Gaara, Dei y su padre Nagato se encontraban ahora si reunidos en un centro comercial para poder buscar unas cuantas decoraciones para la pequeña y familiar celebración que harían a Asahi quien cumpliría su primer año de vida y por el cual todos estaban emocionados al parecer. Dei se encargaba de buscar cosas acorde a un pequeño por lo que lo que elegía eran decoraciones en tonos brillantes y con varios animales en ellas, Nagato observaba atentamente lo que su hijo mayor elegía para su sobrino haciendolo sentir satisfecho y salvado de que éste lo acompañara, pues no tenía idea de qué compraría. Después de algunos minutos los dos hermanos se encontraban charlando mientras que sí padre curioseaba entre las cosas de bebé buscando un regalo para Asahi y hasta algunos posibles accesorios que necesitaría su bebé en camino, pues si mal no recordaba, Minato pronto estaría rozando los 6 meses de embarazo, lo que le hacían comenzar con los preparativos de la habitación del pequeño, algunos juguetes y cosas que necesitaban los bebés…
-Gaara, recuerda por lo que me acompañaste…
-Esta bien, entonces ¿Qué clase de prueba de embarazo quieres?
-La que me diga que no…
-No creo que encontremos una de esas…
-¡Concentrate! No vengo a eso, necesito esas pastillas anticonceptivas o estaré perdido.
-¿Enserio te acostaste con Itachi? ¿Y qué pasó con eso de no dormir con nadie hasta haberte casado?
-¿Vas a ayudarme o a recordarme todo lo que pasó en ese viaje?
-Esta bien, esta bien… ¿Y cómo te fue con Itachi? ¿En verdad es tan buen amante como se vanagloria a sí mismo?
-No me hagas entrar en detalles por favor… no es momento para estar diciendo esas cosas, por favor…
-Esta bien, vuelvo en unos minutos, mientras tanto encargate de entretener a nuestro padre…
Después de esa secreta y oculta charla, Gaara con la perfecta excusa de ir al baño se ausentó por unos minutos en donde el interrogatorio de Nagato era de lo más incómodo, además de que tampoco era el mejor lugar para tener “esa” charla…
-Entonces ¿Dices que realmente no pasó nada de “eso” mientras estuviste fuera de casa?
-Por supuesto que no… y ten por seguro que nunca sería ese bastardo…
-Te entiendo, pero creo que es momento de decirte algo que te servirá para…
-¡No quiero saber! Ya sé lo que sucede, y sé que no existe la cigüeña ni venimos de una semilla ¿Enserio crees que me tragaría ese cuento que sé estabas a punto de contarme? No tengo cinco años…
-Creo que sí, entonces supongo que sabes que al momento de que un varón introduce su…
-¡Papá! No es ni el momento ni el lugar…
-Pero Minato siempre esta en casa evitando hablar del asunto… yo solo quería educar a mis hijos en cuanto a…
-¿Crees que no tengo la experiencia de mi hermano Gaara? No quisiera tomarlo de ejemplo, pero sé lo que tiene que pasar para que un bebé llegue al… Cuerpo de una persona…
-¿Pasa algo Dei?
-No… Nada…
-Enserio lo lamento, me hubiese gustado ser un buen padre y poder haberlos educado mejor, aunque no tienes que ser tan gritón… no sé muy bien cómo se padre y trato de dar mi mejor esfuerzo ¿Sabes?
-Lo siento, es solo que me tomaste por sorpresa y… no es el momento, ni el lugar y mucho menos ya la edad…
-Creo que tienes razón… ¿Al menos de puede decir que lo intenté?
-Por supuesto… Y no miento al decirte que no eres tan mal padre, me alegra saber que te importamos.
-Por supuesto que me importan Dei, son mi familia.
El pelirrojo abrazó a su hijo como de vez en cuando lo hacía siendo correspondido por su hijo mayor. La escena sólo se vió interrumpida por otro pelirrojo de menor estatura y edad que llegaba de lo más sereno del mundo…
-Listo, podemos seguir haciendo todos nuestros encargos.
Los mayores asintieron y se dedicaron el resto de la tarde a buscar lo que Minato les había escrito en una pequeña lista para no perder detalle de la familiar y pequeña celebración para el miembro más pequeño de la familia.
Cuando llegaron a casa Dei y Gaara se fueron juntos a una de sus reuniones de hermanos en donde el rubio se encontraba sumamente nervioso al pedir que le entregara lo que había encargado a su hermano menor…
-¿Las tienes?
-Por supuesto que sí, aunque de ahora en adelante deberás decirle a Itachi que debe usar preservativos.
-¡¿Qué?! Cómo si me fuera a acostar con él otra vez.
-¡No dramatices! Que yo sé bien que mañana estarás bastante “ocupado”
Dijo el pelirrojo con cierto aire sugerente haciendo sonrojar a su hermano mayor…
-y por cierto ¿Invitarás a Sai?
-Se invitó solo.
-No me sorprende, es su hijo no importa cuanto trates de evitarlo.
-Simplemente no puedo aceptarlo, él piensa que con solo cuidarlo unos días y decirme cualquier tontería o molestar a Sasori va a hacer que yo regrese con él.
-¿Y qué tiene Sasori?
-¿Por qué Sai lo molesta?
-Ni lo sé, están actuando raro desde hace unos días e irritan a Sasori con lo mismo, y lo peor es que ni él sabe por qué.
-En ese caso debes hablar con Sai, que sea claro de una vez por todas.
-Creo que tienes razón, además quiero que se aleje de mi relación con Sasori ¿Puedes creer que nos estuvo siguiendo durante nuestra cita?
-¿Los siguió?
-Y no solo era Sai, sino que Obito “arrastró” a este para hablar con Sasori sobre algo que era bastante importante para él, aunque nunca dijo nada y se limitó a hacerse el gracioso y a irse a no sé donde para quien sabe qué.
-Eso suena, bastante extraño…
-Solo espero que no estén tramando algo malo, sino Sai me las pagará.
-Solo asegúrate de no arrepentirte después…
-¿Qué? ¿Yo? ¿Arrepentirme?
-No sé, tengo un raro presentimiento, sé que son idiotas, pero no llegarian a tanto como irrumpir en una cita ajena solo por “una broma”.
-Creo que harías buena pareja con Itachi, se conocen tanto mutuamente…
-¡Ni lo pienses!
-Ya lo veremos…
CONTINUARÁ...