-Si, creí que habíamos progresado en nuestra relación pero parece que tu no tienes ya ese interés, sólo pretendes que se quede de este modo…
Dijo el rubio en un todo demasiado molesto y hasta se podría decir que decepcionado.
-Pero no importa, creo que tienes toda la razón y aceptaré la culpa completa por no decir en buen momento que eres lindo y…
-¡Deidara!
Aquel llamado le hizo guardar silencio y observar al azabache quien no demoró en besarle.
-¿Me crees idiota como para desaprovechar una oportunidad así? Tienes que sonar más convincente si quieres que me aleje de ti.
Observó aquellos ojos azules que parecían tener brillo propio y acarició ambas mejillas con los pulgares.
-¿Quieres un poco de sexo de reconciliación en el asiento trasero?
-Podrías decirlo de una manera más sutil idiota.
Con Obito…
Flash back...
Después de todo el revuelo médico por el que pasaron, la eterna espera (o al menos parecía eso para el pelirrojo) aquellos resultados estaban listos para poder ser leídos ante los impacientes jóvenes…
-¿Y bien? ¿Tiene los resultados?
-Un poco de paciencia jovencito, primero tengo que esperar a que se calmen.
El Sasori y Obito se sentaron inmediatamente y guardaron silencio para que el doctor pudiese proseguir con la explicación.
-Sinceramente en un principio pensé que era ridículo el hecho de hacer nuevamente esta clase de estudios, es de lo más evidente que… Bueno, no importa, bien, creo que ambos quieren que les de los resultados para que puedan irse.
Sacó aquel sobre amarillo abriendolo con parsimonia y comenzando a leer los papeles, lanzó una última mirada al azabache quien asintió de manera seria, dando así con el veredicto final…
-Bien, al parecer todo esta en orden, el joven Sabaku es un varón.
El pelirrojo suspiró aliviado como sabiendo aquel resultado mientras que Obito le miraba de reojo tratando de contener su mal humor que le causaba la situación.
Ambos jóvenes salieron del consultorio en silencio, el cual era sumamente incómodo para el azabache.
-Muy bien, creo que entonces esta duda está aclarada, muchas gracias doctor.
Agradecieron y salieron de la clínica, aun en ese silencio que parecía eterno y aún más incómodo.
-Ehh… Obito, espero que esto te quede como prueba de que algo como lo nuestro es imposible…
Trató de tomar el sobre que el pelinegro poseía, sin embargo esté le apartó.
-¿No te molesta que yo lo guarde? Ya sabes, a modo de recuerdo, de que salir contigo es imposible.
-No tengo problema, pero quería leerlo.
-¿Encima quieres restregarme eso en cara?
-No, lo siento, solo quería estar seguro.
-Ya lo ha dicho el doctor, eres un varón ¿Qué mas quieres saber?
-Tienes razón, es lo único que importa.
Llegaron a la casa Uchiha en medio de un silencio incómodo, el cual todos los presentes notaban y nadie se atrevia a terminarlo, todo por la repentina noticia y el hecho de que ahora la mayoría conocía aquella apuesta que habían hecho ambos jóvenes. Todos despues de la cena se fueron a dormir, excepto un azabache y su mejor amigo...
-Pain, eres de los amigos en los que más confío, por favor nunca le digas nada de esto a Sasori.
-¿Y entonces te vas? ¿Sólo así? ¿No le dirás la verdad?
-¿Y arruinarlo y hacer que me odie? Traté de hacerlo entrar en razón de la manera sencilla, no puedo hacerle esto.
-¿Y por eso le vas a volver a mentir?
-No viste su cara de convencimiento de que es un varón, no puedo con ello. Solo ve esto como algo positivo, me iré y quizás tambien me ayude, no puedo seguir con estos sentimientos, es lo mejor.
-¿Lo dices enserio?
-No, pero no puedo ponerme a rogarle, ya he tenido muchos rechazos, ya no estoy dispuesto a rogarle.
-Si es lo que quieres y necesitas no soy nadie para decirte qué hacer, solo cuídate ¿Esta bien? Cualquier cosa no dudes en llamarme.
-Gracias Pain, eres con el único que puedo hablar seriamente.
Después de un abrazo fraternal el azabache se dispuso a empacar sus cosas, había hablado también previamente con su padre quien estaba feliz de que el azabache volviera a Suna, por su parte Mikoto estaba un poco extrañada por la repentina noticia, pero no hizo mas que apoyarle.
Con Itachi
-Vamos Itachi… un poco mas rápido, por favor.
-No estés tan ansioso, no lo hemos hecho en un tiempo, no quiero lastimarte.
Contestaba el azabache a medida de que Deidara comenzaba a pedirle que arremetiera más fuerte contra su interior. Hacía demasiado calor dentro del vehículo pero parecía mi importarles, solo estaban ellos dos y no importaba nada más, Itachi no desperdiciaría una oportunidad como esa, sabiéndose deseado por el rubio y que le daba la Libertad de hacer cuanto quisiera con su cuerpo ahora lo tenía sobre su miembro y suplicándole ir más rápido, sus pieles perladas por el sudor les hacían ver atractivos el uno para el otro, eso ya no era solo sexo casual.
-Te amo Dei… te amo tanto.
Recostó al rubio para tomarle por las piernas y embestirlo tan rápido como podía, sentía el cosquilleo previo al orgasmo, dejando salir su esencia en el interior de su acompañante. Exhaustos, Itachi se recostó sobre el pecho de su amante.
-Entonces Dei ¿Quieres salir conmigo? Ya sabes, como pareja.
-Por supuesto que si tonto.
Respondió con la respiración agitada y una enorme sonrisa, tal vez podría llegar a quererlo como el Uchiha se merecía y solo era cuestión de tiempo, después de todo ya le gustaba ese fastidioso e insistente azabache.
-¿Ves qué siempre consigo lo que quiero?
Contestó orgulloso de sí mismo, ganándose una mirada molesta del rubio.
-No me hagas arrepentirme cinco minutos después de haber aceptado, aunque si supiste aprovechar la oportunidad, estos fueron mis únicos segundos de vulnerabilidad, depende de ti que esta relación funcione, si tu te esfuerzas también lo haré.
-No tienes por qué empezar con amenazas, es obvio que me he esforzado y seguiré esforzándome.
-También deberías agradecer el mérito a tu enorme miembro.
Bromeó el rubio y solo se separaron para tomar sus cosas y acomodarse la ropa como en el caso de Itachi.
-¿Quieres que te lleve a casa?
-Por favor.
-¿La tuya o la mía?
-Hablo en serio Uchiha.
-Está bien, está bien, creí que te habías relajado un poco, digo, esa broma sobre mi miembro había sonado tan fuera de tu zona de confort.
-No era broma, enserio tienes mucho qué agradecer.
Ambos rieron ante ese último comentario y partieron hacia la casa Uzumaki como último destino en esa magnífica noche.
CONTINUARÁ...