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Solo cambiemos el rumbo por ItIsOnlyLove

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Mire de nuevo la carta con el escudo de Durmstrang.

Apreciado Albus Severus Potter Weasley

Lo contactamos desde el instituto Durmstrang, presentamos sinceras excusas, ya que las pruebas que se darían dentro de tres días no serían posibles de realizar sino dentro de un mes. Nos disculpamos nuevamente por todos los inconvenientes que dimos en la preparación para sus exámenes. La información del lugar y fecha aún no se ha programado, espere un mensaje con esta información.

Stephie Tygvine

Secretaria Instituto Durmstrang.

¡Y yo que estaba estudiando como un loco! Suspire cansado y me recargue en el corroido sofa de mi habitación en la madriguera. Scorpius ya había regresado a Hogwarts para continuar con sus estudios y yo me refugiaba aquí en la madriguera tratando de no ver la cara de mi padre. De todas maneras, esa carta me había arruinado el apetito; realmente quería salir rápidamente de esos exámenes y concentrarme en una situación que me tenia altamente preocupado. Ese grupo radicalista, la voluntad de Ragnarok. Ya habían comenzado a atacar en medida casi vandalista asentamientos muggles y algunos magos nacidos de muggles. Nadie había resultado herido por lo tanto no se consideraban una verdadera amenaza. En lo que respecta a lo que yo pensaba era que tal vez trataban de hacerse una reputación falsa, si las personas veían que el Ragnarok no era nada que preocuparse no estarían preparados para un ataque realmente importante; pero ¿Quién me creería? Digo soy un estudiante problemático, hasta mi familia dirá que estoy exagerando la situación. Aunque ya había tanteado un poco el territorio lo unico que habia encontrado fueron burlas.

- ¡Deja esa cara larga muchacho! -dijo mi abuelo con cara risueña -¿Que ha pasado?

- Me han aplazado los exámenes -respondí frustrado -¡Son unos desorganizados!

- Bueno al menos tienes más tiempo para estudiar -me guiño un ojo divertido -Ahora ve a comer un pedazo de pastel. Molly lo ha hecho realmente delicioso.

-No me provoca -susurré haciendo un puchero -Iré a correr.

- Acabas de llegar de hacer ejercicio, ¿No te estas esforzando mucho?

- Nahh. Aun estoy muy crudo a donde quiero llegar, simplemente iré a correr un poco y practicaré unos hechizos.

- ¿No te iban a colocar el rastreador?

Le sonreí cómplice y saque un poco la lengua. El abuelo rió divertido y siguió mirando una televisión muggle. Tome unos emparedados y una botella de agua, los meti rapidamente en mi mochila antes de la abuela se enterara. Lo terce en mi hombro y sali rapidamente de la casa. Comencé a caminar lentamente y al ingresar al bosque di un marcha rápida esquivando tronco y ramas. Mientras escudriñaba rápidamente el paisaje que se alzaba frente a mis ojos. Al rato llegué a una pequeña casita en un claro alejado, la había comenzado a construir desde mi llegada de Durmstrang. Aun era solo un armazón sin detalles, pero lo suficiente como para estar cómodo allí, junto con algunas mantas y cojines que había robado de la sala de la abuela era perfecta para desestresarme un poco. Además al estar tan alejada podía practicar mis hechizos no verbales y sin varita. Magia tan avanzada que sentía como agotaba mi magia poco a poco, maldigo el momento que pensé que esto seria mas facil; aunque mis avances eran lentos ya tenía asegurado un Accio no verbal y comenzaba a ensayar sin varita. Pero lo único que lograba era mover casi un centímetro el objeto y luego sentir como mis piernas temblaban. Magia estupida.

