─le dijo el rubio a Yugi.
El pequeño tricolor sonrió dulcemente ─claro Joey, Ryou ¿quieres ir conmigo?
─Claro Yugi ─se apuntó el albino.
Se acercaron al juego y los cuatro chicos se pusieron el arnés y equipo de seguridad para subir.
─Animo Yugi, y ten cuidado ─le dijo Yami.
─Lo tendré, gracias ─le dio un beso en la mejilla y se puso del lado izquierdo con Ryou.
─ ¡Animo Ryou, Yugi! ─alentó Malik.
El encargado dio una señal y los cuatro comenzaron a subir.
Bakura se decidió, jaló a Malik de la manga para llamar su atención y caminó algo apartado del juego, Malik lo siguió extrañado.
─Emm ¿su-sucede algo, Bakura? ─preguntó el moreno algo nervioso, retorciendo sus manos tras su espalda.
El albino entrecerró los ojos en el egipcio ─dímelo ya ¿qué es lo que pretendes con Ryou?
─ ¿Eh?
─No tengo nada contra ti Malik, lo que pasó antes queda en el pasado ─se encogió de hombros ─pero si le haces daño a Ryou créeme que me encargaré de que lo sufras peor ─le amenazó.
─ ¿Por qué me dices esto?
─ ¿Crees que no me eh dado cuenta de las miraditas que le mandas a Marik de reojo? ─Malik se ruborizó ─ ¿O de cómo te mira él? ─el menor lo miró interrogante ─de la misma cursi manera en que el faraoncete mira al enano ─aclaró.
─O como miras tu a Ryou ─le regresó.
Bakura frunció el ceño, luchando por no sonrojarse ─no sé de qué hablas ─bufó.
─Sí, claro ─siguió Malik ─vienes a darme lecciones de moral o qué se yo, pero no aceptas que quieres a Ryou.
─El punto aquí es que tu no amas a Ryou, pero estas con él aun cuando se nota que se te van los ojos por Marik como a ese idiota por ti ─soltó sin pena alguna ─termina con Ryou.
Malik ladeó el rostro ─no eres el primero que me lo dice ─reveló ─yo… no quiero hacerle daño… aunque no lo ame, sí que me importa.
─ ¡¿Y qué pretendes?! ¡¿Estar con él y con Marik a la vez?! ¡¿Esa es tu idea de respeto o aprecio?! ─le gritó.
Malik apretó los puños y los parpados ─ ¡No, yo… ¡No sé qué hacer ¿de acuerdo?!! ─se recostó contra la pared, abrazándose a sí mismo ─quiero que todos estén bien pero… conozco a Ryou y sé le voy a hacer daño si le digo lo que está pasando y yo… no quiero que él me odie ─soltó al final ─es mi mejor amigo.
Bakura relajó su postura y caminó hacia él, poniéndole una mano en el hombro ─no va a odiarte, Ryou no es capaz ─le calmó ─puede que al principio le cueste aceptarlo, pero él también querrá verte feliz con la persona que en realidad amas… porque él es así de noble ─Bakura suspiró ─y yo estaré ahí para él, pase lo pase ─susurró más para sí.
Malik soltó un gran suspiro ─sé que tengo que hacerlo, pero antes que nada ─miró Bakura a los ojos ─acéptalo ─le mandó.
─ ¿Qué cosa? ─preguntó descolocado.
─No te hagas el tonto. Acepta que estabas celoso porque tú también quieres a Ryou.
─Yooo… no sé a qué te ref…
Malik entrecerró los ojos en él y le cortó ─si no lo admites no lo haré ─advirtió ─no pienso dejar a Ryou-cute con alguien que arma este tipo de escenas por celos pero no es capaz de decir claramente que lo quiere ─le amenazó él ─ya le has hecho bastante daño.
Bakura bajó la cabeza ─es cierto… lo hice.
─ ¿Y bien? ─Malik enarcó una ceja.
─De acuerdo, yo… ─Bakura torció el gesto ─y-yo lo… ─desvió la mirada ─Mierda… ¡yoquieroamiyadonushi! ─soltó rápido, apenas si se le entendió ─ ¿Feliz?
Malik sonrió satisfecho y le palmeó un hombro ─mejor… no demores mucho en decírselo a él ─Bakura asintió apenas.
Y sin más, caminaron de regreso con el resto.
─Malik ¿dónde estabas? ─le preguntó Marik apenas su hikari se acercó, dándole una mirada de reojo a Bakura.
─Por ahí ─se encogió de hombros ─ ¿me acompañas a por algo de tomar? Tengo sed y… hay-hay algo que quiero decirte ─dijo algo sonrojado.
