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Solo cambiemos el rumbo por ItIsOnlyLove

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Ya no sentía mis dedos, al parecer estaba sufriendo de una hipotermia leve. El viento me azotaba violentamente haciéndome mecer al menos unos tres metros... No creo poder soportar este clima por más de 40 minutos, ya habían pasado 15 y ya sentía adormilados mis sentidos. La nevada parecía haber empeorado conforme pasaba el viento, no podía ver más de 20 metros, por lo tanto había perdido de vista donde se encontraba el acantilado. Parecía ser que lo único que me mantenía conectado con el mundo era cuerda, si no fuera por su constante jaloneo no sabría donde era arriba o abajo.


Inesperadamente una ventisca apareció con más fuerza provocando que casi me estrellara con la roca, luego vino otra y otra, termine totalmente pegado a la roca mientras aparecían más ventiscas paulatinamente. Espero que me coloquen en la casa más hermosa, amigable y especial de este puto mundo, ¡Que se vaya a la mierda la prueba! Si esto seguía así podía morir de hipotermia y esa sería una forma dolorosa y humillante, pero ¿Qué hacía? ¿Cómo podía salir de esta situación? No puedo utilizar magia, por un momento agradecí que no supiera cuan alto estaba, era mejor ignorar esa cifra de metros, gritos dolor y órganos esparcidos por el suelo.


Ugh, me hice la imagen mental.


Ya, despierta. Respire profundamente sintiendo como mis fosas nasales se quemaban por el frio, concéntrate... concéntrate, respira. Mis pensamientos fueron rápidamente a Scorpius con su sonrisa llena de inocencia y misterio, sus ojos centelleantes que miran divertidos y su caminar tan pulcro que deja a las personas sin respiración. ¡Vamos! Deja de lado tus fantasías, renunciaste a ellas. Pude sentir como se formaba un pequeño nudo en la garganta, no podría verlo, realmente, mi realidad llego dolorosamente, tal vez aun no terminaba de aceptarlo... ya no podría verle, el no verle, tocarle y sentir cerca de mi dolía, dolía tanto como la quemazón que el frio hacía en mí, lenta pero dolorosamente sentía como el hielo iba congelándome y yo no hacía nada para detenerlo.


Quería verlo, pronto tan rápido como sea posible, solo a él... Solo él, solo Scorpius me es indispensable, inalterable. ¿Cómo era tan necio? Me rogó que me quedara a su lado, me juro que se quedaría mi lado si solo no me iba. Pero yo en mis ansias de irme, de olvidarle de parecer rudo y descarriado había olvidado cuanto significaba el para mí.


- ¿Sigues ahí Potter? –dijo con voz potente Trygven.


No tenía fuerzas para moverme, no quería gritar y pelear para subir. Mande una onda para que en el otro extremo lo percibiera como una señal de vida.


- ¡Hazlo de nuevo!


Lo volví a hacer.


- Ok, tomare eso como un sí –dijo para que todo volviera al silencio –Si no haces nada morirás congelado, y yo no haré nada para evitarlo.


Lo sabía, pero realmente no me importaba nada, nada que no tuviera que ver con Scorpius, ¡Era un idiota! Lo rechazo primero, luego trato de deshacer mis sentimientos por el de la manera más estúpida y ahora siento morir si no vuelvo a su lado... pero lo peor de todo es que sé que no puedo hacer nada, no puedo volver sin permisos y transportes... a menos de que me quiera volver un criminal buscado... y aunque lo quiera con toda mi alma y mi magia no lo haría, no tanto por no querer romper las reglas, sino porque sé que no duraría ni 4 días sin que alguien me dé algo. ¿Cuán patético puedo llegar a ser?


Cambia


Esa era mi única opción, si quería tenerle a mi lado y no perderle... tenía que cambiar, ser más honesto conmigo mismo y aceptar que no soy una perita en dulce pero tampoco soy un monstruo, soy un Potter, algo que me enorgullece, que me llena pero antes que eso soy Albus, un mago con todas las potencialidades para llegar a ser alguien mejor y poder estar al lado de Scorpius sin tapaduras ni remiendos. Suspire agotado, llegar a ese tipo de conclusión. ¿Cuánto cambiaria para estar al lado de Scorpius? Aun no lo sabía, pero todo comenzaría cuando volviera tierra firme, respire profundamente y luego comencé a balancearme. Tenía una buena idea, cuando estuve colgado pude percibir que aunque las corrientes parecían ser esporádicas y sin orden alguno había patrones, podía utilizar esos patrones para ayudar mi impulso y regresar de nuevo a tierra.


Utilice mis pies para propulsarme y mi manos estaban sujetadas a la cuerda, espere casi sin respirar a que llegara la corriente.


¡Aquí esta!


