La mañana llegó y Deidara habia despertado de un reconfortante sueño, habia soñado que habia sido acompañado todo un día por el mayor de los hermanos Uchiha, pero ahi estaba la prueba de que todo era real, se encontraba recostado en el pecho del azabache, ambos se habían quedado dormidos e Itachi le habia servido de almohada toda la noche, estaba cubierto por una manta y pronto se escuchó un "buenos días" por parte de la madre de esos chicos.
-Señora Mikoto, perdone las molestias.
-No es ninguna Dei, me alegra que hayan hablado y se hayan perdonado, llame a sus padres por la noche, apuesto a que saliste de casa sin avisar a donde ibas.
-¿Tanto se nota?
-No, pero eres igual que Itachi de niño, cuando se sentía que algo le molestaba, salía de casa sin avisar y después llamaba su tío para decir que estaba bien y pasaría la noche en su casa.
-Muchas gracias.
-No hay problema, hazme un favor y despierta a Itachi, el desayuno estará listo pronto.
-Está bien. La mayor los volvió a dejar solos y Dei volvió a observar al azabache que dormía de manera sutil y silenciosa, uno de sus brazos lo tenía bajo su cabeza y con el otro habia estado abrazando a Deidara por los hombros toda la noche, su cabello estaba suelto y no se habia cambiado de la ropa que tenía el día anterior.
-Itachi, despierta.
-Cinco minutos.
-Nada, despierta ahora.
Itachi fue abriendo los ojos y conforme esto sucedía, este pasaba sus brazos por la espalda de Deidara para poder darle un fuerte abrazo, como si quiera comprobar que efectivamente el rubio se encontraba en ese lugar y no se esfumaría esa ilusión al apenas rozarle.
-Buenos días Dei, me alegra que estés conmigo.
Fue lo único que atino a decir antes de apartarse del rubio para poder ubicarse en donde habia pasado la noche.
-Dormí muy bien, vamos a ayudar a mi madre.
-Está bien.
Los dos mayores fueron hacia la cocina y después de terminar con lo que Mikoto les pedía fueron a despertar a los otros miembros de la familia, Sasuke bajo como siempre con su actitud seria y Sai con su mal humor matutino. Desayunaron comentando cosas que habían hecho el día anterior y después todos se dispusieron a limpiar en donde habían tomado el desayuno, para ser una familia de renombre, Mikoto se las habia arreglado para poder criar a sus hijos y no pensaran que por tener quien cuidara de los quehaceres de la casa ellos podrían estar como en un palacio, cada uno de los azabaches limpiaba su habitación y se encargaba de limpiar los espacios que cada uno. Utilizaba, Deidara ayudaba a aspirar un poco y a secar los platos junto con Itachi. Pero como siempre falta la discordia...
-Deidara ¿Podría hablar contigo?
-¿Qué quieres Sai?
-Solo quiero saber si nadamas vienes a buscar a mi hermano como amante, déjame decirte que él no está para plato de segunda. Deidara lo miro con la furia en los ojos para contestarle de manera cortante.
-Para empezar creo que el que traiciono a mi hermano fuiste tú.
-No lo hago con ese propósito rubio tonto, ya me he disculpado con Gaara.
-¿Y quién podría creerte eso?
-Es verdad, pero él se niega a escucharme o a creerme siquiera.
-Yo no lo culparía.
-Ya lo sé, mira, no quiero pelear más contigo, ahora quiero enfocarme en convencer a tu hermano de que verdad intentare cambiar por él.
Deidara se quedó callado, ¿Desde cuándo esos Uchihas habían madurado? Sonaba muy difícil de creer.
-Y quiero que tu también dejes de entrometerte, lo que paso entre Gaara y yo no es para que andes metiendo tu mala lengua y tu odio si Gaara me perdona o no, es nuestro problema, no tuyo.
-Oye, no...
-Déjame terminar, Itachi es irritante, un idiota y tiene un sentido del humor que te taladra la paciencia, pero es mi hermano, y él no te va a perseguir ni va a hacer de tu amante, asi que mejor ve pensando en que es lo que quieres, porque si lo quieres por dinero, ahi es donde yo entrare y no me detendré a humillarte ¿Estamos entendiéndonos?
Deidara no se la creía ¿Estaba acaso siendo amenazado por el idiota que dejo a su hermano embarazado? ¿Y encima le estaba diciendo tonto, metiche y cizañoso? Antes de que pudiera contestarle el azabache se habia marchado, volvió a la realidad cuando escucho a Itachi hablando por teléfono, parecía importante y debía atenderlo cuanto antes.
-Dei, vamos, te llevare a casa, de paso iré a ver unos asuntos importantes.
-¿Asuntos?
-Ah sí... tengo que ir a comprar unas cosas para un evento de la empresa.
Salieron no sin antes despedirse y agradecer a Mikoto por todo.
Con Minato.
El rubio se encontraba leyendo en la computadora de Nagato algunos artículos e información sobre los tratamientos que habían hablado con el doctor el día anterior, esa tarde irían a por fin poner fecha para la intervención quirúrgica y el futuro cuidado para poder tener un nuevo embarazo, las dudas y ganas inseguridades seguían ahi, pero era más la emoción y la alegría de poder volver a tener un pequeño de Nagato y el para que hiciera compañía en esa casa, pues también estaba preparándose psicológicamente para el día en que sus tres retoños y eternos bebés dejaran la casa para hacer sus vidas, pues ya era cuestión de tiempo, Deidara sería el primero a menos que un milagro o un suceso desafortunadamente esperado pasara y la unión con su querido hijo se evitara. Llegó Deidara con mucha energía esa mañana, subió a bañarse, cambiarse y comenzar a mover unas cajas.
-¿Se puede saber el motivo de tu mudanza?
-Papá no es una mudanza, no de ese tipo.
-¿Entonces que pasa aquí?
-Mira esto...
Dijo felizmente mostrándole el papel que Itachi le habia obsequiado.
-¡Vaya, de, lo lograste!
-No podría haberlo hecho sin ayuda.
-¿De qué hablas?
-Itachi, el me ayudo a conseguirlo.
-Dei...
Minato sabia los ojos con los que miraba al azabache, pero este era tan despistado que no se daba cuenta de la realidad, y que asi estaría almenos un tiempo.
-Sí, le dije que hoy comenzaría a llevar las cosas y me dijo que me ayudaría a acomodar todas las cosas apenas terminara con sus asuntos, asi que tengo que empezar a guardar las cosas que llevaremos ahi.
-Está bien Dei, por cierto, hay algo de lo que quiero hablar contigo y con tus hermanos ¿Creen poder esta noche?
-Sí, yo le diré a Naruto.
-Ah sí, sobre eso, Naruto y Gaara salieron, deben estar con sus amigos, asi que puedes esperarlos.
-Está bien ¿Saldrás otra vez con nuestro padre?
-Sí, tenemos que ver un asunto, es sobre lo que queremos hablarles hoy por la noche.
-Está bien, vayan con cuidado.
-Gracias Dei. Minato se marchó dejando al rubio sonriente mientras empacaba sus cosas...
Mientras tanto...
Con Gaara...
CONTINUARÁ...