Marik asintió y caminó a la par de su hikari quien mantenía aquella tierna sombra rosa en su rostro. Bakura se fijó que a los pocos pasos de alejarse el menor se recargó ligeramente en el hombro de Marik.
“O como miras tu a Ryou” agitó la cabeza, maldiciendo para sus adentro al egipcio con una ligera sonrisa.
─ ¡Bien hecho! ─desvió su atención de nuevo al muro al escuchar el grito de las chicas, viendo que Ryou estaba ya en la cima, dándole la mano a Yugi para que terminara de subir. Tristán y Joey aún estaban subiendo, discutiendo por alguna tontería. Se fijó en su hikari, viendo que parecía buscar algo con la mirada, con molestia pensó que buscaba a Malik al notar su decepción. Esperó a que cruzara sus ojos cafés con los propios para dedicarle una sonrisa y vocalizarle un ‘bien hecho’ disfrutando de la sorpresa en su tez y el ligero rubor de sus mejillas.
Luego de que los cuatro bajaran Yugi fue con Yami riendo, el mayor le felicitó acariciando su cabellera; Joey y Tristán seguían discutiendo; Ryou se dirigió a Tea, preguntando por Malik pero la castaña no se había dado cuenta de que se había ido.
─Creo que fue a comprar algo de comer ─le respondió a su hikari ─se fue con Marik.
─Ah, ya veo.
─Vamos Tea ─Ryou desvió su atención cuando escuchó a Duke, viendo cómo se subía con Tea a un juego de baile que estaba un poco a la derecha junto a un karaoke.
─ ¡Ryou! ─lo llamó Yugi ─ ¿cantas conmigo? ─le pidió, poniendo ojitos tiernos y parpadeando repetidas veces.
─ ¿En serio? ─arqueó las cejas, no queriendo hacerlo por pena ─Yuuuugi ─el tricolor hizo un puchero. Ryou suspiró ─de acuerdo, de acuerdo ─dijo derrotado.
─ ¡Yei! ─celebró el menor, jalando de una mano a su amigo hacia el karaoke.
─ ¿Juegan contra nosotros? ─se acercaron un chico y una chica de más o menos su misma edad.
La chica tenía ojos color índigo, el cabello gris oscuro, suelto hasta la cadera y piel pálida; vestía una blusa amarilla con cuello blanco y un moñito rojo a juego con una falda tableada de igual color. El chico, un poco más alto que ella tenía el cabello corto, azul oscuro igual que sus ojos vestía una camisa verde con detalles amarillos y un pantalón de mezclilla ajustado.
Ryou y Yugi se miraron ─claro ¿por qué no? ─accedieron a coro.
Ambos hikaris se posicionaron del lado izquierdo de la pantalla mientras que la pareja se acomodó del lado derecho.
─Empezamos nosotros ─se adelantó la chica decidida. Los hikaris no se opusieron y la pareja eligió la canción.
Ella: Dime si es verdad
me dijeron que te estas casando
tú no sabes lo estoy sufriendo
esto te lo tengo que decir
Yugi y Ryou retrocedieron contra el barandal, esperando a que la pareja hiciera su actuación. Yugi dio un saltito para sentarse sobre la baranda de metal y su yami se puso junto a él, del otro lado; Ryou no tardó en imitar a su amigo, creando en Bakura la misma reacción del faraón, incluso se atrevió a recostar ligeramente su cabeza contra el brazo de Ryou. Este lo miró con una ceja arqueada, algo incrédulo, más el mayor no titubeo en su postura.
Él: Cuéntame, tu despedida para mí fue dura
será que él te llevo a la luna
y yo no supe hacerlo así
Bakura miró a Ryou, esté le rehuyó a su mirada, meneando su cabeza de lado a lado con ligereza, siguiendo el ritmo de la canción. Bakura suspiró, rozando su mejilla contra el brazo del menor. Se sentía como un cachorro perdido rogando cariño, pero le daba realmente lo mismo si su yadonushi le ponía atención.
Ella: Te estaba buscando, por la calle gritando
esto me está matando (oh no)
Él: Te estaba buscando, por las calles gritando
como un loco tomando...
(Cerca de allí)
─ ¿Qué es lo que te pasa de repente, hikari? ─interrogó Marik, mirando serio a Malik. El menor bajó la mirada, ruborizado. Dio un sorbo a su malteada y jugó con el popote bajo la atenta mirada de su yami ─ ¿Malik? ─insistió, bajando un poco la cabeza, mientras caminaba a su lado con una manzana de caramelo.
Malik, sin pensarlo ni nada, siguiendo sus impulsos le estampó un beso en los labios. Marik abrió los ojos sorprendido ante la iniciativa de su luz. Feliz correspondió, imprimiéndole a la caricia ese ardor y pasión que tanto enloquecían a su hikari.