También el Fregotego, Wingardium Leviosa, Levicorpus, Alohomora y demás hechizos sencillos. No podía decir que no estaba avanzando pero si de una forma sumamente lenta. Mire de nuevo el libro que había robado de la colección personal de tía Hermione donde especificaba los hechizos y la forma más sencilla de lograr lo hechizos no verbales. ¡Fácil! Si mis polainas, lo más que podían decir a través de las cientas de páginas era visualízalo, siéntelo, concéntrate y hazlo. Era como esos libros inservibles de auto-ayuda muggles. Lo hojee de nuevo y simplemente solté un gruñido de resignación. Era más que difícil aprender de esta forma, no explican cómo se siente ni como llegar hasta ese preciso momento, ni hablar de los hechizos sin varita el Accio casi fríe mi cerebro. Simplemente imposible, pero tengo muy en mente la necesidad que tengo de estos hechizos. En serio ¿nadie más podía tener esa carta? Digo, tenía que ser justo yo el acosado de una comunidad radical de magia oscura, ¿no tenían algo más que hacer que acosar pobres chicos con problemas amorosos? ¡Desocupados!

Luego de resignarme a un hechizo de protección muy mal hecho regrese a La Madriguera, salude a mi enfadada abuela que resolvió la discusión con "Ya callate y comete este estofado" subí a mi habitación para encontrarme con una carta de Hogwarts, la vi de reojo y simplemente pensé en las posiblemente malas noticias que esta contenía.

Apreciado Albus Severus Potter

La siguiente carta ha sido enviada para que usted se remita inmediatamente a la oficina de directores de la escuela de Magia y Hechicería Hogwarts. Adjunto encontrará un boleto para el expreso Hogsmeade, en la plaza estará un carruaje listo para su uso.

¿Si será un carta de Hogwarts? Digo, si tenía el sello rojo, pero era demasiado corta y no tenía remitente, revise al interior del sobre y pude ver el boleto de Hogsmeade para mañana. Comencé a guardar un poco de ropa en mi mochila, junto a unas pociones y el libro de tía Hermione, guarde mi varita en la mochila y comencé a estudiar un poco de Pociones e Historia de la Magia.

***

Maldije de nuevo mi ingenuidad. ¿Realmente creí que el mensaje era de Hogwarts? ¿En serio? Pues llevo tres horas parado como un idiota apoyándome en una pared. Parecía como un mafioso esperando la mercancía. Suspire molesto, cuando ya me disponía a irme llegó el carruaje, subí con quejas tratando de salir de mi garganta y alguna que otra grosería pensada. Al llegar al castillo senti esa sensacion de familiaridad, aquella nostalgia que sientes al ver algo que había formado parte de ti pero ya no lo ves con los mismos ojos.

Baje apresurado y me dirigi rapidamente a la oficina de la directora McGonagall, después de encontrarme con varias personas y que comenzarán a circular el hecho de que estaba en Hogwarts, por fin logre hallar la gárgola espere unos momentos y esta comenzó a deslizarse hasta dejar ver un pasadizo con algunos escalones de piedra irregular, los subi con algo de afán y al poco tiempo me encontré en la oficina con los cuantiosos retratos de directores mirándome curiosamente.

- ¡Joven Potter! -dijo con inusual alegría la directora -Ha sido bastante tiempo desde que nos vimos por última vez.

- Dos años -respondí con una sonrisa -Aunque estoy más que segura de que su atención nunca dejó de velarme.

- Así es, dejemonos de saludos. Tome asiento señor Potter.

Asentí y me dirigí al asiento que me señalaba la directora, los cuadros perdieron el interés en mí y dejaron de observarme, a excepción de dos: Dumbledore y Snape seguía mis movimientos atentamente. Al llegar tome asiento y saque rápidamente la carta de Hogwarts y Durmstrang.

- Siempre adelantados a los hechos. ¿O me dirá que no tienen nada que ver con esto?

- No lo negaré -respondió la directora con ojos astutos -Aunque no fue mi idea.

- En esa cuestión querido niño -habló con voz amable el cuadro de Dumbledore -Minerva solo fue la conexión entre este cuadro y las cartas que están en tu posesión.