Me propulse con todas mis fuerzas lejos de la roca del acantilado, la ventisca al ser tan fuerte me dejo horizontalmente y alcance a ver a Trygven sentado tomando algo, grite lleno de emoción mientras otra corriente me propuso hacia delante, antes de que la gravedad funcionara corte la cuerda para luego tomarla un tramo más adelante, cuando baje rápidamente solo me quedaban unos 8 metros para trepar. Comencé a subir lentamente por la cuerda, podía sentir como la cuerda quemaba mis manos y dejaban ampollas en ellas. Cuando ya estaba tan cerca de donde se sostenía la cuerda quede totalmente petrificado, arriba a tan solo 2 metros de mí se hallaba un dragón, gigante y majestuoso observaba toda la montaña, rugió tan alto que mis tímpanos parecieron explotar. Se quedó tanto tiempo allí que no podía respirar, sentía que mi mas mínimo movimiento lo haría enfadar y hacer que me zampara de un bocado. Podía sentir el calor que surgía de el con un terrible olor a azufre, el olor era tan penetrante que mis ojos lloroseaban.


- Potter –dijo divertido Trygven desde el borde del acantilado justo al lado del dragón -¿Subes o qué?


- E-el Dra-gón –dije con la voz quebrada.


- No te preocupes –dijo sonriendo –Nos ignora, para ellos no representamos una amenaza, no le importamos mas que toda esta nieve que cae.


Respire agitado todavía reacio a creerle, mis ojos llorosos dejaban caer lagrimas tratando de limpiar mis ojos, subí rápidamente hasta que Trygven me extendió la mano para subir, la rechace amablemente y subí a tierra por mi propia cuenta.


- Eres todo un bebe llorón Potter –dijo mientras envolvía de nuevo la cuerda.


- ¿Llorón? –dije simplemente –El azufre es demasiado fuerte, tú también tienes los ojos rojos.


- Bueno, digamos que el azufre y las tormentas de nieve no se llevan bien... ¡Agáchate!


- ¿Eh?


Trygven se agacho rápidamente mientras yo trataba de entender que pasaba, escuche el rugido del dragón, un fuerte golpe y luego todo era negro.


***


- ¿Cómo se encuentra Señor Potter? –dijo alguien dulcemente.


Abrí lentamente los ojos, me sentía terriblemente pesado y aturdido.


- ¿Dónde...? –dije con la voz pastosa.


- En la enfermería –dijo dulcemente una señora, algo regordeta, cachetes encendidos y ojos azules... parecía mamá Noel –Usted tiene mucha suerte señor Potter, no todos pueden vivir para contar que un Ironbelly Ucraniano te golpeo con su ala antes de despegar vuelo.


- ¿Qué?


- Pues que un Ironbelly Ucraniano le dio de lleno en la cabeza con su ala, lo lanzo a al menos 30 metros y cayó en el campo de entrenamiento de Quidditch, le digo usted es el primero en sobrevivir a ese tipo de golpes.


Genial, ahora soy otro Niño-Que-Vivió, al parecer eso se heredaba, padre has de estar orgulloso.


- ¿Por cuánto tiempo? –dije mientras trataba de sentarme.


- Solo unas tres horas –dijo emocionada –Eso lo hace aún más extraño, ese golpe al menos te tuvo que dejar noqueado por tres días, pero te recuperaste en solo TRES HORAS. ¿Me dejarías hacerte unas pruebes? no quiero que andes por el mundo con la teja corrida.


- ¿eh? Si claro –dije algo confundido.


Elle se presentó como una de las enfermeras de Durmstrang, al parecer había muchos accidentes y debían tener más personal, su nombre era Asgyr, me hizo pruebas de reflejo, de equilibrio y de vista.


- Estas en total orden, puedes irte... Trata de encontrar a Trygven, tiene que presentarte a tu nueva casa.


- Como si el inglés pudiera encontrar a alguien –dijo Trygven entrando a la enfermería –Ven muchacho te daremos el uniforme y todo lo necesario para que sobrevivas durante los próximos años en Dumstrang.


Lo seguí rápidamente hasta llegar a una gruesa puerta de madera con remaches de hierro, Trygven abrió la puerta y este rechino fuertemente, me dio la señal para que entrara primero. Dentro había ojos curiosos que me miraron, estaba en un Salón Común, todos parecían rodeando la chimenea con gruesas cobijas de lana, había un chico que sostenía algo parecido a una guitarra. Me sentía bastante incomodo, demasiado. Trygven entro cerrando la puerta.


- Estudiantes –dijo con fuerza, todos se levantaron rápidamente y le saludaron con un extraño ademan sus manos luego de todo quedaron en sus hombros –Les presento a Albus Severus Potter, su nuevo compañero. Tylen ven.


