Nota: Esta historia esta basada en la serie de anime Gundam wing, la cual no me pertenece.
Este es mi primer fic, se aceptan comentarios constructivos que me ayuden a desarrollar la historia.
Para: Forfirith, Asuka, Umiko y Youko
Muchas gracias chicas por sus comentarios y por animarme a seguir.
Estoy a sus ordenes en la siguiente direccion: kazukimaxwell@hotmail.com
UN HOMBRE FELIZ
- Bueno esta bien, pero primero tienes que enseñarme.
- Enseñarte a que?
- A besar, como voy a salir con una chica o chico si no se besar.
- Como que a salir con una chica o chico, acaso no sabes que te gusta mas.
- Como voy a saberlo si nunca he estado con ninguno.
- Buen punto, tiene sentido…… dijiste que te enseñara a besar?
Dios, he muerto y estoy en el paraíso.
Tercer capitulo
- Entonces me enseñas?
Me perdí en ese bello rostro, en esos grandes ojos violetas tan brillantes, en esa boca fresca, de labios rosados, pequeños, carnosos y vírgenes, me acerque lentamente sin perderme cada detalle, a medida que iba acercándome pude ver como se teñían de rosa sus mejillas y cerro sus ojos. Pose mis labios sobre los suyos suavemente y pase mi lengua sobre ellos, sintiéndolo temblar, succione sus labios y mordí el inferior para que los abriera, lo oí gemir y sentí una profunda emoción en mi pecho, introduje mi lengua, busque la suya y me perdí, no se por cuanto tiempo lo bese, ni cuando ese suave beso se torno fogoso y violento, recorrí y saboree cada rincón de su boca. Volví en mi, me separe y vi su rostro, Dios!, gemí ante esa visión, sus bellos ojos cerrados con dos pequeñas lagrimas en sus extremos, sus mejillas rojas, sus labios hinchados y rojos, su boca abierta, jadeando, invitándome a besarlo de nuevo.
Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para contenerme y no saltar encima de él y devorarlo, levante mi mano y acaricie su mejilla, el abrió sus ojos nos quedamos viendo largos segundos, luego bajo su rostro avergonzado y corrió al baño. Espere media hora a que saliera y pedirle disculpas.
- Dúo, lo siento me deje llevar.
- No importa Heero, vaya que aprendí mucho!.
- No estas molesto conmigo?
- Por que habría de estarlo, yo te pedí que lo hicieras, lo que pasa es que yo no esperaba lo que sentí cuando me besaste.
- Que fue lo que sentiste?
- Sentí calor, mucho calor, mi sangre corría muy rápido, los latidos de mi corazón eran más fuertes y más rápidos como si fuera a explotar, no podía respirar, mis piernas temblaron como si no tuviera fuerzas y sentí una angustia, ansiedad, no se, y… me …. me excite, tu sabes…
- Si entiendo. - Sonreí viendo su cara roja mientras me contaba y pensé en lo inocente que era Dúo al expresar así lo que sentía. – Es normal todo lo que sentiste, es pasión, deseo, nos sucede a todos con lo que nos gusta y queremos.
- Ah! es por eso, sabes Heero yo te quiero mucho.
- yo también Dúo, yo también.
- Bien cuando salimos?
- Mañana después de clases, si no nos llaman para una misión.
- Ok. y donde iremos?
- Hay un sitio donde podemos comer, bailar, hay videojuegos y se reúnen muchos chicos de nuestra edad, ahora vamos a dormir.
Al día siguiente después de clases, llegamos a casa a descansar un rato antes de salir, comimos en el instituto y cenaríamos fuera, le dije a Quatre que saldríamos un rato a la seis y llegaríamos temprano, era viernes pero igual no podíamos llegar tarde, porque no sabíamos cuando nos iban a llamar para una misión, por eso siempre llevábamos localizadores.
