Disclaimer: KHR! no me pertenece, todos los personajes son creación de la grandiosa Akira Amano-sensei, yo solo tengo el gusto de escribir historias de mis animes favoritos y la trama de este fic.
Notas de la autora: lamento el atraso con el capítulo, agradezco a las personas que se toman su tiempo para leer y seguir este fic.
Después de ver que me notificaran del error de tiempos en el fic, gracias por señalármelo 1827Forever1827, tuvo que leer los capítulos y arreglar el lio en el que me metí (después pensé todo es posible con el poder del trinisette, pero este es un mundo alterno). Y me puse a corregir el capítulo 5. Hay un par de ligeros agregados, también se revelo quien es uno de los padres de Dino y Tsuna.
Hace 7 meses Vivian juntos Reborn y Lambo, pelearon y lambo se fue.
Hace 6 meses, Tsuna llega a vivir con Reborn.
Hace 4 meses, a Reborn le dicen que Lambo se accidento. (Lambo estuvo en coma dos meses).
Hace una semana, Lambo despertó.
Nota de la autora 2: recientemente caí en cuenta de que los capítulos no tenían título, así que me puse a bautizarlos.
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Capítulo 6.
El aroma a petricor*1 siempre era de alguna forma reconfortante. La suave lluvia que calló fue inesperada. Aun recordaba que Dino le había insistido en que debía llevar el paraguas, pero él se negó a tomarlo. Había meditado su venganza en contra de Reborn, aun así no se le ocurría nada en concreto. Su papá rara vez hablaba acerca de su hermano. Reborn Vongola era considerado un empedernido casanova, tal vez sería por eso que tenía una casa y un penthouse. Entonces lo recordó, el teléfono de la casa no había sonado nunca, lo que significaba que Reborn vivió con alguien en esa casa.
– ¿Quién sería? –musito mientras continuaba caminando.
Un misterio tras otro, al llegar a Japón pensó que todo sería aburrido; sin embargo las cosas estaban dando un giro interesante.
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Reborn no era una persona insegura por naturaleza. Es mas no tenía ninguna relación con Lambo como para pagar toda su estancia en el hospital –aun así lo hizo–, sin ninguna clase de obligación o compromiso. Incluso tuvo que pedirle a Shamal explícitamente que el fuera el que atendiera a Bovino.
Escucho como la puerta de su consultorio se abría de golpe.
– ¿Qué quieres? –cuestiono sin alzar la vista.
– Oh, vamos Reborn… no pueden jugar a ser niños –sentencio el contrario–. Hable con Lambo. Le dije que pagaste su estancia.
– no era algo que te correspondiera –gruño.
– Huy, que miedo… él dijo que te lo pagaría. Deberían ser más sinceros. A este paso te quedarás a vestir santos.
– No me interesa el matrimonio.
– No seas un mentiroso, Reborn estuviste casado con Luce –dijo Shamal alzando la voz.
Como amigo, Shamal sabía que estaba pisando en un campo lleno de minas. Pero a estas alturas estaba a punto de secuestrar a Reborn y obligarlo a encarar a Lambo. En alguien debía caber la prudencia. Noto de inmediato que el semblante siempre firme de Reborn se tornó taciturno.
– Eso fue diferente –musito con voz baja.
– ¿Por qué?... Reborn, sé que no te gusta hablar de Luce –menciono el nombre con melancolía–. Señor playboy, por si no te diste cuenta dejaste de salir con muchas personas cuando comenzaste a salir con Lambo.
– No te incumbe.
– Soy tu amigo, pese a que eres un desgraciado, sádico con mil defectos –sentencio–, es molesto verte actuar como un escuincle*2. Sé que no te gusta hablar de Luce, sé que es molesto y fastidioso… que ese tema es un tabú para ti. No te estoy diciendo que la olvides, nunca te pediría algo así. No fuiste el único que resintió su muerte.
Noto el semblante de Reborn furioso, no obstante tenía que jugar su carta más fuerte. – A ella no le gustaría verte así. Todas las noches de playboy… –y con esas palabras pronunciadas, Shamal salió del lugar, esperando que por lo menos Reborn recapacitara; por supuesto era más fácil decirle que sería padre. Pero eso debía hablarlo con Bovino.
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Hospital de Namimori…
Cada vez que lo meditaba una opción le disgustaba más que la otra. Podía hablar con Reborn, pero se negaba rotundamente a hacerlo. La otra opción era hablar con su padre; casi podía imaginar el rostro de su padre disgustado.