Malik se sintió derretir cuando Marik le pasó su brazo libre por su cintura con lentitud, acariciando su piel con necesidad.
Ambos: Es que yo sin ti, tu sin mi
dime quién puede ser feliz?
esto no me gusta, esto no me gusta
Él: Es que yo sin ti y tu sin mi
dime quién puede ser feliz?
eso no me gusta, eso no me gusta...
─Malik ─susurró, a centímetros de sus labios, en cuanto pararon a respirar ─ ¿por qué?
─Yoo… ─le miró con los ojos brillosos y temblando ─quiero estar contigo ─admitió, casi en un jadeo.
Marik le vio sorprendido ─ ¿Qué hay de Ryou? ─preguntó con el ceño fruncido, ladeando el rostro.
Ella: Y yo sin ti, no aguanto más
por eso vengo a decirte lo que siento
estoy sufriendo la soledad (oh!)
Él: Y aunque tu padre no aprobó esta relación
yo sigo insistiendo a pedir perdón
lo único que importa está en tu corazón
Malik le tomó del rostro con la mano libre, obligándole a mirarlo ─yo mismo te lo dije, no lo amo.
─ ¿Y a mí?
─Te quiero solo a ti ─le respondió ─terminaré con Ryou… te quiero a ti, mi yami.
Marik sonrió maliciosamente y le volvió a besar.
Ella: Te estaba buscando, por la calle gritando
esto me está matando (oh no)
Él: Te estaba buscando, por las calles gritando
como un loco tomando...
Ella: Es que yo sin ti, tu sin mi
dime quién puede ser feliz?
esto no me gusta, esto no me gusta
(De vuelta con los demás)
Tea y Duke seguían bailando, muy entretenidos en su juego. Mientras Yugi había empezado a acariciar inconscientemente el cabello de su par, quien lo tenía sujeto por la cintura con delicadeza, disfrutando de los mimos de su novio.
Ryou por otro lado estaba irritado, su piel estaba erizada y apenas si podía contener los escalofríos que le provocaba la mimosa cercanía que Bakura había tomado para con él.
Rogaba internamente porque la canción se acabara pronto ¡¿por qué se alteraba tanto por Bakura?!
Ella: Es que yo sin ti y tu sin mi
dime quién puede ser feliz?
eso no me gusta, eso no me gusta...
Él: Yo te jure a ti ese eterno amor
y ahora otro te da calor
cuando en las noches tienes frio (Oh!)
Yo sé que te él parece mejor
pero yo estoy en tu corazón
y por eso pido perdón
Ella: Es que yo sin ti y tu sin mi
dime quién puede ser feliz?
esto no me gusta, esto no me gusta
Ambos: Es que yo sin ti y tu sin mi
dime quién puede ser feliz?
eso no me gusta, eso no me gusta...
Dicen que uno no sabe lo que tiene
hasta que se pierde, pero
Vale la pena luchar por lo que uno quiere
Y hacer el intento
Y te pido perdón.
Aplaudieron al dúo, cantaban muy bien juntos y se notaba la química entre ellos, seguramente eran pareja.
─Estuvo muy bien ─dijo Yugi amablemente, saltando de su lugar luego de que el oji-vino le soltara.
─Es cierto, lo hacen genial ─le imitó Ryou, imitando al tricolor, aliviado internamente de separarse de Bakura, aunque su cuerpo parecía tener el impulso de permanecer junto a él, sintiendo aquel cosquilleo en piel que le provocaba el roce con la ajena o su simple respiración cálida.
Estaba realmente mal de la cabeza.
─Gracias ─respondió la pareja a coro.
─ ¿Qué canción cantamos? ─le dijo Yugi, mirando por encima la lista del juego karaoke.
─Hmmm ─Ryou también iba leyendo ─ ¿esta? ─señaló una.
─Me gusta, sí
Melodía de guitarra empezó… Los hikaris sonrieron moviendo la cabeza al ritmo de la música, ni necesitaban leer la letra. Yugi empezó.
Yugi: Cuando la noche se acerca
hay algo en mi alma que vuelve a vibrar
con la luz de las estrellas
en mis sentimientos te vuelvo a encontrar
Miró de reojo a Yami, sonriéndole.
Ryou: Quiero que me mires a los ojos
y que no preguntes nada más
quiero que esta noche sueltes
toda esa alegría que ya no puedes guardar.
Ryou recorrió los alrededores con sus ojos, buscando a Malik. Bajó la mirada cuando no lo encontró pero sus ojos chocaron con los de Bakura, quien le veía cantar encantado.
Ambos: Paso las horas fumando
oyendo en el viento la misma canción
Ryou: porque el tiempo que vale
lo marca el latido de mi corazón.
Se llevó una mano al pecho.
