Capítulo 84
Ya pasaba del medio día y Deidara seguía durmiendo Itachi había decidido salir a comprar ropa nueva para el rubio y para el, se levantó de la cama y fue a darse un baño. Cuando termino de vestirse con el mismo traje de la noche anterior (solo los pantalones y la camisa) se dispuso a salir, y a pasar por la recepción para poder pedir servicio a la habitación y le llevaran algo a Dei para desayunar.
Se paseó por varias edificaciones hasta encontrar una tienda al menos de ropa descente ya que la mayoría eran de ropa interior y ropa de verano. Itachi a tan corto tiempo ya conocía al rubio como la palma de su mano, acosarlo por tanto tiempo había dado por fin sus resultados.
Cuando volvió Deidara seguía durmiendo y había un carrito con comida sobre este. Sonrió al ver la relajada respiración de rubio y se acercó a este solo para poder volver a acostarse a su lado.
Con Kakashi e Iruka
La noche que habían pasado fue algo caótica debido al viaje y el hecho de que tuvieron que esperar a el siguiente vuelo ya que la reservación que tenia había desaparecido por arte de magia, y esa magia no era nada mas ni nada menos que Itachi Uchiha… ¿Por qué tuvo que aceptar que ese idiota hiciera la reservación del vuelo en su lugar?
Al menos ahora que se había solucionado podía dedicar el tiempo de su luna de miel a su castaño esposo. Se aventuraron entre varios edificios y estancias para por fin escoger una y poder pasar una semana agradablemente tranquila al lado de su pareja.
Volviendo con Itachi
El azabache se había quedado nuevamente dormido al lado de Deidara, aun pensaba que apenas abriera los ojos ese rubio se desvanecería de su vista y jamás volvería así que por asegurarse de que eso no pasara coló uno de sus brazos por sobre la cintura de este.
Pasaban apenas por las tres de la tarde cuando Deidara comenzó a dar señales de haber despertado, algo que al sentir Itachi le hizo despertar de igual manera.
-Buenos días Dei.
-Oh… hola ¿Qué hora es?
-Apenas pasan de las tres.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué no me despertaste?!
Trató de levantarse pero apenas apoyar ambas piernas en el suelo sintió un fuerte dolor en la parte de la cadera haciéndole caer en el suelo…
-¡Maldito Uchiha!
- Tranquilo Dei, no es como si anoche te quejaras.
- ¡Cállate!
-Déjame ayudarte…
Deidara sintió como era cargado fácilmente por el azabache y llevado al baño de la habitación. Comenzó a intentar bañarse pero le era incómodo por ese azabache.
-¿Podrías dejarme en paz y salir del baño?
-Pero Dei… yo quiero quedarme contigo.
-No confío en ti…
-¿Es porque hice esto?
Itachi se acercó a la bañera en donde estaba el rubio, se quitó los zapatos y se adentró aun vestido en la tina aun con los reclamos de Deidara.
-¡Aléjate idiota!
-Sabes que no lo deseas…
-¡Itachi, hablo enserio!
Sin hacer caso a las quejas lo besó volviendo a ponerse sobre el rubio y pasando sus manos sobre el miembro semi despierto del rubio. Dei al principio quiso negarse pero a medida en que los besos continuaban comenzaba a corresponder, en lugar de querer apalear a ese azabache que se aprovechaba de la situación.
Deidara en un acto reflejo tomó el miembro del contrario y comenzó a masturbarlo de la misma manera en la que Itachi le hacia a él.
I-Itachi…
El azabache acariciaba la entrada de Dei con descaradas caricias que hacían sonrojar al rubio, tan pronto como sus ganas de poseerlo otra vez le permitían comenzó a penetrar lentamente su entrada con dos dedos haciendo arquear a Deidara por la misma sensación incómoda, aunque podía sentir como aun seguía dilatado de la noche anterior, pronto sintió como esta vez era penetrado por tres dígitos y el agua evitaba que en las penetraciones se hicieran mas rápidas, esa era la primera vez que maldecía algo que no tenia que ver con los Uchiha…
Un gran dolor volvió cuando Deidara sintió que los dedos era reemplazados por algo mas ancho y largo que le provocaba tanto dolor como placer que le hacia hecho perder el equilibrio dentro de la estrecha tina. Itachi mientras se sujetaba de las caderas del rubio recargaba su pecho sobre la espalda de este y besaba su cuello.