- ¿Se puede saber la razón? -pregunte sin preocuparme.

- Hay algo que me inquieta -respondió con voz solemne -Tu modo de desarrollo es algo fuera de lo común.

- Créame señor que lo ordinario no ronda mi genética desde hace dos generaciones.

- Tampoco lo sensato -razono mordaz el cuadro de Snape -Igual de tontos que siempre. Los Potter y los Weasley.

- Me han dicho que fue una terrible mezcla de genética sin organización.

- ¿Quien fue el mago que le ha hecho tan verdadero apuntó? -cuestiono con cierta diversión Snape.

- Scorpius Malfoy, igual de mordaz y astuto que siempre -respondí secamente.

- Muy bien -dijo con fuerza McGonagall -Dejando todo esto te he hecho venir hasta aquí para preguntarte una cosa. Quiero que me respondas con la verdad.

- ¿Que le hace pensar que le diré la verdad?

- Preguntas triviales -susurro ella -Claramente lo sabré, he estado en este colegio tanto tiempo que te sorprenderias.

No tanto.

- Ahora, señor Potter. ¿Está usted consciente del peligro que puede correr en adelante?

La mire por un tiempo y luego desvié mi mirada hasta la penetrante mirada de Dumbledore.

- Por lo tanto están más al tanto de lo que quisiera -respondí quitándole importancia.

- Debes saber que es bastante peligroso...

- No me vengan con discursos sobre molaridad directora. Ninguno de los directores pueden hablar de ello. La irresponsabilidad que maneja los que se supone deben enseñar han llevado a la creación de los peores monstruos.

- También de grandes héroes -replicó uno de los cuadros -Tu padre.

- Pues no lo creo señor -dije mirando acusatoriamente el retrato de Dumbledore -Criado como un cerdo para el matadero. ¿Heroico? Yo diría utilitarismo.

Escuche como a Snape le salía un risita y miraba burlón al retrato de Dumbledore.

- Ya ves -dijo Snape -Mira que hasta el chico sabe que las cosas están mal.

- ¡Nos hemos mantenido por lo largo de los siglos! -grito un cuadro.

- ¡ A cambio de ignorancia! Señores, ustedes pueden cargar y alardear de todos los títulos que quieran, pero les dire la realidad: Son solo comunicadores de la discordia, desigualdad e intolerancia. Se supone que debemos avanzar, no tratar a los que son diferentes como insensatos y locos. Tolerar, debemos aprender a amar en vez de traer discordia y odio. Somos humanos, no podemos simplemente descartar toda la diversidad que compone esta sociedad mágica.

- ¡Insolente!

Le sonreí al cuadro y observe a la directora para que continuara hablando.

- Pronto estaré de vuelta -comencé antes de que ella hablara -Si está preocupada por mi integridad no debe de estarlo. Sé dónde están mis límites y no estoy motivado a morir joven.

- Me temo que debemos mantenerlo seguro Joven Potter -dijo el retrato de Dumbledore -Este tipo de grupos que alaban la magia oscura son peligrosos.

- No se preocupe -le sonreí tranquilo -No soy estupido, me estoy preparando. Ahora me gustaria saber como lo sabe y ademas la relacion que tiene el aplazamiento de mis exámenes.

- Hemos recibido cartas -dijo Snape -Un elfo aparece de la nada y comienza a esparcir información de magia oscura, hemos tenido problemas con maldiciones utilizadas de forma idiota e infantil. Cuando pudimos retenerlo le hicimos hablar. Nos confesó que el grupo iba detrás de un pelele como usted Potter.

- Yo tambien quede sorprendido con ese hecho -respondí suavemente- No tengo nada resaltable.

La directora se levantó rápidamente, me señaló con su varita y antes de que pudiera sacar la mia lanzó un hechizo. Rápidamente lance un hechizo de proteccion sin varita.

- Magia no verbal y sin uso de varita -dijo la directora al sentarse -Bastante para un chico que apenas entrara a quinto.