Yugi: Quiero que me mires a los ojos
y que no preguntes nada más
Ambos: quiero que esta noche sueltes toda esa alegría
que ya no puedes guardar.
Yugi tomó el micrófono del juego -que tenía una cadena- y retrocedió a sentarse de nuevo en la baranda, cruzando miradas con su novio al cantar.
Yugi: Deja que tus sueños sean olas que se van
Ryou: libres como el viento en mitad del mar
Ambos: creo que la vida es un tesoro sin igual
de los buenos tiempos siempre quiero más.
Ryou imitó a Yugi, aunque no se sentó, simplemente se recostó contra la baranda de espaldas. Luego se regañó mentalmente ¡si lo que quería era alejarse de Bakura! Ahora volvía a sentirla cerca.
Ryou: Soy como el agua del río
y por el camino me dejo llevar
porque aprendí que la vida
por todo lo malo algo bueno te da.
En ese momento, los egipcios venían caminando de regreso. Marik traía un brazo por sobre los hombros a Malik con propiedad.
Tea y Duke terminaron su juego, dejando a la castaña como la ganadora, sin embargo al escuchar a sus amigos cantar el pelinegro le tendió una mano a la castaña para empezar a bailar al ritmo de la canción de los hikaris, cosa que Joey imitó con su hermana.
Yugi: Quiero que me mires a los ojos
y que no preguntes nada más
Ambos: Quiero que esta noche sueltes toda esa alegría
que ya no puedes guardar.
A ser sincero, aparte de la pena, Ryou se estaba divirtiendo mucho al cantar con Yugi. Ya desenvuelto, movía su cuerpo levemente al ritmo de la música con una sonrisa.
Bakura estaba encantado de ver a su Ryou tan entretenido y suelto, no era capaz de apartar sus ojos del encantador cuerpo de su hikari y el mecer de su cintura. Tenía ganas de apegarse a su espalda y seguir ese vaivén de sus caderas.
Ryou: Deja que tus sueños sean olas que se van
Yugi: libres como el viento en mitad del mar
Ambos: creo que la vida es un tesoro sin igual
de los buenos tiempos siempre quiero más.
Yugi le sonrió a Ryou y le tendió una mano, el albino la tomó y el tricolor movió su brazo de forma que hizo a Ryou girar en su lugar, sacando risas de ambos
Ryou: ¡Deja que tus sueños sean olas que se van!...
Ambos: ¡Creo que la vida es un tesoro sin igual!
Y me dejo llevar...
Luego de eso les cayó una lluvia de aplausos, encabezada por Joey y Tea incluso la pareja les aplaudía ante su actuación, sobretodo Yami y Bakura.
─Cantan muy bien ─aduló la chica.
─Gracias, ustedes igual ─regresó Yugi.
El juego dictó como ganadores los cantantes de la segunda canción. Yugi y Ryou.
─Que lindo, creo que nunca los había oído cantar a ustedes solos ─ dijo Malik acercándose al barandal, ya suelto del agarre de Marik ─fue hermoso
─Gracias cariño ─Ryou le sonrió, dándole un beso en la mejilla, cerca de los labios, apenas el moreno se acercó. Bakura lo miró mal, igual que Marik, incomodándolo.
─Jeje, gracias Malik ─imitó Yugi, dejando el micrófono en su lugar igual que Ryou, para salir del juego.
─ ¿Qué hacemos ahora? ─preguntó Tea.
─ ¡Vayamos a almorzar! ─dijeron Joey y Tristán ─muero de hambre ─añadió el rubio.
─Vale ─a la castaña le bajo una gota por sien ─pero yo decía de la siguiente atracción ¿a dónde subimos después del comer?
─Y si tomamos el recorrido por los canales de agua ─propuso Yugi.
─ ¡Sí! ─aceptaron las chicas y todos empezaron a caminar.
Yugi le sonrió apenado a Yami cuando este se le quedó viendo ─me gustó, cantas hermoso aibou ─le pasó un brazo por los hombros.
Yugi se ruborizó, correspondiendo el gesto al pasar su brazo por la cintura del mayor ─gracias Yami ─recostó la cabeza en su hombro.
Tea se volteó para decirle algo a los tricolores pero se detuvo en secó al ver la forma en que iban caminando, parpadeó repetidas veces extrañada. Si no los conociera pensaría otra cosa al verlo, no parecían amigos y aun con el parecido ni los hermanos andaban así de apegados… parecían,, una pareja.
La castaña sacudió su cabeza con una sonrisa, eso era imposible ¿cierto? Yugi y Atem eran los mejores amigos, simplemente no estaban acostumbrados a estar separados, con el tiempo se les pasaría… esos eran sus pensamientos.
..
.
Luego de comer y reposarse un poco tomaron camino a la siguiente atracción.