Exhalo intentando calmarse. La enfermera había sido muy amable al entregarle su celular. Pese a que siempre se mantuvo firme en cortar toda relación de raíz con la familia Bovino, se estaba comenzando a sentir acorralado. El número no estaba en su lista de contactos, lo tenía escrito dentro de la tapa del celular. Era algo tonto guardar aquel número. Aun así por lo menos procuro siempre tener a su alcance el número de su familia.
Indeciso comenzó a teclear el número. Se le hizo eterno el momento en el que contestarán desde el otro lado. Desafortunadamente el teléfono de su casa y tampoco el de su padre atendieron su llamada. Su única opción era llamar a su hermano, con mano temblorosa ingreso el número que juro que nunca marcaria.
– hasta que te dignas a llamar, ¿qué quieres?
– Yo. No es nada. Solo quería saber cómo estaba la familia.
– Solo di que necesitas dinero, no necesitas fingir.
Lambo se fastidio. Ahora recordó que el carácter de su hermano siempre había chocado con el suyo. Tenía la pequeña esperanza de que contestara su padre, pero no, había llamado a su hermano con la ilusión de que el mayor no le respondería la llamada.
– Sabes que olvídalo, no tengo tiempo para esto Verde.
– Y que esperabas. Dos años sin saber de ti. ¿Dónde estás?... no puedes huir para siempre.
– En primera hui porque me querías casar en contra de mi voluntad, nii-san.
– Era un buen partido –sentencio.
– Es mi vida –señalo con énfasis–. Olvídalo, pásame a padre.
– Cuando planeas decirme que seré tío.
Era lógico suponer que su hermano estuviera al tanto de su vida.
– YO…
En ese momento la puerta se abrió. Vio a Verde, lucia igual que siempre. Cabello desordenado de color verde.
– No creerías que no sabía que estabas en el hospital –dijo–. Sé todo, no necesito los detalles –le espeto–. Entonces iré directo al punto que me atañe… ¿Qué harás? Si no contactaste al otro padre, es porque no lo quieres ver.
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Reborn medito las palabras de Shamal. Con paso firme salió de su consultorio. Sabia el número de la habitación a la que tenía que dirigirse, Shamal tenía razón era tonto no ir a ver a Lambo. Definitivamente terminarían y sería capaz de seguir con su vida.
Iba a abrir la puerta esta estaba semi abierta, permitiéndole escuchar la voz de Lambo y la de alguien más discutiendo.
– Padre esta emocionado… tanto que no ha dejado de fastidiar con que será abuelo. Tuve que hacer mucho para que no viniera, es igual que tú.
– Nii-san, no se lo pudiste ocultar –pregono exaltado Lambo.
– Fue mucho ocultarle que estuviste en coma, imagínate como se hubiera puesto. Es un exagerado.
– No para nada. Pensándolo bien, gracias por no decirle –dijo Lambo de forma escueta.
– Bueno, haremos de cuenta que el padre murió en el accidente –explico Verde–. No quiero ver a papá con sus dramas de su hijo soltero y embarazado.
Reborn no era un hombre impulsivo, pero se encontraba más que mosqueado por lo que estaban discutiendo. Fue entonces cuando cavilo, las palabras soltero y embarazado. Recordó la discusión, como inicio su pelea con Lambo. Este le había dicho – ¿Qué harías si tuviéramos un hijo?–. De golpe se abrió la puerta, ambos hermanos sintieron un aura amenazadora.
– ¿Cuándo me ibas a decir que seré padre? –replico ligeramente molesto.
Lambo trago saliva en seco. Sintió la molestia en su garganta.
– oh, vaya sorpresa. Doctor Vongola –saludo Verde–. No esperaba verlo aquí atendiendo a mi hermano. No cree que sea muy escandaloso entrar así.
– Verde –arrastro el nombre.
– Tenía mucho tiempo que no te veía ex-compañero de instituto. Veamos, Lambo, no me digas que es el padre –fingió sorpresa en su voz. Aunque internamente le divertía aquella situación.
Lambo se quedó estático. Si pudiera salir del lugar sin duda alguna lo haría.
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Shamal estaba en revisando algunos papeles cuando de pronto entro de golpe y sin llamar a la puerta una de las enfermeras, de inmediato noto que el semblante de Suzuki se mostraba asustado.
– doctor, tenemos a un par de hombres problemáticos la habitación del señor Bovino.
Shamal suspiro y entonces pregunto: – Recomiendo que llames al personal de seguridad.
– ya lo hice, pero noquearon a los guardias. La situación es mala y el paciente se está alterando, Hana está intentando calmar al paciente.
Continuará…
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