con Sasuke…
-Itachi ¿Podemos dejar tus fantasías sexuales para otro momento? Tengo que comenzar a arreglarme.
-No me digas que nuevamente tu noviecito se las arregla para manipularte.
-Calla, no me manipula, solo es una excusa, quizás esta noche ninguno de los dos vuelva.
El mayor no dudo ni un segundo en soltar una carcajada poniendo de mal humor a su hermano que al parecer tenía todos sus sueños y esperanzas puestos en esa noche, pero era más que claro que eso no pasaría, Naruto por mas sobrio y caliente que estuviese no accedería tan fácil a los impulsos y ganas de su hermano, necesitaba deberle un gran favor si en verdad quería que el rubio le accediera a cometer tan indecorosos actos con su cuerpo, no por nada ya llevaba un año de especialidad en Uzumakilogía, estaba casi seguro de poder predecir el comportamiento de toda la familia con hacer un detallado plan.
-Te deseo suerte hermanito, y para que lo sepas, no son fantasías ni sueños guajiros lo que te comparto, yo ya he compartido algunas noches con Dei, y te puedo apostar que han sido las mejores noches de mi vida.
-Si no te conociera podría creerte, pero el hermano de Naruto no te da ni la hora ¿Crees que voy a estar tragándome el cuento de que ya te lo has tirado varias veces y que no solo no lo fuerzas sino que se te entrega en charola de plata? ¿Acaso crees que nací ayer? Itachi, masturbarte le hace daño a tu amigo allá abajo, y además de que a ti parece dañarte el cerebro que ya te hizo pensar más de mil posiciones sexuales con una persona que te odia, deberías hacerle competencia al abuelo de los Uzumaki, así si no ganas un premio al menos podrías ganar una demanda por acoso sexual.
-¿Terminaste de esparcir tu veneno?
-Si, ahora si me disculpas, tengo una cita con el amor de mi vida.
-¡Consiguete una vida maldito mandilón!
-¡Vete a la mierda!
-¡Dejen de decir malas palabras!
-¡Lo siento madre! Como decía, nos vemos por la mañana Itachi.
-Te apuesto a que no llegarán ni a una chaquetita.
-¿Cuánto o qué quieres perder idiota?
-Si gano serás mi esclavo por un mes, si tu ganas yo seré el tuyo.
-Eso suena estúpidamente infantil…
-Y haré cualquier cosa que me pidas
-¡Hecho!
-Suerte en tu cita Sasuke, nos vemos aquí a las 10pm
-¡En tus sueños hermano!
Sin haber avisado el segundo Uchiha se percató de la hora, sin embargo el punto de reunión con Deidara le quedaba a diez minutos en su auto, por lo que despreocupado avisó a su madre y salió con destino a un centro comercial cercano.
En otro lugar…
-¿Vas a seguir ignorándome de esa manera? Ya ha pasado bastante tiempo como para que sigas ignorando mi existencia, siento que incluso no debería disculparme de algo que es más que obvio que no tengo la culpa, lamento que lo hayas tomado como una broma pero…
-Simplemente no quiero escucharte, no estoy de humor Obito.
-¡Nunca estás de humor maldita sea!
Dijo un azabache ya bastante exasperado de la actitud de Sasori quien parecía aún en negación con respecto a lo que se había enterado ya hace varios días, es solo que simplemente no podía ser posible que un día tu mejor amigo te diga todas esas cosas juntas y que después lo haga parecer un chiste, una broma, una maldita broma que le confundía, con esa cara burlona que daban a entender que pretendía hacerte una mala jugada, pero esa voz tan seria y cargada de resentimiento, un resentimiento muy añejo que se fue clavando a medida de que los años pasaban, pero que esos celos hicieron salir a la luz todas esas palabras, sinceras y bromistas que le confunden en gran parte, no solo luchaba contra esas palabras, sino que ahora esa confesión de hace años se hacía presente haciéndole sentir que el azabache estaba forzando sus sentimientos contra el confundido y molesto pelirrojo.
-¿Quién se pasó de la raya con sus bromas esta vez?
-¡Al menos si crees que es una broma puedes pretender que lo has superado! ¡No seas injusto conmigo!
-¡¿Que no sea injusto?! ¡¿Quién está enamorado de mi en primer lugar?
-¡No estoy hablando de eso en este momento! ¡¿De eso se trata todo?! ¡¿De que me eches todo en cara?! ¡¿Y después qué?! ¡¿Volverás a fingir que nunca pasó y seguirás pretendiendo ser mi amigo?! ¡Entonces qué maldito amigo de mierda tengo que no es lo suficientemente maduro para solucionar esto sin darle más que largas a los asuntos pendientes con su “mejor amigo”!
-¡No pongas palabras en mi boca Obito! ¡Tu no lo entiendes!
-¡¿Qué no entiendo?! ¡¿Que usas a Gaara para olvidar lo que ha pasado conmigo?!
-¡Yo amo a Gaara!
-¡Y yo soy el puto rey de Roma! ¡Si serás cabrón!
-Suficiente, me largo…
-¡Sasori! ¡No me dejes hablando solo maldita sea!
-¡Tengo mejores cosas que hacer!
-¡Ven que no hemos terminado!
-¡A mi me pareció que si!
El pelinegro ya bastante enojado con la actitud terca del menor decidió cargarlo como si fuese un saco de papas y llevarlo nuevamente al campo de batalla que era su habitación compartida.
-¡¿Qué mierda te pasa Obito?!
Dijo una vez que dejaron caer al pelirrojo sobre su cama.
-¿Qué tengo que hacer?
-¿Sobre qué?
-¡Para que te des cuenta de que no es una broma y que puedas comenzar a aceptar lo que siento por ti!
-¡No hay nada que puedas hacer! ¡Yo no puedo creerte ni amarte! ¡Amo a Gaara!
-Tengo un trato para ti…
-¡No más Obito!
-¡Calmate! Agendaremos una cita y haremos pruebas de ADN, si eres un doncel dejarás de dudar de mi, si los estudios resultan negativos… Yo…
-¿Tu qué?
-Dejaré que sigas pretendiendo a Gaara, no volveré a jugarte bromas ni volveré a forzar mis hacia ti y…
-¿Y?
-Lo más importante... no volverás a verme…
CONTINUARÁ...