─Quiero volver a subirme a la montaña rusa antes de irnos ─comentó Malik animado ─fue muy divertido ¿no lo crees?
Marik le miró con una sonrisa de lado ─Sí, lo fue ─concordó su yami, luego se quedaron callados unos segundos ─ne ¿Cuándo le dirás a Ryou?
Malik frunció el ceño ─no me presiones ─le miró mal, luego suspiró mirando al cielo ─se lo diré hoy mismo… no quiero prolongar más esto o al final estaré haciendo algo realmente despreciable.
─Tu… amm ─trató de decir Bakura, apenas consiguiendo una mirada de reojo ─cantaste incluso más bonito de lo que recordaba ─aduló, desviando la mirada algo apenado pues decir cosas así no era muy propio de él.
Ryou se detuvo un instante, sonrojado ante el cumplido pero retomó su caminar como si nada -o al menos lo intentó- aunque el rojo de sus mejillas no desapareció ─Gra-gracias ─tartamudeó.
Bakura sonrió un poco ante ese rubor y se le acercó más al caminar ─hasta se te notaban las ganas de bailar ─le molestó, empujando suavemente su brazo con el propio.
Finalmente Ryou soltó una risilla sincera ─no tanto así… es que la música era bastante animada ─se excusó.
─Sí claro, a otro con ese cuento ─llevó las manos empuñadas a sus caderas ─a mí no me engañas yadonushi ─le sonrió de lado ─te conozco.
─Bueno, quizás un poco ─le sacó la lengua infantilmente, guiñándole un ojo.
─Ja! ─siguió caminando a su lado con una sonrisa ladina pero feliz.
Ryou podía notarlo: algo era diferente. No sabía exactamente el qué… pero algo había cambiado en el ambiente.
Quizás era que Malik no le estaba poniendo atención desde hace un rato… o que el sorprendente pensamiento de que realmente no le importaba ese hecho.
Quizás era la forma en que se estaba comunicando con Bakura… o la actitud que el mayor estaba teniendo para con él… o que por momentos ni siquiera recordaba porque debía mantenerse lejos de él.
O la cantidad de lindos recuerdos de momentos pasados con su yami, que por instantes, ocupaban su memoria.
Realmente no lo sabía… pero definitivamente algo había cambiado.
Dieron el paseo por un largo canal de agua artificial que recorría gran parte de la feria, subidos a lanchas que simulaban troncos de roble.
Cuando pasaron por una parte donde había arboles bajos que creaban una especie de cortina con las delgadas ramas pobladas de flores rosadas Malik estiró una mano hacia arriba para tomar una de ellas y se la ofreció a Ryou, acariciando las mejillas del albino con los pétalos de la misma, haciendo ruborizar y reír a Ryou.
─Oww, son una monada ─les molestó Joey sin ver que Yami hacía lo mismo con Yugi ─beso, beso ─empezó a canturrear.
─Joey, no… ─trató de pararlo el oji-vino pero fue tarde. Duke y Tristán ya lo estaban imitando
─ ¡Beso, beso, beso!
─Chicos basta ─trató de decir Tea pero le podía la risa al ver la pena en los rostros de la pareja.
De más estaba decir que Bakura y Marik estaban totalmente en desacuerdo y molestos por aquello. Apretaban sus mandíbulas con fuerza.
─Venga tortolitos ─apuró Joey.
─Que gracioso Joey, basta ─le dijo Malik con una sonrisa, golpeando ligeramente el bíceps derecho de Joey con su puño pero los tres chicos no detuvieron su cantico.
Yugi y Yami negaron al mismo tiempo con su cabeza, eso no era bueno.
─No van a parar hasta que se den gusto ─le susurró a Malik, avergonzado.
El egipcio se giró hacía él al escucharlo, pero Ryou apenas si le dio tiempo. Le rodeó el cuello con los brazos y se acercó más para plantarle un beso en los labios, cerrando con fuerza sus ojos.
Malik por el contrario abrió los suyos como platos, no se esperaba que Ryou fuera a ceder antes las burlas de Joey y los demás quienes soltaron la bulla al presenciar la escena. Malik apenas si correspondió con torpeza al suave roce de labios antes de poner sus manos en la cintura de Ryou y alejarlo de sí, mirándolo aun algo atónito.
El albino le miraba apenado pero con una dulce sonrisa, tez que pronto se convirtió en una expresión de confusión al ver a su novio. El recorrido terminó en ese momento, Joey, Tristán y Duke fueron los primeros en bajar ya satisfechos con su travesura. Los dos yamis no tardaron mucho en imitarlos, caminando apresurados sin rumbo fijo, simplemente alejándose de sus hikaris.
─ ¡Marik, espera! ─trató de detenerlo Malik, pero el mayor ni caso que le hizo, no se detuvo ni tan siquiera volteó la cabeza.