Los cuadros dejaron soltar quejidos de asombro.

- Debo agregar MInerva -replicó Dumbledore -la utilización de magia ancestral.

- Utilización precisa de pociones, hechizos, balance fisico y emocional -apunto Snape.

Oh vamos, harán que me sonroje.

- Si, ya dejen de mirarme como una maldita arma -repuse molesto -No, esa es mi respuesta, no entraré en esta guerra de poderes. Escojan a otro con sangre maldita para trabajos sucios. En cuanto a mí simplemente quiero tener preocupación de adolescente hormonado y no la interrogante de cuándo moriré y los maleficios que tengo que aprender.

- Entonces ¿Por qué preparas esta clase de hechizos? -apuntó suspicaz Dumbledore -Si no quieres pertenecer a esta 'lucha de bandos? ¿Por qué prepararse?

- No soy idiota señor. Sé perfectamente lo que buscan, no dejaré que lo tomen fácilmente. Lo que pido es que por una maldita vez tomen las cosas en sus manos y no coloquen a pubertos con problemas románticos a solucionar sus estragos.

Me levante sutilmente y di una reverencia en forma de despedida.

- Ahora, iré a ver a mis amigos. Espero regresar a mi casa mañana. Espero no sea algo malo.

- En lo absoluto -dijo la directora -Ya es bastante tarde. Le prepare el carruaje para que lo utilice mañana.

Agradecí y me dirigí a el pasadizo con escalinatas irregulares. Comencé a bajar y escuché la suave risa de Snape, burlándose de la directora Minerva. Bueno, ahora me caia mejor este director, salí con una pequeña sonrisa para encontrarme con una cara de molestia una ceja levantada y brazos cruzados. Siempre tan Malfoy.

- Albus -dijo en forma de saludo.

- ¿Sorpresa? -dije con una incómoda sonrisa.

- Bastante -respondió molesto -Primero en saber ¿Lo recuerdas?

- Teóricamente serias el segundo, ya que si lo se yo seré el primero en saberlo.

- Albus.

- Y además tengo muy buenas excusas. Mi abuela se ha vuelto loca y tenía que venir para salvar la raza de doxys creadores de perfectas ofrendas a los dioses.

- ¿Qué?

- Shhh -coloque un dedo frente a él -Además de tener mi cuartada perfecta. Tengo pruebas, hoy me levanto con un ringtone de un celular muggle. ¿Extraño? demasiado, ademas donde tengo mi criadero de Doxys no he encontrado ninguna. Realmente necesito esos huevecillos.

Scorpius relajo su mirada y dejó escapar una carcajada.

- Esta bien, acepto tus disculpas implícitas en estúpidas excusas. Ahora dime qué hacías en la oficina.

- Me llamaron -respondí mirando idiotizado como le quedaba la túnica a Scorpius -Solucionar problemas del traslado.

Oh Merlín, cambió su estilo de cabello. ¿Por qué eres tan hermoso? Quédate feo para que yo solo pueda verte.

-¿Están en clase? -pregunte mirandole.

- No, realmente esta el revuelo de Albus Potter regresa a Hogwarts.

Rei ante el comentario.

- Vamos a saludar a los pobres diablos -dije guiñandole un ojo.

El asintió y comenzamos a caminar, al poco rato coloco su brazo en mi hombro y comenzó a hablar de lo insoportable que era Chris con el ejercicio luego de que me vio en la fiesta. Rei ante los comentarios y alegaba de lo terrible que le caería hacer un abdominal a Chris. Llegamos a donde todos hablaban animadamente.

- ¡Llego por quien lloraban! -dije para llamar su atención.

Nathan dio un pequeño grito de sorpresa y se acercó a abrazarme.

- ¡Albus! -dijo mientras me estrechaba en sus brazos -¿Que haces aqui?

- Trámites -respondió Scorpius.

Gion se acerco y comenzo a lanzar puños suaves al aire cerca mio.

