Con los Uzumaki
Jiraiya se encontraba supervisando a Minato mientras este seguía llenando cajas y cajas con pertenencia de su familia, la mudanza llegaría en dos días y debían estar listos para entonces, Nagato de igual manera daba visitas constantes, cosa que era casi tan incómoda como tener ahí a los Uchiha, o almenos a los hijos de Mikoto, pues la mujer no tenía nada que ver con el asunto que se habia cargado Sai, aunque a ese muchacho ni las luces, estaba tan ocupado haciendo sus cosas fuera que tal parecía no tener tiempo para hacer sus visitas a Gaara, esa era una de las condiciones que tenía para poder considerar volver oficialmente a la familia. Esa tarde Nagato solamente estaba tratando de hablar con Jiraiya, pero el peliblanco parecía mas que furioso porque terminaba casi lanzándolo fuera de su casa, Tsunade tampoco era la excepción, quien sabe que engaños hubiese usado el pelirrojo para convencer a su hijo, pero era evidente que Minato tampoco mostraba mucha confianza, pero estaba seguro que viviendo con sus padres y con Gaara en ese estado no sacarían nada bueno, además de que su padre ya mostraba mucha indiferencia en cuestión de las decisiones de su hijo, desde el día en que regresaron del hospital Jiraiya comenzó a contestar con frases como "has lo que quieras" "Es tu decisión" "Has lo que creas más correcto" "Pues has como puedas" y la situación era igual de incomoda cuando Minato trataba de hablar con él, se habia vuelto un caos.
-Ya es el colmo que Minato actué como si embarazarse joven pase todos los días, ahora tengo que aguantar verlo empacar porque no sé qué mentiras le hayas dicho, y al igual que de niño sigue creyendo en ti ¿Y ahora que le inventaste?
-No le he inventado nada, quiero que el tenga una familia en donde no tenga que lidiar con los prejuicios, porque además de lo que le he prometido no es más que la verdad, la ilusión de Minato ahora ver a Gaara siendo feliz a pesar de las dificultades que haya ahora, y eso también lo quiero, sin que su abuelo le esté negando el amor y apoyo, pero yo soy su padre y le brindare eso que Gaara necesita ahora.
-Pero tú no apoyaste cuando nacieron mis nietos, es más, dejaste morir a uno y no hiciste más que negarle el derecho de engendrar vida a mi hijo ¿Quieres más ejemplos de falta apoyo? No me hagas reír Nagato, cuando tu tengas las manos limpias puedes venir y hablarme de apoyo a la familia.
-Solo sé que no quiero repetir eso, Además de Gaara, otro deseo de Minato es tener un hijo, y yo hare hasta lo imposible por concederle cualquier cosa que este en mis manos, aun si tuviera que dar todo lo que he logrado.
-Te has vuelto un mentiroso cada vez más astuto.
-Igual que tu...
-¡¿Que estás diciendo de mí?!
-Solo piense en eso, y no lo estoy amenazando, pero también tengo mi orgullo y no voy a permitir que ni el mismo padre de mi esposo me diga que soy un mentiroso.
-No me amenaces, que aquí el que sigue dando las ordenes soy yo.
-Minato ya no es un niño para que esté recibiendo ordenes, el necesita su apoyo, lo estás mandando al olvido solo por Gaara, Minato y yo sabremos cómo actuar con este problema, pero usted no tiene nada que opinar en cuanto a la decisión de apoyar a nuestro hijo, siga queriendo a su hijo, porque del hijo de nuestro hijo nos encargamos nosotros y Gaara.
-Yo quiero a mi hijo, pero no estoy dispuesto a dejarlo otra vez en tus manos, por ti no supe del casi siete años, no sabes cuánto me arrepentí en ese entonces de no haber estado para él.
-Entonces demuestre que está arrepentido, déjelo venir conmigo y si usted quiere visitarnos mi casa siempre tendrá las puertas abiertas.
-Tendré eso en cuenta, pero no quiere decir que te perdono y que eres bienvenido en esta casa.
-Y por malhumorado es que se envejecen más rápido...
-¡¿Que has dicho?!
-Nada, suegro...
-¡Maldito Nagato, ni creas que te saldrás con la tuya, tu, roba hijos, mentiroso!