─ ¡Bakura…! ¿Pero a dónde van? ─Ryou se mostró extrañado.
─Yo iré a ver que no se pierdan ─sentenció el yami tricolor caminando tras ellos luego de intercambiar una mirada con Yugi quien asintió en su dirección.
Malik suspiro “es ahora o nunca” ─Yugi, adelántate con los demás, los alcanzamos en unos minutos ─dijo serio. Los dos hikaris se le quedaron viendo. Yugi entendió lo que Malik pensaba hacer y asintió comprensivo, le puso una mano en el brazo a modo de apoyo y fue con los demás.
─ ¿Pretendes que los sigamos? ─consultó Ryou ─creo que Atem…
─No es eso ─le cortó Malik ─Ryou necesitamos hablar ─soltó un suspiro.
─Amm… claro cariño ¿de qué quieres hablar? ─empezaron a caminar por una zona poco transitada de la feria.
─Hay-hay algo que tengo que decirte ─Malik no se atrevía a despegar la vista del suelo ─y es de suma importancia.
─Malik dímelo ya, me estas preocupando ─le dijo, deteniéndose y luego lo tomó de las mejillas ─y ¿por qué no me miras a los ojos? ─acusó antes de ver que las orbes lavandas estaban cristalinas y eso lo preocupó más ─ ¿cariño, qué es? ─le acarició el rostro.
─Sabes que te quiero Ryou… y que lo que menos deseo en este mundo es hacerte daño ─empezó el más alto, poniendo una mano sobre la de su novio ─pero, ahora mismo yo… no puedo, yo… quiero que terminemos ─soltó al fin cerrando los ojos.
Por el contrario Ryou los abrió como platos, dejando caer la mano que Malik no sostenía… aquello lo había dejado sin aliento.
(Por otro lado)
Al tricolor no le costó trabajo alcanzar a Bakura y Marik, se adentraron los tres en un callejón solitario que se formaba entre algunos puestos y allí, el ex-faraón tomó la palabra.
─ ¿Algo que decir? ─se cruzó de brazos, arqueando una ceja hacia ellos.
Marik recostó su espalda contra una de las paredes mientras que Bakura se sentó en el suelo, recogiendo sus piernas y reposando sus brazos sobre sus rodillas.
─ ¿El faraón se preocupa por su pueblo? Que considerado, alteza ─le dijo el albino sin nada de ánimos.
─Déjate de estupideces Bakura ¿a qué demonios vino ese arrebato de salir corriendo?
─No estas ciego y no creo que seas TAN estúpido como para no saberlo Atem ─le respondió en un gruñido Marik.
El tricolor suspiró ─a ver ustedes dos, escúchenme y muy bien porque no repetiré esto ─dijo severo ─pasaron muchas cosas mientras no estábamos, eso es inevitable ¡¿Pero enserio van a dejar que eso los detenga?! Si quieren a sus hikaris como dicen hacerlo entonces ¡Hagan algo! ─se inclinó un poco hacía adelante, llevándose las manos a las caderas ─ellos no va a correr a sus brazos por obra y gracia de Ra ¡Tienen que hacer algo para que eso suceda!
─ ¡¿Qué puedes saber tú?! ─le gritó de vuelta Bakura, levantándose con las manos empuñadas ─otra cosa sería si fuera tu hikari quien estuviera en esa situación ─siguió molesto, pisando fuerte ─ ¡¿Qué podrías decirnos tú, que apenas llegas y el chico ya se te está lanzando a los brazos para decirte cuanto te ama?! ¡¡No tienes ninguna idea de lo que ver a tu hikari en los brazos de otra persona, Atem!! ─lo apuntó con el dedo incide, sumamente iracundo… casi se podía ver la energía oscura del reino de las sombras arremolinándose a su alrededor.
Marik solo se quedó callado, viéndolos a ambos gritarse.
Yami esperó a unos segundos ─ ¿Has terminado ya? ─consultó el tricolor con voz calma. Bakura frunció su tez, soltado un bufido ─ ¿crees que mi relación con Yugi siempre ha sido perfecta? ¡Eh tenido que aguantarme no solo los coqueteos de Tea sino a la pesada de Rebecca que le insiste a Yugi en salir cada que puede! ─le dijo, Bakura retrocedió un poco ante la firmeza con la que el ex-faraón hablaba ─ ¿Dices que no podría entender lo que sienten ahora? Quizás… pero acaso podrías entender tú la sensación de impotencia y de pensar,, que lo más natural sería que Yugi aceptara salir con alguna de ellas en lugar de estar conmigo… sobre todo al saber que en algún momento deberíamos separarnos y que alguien más ocuparía el lugar como su pareja sin yo poder decirle nada de lo que sentía? ─Bakura abrió los ojos en impresión ─que no tenga tus mismos problemas no significa que nosotros no tengamos o hayamos tenido ─siguió regañándolo ─y ahora también está Tea que la eh visto como ha querido decirme algo desde hace rato… y Yugi lo sabe ¿Pero acaso crees que permitiré que eso nos cause problemas? Desde el principio se lo dije, lo amo y no quiero a otra persona… ¡Comunicación! ¿Te lo dije o no Bakura? Tienen que hablar con ellos y ser directos sobre lo que sienten si es que quieren estar con ellos.