Un chico de cabello castaño se movió rápidamente entre sus inmóviles compañeros que no parecía importarles mi parecencia.


- Potter te presento al guardián de la ancestral casa Olsson –dijo Trygven con voz que parecía estar en una ceremonia.


- Soy Tylen Ronovolich –dijo estirando su mano.


- Albus Potter –dije aceptándola


Me miro atentamente y no pude evitar sonreír un poco, mas de nerviosismo que de amabilidad, el devolvió mi sonrisa y golpeo con fuerza tres veces el suelo.


- ¡Bienvenido!


El antes tenso lugar se llenó de relajadas sonrisas y todos comenzaron a golpear con fuerza el piso haciendo un enrome eco por todo el salón. Me sentí más animado y voltee a mirar a Trygven que ya se había ido.


- Vamos colócate cómodo Albus Potter –dijo amigable Tylen.


Unas personas se movieron para hacerme campo en un como lugar cerca a la chimenea, me senté entre ellos, todos me sonreían y daban la bienvenida, al cabo de unos momentos llego Tylen con una enorme bolsa de cuero.


- Albus Potter, eres bienvenido como estudiante de intercambio a nuestra honorable casa Olsson, se te hace entrega de los símbolos de la casa, junto a tu uniforme, libros y artefactos mágicos tanto para las clases como para las pruebas trimestrales – en ese momento todos sonrieron felices –Ábrela.


Asentí con mi cabeza, tome la enorme bolsa que era bastante pesada, deshice un pequeño nudo esta se abrió frente a mí y se mantuvo levitando, todos se acercaron alrededor mío pero no había nada, solo parecía ser el cuero.


- Dale todo lo necesario para nuestro novato –dijo carismáticamente Tylen.


La bolsa se volvió a cerrar y abrir rápidamente, esta vez estaba llena de cosas, la toque suavemente y esta se volvió a cerrar, en letras verdes que resaltaban en el cuero pálido aparecía mi nombre, mi curso y mi casa.


- ¡Eres oficialmente un Olsson Albus Potter! –dijo mientras me daba una palmada en el hombro.


- Gracias –dije con una sonrisa –Pero estoy algo cansado Ronol...


- Dime como quieras Albus Potter, nuestros nombres no son nada sencillos, mi nombre completo es Tylengiyjerv Ronovolich.


- Sí, no es para nada sencillo, te diré Tylen.


- Bueno, ya sabemos de tu accidente y Trygven pidió que te dejáramos dormir, ven te llevare a tu habitación.


Asentí suavemente y me despedí de todos, lo seguí por el pasillo que tenían los nombres de las personas que habitaban en él.


- En Dumstrang solo viven dos personas en la misma habitación, estas pueden ser mixtas.


- ¿Son mixtas? –dije sorprendido -¿No es eso peligroso?


- ¿Para quién? –dijo divertido –No tenemos tiempo para pensar en esas cosas, además aquí las mujeres antes de dejar que les toques un pelo te mandan a enfermería por unas semanas.


- Qué carácter –dije en broma.


- Sí, pero así son perfectas –dijo en un tono soñador –Bien esta es tu habitación 186, se dividen en secciones, estas en la sección 1 sub-sección 8, habitación 6. 1-8-6, ¿Entendiste?


- Eso creo –dije mirando el número de la puerta.


- Vivirás con un estudiante de tercer año –dijo suavemente –Pueden cambiarte de habitación si quieres, pero puedes quedar en habitaciones con personas de otros cursos. Nos levantamos siempre a las 4:30 de la mañana, se hace ejercicio matutino durante una hora, luego se desayuna, los baños están habilitados todo el día, en ocasiones la tubería se podrá congelar utiliza un hechizo calefactor para descongelarlas.


>> Tendrás hasta las 7 para alistarte e ir a tus clases, en tus cosas se halla tú horario y libro de conducta, en este están todas las reglas y el castigo que obtienes si las rompes, mensajería esta siempre regulada y hay un horario dependiendo de tu curso para enviar lechuzas. Hay toque de queda, pero no te castigan por estar fuera de él, es más una mera cordialidad, encontraras más cosas en tu libro de conducta, ahora entra y duerme, mañana comenzamos clases


- Gracias –dije antes de entrar a la habitación.


En ella no había nadie, tal vez mi compañero de cuarto este en el Salón Común, mire su lado del cuarto, su cama perfectamente tendida, y solo tenía un extraño objeto hecho de palos tejidos encima de su cama, su mesa de noche tenía un vaso de lo que suponía era agua, mi baúl ya estaba allí, sentía mucho sueño pero algo me tenía inquieto, abrí mi baúl y dentro con hermosa caligrafía estaba un carta donde se leía mi nombre.


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