Nagato salió de la sala de estar dejando a Jiraiya con sus ataques de ira, sabía que hacer molestar a su suegro era de alto riesgo y que no llegaría a mejorar su relación con él, pero era divertido en cierto modo, subió al segundo piso en donde encontró a Minato, se veía cansado y triste, como si todo lo que conocía se estuviese desmoronando frente a él...
-¿Sigues asi por Gaara?
-Sí, me preocupa que algo le pase.
-Tu confía, está en cuidado, si quieres podemos pedir visitarlo el día de hoy, para que estés más seguro ¿Qué te parece?
-¿Tu vendrías conmigo?
-Sí, después de todo soy su padre y tiene que acostumbrarse a vernos juntos si van a vivir conmigo, es más, te invito a salir, después de darle la visita a Gaara quiero que salgamos solo tú y yo y después te llevare a ese lugar, en donde te vi por primera vez.
-Está bien Nagato.
-Entonces paso por ti en media hora ¿está bien?
-Sí, entonces en media hora, no tardes.
-No voy a hacerlo...
Después de darle un beso en la mejilla el pelirrojo salió de la casa Uzumaki para ir a la suya y arreglase para su cita con Minato, después de eso, se encontraba en camino para la casa de Minato, pero algo llamó su atención, era Sai, el hijo de Mikoto, pero estaba con otro chico, este le sujetaba el brazo al Uchiha y paseaban por ahí, detuvo el auto de golpe y se puso enfrente de la pareja, Sai inmediatamente se soltó del agarre del castaño y miró a Nagato como si se le hubiese aparecido un fantasma.
-Asi que... no has visitado a mi hijo por esto.
-Yo...
-Gar está en el hospital, en estado delicado por amenazas de aborto, y tú aquí sin preocupaciones. Sai al escuchar eso miró rápidamente a su acompañante que lo miraba sorprendido.
-¿Ha dicho Gaara? ¿Tú eres el padre del hijo de Gaara?
Dijo el castaño de pelo largo, acto seguido, salió corriendo en direccion contraria a la que iban...
-¡No, espera, Neji!
-Tú vienes conmigo.
-¿Qué?
-Te pasare a dejar a casa, la única manera en la que vas a asegurar que yo no te siga espantando a tus citas es mudándote al otro lado del mundo o muerto, pero estoy seguro que Mikoto no lo permitirá o yo te matare primero, asi nadie querrá a un mocoso frio porque pálido ya estas....
-No me ofenda de esa manera, no tiene derecho.
-Oh sí, soy el padre del chico al que embarazaste y abuelo del bebé del que no quieres hacerte cargo, tengo todo el derecho de llamarte bastardo o hasta de denunciarte para que tengas almenos que darle manutención al pequeño, pero por respeto y amistad que le tengo a tu madre, no lo hare, no hasta que me des una buena razón para hacerlo.
Sai entro a regañadientes al asiento trasero del auto de Nagato, no se dirigieron la palabra durante todo el trayecto a la casa del Uchiha... Sai salió del auto sin dirigirle ni la mirada al pelirrojo...
-Espero que Gaara se encuentre bien.
-Pues podrías ir a verlo de vez en cuando, no te quitaría nada y hasta podrías conocer a tu hijo.
-¿Mi hijo? ¿Quiere decir que es un niño?
-Oh si, un saludable y activo niño...
-Yo... ¿Podría ir?
-Sí, de hecho voy para allá, ¿Quieres venir?
-No creo que sea el momento, recientemente peleamos y no hice nada por él.
-Pero puedes ir a verlo, eso arreglara un pocos las cosas.
-Está bien.
-Sube entonces, rayos, ya llego tarde, vámonos de una vez, solo hare una parada primero ¿De acuerdo?
-Si...
En el transcurso volvieron a su silencio e hicieron una parada en la casa Uzumaki, en donde Minato ya estaba enojado aguardando en la puerta, cuando Nagato lo saludo este casi se lanza a él para ahorcarle...
-¡Te dije que fueras puntual!
-Tranquilo, apenas unos minutos de retraso no son como para perder la cabeza...
-¡¿Unos minutos?! ¡Te has demorado una hora!
-Está bien, no hagas que se nos haga más tarde, sube anda.
Minato se acercó de mala gana al auto, subió al asiento del copiloto, espero a que Nagato se subiera, fue entonces que Sai se atrevió a hablar...
-Buenas tardes Minato-san
Minato miró a su pelirroja pareja.
-¿Que hace este aquí?
CONTINUARÁ…