Ambos bajaron la cabeza ante los regaños y consejos del ex-faraón. Aun luego de todo lo que habían hecho antes, Atem estaba ayudándolos… eso demostraba que el tricolor estaba dispuesto a empezar de cero y dejar todo el pasado atrás*
Bakura suspiró y levantó la cabeza con una nueva mirada decidida.
Yami relajó su tez al verlo ─ ¿al fin lo haz comprendido?
─Sí ─caminó hasta él, poniéndose hombro con hombro. Marik también avanzó ─ ¿por qué haces esto? ─le preguntó.
El tricolor desvió un poco la mirada ─sé que no debe ser nada agradable y no me gustaría que Yugi y yo pasáramos por eso… así que…
Bakura entrecerró los ojos en él con una expresión maliciosa ─Ehhh… al pequeño faraón le hemos tocado su corazoncito ¿ah? ─lo molestó. Yami frunció el ceño ─vamos, acéptalo ─llevó una mano al cabello del más bajo y lo revolvió con su puño.
─Serás idiota ─gruñó molesto, apartándolo con un manotazo ─ ¿y tú no tienes nada que decir? ─voltearon a mirar al más alto.
Marik tenía los ojos cerrados. Los abrió al oír al tricolor con una tez calmada ─Malik… acaba de terminar con Ryou ─informó. Mientras ellos se gritaban sus verdades él había estado al pendiente de su lazo con su hikari, escuchando la conversación de las dos luces.
Bakura abrió los ojos como platos, procesando aquella información ─Ryou ─susurró antes de salir corriendo para ir con su hikari.
─Oye, espera, no sabes dónde están ─quiso detenerlo el yami egipcio pero el albino no le hizo ni caso.
─Déjalo ─intervino el tricolor ─debe poder sentirlo y llegar hasta él ─sentenció, empezando a caminar de regreso ─ ¿habías hablado con Malik antes no es así? ─preguntó a sabiendas.
─Por supuesto, yo no me voy por las ramas como ese torpe ─se cruzó de brazos ─por fin lo has hecho entrar en razón.
─Ha costado pero sí, al fin ─sonrió un poco.
(De regreso)
─Malik ─susurró Ryou, aun algo atónito ─ ¿por qué? ─fue lo único que pudo decir.
─No sería justo de mi parte ocultártelo… quiero estar con Marik ─le reveló.
Ryou suspiró, retirando sus manos del rostro de Malik ─Lo amas ¿no es cierto? ─le miró con comprensión.
─Sí ─Malik asintió ─te quiero Ryou, y por estos tres maravillosos meses que estuvimos juntos… debo decírtelo ahora.
Ryou negó con la cabeza ─gracias por ser sincero ─le sonrió, pequeñas lagrimas se formaban en sus ojos ─no te preocupes por mí, quiero que seas feliz y sé que Marik también te quiere.
─ ¿Tuuu… lo sabías? ─dijo descolocado.
─Se le notaba en los ojos apenas te vio, cari… ─negó ─Malik.
─No quiero que esto cree una brecha entre nosotros ─le dijo, tomándolo de la cintura con sus manos ─eres una persona muy importante para mí, alguien con quien pude ser yo mismo, a quien le confíe mucho de mi y significas mucho para mi ─levantó una mano para limpiar una lagrimilla que amenazaba con escaparse de los ojos marrones ─ ¿estaría siendo muy cruel si te pido que sigamos siendo amigos?
─Yo tampoco quiero perderlo… Tú y Yugi son,, de las personas más importantes en mi vida ─lo abrazó ─espero que seas muy feliz con Marik ─le besó la mejilla.
─Deberías darle una oportunidad a Bakura ─le susurró al oído.
Ryou se tensó ─que a ti y a Yugi les funcione no significa que estar con mi yami sea lo mío ─dijo evasivo.
─Vamos Ryou… se le nota en los ojos ─imitó sus palabras.
─Malik ─el albino suspiró ─adelántate con los demás, los alcanzaré enseguida ─le dijo.
─Ryou ─le miró preocupado.