- ¿Cómo vamos campeón? Algún destrozo cerca tuyo.

- Igual que siempre -dije mientras le daba un abrazo.

- Ya veremos como nos haces la vida imposible el próximo año.

- Espero que estén listos a próximas expulsiones -dije guiñandole un ojo.

- ¡No utilices esa arma mortal conmigo! -dijo Gion abrazándose a sí mismo - Quiero conservar mi heterosexualidad.

Rei ante el comentario y le di un suave puño. Mire a Chris que me miraba con ceño fruncido.

- No vas a saludar a tu amigo Chris -dije estirando mis brazos para abrazarle.

Se acercó a mí y levantó el borde mi camisa hasta dejarla en mi cara.

- ¡Te odio músculos-Potter! -dijo en tono dramático -Están más marcados que le última vez.

Baje mi camisa algo avergonzado y sonreí hacia Chris.

- Si quieres una probadita es gratis -dije guiñandole.

- No hagas eso -dijo Gion de nuevo -En serio quiero ser hetero y no caer ante tus encantos norteños.

Reí de nuevo mientras seguía hablando con mis amigos, algunas chicas llegaban a saludarme con miradas sugerentes. Yo lo único que hacía era ver como idiota a Scorpius mientras sonreía a los celos en aumento de Chris sobre mi fisico. Luego de un rato llego Rose con una sonrisa sugerente y un grupo de chicas detrás de ella.

- Primito No te esperaba tan pronto haciéndome la vida imposible.

- ¿Es tu primo Rose? -dijo una chica algo alta, cuerpo atletico, cara pequeña pero bien formada y ojos azules enmarcados con un sedoso pelo rubio.

- ¿No le reconoces? -preguntó con gracia Rose -Es Albus.

Me miró con detenimiento y luego se tapó la boca en forma de sorpresa.

- ¿Haz cambiado tanto?

- Al parecer -dije divertido.

- Vaya, en definitiva el norte hizo maravillas -dijo ella con una sonrisa.

- Gracias... creo.

- No sabes quien soy ¿Verdad?

- No -dije sincero.

- Soy Raven.

La miré atentamente ¡Rayos! Qué cambio tan drástico, realmente le ha hecho maravillas la pubertad, al igual que ha Rose.

- ¡Wow! -dije apreciandola mejor -¿Dices que yo cambie? ¡Mirate!

Ella sonrió nerviosa y luego siguió a mi prima que ya se había alejado. Regrese a hablar con los chicos mientras que Scorpius no despegaba la mirada de mi. Sentí pasos suaves detrás mío, alguien se abalanzó sobre mí, voltee mi cuerpo y sujete el brazo de la persona, elabore un llave y lo mande al suelo.

- Con cariño hermanito -dijo James con mueca de dolor -Mira que lanzarme de esa forma.

- No me arrepiento de nada -repliqué mientras le extendía una mano -Es tu culpa tratar de hacer ese tipo de malas bromas.

Me quede hablando un poco con él hasta que caí en cuenta de que este era el último año de James en Hogwarts.

- ¡Rayos! ¿Ya te vas a graduar? -dije sorprendido.

- ¿Donde vives hermano? -replicó mientras golpeaba mi cabeza con toquecitos -Estoy en septimo, claro que ya me graduo.

- No había caído en cuenta.

- Ni escuchado -protestó él -Pero ¿Cómo escuchar los planes de trabajo de tu hermano mientras estudias más que Rose y ejercitas tiempo completo?

Le sonreí en disculpa, continúe hablando y aprendiendo todas las cosas que habían cambiado en mi ausencia, todos comenzaron a reunirse a un lugar a unos 20 metros de nosotros, mientras reían y algunos se alejaban y luego regresaban.

- ¿Que pasa? -dije intrigado.

- Maldición besucona -respondió Chris divertido -El invento más hermoso desde las bombas fétidas.

