Deidara se quedó helado ¿Que habia dicho el peligrís? ¿Casarse una semana después de su cumpleaños? Eso era en... ¡¿Tres meses?!
-Eso lo acordó Jiraiya, espero y no te incomode.
-¡¿He?! D-digo, claro que no, me parece perfecta la fecha.
-Qué bueno que te alegres, bueno, es todo lo que quería hablar contigo, debemos marcharnos ya.
Kakashi salió seguido de Iruka, quien ya fuera de la casa y en el auto del peligrís tomó su postura furiosa y celosa, se colocó el anillo de compromiso que hasta ahora habia tenido en el bolsillo del pantalón y golpeó fuertemente a su prometido en la cabeza...
-¡Dijiste que no le mentiríamos!
-No tenemos de otra, Gaara tiene todo planeado, no podemos echarlo a perder.
-¿Esperas que yo me crea eso?
-Es la verdad, además tenemos que viajar, ya lo habia dicho.
-¡¿Qué?!
-¡Nos vamos a Paris por tu vestido! Dijo de modo cantarín y sonriente el peligrís.
-¡No usare ningún vestido!
La pareja se marchó para realizar sus asuntos dejando a Deidara con una cierta ansiedad y miedo, el no quería casarse tan pronto, más bien, ni siquiera quería casarse y ahi estaba, a tres meses del traumático suceso y si era traumático pues apenas pasaba a ser un adulto y tan rápido contraería una responsabilidad tan grande como lo era el matrimonio, después los hijos y todo lo que conllevaba eso, y apenas habia entrado a la universidad.
Con Minato.
-Todo está en orden, solo tendremos que hacer una pequeña intervención quirúrgica y mantenerse con cuidados especiales mientras su cuerpo se acostumbra de nuevo a poder concebir, aunque tengo que decirle también que a pesar de que la operación sea satisfactoria habrá ciertas complicaciones.
Decía un doctor a nuestra linda pareja que habia acudido a pedir ayuda de la medicina para poder tener un nuevo pequeño.
-¿Complicaciones?
Pregunto Minato un poco preocupado por lo recién dicho por el hombre que permanecía sentado frente a ellos y tras su escritorio.
-Verá, aunque hagamos la cirugía exitosa, será un poco complicado que puedan concebir un pequeño, asi que mientras más esperen después de la operación será mejor, además de que otra complicación es que su cuerpo intente rechazar al bebé (iba a decir feto, pero esa palabra no me gusta) y termine siendo un aborto espontaneo, eso sin duda permanecerá, asi que esta vez lo dejo a su decisión ¿Están seguros de lo que harán?
Pregunto mirando a Minato, quien seguía imperturbable por lo que el doctor le decía. Sin embargo todo se habia quedado en silencio, el doctor suspiro y acomodó sus anteojos y trato de sonar más amable.
-No es necesario que me dé una respuesta inmediata, le sugiero que hable con su esposo y en su próxima visita espero que pueda darme na respuesta y asi podremos comenzar a agendar una fecha para la intervención.
Minato y Nagato seguían mudos asi que solo asintieron al mismo tiempo para después marcharse de ese lugar y comenzar a ponerse en marcha. En el camino seguían en silencio, hasta que Despues Nagato pensó que quizás Minato necesitaría que le levantaran los ánimos, y él estaba dispuesto a todo por ver la sonrisa del rubio.
-Oye Minato, vayamos a ese lugar.
Dijo señalando un edificio de tiendas departamentales.
-Nagato...
Ya no pudo decir nada, pues cuando se dio cuenta ya estaban buscando un lugar en donde dejar el auto. -Vayamos a ese lugar. Propuso el pelirrojo sin dejar hablar a Minato y llevándolo de la mano hasta una tienda de maternidad.
-Oye ¿No te parece lindo?
Dijo mientras le mostraba un lindo vestido de color azul con volantes. Minato ante esa acción sonrió ligeramente, era muy extraño que Nagato se comportara de esa manera, sin embargo, esa sensación incomoda se apodero del nuevamente, otra vez la molesta sensación de pesadumbre y tristeza, eso le traía algunos dolorosos recuerdos de sus días de pareja con Nagato.
-¿Te sientes bien Minato?
-...Miedo... Tengo miedo.
Salió sin prestarle atención a la cara de preocupación del pelirrojo, este lo siguió hasta el baño de hombres y se detuvo a abrazarlo.
-¿Miedo de que Minato?
-De ambos, que tu no estés, que este nuevo bebé arruine tus planes, que vuelvas a dejarme.
-Minato...
No sabía que decirle, el habia ocasionado todos esos sucesos en el pasado, él era el culpable de que Minato ahora tuviera ese miedo a la incertidumbre de procrear a una nueva vida.
-...Lo siento Fue lo único que pudo decir Despues de sentir las lágrimas de Minato en su hombro, no se alejó hasta que Minato lo miro con esa enorme tristeza en los ojos con lágrimas que aun salían.
-Nagato, solo, si decido tener otro hijo... solo dime que te quedaras a mi lado.
-Minato, no hay otro lugar en donde quiera estar, quiero verte todos los días mientras ese bebé crezca, cuidarte y atenderte, quiero más que nada estar presente en el momento en que nuestro pequeño nazca, compensar tantos años de ausencia y no volver a dejarte. Para mí lo más importante eres tú y nuestros hijos, ustedes son mi pequeño deseo, y quiero que este nuevo deseo tuyo se cumpla y compartirlo contigo.
Minato volvió a llorar y se aferró más fuerte que antes al pelirrojo, este volvió a tomarlo entre sus brazos sirviéndole de refugio para ese corazón inseguro.
-¿Entonces? ¿Prefieres su habitación verde o amarilla?
-Minato...
Ambos se sonrieron para salir de ese baño (que poco romántico) y volver a la tienda en la que antes estaban. Cuando salieron, salieron tomados de la mano y regresaron a casa, en donde todo estaba vuelto un caos, Deidara habia vuelto a su depresión autodestructiva, Gaara cuidaba de ambos bebés que esta vez parecía que se habían puesto de acuerdo para llorar, Naruto trataba de consolar a su hermano mayor y ayudar a su hermano menor.
-Parece que ellos tienen muchos problemas también.
-Qué bueno que llegan ¿Ya les habia dicho que yo no soy muy motivador y no se me da cuidar bebés?
-Lo sabemos Naruto.
Contestaron los mayores al unísono mirando como su hijo esbozaba su enorme sonrisa y se rascaba la nuca.
-¿Y por qué Deidara esta asi?
Dijo Nagato mirando otra vez esa actitud desganada y distante de su hijo mayor.
-Kakashi ha venido a verlo.
-Oh, es sobre la boda.
-Si ¿Cómo lo saben?
-Vino por la mañana, ustedes todavía estaban dormidos y quiere comenzar con los preparativos de la boda.
-¿Están de acuerdo que Dei lance por la borda su vida de esa manera?
-No, pero... esperemos que una serie de sucesos inesperados lo puedan salvar.
CONTINUARÁ...