─Estoy bien, no te preocupes por mi ─le sonrió ─solo quiero estar un momento solo, si acaso me despido te llamaré a ti o a Yugi para encontrarlos ─Malik se quedó callado ─no me tardaré mucho, lo prometo ─le dio otro beso en la mejilla ─seré un buen chico ─le sonrió con gracia.
─Está bien, ten cuidado Ryou-cute ─le besó la frente y caminó de regreso a donde había dejado a Yugi. El pequeño tricolor seguía en el mismo lugar ─ ¿Yugi?
─Estaba preocupado y les dije a los demás que se adelantaran, los encontraremos en la noria al rato ─informó ─ ¿todo en orden? ─le miró con las cejas arqueadas.
─Ryou ha querido quedarse solo un rato ─se abrazó a sí mismo con expresión culpable.
─Estará bien ─le puso una mano en el hombro ─iré a verlo ─le sonrió.
─Te espero aquí ─sentenció. Yugi fue corriendo en dirección donde venía Malik mientras este se quedó en una banca. A los pocos minutos después el yami albino lo alcanzó ─ ¿Bakura?
El mencionado lo miró ─ ¿dónde está? ─preguntó enseguida.
Malik le señaló el camino ─Yugi está con él ─dijo mientras los otros dos yamis les daban alcance también.
Bakura retomó su carrera en la dirección señalada mientras Marik se sentó al lado de su luz y Yami se recostó al espaldar del banco.
─Hikari…
─No estoy dudando de mi decisión, te quiero Marik ─le aseguró, recostándose contra él, el mayor lo abrazó y besó su cabello, luego Yami puso una mano en el hombro de Malik ─Ryou no lloró frente a mi… por no hacerme sentir mal ─musitó.
─Tranquilo, Yugi es muy bueno con las emociones de las personas ─le dijo el tricolor ─y Bakura está para él.
Malik le dio una ligera sonrisa y luego suspiró, mientras Marik lo atraía de vuelta a su pecho, acunándolo con amor.
-o-
Luego de que Malik se fuera Ryou se sentó en una banca del lugar y agachó la cabeza, dejando unas cuantas lágrimas fluir sin control. No es que amara a Malik al punto de que su ruptura le desgarrara el corazón pero… terminar siempre era doloroso y perder aquel soporte en su vida que Malik representaba le estaba derrumbando un poco.
Como el propio egipcio le había dicho a su yami la noche anterior, en ese punto de su vida ambos necesitaban del otro pues representaba un pilar que mantenía sus emociones bajo control. Ahora Malik tenía a Marik, y había encontrado en él su alma gemela… pero Ryou ahora estaba solo, o eso pensaba él.
De la nada sintió un par de brazos rodearlo suavemente, la dulce vocecita llamándole le hizo saber de inmediato que se trataba de Yugi, quien había llegado para consolarlo.
─Yugi ─sollozó ahogadamente.
─Está bien ─sobó su brazo ─llora, desahógate… estoy aquí para ti ─le dijo con dulzura en voz baja.
─Gracias ─se encorvó para ocultarse en el pecho del menor mientras este solo le sobaba la espalda, susurrándole de vez en cuando que todo estaría bien.
─Sabía que esto iba a pasar en algún momento ─afirmó Yugi.
─Sí, pero igual duele ─dijo en un murmullo entre hipidos, ya sin llorar pero aun sollozando.
─ ¿Estás molesto con Malik?
─No podría ─respondió de inmediato ─tú y él son los mejores amigos que podría tener en la vida… eso solo,, es complicado.
─Las relaciones siempre lo son ─le dijo con una sonrisa.
Ryou se calmó un poco y limpio su rostro con un pañuelo que Yugi le ofreció para luego recostar su cabeza en el hombro ajeno.
─Gracias ─dijo en un suspiro, aun algo agitado.
─Estaré siempre que me necesites ─le pasó un brazo por la espalda
─Que sepas que también cuentas conmigo, para cualquier cosa ─dijo el albino.
─Lo tendré en cuenta, gracias ─le sonrió. Ambos se sonrieron dulcemente. En ese momento Yugi escuchó a Yami llamarlo por medio de su vínculo, pidiéndole que regresara y diciéndole que Bakura iba de camino por Ryou.
─Regresemos con los demás ─propuso Yugi, levantándose.
Pero Ryou negó con la cabeza ─ve tú, yo los alcanzo al rato ─Yugi lo miró ─quiero un helado antes de regresar con los demás.
─Te esperaremos en la noria ¿de acuerdo?
─Entendido ─le sonrió con los ojos cerrados.
─Ten cuidado Ryou ─y con esa advertencia el menor se regresó.
De camino se topó con Bakura quien iba corriendo, supo que no tendría intención de parar así que espero hasta que pasara a su lado para decirle ─cuida de él… te necesita aunque no quiera verlo.
Bakura solo aceleró el paso.