Kabuto no pudo evitar llorar ante las palabras que habían salido de Orochimaru, Jiraiya, Tsunade, al igual que todos los presentes continuaban serios, Sasuke, Itachi y Sai, esperaban que algo sucediera después de eso, miraron a los rubios y parecían bastante conmovidos, tanto que se podrían considerar un tanto ñoños. Jiraiya suspiró y sonrió en una gran sonrisa, idéntica a la de Naruto. Todos que se encontraban a la expectativa se relajaron al ver al jefe de familia sonreír y automáticamente se relajaron.
-Es justo lo que esperaba. Orochimaru, has dado la cara, pero sólo te voy a decir esto, mis hijos no deben sufrir y nunca lo permitiría, trátalo como se debe tratar a todo doncel, y toma en cuenta que te estoy entregando a una de mis posesiones más valiosas, me alegro, porque más no puedo hacer, la felicidad de mis hijos lo es todo para mí y a estas alturas no puedo rehusarme a su unión, ese bebé tiene el derecho de crecer con sus padres, pero Orochimaru, no porque seas un viejo amigo te quitaré los ojos de encima.
-Ya lo sé Jiraiya, y sabes que lo haré, haré a Kabuto la persona más feliz del mundo…
-Eso espero, pero sabes que soy severo porque no quiero más tragedias en esta familia… Kabuto…
-¿Si padre?
-¿No piensas presentarme a mi nieto?
-C-claro…
Kabuto se acercó a su padre y le mostró a un pequeño que lo miraba fijamente con esos curiosos ojos negros…
-E-este es Naoki, tu nieto…
-Es… igual a Orochimaru.
-Sólo en el cabello y la piel, la cara y es un varón, pero tiene los ojos de Kabuto, así que no tienes por qué perder la cabeza.
Jiraiya rió por lo que dijo Orochimaru, la charla volvió a la normalidad pero esta vez Jiraiya mantenía en sus brazos al pequeño que parecía dormir felizmente en brazos de su abuelo. El momento se vio interrumpido por un nuevo llamado a la puerta, esta vez Minato fue el que se acercaba nerviosamente a recibir al invitado de esa noche, su corazón estaba latiendo desenfrenado, como si se le fuera a salir por la nariz, estaba totalmente desbocado, las manos le sudaban y la boca la tenía completamente seca, acercó su mano a la manija, pero Naruto le interrumpió…
-Papá, Subiremos a jugar un rato, Lee, Kiba, Shino y Neji pasarán aquí la noche…
-Está bien, pero inviten a Sai, Sasuke e Itachi con ustedes…
-Pero papá…
-Obedezcan…
-Está bien abuelo…
Dijeron resignados los rubios, los azabaches los siguieron después de que los nombraron, era todo un caos, Kakashi estuvo a punto de seguirlos, pero fue detenido por Jiraiya…
-Asunto de chicos, no debes andar de metiche, además a quien tienes que convencer para salir con Deidara es a mi hijo y a mí. ¿Quién es Minato? ¿Minato? ¡Minato!
El rubio no contestaba por lo que Kushina, Tsunade y Jiraiya se levantaron a ver de quién se trataba, pero cuando por fin vieron a ese individuo las cosas no iban a pintar tan bien como iban…
-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-Con Naruto y Deidara-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-
Con los rubios, la cosa marchaba diferente, los Uchihas se habían limitado a sentarse en la cama desocupada y a ver cómo sus rubios eran abarcados por sus amigos, Kiba y Neji peleaban por sentarse al lado de Naruto mientras que éste sólo dejaba caer una gota de vergüenza al mirar la escena, Kiba le jalaba el cabello mientras que Neji le empujaba por la cara. Deidara y Shino miraban a esos tres con un fuerte suspiro y Lee era el único que estaba ahí esperando a que su teatrito terminara, era Sasuke el que ardía en celos ahora, esos dos estaban de una manera tan familiar con SU rubio que simplemente quería tomarlos a cada uno del cabello y sacarlos de esa casa y si podía también de ese planeta. Y como siempre la curiosidad mata al perro, Lee no podía ocultar su preocupación…
-Naruto-kun ¿Dónde está Gaara?
-Hmmm, yo no podría responder eso, Deidara está más informado sobre eso, el no quiso hablar conmigo sobre eso, estuvo actuando muy raro estos últimos días.
-Sobre eso quería hablar, estuvo evitándome estos últimos días, el miércoles le pregunte si habia algo que le molestaba, simplemente se marchó corriendo y no contestó nada, después de eso no me respondía las llamadas ni los mensajes, Dei-chan, eso es hasta distinto para él…
-Bueno, yo pensaba que era tu mejor amigo y te contaría todo.
-Pero ya ves que no me dijo nada.
-Bueno, tal vez se dio cuenta de tus sentimientos y decidió alejarse un tiempo de todos.
-¿Qué? Pero siempre me aseguré de no hacer notorio todo eso, no quise ser razón para que se fuera, y por cierto ¿A dónde se fue?
-Hmmm, no quería decirte eso, pero Gaara ahora no se fue porque haya sabido sobre lo que sentías, es solo que fue a comprobar algo, creo que era sobre los chicos de Suna, dicen que son muy guapos, y tal vez consiga a un extranjero.
Dijo el insensible rubio logrando deprimir al chico de las cejas enormes y poniendo tenso al inexpresivo Uchiha, el mencionado solo se levantó de donde estaba y salió sin decir nada, algo que dejó extrañados a todos los demás, incluyendo a sus hermanos, bajó las escaleras a toda prisa y se dirigió a su madre…
-¿Sai? ¿Pasa algo?
-¿Dónde están los demás?
-Están en la puerta, creo que algo les llamó mucho la atención…¿Me puedes decir que tratas de decir?
-Debemos irnos, madre, ya hablare contigo, es un asunto más delicado de lo que pensaba.
-¿Y de qué se trata?
-Del chico por el que me has quitado todo.
-¿Y qué pasa con él?
-Se fue…
-¿Cómo dices?
-Se fue a Suna y sus padres no saben nada de lo que vienes a hablar con ellos, no saben nada de lo del embarazo…
-Pero, no lo entiendo, debió habérselos dicho desde hace mucho.
-¿No has pensado que tal vez por eso se fue?
-Está bien…
Los azabaches restantes habían seguido a su hermano mayor, estos se despidieron de la familia y se fueron a casa, ya tendrían sus problemas por resolver, Naruto, Deidara y sus amigos siguieron en su reunión por lo que se quedaron fuera de la escena que estaban haciendo en la puerta de la caza Namikaze.
Mientras tanto, en Suna
CONTINUARÁ…