Nos fuimos en mi moto y llegamos al sitio, Dúo llevaba jeans, camisa ajustada al cuerpo, transparente, azul que hacia resaltar sus hermosos ojos, botas y chaqueta de cuero negra, el cabello trenzado de manera floja, estaba arrebatador. Enseguida nos dirigimos a la pista de baile donde dos chicas se nos acercaron de inmediato, yo baile dos piezas y me disculpe con mi pareja, la chica hablaba hasta por los codos (eso solo podía aguantárselo a Dúo Maxwell), gritaba mucho, me tenia enfermo, me fui a la barra y pedí una soda, me quede allí viendo a Dúo bailar. Era maravilloso, se movía de una manera sensual, con ritmo, bailaba muy bien, enseguida le hicieron una rueda, todos lo veían, su trenza se movía a par con sus caderas en un suave vaivén, otra chica se acerco a Dúo apartando a la que bailaba con él, de repente había una fila de chicos y chicas esperando turno para bailar con él, me sentí incomodo, tal vez debía ir a sacarlo de allí.
Sentí a alguien sentarse a mi lado, era un desconocido bien parecido y me hablo.
- Es una belleza verdad, pero esta fuera de nuestro alcance, así que porque no dejas de perder el tiempo viéndolo a él y aprovechamos para conocernos, mi nombre es Paul Martín, mucho gusto.
Me extendió su mano, yo lo mire sin decir nada, pelo negro, ojos verdes, buen cuerpo, bien vestido, voz profunda, de unos 28 años.
- Dime te gusta lo que ves.
- Pues si, definitivamente me gusta y mucho.
- En ese caso, que hacemos perdiendo el tiempo aquí, porque no nos vamos conozco un sitio espectacular y luego podemos ir a mi casa, o vamos directo si lo prefieres.
El tipo se acerco a mi, diciéndome esto ultimo al oído, vi hacia la pista y Dúo me estaba mirando con una expresión seria mientras seguía bailando, en ese momento sonó el localizador y me levante de la silla, Paul pensó que me iría con él e intento agarrarme la mano, lo mire con furia y le dije
- No te estaba viendo a ti, sino a él – le señale a Dúo –, si me disculpas.
Fui hasta la pista, Dúo al verme se detuvo, le dije al oído que teníamos que irnos, lo tome de la mano y salimos a toda prisa a buscar la moto para regresar a la casa. Paul nos siguió y cuando me montaba en la moto y la encendía, nos alcanzo.
- Oye tu, crees que puedes burlarte de mi.
- Yo no me burle de ti, fuiste tu mismo, no te das cuenta que haces el ridículo.
- Estupido, tu no te vas con él, te vas conmigo.
- Heero …
- No te preocupes Dúo, ven móntate debemos irnos.
- No, no te será tan fácil, si no es conmigo no será con él tampoco.
- Aaaaaaay! Suéltame la trenza animal.
Ese maldito había agarrado a Dúo por su trenza, me enfurecí, saque mi arma y le apunte.
- Suéltalo maldito – Paul al ver el arma soltó inmediatamente a Dúo y este lo golpeo en la cara, le rompió la boca y se subió tras de mi.
- Malditos me la van a pagar, voy a llamar a la policía los acusare de asalto.
- Si llámala y yo diré que estabas acosando a dos menores, si ambos somos menores de edad, si te vuelvo a ver en este sitio te daré una paliza que no podrás levantarte en meses.
- Sujétate fuerte Dúo! – arranque a toda velocidad mientras sentía a Dúo aferrarse a mi con fuerza y me sentí feliz.
Al llegar a la casa todos nos esperaban, incluso estaba allí el jefe de Preventer y director Milliardo Peacecraf en persona, y se me revolvió el estomago aun no olvidaba nuestros encuentros y lo de libra. Al llegar Milliardo nos miro de una manera especial, que bien supe descifrar, Dúo se había quitado la chaqueta y mucho de su cabello se había soltado de la trenza, no me gusto la mirada de Milliardo, claramente podía verse el deseo en sus ojos y Dúo se dio cuenta y no pudo evitar sonrojarse, cosa que hizo que Milliardo se sonriera al darse cuenta de lo que había provocado.
- Bien jóvenes, acabamos de recibir información de un atentado contra la reina Relena Darlian, así que necesitamos obtener toda la información posible, ese será su trabajo y esta vez yo los acompañare, tengo mi propio interés en esta asunto y no admitiré ningún error, toda información la manejaremos inmediatamente, se reportara todo, cualquier cosa, directamente a mi, saldremos inmediatamente, prepárense yo mismo lo llevare.
