-Por favor Itachi-kun, yo puedo encontrar las cosas sin ayuda…
-¿Siempre tan testaruda?
-¿Disculpa? Lamento si no te gusta mi manera de ser, pero yo no vengo a agradarle al mundo ¿Entiendes?
-Además de obstinada siempre a la defensiva…
Deidara ignoró el ultimo comentario del Uchiha que ya le estaba poniendo un más que molesto, caminó unos cuantos pasos más y dio con el salón de Gaara, caminó entre las hileras de asientos hasta encontrar las pertenencias de su hermano, una mochila negra y desgastada que parecía a punto de romperse o que con simplemente tocarla podría pulverizarse… Al estar frente a la puerta, al lado de Itachi aparecieron dos chicas que también habían ido por sus cosas, ambas se sorprendieron porque a pesar de no ser populares conocían muy bien a esos tres hermanos y ver a Deidara en esas fachas era algo… nuevo…
-¿Senpai?
-Eh, hola chicas, he venido por las cosas de Gaara, debo marcharme ahora…
-Déjame ayudarte con eso…
-Te he dicho que estoy bien, desde que estaba en camino para acá he estado bien… Adios chicas, nos vemos en la ceremonia…
-Adiós Senpai, y… suerte con… su amigo…
-No somos nada, solo es un acosador… Que humillante…
Decía Deidara con la cabeza baja evitando todo contacto visual con los chicos de los pasillos que le miraban de reojo… y el Uchiha a su lado sólo empeoraba la escena… Subió al segundo piso por las cosas de Naruto, las cuales estaban esparcidas por todo el suelo y por lugares ajenos y como siempre su mochila colgando detrás de la puerta, porque siempre su hermano Naruto era un caso perdido para el orden y para resolver su problema con los otros chicos que le molestaban… Su viaje casi terminaba, solo faltaban sus cosas, y esas estaban en el tercer piso que para su fortuna ya estaba más que vacío, sólo le tomaría un segundo entrar a su salón para recoger sus cosas y salir de ahí sin tener que dar incómodas explicaciones de su aspecto o sobre su indeseado acompañante, el señorito Uchiha…
-¿Saldrás de la escuela?
-Sí, este es mi último semestre genio…
-¿Vas a ir a la universidad de enfrente?
-¿Por qué? ¿Estarás tú ahí?
-¡Por supuesto!
-Entonces no, me mantendré bien lejos de ahí…
-Eres muy cruel.
-Sólo bromeo, pero de todas maneras no creo quedarme, mis padres han pensado en mudarnos a una pequeña ciudad algo lejos de aquí…
-¿Cómo es que tus padres son tan crueles? Apenas recién estoy conociendo al amor de mi vida y tan rápido se han esmerado en apartarlo de mí…
-Tranquilo Romeo, ni siquiera sabes si “el amor de tu vida” te corresponde (y es más que obvio que no)
-Y tenías que matarme la ilusión…
Deidara rió con eso último que dijo el azabache con total decepción y pensó que por fin se lograría quitar de encima a ese fastidioso Uchiha y sus esperanzar y suposiciones se fueron al caño cuando Itachi le acorraló contra la pared acortando la distancia entre los os…
-¿Qué tengo que hacer para que aceptes ser el amor de mi vida? ¿Quieres joyas? ¿Dinero? ¿Un buen apellido para tus hijos? Soy e una prestigiosa familia aquí y en Konoha…
-Pues pediría primero, mi espacio personal en este momento, segundo, no me importa el dinero o las joyas, tercero, lo siento, pero no sé ni siquiera quienes son los tales “Uchiha” y cuarto… espera ¿Dijiste Konoha?
-Es de donde vengo ¿Por qué preguntas eso tan de repente?
-Es a donde mi familia y yo nos mudaremos…
-Parece que es el destino el encargado de unirnos, oh si, ya lo sabía desde el primer momento en que te vi, sabía que eras tú, que serías una chica e esas a las que difícilmente se encuentra en esta vida, sabes que como tú no hay otra y te encontré… Oye, espera…
Deidara había escapado de su “abrazo” y se dirigía a la salida sin siquiera haber puesto atención al azabache…
-Que buen teatrito, pero por si lo sabes, nos están esperando y yo me quiero ir a casa, así que si no te apuras tomaré a mis hermanos de las garras de los tuyos y me los llevaré sanos y salvos a casa de nuestros padres…
-¿”nuestros”?
-MIS padres, no seas tan idiota, yo no saldría tan fácilmente con un desconocido, además d que eres bastante extraño y me incomodas un poco…
-¿Alguna vez si me llegas a conocer saldrías conmigo?
-Ya te he dicho que me mudaré (por fortuna) y está la posibilidad de que no te vuelva a ver…
-Yo te seguiría hasta el fin del mundo hasta haría cualquier cosa por mirarte todas las mañanas a mi lado, porque fueras feliz cada minuto y nunca apararía esa sonrisa…
-Por favor, no sigas con esto, el romanticismo no te ayuda mucho, yo no soy tan fácil de convencer…
-Te haces mucho del rogar, pero me gustas cada vez más, eres un reto, amo los retos…
-¡Basta con tus palabrerías! No haces más que darme ganas de vomitar arcoíris y me molestas…
-Te he dicho que puedo darte todo y más de lo que podrías desear, yo estoy intentando hacer todo por ti… Estoy convencido de que por fin me he enamorado…
-No sea idiota Itachi, ya te lo he dicho, no quiero ni dinero, ni joyas, no quiero el apellido de alguien que no conozco para mis hijos, es más, ni siquiera estoy en edad para pensar siquiera en casarme, quiero estudiar, hacer mi vida sin depender de nadie… además… además…
-Pero si me llegas a conocer puedes llegar a casarte conmigo, y tendrás unos hijos hermosos…
-¡QUE YA BASTA IDIOTA! ¡¿ACASO NO LO ENTIENDES?!
-¿Entender qué? ¿Quieres que te ruegue? Puede que tengas razón en una parte, lo lamento, te he presionado demasiado, almenos… quiero que salgas conmigo, y no aceptaré un no por respuesta, te lo he dicho ya, estoy enamorado y es definitivamente…
-No puedes ir por ahí revelando tus sentimientos como si fuera una cosa tan sencilla…
-¿Por qué no?
-¡¡¡Imbécil!!! Abre los ojos… ¡¡¡¡SOY UN HOMBRE!!!!
CONTINUARÁ…