- ¿Maldición Besucona? -pregunte confundido.

- Es una tonta maldición que está circulando desde el año pasado, aun nadie sabe como funciona bien, solo lanzar el conjuro a alguien y este le dan unas terribles ganas de besar. El efecto para en la tercera persona.

Reí divertido.

- Que ingenioso -repuse divertido -¿Quien la invento?

- Nadie sabe -dijo Gion emocionado -No se sabe quien la utilizó por primera vez. Solo que ha sido un dolor de cabeza para nosotros.

- Si, claro -dije con ironía.

Comenzaron a contarme de las cosas que habían pasado gracias a esa maldición. Alguien casi había besado a un profesor y por eso habían prohibido el uso del maleficio.

- ¡Potter! Dichosos los ojos que observan ese trasero.

Volte a ver esa sonrisa burlona y ojos prepotentes.

- No digo lo mismo Northway, igual de feucho.

El sonrió y subió los brazos en forma de paz.

- Vamos ¿no me digas que aun estas resentido conmigo?

- Nah -dije observando -No estas tan bueno.

- Igual de mordaz que siempre.

- Alejate Northway -amenazó con veneno Scorpius.

- Tranquilizate gatito. No le haré nada al niño bonito - me guiño un ojo.

Le mostré el dedo de en medio, el sonrió gatunamente y luego pareció aturdido. Rieron con ganas las personas y luego comenzaron a decir 'Le han dado' 'La maldición le ha dado de lleno'. Lo mire sin entender, pero al momento que reaccione ya tenía los repulsivos labios encima mio. Tomo mi cuello para profundizar el beso, atine a cerrar mi boca antes de que la escurridiza lengua entrara a mi boca. Me quedé en shock unos momentos hasta que sentí como separaban a Northway de mi. Scorpius miraba fríamente a Northway que maldecía por lo bajo y se limpiaba la boca.

-¡¿Quien fue el tarado?!-exige Northway mientras se levantaba y amenazaba a todo el mundo con su puño.

- Al ¿Estas bien? -susurro preocupado Scorpius.

Asentí suavemente, mientras comenzaba a sentir un suave cosquilleo en mi boca, que se expandió rápidamente hasta volverse insoportable, sentía la necesidad de estrellar mis labios contra cualquier cosa, mis manos temblaban y mi corazón estaba desbocado.

- Alejate de Albus, Scorpius -casi grito Gion al ver como levantaba mi mano en dirección a Scorpius.

Sentía tanta necesidad de hacerlo, podía sentir como me ahogaba en ese sentimiento. Parecía como me quemaba y la necesidad se expandía cada vez más. Me disculpe con la mirada a Scorpius, agarre su corbata acercandolo a mi y aplaste suavemente mis labios contra los suyos. Eran tan suaves que antes de calmar la horrible necesidad que sentía la agrando mas. Pose mi otra mano en su cuello y profundice el beso, me moví suavemente sobre sus labios. Sé sentía tan perfecto, como si realmente todo lo que estaba haciendo estuviera completamente bien, me acerque más a su cuerpo sintiendo como otro tipo de necesidad se creaba, la sensación de la maldición se iba, mientras mis deseos se mezclaban con el beso. Lamí suavemente su labio inferior y luego le di un suave mordisco. Scorpius abrió su boca para decir algo que se atraganto él mismo mientras metia mi lengua en su boca y acariciaba su paladar. Jadee suavemente al sentir como el salir de él se unía al mio. Lo insite a que siguiera mi beso mientras jugaba deliciosamente con su lengua, era simplemente maravilloso, mi corazón se regocijaba en cada movimiento que hacia mi boca en el interior de la boca de Scorpius. Sentí como unos brazos comenzaban a jalarme mientras yo gruñía sin querer separarme de aquel enorme placer que estaba sintiendo. Luego un jalón más fuertes me separo de la boca y comence a respirar entrecortadamente.

Había besado a Scorpius. Y vaya señor beso.

 


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