Subimos a cambiarnos, nos pusimos el uniforme, Dios!, iba a pasar otro mal rato, Dúo se veía espectacular en ese uniforme negro entallado al cuerpo, hacia resaltar la piel blanca y suave del dios de la muerte. Buscamos el equipo que siempre teníamos preparado con medicina, agua, comida, cuerda, municiones, Dúo llevaba sus patentadas bombas explosivas y los detonadores.
Bajamos y Milliardo nos distribuyo en el auto, él en la parte delantera con el chofer y Dúo a su lado – demasiado juntos – y los demás en la parte trasera, lo hizo apropósito solo quería tocar a Dúo, ese maldito morboso. No podía oír lo que le decía a Dúo por el vidrio divisorio.
- Maxwell necesito de tu habilidad para entrar a la base enemiga sin que nos descubran, pero no quiero que te pongas en peligro, solo entras, sacas la información y ya, los demás te apoyaran en caso de que te descubran. – Diablos no se que tiene este chico, pero me desconcentra, siento mi cuerpo arder, deseo tocarlo y ese olor, ese delicioso olor a hierbas, flores, bosque, salvaje que me embriaga, se que el puede sentir lo que siento, esta nervioso y sus mejillas rojas lo delatan, tengo que controlarme, nunca me había pasado algo así antes.- no te arriesgues.
- Sr. Peacecraft, soy un piloto gundam, estoy entrenado para esto, así que no debe preocuparse por mi. – Que le pasa a este tipo, esta tan cerca que puedo sentir su calor y me pone nervioso, no puedo evitar que mi cuerpo tiemble y se erice mi piel, y lo peor de todo es que él se ha dado cuenta, porque tiene que rozar mi pierna con la suya, Heero te necesito, ayúdame!.- Saldré de allí sin que me noten.
- Si eso lo se, pero no esta demás un poco de precaución, ya llegamos.
- Tendré cuidado señor.- Porque tomo mi mano, no tiene que ayudarme no soy una chica, siento escalofríos, porque no me ha soltado aun. – Que haremos ahora?
Pero que diablos, porque ese rubio desabrido tiene agarrado a Dúo de la mano, ese cretino, porque no lo suelta, voy a matarlo.
Subimos a la nave y nos dirigimos al sitio, estudiamos los planos y los planes a seguir, yo iría con Dúo y los demás apoyarían desde fuera.
Llegamos al edificio que funcionaba como base enemiga, yo entre con Dúo siguiendo sus pasos, yo soy bueno en infiltrarme sin ser descubierto, pero Dúo era el mejor, debía reconocer que nunca lo habían descubierto antes y a mi si. El pudo abrir el conducto de aire y entramos, con los planos llegamos a la sala de información y copiamos los archivos, borramos nuestras huellas y salimos sin ser vistos.
- Heero, puedes entregarle esto a Milliardo, no quiero verlo.
- Porque?
- No me siento bien cuando estoy con él, es muy extraño, me pone nervioso.
- Esta bien, yo lo haré, espera fuera…
Todos estaban reunidos en la sala de conferencias para la nueva misión, la plana mayor de Preventer estaba allí, Lady Une, Noin, Milliardo, Sally y otros altos oficiales y por supuesto nosotros cinco. Las tropas se dividirían en tres bandos para cubrir los flancos enemigos, Milliardo daba las órdenes.
- Muy bien, estarán divididos así: Lady Une, Yuy y Chang junto con el escuadron Alfa en el primer grupo; Noin, Sally, Winner y Barton en el escuadron Beta, en el segundo grupo; en el tercer grupo con el escuadron de asalto iré yo y Maxwell, alguna pregunta…, si dime Noin.
- Señor es muy peligroso que vaya solo con el escuadron de asalto, necesitara refuerzos.
- Noin solo atacaremos el Sistema de comunicaciones, si somos mas se darán cuenta, si pasa algo pediremos refuerzos. Bien es hora de irnos.
- Maxwell, seremos la distracción y tu destruirás el satélite, no podemos fallar, el éxito de los otros depende de nosotros.
- Yo no fallare, lo prometo.
Alcance a Dúo antes de que saliera, quería hablarle antes de irnos.
- Dúo, por favor cuídate, estarás solo, no tendrás quien te cuide las espaldas.
- Heero, no te preocupes, yo estaré bien, volveré y saldremos otra vez a bailar, aun necesito aprender muchas cosas y tu tienes que enseñarme.
- Trato hecho, te estaré esperando.
Continuara…..
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