-¿Entonces sólo es eso? Deidara, primero te pillo de fácil y ahora quieres ir a otros extremos usando a Gaara para conocer extranjeros, enserio que mi hermanito te ha contagiado su fijación por los chicos lindos.
Gaara no cabía en la sorpresa, su hermano, el defensor de la justicia, el más honesto de la familia, la vecina chismosa que nunca tuvo había mentido para protegerlo. Pero ya después de las cobraría muy caras porque Deidara estaba haciendo todo un sacrificio para no enterar a su hermano.
-Eh, si, es solo que quiero confirmar si es verdad que los chicos de ahí son tan lindos como dice…
-Para mí que ni así olvidarás a Itachi…
-¡Cállate! No es eso, yo en verdad los odio, no solo a Itachi, todos me han desagradado bastante.
-Si claro… Bueno señoritos, me retiro, iré con papá a traer unos encargos del abuelo Jiraiya…
-Que te vaya bien, y también con el imbécil con el que te la pasas mandando mensajes por las noches.
-¿Revistaste mi teléfono? ¿Imbécil?
-Así apareció el contacto…
-A si, ya recuerdo, es el molesto de Sasuke, fue la única manera en la que pude quitármelo de encima ¿Pueden creer que me estaba rogando por una cita?
-Y al parecer no ha entendido que no quieres nada con él.
-No, nunca entiende, bueno, me voy.
Naruto salió de la habitación y Gaara volvió a su conversación.
-Gracias Dei-nii ¿Qué me obligarás a hacer?
-Quiero que cuando te crezca la barriga me mandes unas cuantas fotos con mis regalos, quiero asegurarme de que no andes enfriando esa pancita por tu orgullo de andar usando la ropa ajustada que tanto te gusta.
-No sé por qué siempre termino haciéndote caso.
-Es porque yo te protegeré tu secreto mientras decides ponerte los pantalones y afrontar las consecuencias de haberte acostado con un desconocido tan irresponsable como el Uchiha, aunque también tú tienes la culpa por dejarte hacer y por no decirle nada hasta ahora, y por lo que sé, es obvio que no se lo tomará muy bien cuando Sai se entere.
-Por eso no se lo diré nunca…
-¡¿Y qué crees que pensará cuando te vea con un bebé?!¡¿Qué nació de una semilla?!
-¡¿Podrías bajar la voz?!...¿Y quién dice que lo veré otra vez?
-El destino da muchas vueltas, además si dices que le dejaste la prueba positiva en su buzón claro que lo sabrá…
-De todas maneras como si le fuese a dejar acercárseme tan fácil, primero levanto un muro de diez metros y lo rodeo con un lago de cocodrilos, anguilas eléctricas y pirañas antes de que quiera ver al que por derecho es su hijo.
-Pero no dejará de ser su hijo, bueno, pierdo el tiempo hablando estas trivialidades ¿Vendrás a cenar con la abuela y con mamá?
-Ahora bajo, solo quiero arreglar unas cosas por aquí, y con cosas me refiero a que quiero empacar mi consola de videojuegos, puede que me vaya a estudiar, pero no quiere decir que solo estudiar vaya a ser mi prioridad, tengo necesidades ¿Sabes?
-Tú nunca cambias, ¿Bajas en cinco minutos?
-Sí, lo sé…
Deidara bajó con las mujeres pero antes de llegar a donde estas estaban reunidas pudo escuchar una rara conversación…
-Gaara ha estado extraño, ya no es el mismo, pensaba que todo estaba muy bien, pero comienzo a notarlo un poco alejado de todos ¿Se habrá enterado ya sobre lo de Minato?
-No te hagas esas ideas, los jóvenes de ahora son así, de seguro sigue pensando en todo lo que hará en Suna, Kushina, si lo hubiese sabido ya no te estaría llamando “mamá” cada vez que se dirige a ti…
-Madre, Gaara dice que bajará en un momento ¿Necesitas algo?
Las mujeres automáticamente cambiaron toda la charla, pero ¿Qué era lo que pasaba con su padre? No podría llegar preguntar a lo bestia, sólo delataría que estaba escuchando conversaciones que no le conciernen, y tal vez las cosas estarían mejor si las dejaba así, quizás Minato solo estaba preparando algo para Gaara y eso era todo, trataba de tener eso en mente, pero había una pequeña vocecilla que no le dejaba tranquilo, presentía que algo se acercaba, y que sería un golpe más grande aún que el hecho de que Gaara estaba embarazado y que apenas volviera a Konoha hablaría con sus padres, la cena transcurrió normal, las mujeres llamaron a Jiraiya quien estaba en su oficina escribiendo quien sabe cuántas perversiones, el segundo en llegar fue Gaara, quien no tardó en mostrar su nueva personalidad fría y distante de sus familiares (exceptuando a Deidara), Minato y Naruto llegaron al poco tiempo de haber terminado la cena, por lo que Deidara y Gaara ayudaron a darle de cenar a los recién llegados, al día siguiente empezarían los últimos preparativos para la salida de Gaara a primera hora de la mañana del tercer día.
-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-Con los Uchiha-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-
-¡¿Cómo que no irás?!
-Ya lo decidí, me quedaré un día más e iré con nuestra madre, no podemos dejarla sola por esos tres prostitutos…
-¡NO LOS LLAMES ASI!
Dijeron dos azabaches al unísono discutiendo a su inexpresivo y frio hermano menor que siempre se las hacía de pelea por esos tres chicos…
-No vendrás con nosotros, pero más te vale que llegues sino yo mismo me haré cargo de que te lleven, ya sea entero o en partes…
Itachi con su molestia y con el hecho de que siempre exageraba las cosas no se había detenido a amenazar a su hermano de esa manera.
-Además aun tienes que comprobar si Gaara está o no embarazado de ti.
-Eso es de menor importancia, yo aquí tengo unas prioridades más importantes por las cuales preocuparme.
Itachi volvió a golpear a su hermano, un golpe certero en la cara siempre era una buena medicina para hacerlo callar y esto era ya desde hace casi un mes, desde que Itachi escuchaba el nombre de Deidara en un insulto, no permitiría que ni su mismo hermano hablara mal de él en su cara ya que para él Deidara era más que un santo.
Todo estaba listo, empacado y con el permiso de su madre (quien llegaría con ellos apenas terminara unos negocios que aún tenía pendientes) los hermanos estaban listos para emprender su viaje de dos días para poder ir a buscar a sus lindos donceles.
-El tiempo se ha pasado muy rápido.
-Sí, llamaré a Orochimaru, diré que mañana salimos a primera hora para llegar allá, haremos una noche de hombres con él haciéndonos compañía.
-¿Pero qué no dijiste que buscaríamos a los Uzumaki?
- Por una noche que los busquemos no creo que vayan a ninguna parte, es imposible que de la nada se vayan del país o algo así.
Itachi se volvió confiado, y es que estaba también ansioso de ver al viejo Orochimaru, el hombre que casi fue como un padre para ellos cada vez que estaban de visita en Konoha y este tenía también unas cuantas novedades para la llegada de los Uchiha, pero como siempre nunca se quiere arruinar una sorpresa diciéndola por teléfono sólo era cuestión de tiempo para ver lo que el viejo Orochimaru tenía que mostrarles, porque a pesar de ser viejo y serio para unas cosas, él también se había dado la oportunidad de conocer a alguien y de conocer el amor por primera vez…
CONTINUARÁ…