-Ahora que lo mencionas, Sasuke tiene razón, debemos apresurarnos para poder confirmarlo…
Comentó serio el azabache mayor…
-No hay nada que confirmar, además sólo lo hacen por el hecho de estar con esos Uzumakis, pero incluso ya deben estar revolcándose con otros idiotas que cayeron en su juego.
-¡No te atrevas a hablar así de ellos! Aquí el único que tiene la culpa eres tu Sai, así que vas moviendo tu traserito a comenzar a empacar antes de que yo decida mandarlo por las malas de una patada ¿Me oíste?
Itachi parecía serio pero nunca se le daba de más hacer unos cuantos de sus comentarios, los Uchihas restantes hicieron lo mismo, empacaron por casi tres horas para ir a dormir, ya continuarían después…
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Llevaban ya dos semanas de haber llegado a donde sus abuelos y Gaara se había estado preparando para lo peor, que eran los síntomas del embarazo que habían estado más frecuentes y problemáticos que antes, tenía que idear un plan para no tener que hacer que su familia pusiera el grito en el cielo, eso era lo que llevaba apenas unos cuantos días pensando, y lo que diría cuando ya se notara su barriga, su abuela Tsunade (vaya que no es sorpresa que sea su abuela ¿En dónde me huele a obvio? XD) no paraba de mirarle, esa cara la conocía muy bien: algo trataba de esconder…
-¿Qué te pasa cariño? Estas distraído…
Preguntó la rubia llamando la atención de todos incluyendo la de Gaara…
-N-nada abuela, es solo que estoy algo pensativo, eso es todo…
-Vaya, mi nieto aun piensa, esa es una gran noticia, los jóvenes de hoy ya no lo hacen, van por ahí haciendo y diciendo todo lo que les place , beben siendo menores, se visten con esa ropa tan vulgar y quién no les ha visto cargando ya con un bebé… estos tiempos son tan locos, jóvenes idiotas…
Gaara se levantó de golpe y se retiró de la mesa, parecía y estaba bastante ofendido, estaba a punto de escoger una opción de las que se había planteado en todos esos días, cuando su abuela, esa mujer de más de cincuenta años que realmente se conservaba bien salió con uno de sus prejuicios…
-¿Dije algo malo?
-No, nada Tsunade-bacchan, solo iré a hablar con él, ya verás cómo lo soluciono…
Deidara siguió a su hermano de cerca y cuando entró a la habitación pudo ver cómo su hermano lloraba en voz baja desde la ventana en donde miraba a varias personas que pasaban por la calle…
-¿Gaara? ¿Te encuentras bien? Has estado algo extraño…
-Estoy en un gran problema.
-No hay problema tan grande no tenga una solución.
-Es uno con el que cargaré toda la vida…
-Supongo que sería más fácil ayudarte si me dijeras el problema del que tanto piensas…
-Vas a odiarme y después toda la familia lo hará…
-¿Acaso es tan grave?
-¿Tu seguirías queriéndome?
-Pero si no tengo idea de lo que te pasa…
-Solo quiero que me digas si seguirías siendo mi hermano
-Es imposible que dejes de ser mi hermano como es imposible que deje de quererte
-¿Incluso si estuviera embarazado?
-Te seguiría queriendo… aunque estuvieses… pero Gaara, eres muy joven para pensar en eso, aun no has terminado de estudiar y ya estas preocupado por cosas del matrimonio…
-Pero no son cosas de matrimonio, es que yo… Dei-nii… tengo un mes…
-¿Qué?
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Los azabaches habían terminado de empacar sus cosas y habían hablado con su madre al respecto de buscar a los chicos, Mikoto por supuesto que no rechazaría el hecho de buscar a unos donceles tan lindos como habían sido esos tres, las cosas estaban arregladas, la casa que había sido de verano en Konoha se volvería una casa de planta, solo habría que darle un poco de mantenimiento y restauración ya que su última visita había sido hace años… y todo estaba listo para que los tres hermanos partieran al día siguiente.
-¿Alguna novedad con tu amigo Orochimaru? No lo hemos visto en mucho tiempo
-Me ha estado contando de su nueva vida, mira Sasuke, te manda saludos… y también a ti Sai.
-¿Nueva vida?
-Ya sabes, cuando te cuenta de cómo ha llegado una nueva luz a tu vida y tienes que hacerlo todo por ese alguien…
-Eso suena un poco meloso… ¿Quieres decir que se ha casado?
-No, aún está en proceso de pensar como pedir la mano de su novio…
-¿Novio?
Preguntó el azabache de ojos inexpresivos al mayor de los hermanos…
-Sí, se ha conseguido una pareja.
-Y yo que lo creía un repelente de humanos.
-Cállate antes de que yo decida callarte “ahuyenta parejas”
Los Uchihas seguían peleando a pesar de que tenían que compartir una comunicación fingida a los ojos de su madre que no tenía ni la más mínima sospecha de que cabía la posibilidad de que fuese a ser abuela del menor de sus hijos.
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-Dei-nii, lo siento tanto, yo no quería pero…
-¿Podemos ir a pasear un rato? Creo que necesitamos hablar…
-Bien…
Deidara se había puesto serio y Gaara le siguió guardando un poco de distancia de su hermano mayor, nunca le había visto ponerse así con él, su hermano mayor siempre había mostrado una buena cara ante Naruto y él, pero esta vez era diferente, tan diferente que le hacía tener un poco de miedo y ahora el pelirrojo pensaba que tal vez decirle a su hermano mayor sobre su embarazo no había sido su más brillante idea. Le siguió hasta un pequeño parque de juegos y mientras los niños jugaban despreocupadamente entre los árboles y los juegos de metal pintados de diversos colores y sentados en una banca Deidara continuó con la conversación…
-¿Cuánto tiempo dices que llevas?
-Un mes… Yo no quería decírselos, pero quiero que entiendas, Dei-nii, estoy muy asustado…
-Y cómo no estarlo, piensa, tienes quince años ¿Cómo pretender cargar con un bebé a estas alturas? Ni siquiera te conoces a ti mismo, ni siquiera has disfrutado nada de la vida, ¿Qué quieres que haga? Felicitarte no puedo, reírme y pretender que es una broma tampoco…
-Dei, solo quería alguien con quien desahogarme, quiero que me escuches antes de decir cualquier cosa…
-Entonces habla
-Y-yo me dejé hacer todo eso, sabiendo que podría detenerlo, sabiendo que podría detenerme cuando yo lo hubiere querido, fui muy tonto al dejarme llevar por todo, sabiendo que podía quedar embarazado y los problemas que causaría en la familia, me siento terrible pero, Dei-nii… Estoy tan asustado, no sé qué haré con un bebé, tienes razón soy un idiota…
Esta vez Gaara lloraba por tan solo pensar cómo se vería a él mismo intentando sacar adelante a un bebé cuando él ni siquiera podía mantener vivo un pez dorado sin que este muriera al día siguiente de haber llegado a sus posesiones… Deidara le abrazó, y no tendría nada más que hacer que brindarle su apoyo a su querido e idiota hermano…
-¿Entonces? ¿Cómo se lo dirás a nuestros padres?
-Etto… no pensaba decir nada, quería pedirte ayuda…
¿Y qué quieres que haga?
-Quiero entrar al programa de intercambios de la escuela… pero mis calificaciones no son muy altas.
-Ya veo, entonces quieres que te ayude a subir tus notas y puedas irte.
-Si…
-¿Y a donde piensas ir apenas consigas tu intercambio?
-A Suna…
CONTINUARÁ…