-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-Con los Uchiha-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-
Los Uchiha estaban listos, tenían puestos de sus mejores trajes, elegantes pero tampoco muy formales, Itachi solo llevaba un pantalón y zapatos de vestir con una camisa blanca sin corbata y con los botones del cuello sin abrochar, Sasuke vestía lo mismo que su hermano mayor pero él estaba completamente de negro, Sai, al igual que sus dos hermanos, pero su camisa era de un rojo oscuro que resaltaba con su color de piel, Mikoto vestía un elegante kimono negro, su cabello suelto como siempre y un collar de perlas adornaba su cuello, todos listos para salir tomaron las llaves del auto que Itachi conduciría hasta la residencia Namikaze, cuando llegaron fueron recibidos por Tsunade.
-(Minato se va a infartar con estos pretendientes de sus hijos, y todavía falta Kakashi) Bienvenidos, pasen por favor, en un segundo bajaran los chicos.
Todos en silencio entraron, era una casa medianamente elegante, se quedaron boquiabiertos al mirar a Jiraiya, todo un hombre impotente y lleno de vitalidad para ser el abuelo de los Uzumaki, entre los cuatro, quien más lo conocía era Itachi. Nunca pensó encontrarse con nada más ni nada menos que con el famoso autor de su libro favorito (no me maten por hacer que Itachi lea esas cosas) y que estaba viviendo ahí en Konoha... Se sentaron un poco atemorizados por las personalidades que se encontraban ahí (además de que Jiraiya al conocerlos tenia cara de muy pocos amigos) cuando bajaron Minato y Kushina la pelirroja saludo con efusividad a la morena mientras que Minato se quedaba concentrado mirando nuevamente a los azabaches que estaban frente a él, nuevamente esas imágenes en el hospital volvieron, recordando quienes eran esos tres, volvió su mirada hacia la mujer y la saludo con la misma buena cara...
-Me alegro mucho de volver a verlos, no saben cuánto los he echado de menos, trataba de encontrarlos desde hacía años pero se habían escondido entre las piedras, me alegro de que estén bien. ¿Cómo están todos? Me refiero a Naruto, Deidara y Gaara…
-Todos muy bien, gracias, pasen y tomen asiento, los chicos bajarán en un momento.
Minato subió al segundo piso donde estaban sus hijos, ellos no parecían muy satisfechos con todo lo que habia pasado esa semana, era un caos total, Deidara y Naruto apenas le dirían la palabra a Minato, solo cuando en verdad era necesario, y la misma situación pasaba con Kushina, a quien no se atrevían a llamarla por su nombre, era raro no tener que llamarla “madre”, por lo que optaron llamarla “tía” pero era igual de incomodo de todas maneras, Minato continuaba su depresión, pero esa noche era de un total nerviosismo por parte del rubio, y eso todos lo notaban, eso también causaba el terrible humor de Jiraiya para con todos sus invitados, eso no le facilitaría las cosas a Orochimaru que tenía en mente pedir la mano de Kabuto. Sin duda la familia pasaba por una enorme crisis, y esa cena solo sería algún buen factor para saber si las cosas tenían arreglo o si de plano todo se desmoronaría ahí…
-Chicos, han llegado algunos invitados ¿Por qué no bajan?
-Danos cinco minutos, de todas maneras no nos esperan a nosotros ¿O acaso hay algún familiar que vaya a aparecer esta noche?
-¡Naruto!
-De hecho tiene razón.
Minato se sentó en la esquina de una cama que habia ahí, respiró profundamente y miró a sus hijos.
-Su padre hará aparición esta noche, Kushina lo ha invitado, así que quiero que pongan su mejor cara para cuando lo vean, eso es todo, bajen lo antes posible por favor.
Minato no dejó contestar nada a sus hijos y salió de su habitación, pero como si de todas maneras fueran a hacerlo, tanto Deidara como Naruto estaban sorprendidos, habían pasado apenas unos pocos días desde que se habían enterado de que tenían padre, y ahora lo conocerían ¿Acaso todos en esa casa estaban locos?
Deidara, Sai y Sasuke estaban totalmente nerviosos, no habia rastros de los tres chicos a los que esperaban ver, Kushina, Tsunade y Mikoto estaban en la cocina, Jiraiya estaba sentado frente a los tres y no dejaba de mirarlos, lo que los ponía a los tres en una situación bastante incómoda, el silencio solo los torturaba y Jiraiya al notarlos totalmente indefensos sonreía de medio lado y daba miedo.
-Se te saldrán los ojos si los siegues mirando de esa manera, chicos, disculpen a mi padre, pero siempre que entran hombres nuevos a esta casa es de esperarse esto, lo mismo le pasaba a Kakashi…
-No menciones a ese hombre, nunca faltan los pervertidos que quieren algo con los donceles de esta familia, pero yo nunca lo permitiré, primero los mato antes de que se acerquen a mis hijos o a mis nietos.
Los Uchihas pasaron saliva totalmente asustados, habia sido mala idea ir a ese hábitat tan hostil y por lo que se veía, ya sabían de donde habían sacado ese carácter tan difícil ese Deidara y Naruto, sin duda eran todas unas fierecillas sin domar. Se escucharon toques en la puerta y Jiraiya inmediatamente miró su reloj.
-Hablando del rey de Roma, Kakashi ya llegó, tan puntualmente molesto como siempre. Pero me agrada el chico.
-Nada de que es un chico, es un viejo, y tampoco nada ponerte como la última vez con él, enserio que esa vez me hiciste perder la cabeza.
Dijo Minato mientras se alejaba para abrir a quien exactamente era el peligrís que llegaba con regalos como siempre y unas cuantas botellas de sake para compartir con el macho alfa de esa familia.
-Buenas noches suegro, gracias por la invitación.
-(¿Quién carajos te invito? ¿Hasta cuándo te vas a morir? Kami sé que no soy muy creyente, y también que nunca en mi vida te he pedido nada y nunca me he quejado, pero esta vez quisiera pedirte con todo el corazón y alma ¿No tendrás un rayo para partir a este tipo?) Bienvenido, todos están reunidos en…
-Ya lo sé, vengo aquí cada semana…
Minato suspiró pidiendo paciencia de sobra ante ese hombre. Al entrar a la zona de reuniones Uzumaki (la cual ya hasta se sabía de memoria) se quedó viendo a los tres azabaches, sin duda no los habia visto.
-Buenas noches Jiraiya, familia,
-Buenas noches Kakashi, pasa, eres bienvenido.
-(Mentiroso) Padre llamaré a Dei y a Naruto (otra vez)
-Está bien, no demores, y sobre eso, Kabuto y Orochimaru no han llegado, que impuntualidad, esto no lo dejaré pasar…
Dijo serio el peliblanco, Minato volvió a subir, pero sus hijos ya se encontraban en el pasillo con dirección a afrontar a su catastrófico destino.
CONTINUARÁ…