Con Kakashi
-Iruka, por favor, no puedes dejarme así…
-Claro que si puedo, recuerda que sigo molesto por lo de la oficina…
-¿Por eso? Pero Iruka, han pasado días desde aquello, en la oficina ya ni siquiera hablan de eso…
-Pero aun me queda la vergüenza de ese momento, y del hecho de que tu padre nos vió…
-Te digo que debió olvidarse de eso hace también varios días…
-¡No voy a hablar sobre tu…!
En ese momento un mareo inexplicable se hizo presente en el cuerpo del castaño, haciendo correr a este al baño más cercano de la casa, las arcadas llegaron cada vez más constantes, dando como resultado el pronto vómito… Kakashi estaba sumamente sorprendido por la repentina acción de su pareja. Se acercó hasta donde Iruka estaba y le ayudó dando algunas palmadas en la espalda de su esposo, al igual que algunas cariñosas caricias en la misma.
-Iruka ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo?
-Agua…
Decía entre arcadas y algunos sonidos desagradables propios del acto. Kakashi cumplió con lo que su pareja le había pedido y pronto el castaño ya se encontraba tomando el vaso con el líquido de las manos de su pareja.
-Gracias Kakashi.
-No hay problema pero ¿Te sientes bien?
-Ahora sí, lamento la preocupación, quizás haya sido algo que comí o el estrés.
-O quizás mi esperma si ha hecho bien su trabajo.
Decía un entusiasmado peligrís mirando al sorprendido de su esposo, aunque no debían ilusionarse antes de tiempo, puede que Iruka solo se hubiese mareado por haberse enojado tanto con el mayor.
con Minato
-¡Nagato!
llamaba el rubio a su aún esposo quien tranquilamente se dirigió a la habitación que compartían, el pelirrojo estaba secándose las manos debido a que se encontraba lavando los platos que habían utilizado el día anterior en la fiesta de Asahi.
-¿Qué sucede Minato? ¿Te sientes mal? ¿Algo le pasa a Menma?
-No tonto, acercate.
el mayor le hizo caso, cuando de pronto el rubio tomó ambas manos de este y las colocó contra su vientre, la reacción del mayor no se hizo esperar, sus ojos se le inundaron en lágrimas al sentir los movimientos de su hijo no nato, ese era su pequeño, su último pequeño que tendrían en sus brazos, acto seguido abrazó al hinchado vientre poniendo su mejilla en donde anteriormente se encontraba su mano, sintiendo nuevamente esos golpes. Minato estaba encantado con lo que veía, su esposo casi llorando debido a las sensaciones que su pequeño le permitía a través de sus pequeños movimientos.
se quedaron un momento más así hasta que pronto ambos se habían quedado dormidos, el pelirrojo se había tomado unos días libres para poder estar con su familia y vaya que los estaba aprovechando…
Con Deidara…
-¿Entonces sigues cayendo en su juego pero no eres capaz de corresponderle?
Decía un pelirrojo a modo de pensar en lo que recientemente había comentado su hermano mayor.
-No, simplemente no siento lo mismo que él siente por mi…
-¿Ah sí? ¿Y qué es lo que sientes por él y en qué es diferente a lo que él siente por ti?
-Es molesto, cree que es gracioso, se siente el último hombre del maldito mundo y es tan insistente que me fastidia… es un idiota.
-¿Y eso cómo te hace sentir?
-Me hace sentir estúpido…
-Entonces estas enamorado, y si no, te estas enamorando.
-¿Yo? ¿De ese idiota?
-Aunque no lo quieras ver de ese modo eso está pasando Dei, el amor es así de simple, encuentras a la persona mas estupida del mundo, y sabes que es estupida cuando te hace sentir igual a ella, no te importa más que saber de esa persona y nunca encuentra un por qué en cuanto a amarlo.
-Gaara, sabes que te respeto y no me atrevería a decir nada en contra tuya pero ¿Acaso sabes de lo que hablas? ¿Teniendo un hijo, un pretendiente de la edad de mi acosador y el padre de ese bebé queriendo redimirse? ¿Que sabes tu de eso?
-No necesito ser un maldito genio, ni nada de eso que dices para saberlo, te lo digo porque yo lo sentí aunque sea los unos minutos hasta que sentí que hacían pedazos mi mundo, porque… eso sentí con Sai…
-Gaara yo…
-No digas nada, solo te diré que no lo perdonaré tan fácil, le tiene que costar…
-¿Sasori sabe de esto?
-No, y te agradecería que no le dijeras, ni a él ni a nadie.
-No lo entiendo Gaara, dices odiar a Sai, pero tampoco quieres dejar a Sasori ser feliz con alguien más, me estoy comenzando a hacer a la idea de que eres un poco egoísta.
-Es simplemente que aun no tengo la mente clara, quiero a Sasori, y bueno, Sai es… diferente, una parte de mi lo odia por hacerme pasar por esto, aunque también tengo parte de la culpa y… olvídalo, estábamos con tu problema, tienes que ser claro con lo que quieres que pase entre Itachi y tu.
-¡No quiero que pase nada!
-Si cómo no…
-Como sea, me voy, tengo algo importante que hacer.
-¿Qué acaso dijiste que ese Uchiha no era importante? Si hasta va a acompañarte a comprar materiales para tu proyecto.
-Es porque me ayudará a transportarlos…
-Pudiste pedirle ayuda a nuestros padres para hacerlo…
-No quiero causar molestias.
-Por lo que mejor le pides ayuda a Itachi Uchiha.
-Métete en tus asuntos…
-¡Solo no me hagas tío tan joven!
Ambos rieron ante lo dicho por Gaara y en seguida el rubio salió para poder dirigirse al centro comercial en donde quedó de verse con el azabache.
Con Naruto…
*en medio de una llamada telefónica*
-¡Oye teme!
-¡Cállate! ¿Tienes que ser siempre tan escandaloso?
-¡¿A quien le dices escandaloso Teme?! como sea, ¡Oye! me estaba preguntando… ¿Quieres salir esta noche? Podemos ir a comer…
-¿Ramen?
-¿Qué comes que adivinas?
-Naruto… es lo que siempre quieres comer… ¿A qué hora paso por ti?
-Eres tan lindo Sasuke, el mejor novio del mundo…
CONTINUARÁ...