-I-Itachi… sácalo.
-Tranquilo Dei, no es como si no lo haya metido antes.
-I-idiot…Ah.
El azabache había comenzado con lentas embestidas que habían hecho que Deidara se aferrara nuevamente al borde de la tina, pues este tenia bien planeado propinarle un buen golpe en la cara a ese pervertido…
El ritmo de las estocadas había aumentado y esta vez Itachi tenia bien empotrado a su rubio, este seguía aferrado al borde de la tina pero tenia las caderas levantadas hacia la entrepierna del azabache que se encontraba de rodillas sujetándolo por la cadera y enterraba su miembro tan profundo como su humanidad se lo permitía.
Se podía escuchar los gemidos fuertes y agudos del rubio, los sonidos lascivos del agua y los testículos del azabache chocando contra la piel de Deidara y también algunas palabras sucias y cariñosas que Itachi le dirigía al oído del rubio. El orgasmo llegó para ambos casi al mismo tiempo, Deidara terminó de tomar un baño junto al azabache y en medio de besos húmedos y mas toques descarados por parte de ambos habían terminado de vestirse.
-Toma, supuse que las necesitarías.
Dijo Itachi entregándole algunas pastillas recibiendo como respuesta un “imbécil” que solo lo había hecho sonreír.
-O-Oye, faltan las del otro tipo.
-¿Otro tipo? Pero si me aseguré de traer las indicadas.
-Idiota… aun no quiero tener bebés, aun ni siquiera se si después de esto quiero seguir viéndote… ni siquiera sé como miraré a mis padres después de todo lo que hicimos…
-¿Así que fui un error?
El semblante de Itachi cambió a uno totalmente serio, algo que hizo callar en un instante al rubio que una vez más hablaba sin pensar.
-Y-Yo Itachi… yo…
-¿Sabes qué? Ahórratelo, debí saber que soy un completo estúpido en haber esperado que después de demostrarte que voy enserio contigo tuvieras un poco en consideración lo que sientes por mi…
-Itachi…
-¡No digas mi nombre si solo vas a tratar de arreglar algo que has dejado en claro!
Deidara solo agachó la cabeza dejando salir sus lagrimas…
-L-lo siento…
Itachi sin decir nada salió de la habitación y regreso después de unos minutos con una bolsa que le arrojó a la cama.
-Ahí esta lo que pediste…
Se dio media vuelta dispuesto a volver a salir de la habitación, pero antes de que avanzara los delgados brazos del rubio le sujetaban el torso.
-Lo siento Itachi yo… no quiero tener bebés aun, pero no dije que no quería tenerlos contigo… yo… soy demasiado joven e inmaduro, igual que tu, tenemos que ser realistas y tener en mente que no sabríamos cuidar un bebé por el momento. Pero si eso no te importa y aun así lo quieres lo tendremos… estaría dispuesto a entregarte mi futuro… solo por verte feliz… yo no lo aceptaba, pero yo… ¡Idiota!
Eso había puesto en aprietos al azabache, Itachi era ahora el acorralado ante la confesión de Deidara no tuvo mas que voltear a verlo y corresponder el abrazo.
-Deidara, si tan solo fueras mas claro en tu confesión, si eso es lo que sientes, tomaré en cuenta tu decisión, seguiré esperando por ti, no necesitamos tener un hijo solo para mantenerte a mi lado, solo no te apartes de mi de ahora en adelante, quédate junto a mi solo porque has aceptado mis sentimientos.
Deidara entre llanto miró al azabache para solo dedicarle una sonrisa nostálgica, se besaron sin sobrepasar los limites del cariño y después de desayunar y que Deidara tomara todo lo que Itachi le había llevado decidieron salir a dar un paseo, salieron tomados del brazo pero justo cuando caminaban por el pasillo…
-¡¿Qué hacen ustedes aquí?!
CONTINUARÁ…
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