A la mañana siguiente…
La mañana era brillante, los pájaros cantaban, las flores abrían sus pétalos, y…
-¡Maldito Uchiha!
Y las fieras rugían. Un rubio con cabello enmarañado y largo se había despertado completamente molesto y adolorido junto a un feliz azabache que seguía abrazándolo como si fuera un almohada humana…
-Buenos días Dei…
-¡Nada de buenos días!
-No te pongas tan malhumorado ¿Cómo está tu garganta? Anoche gritabas muy fuerte.
-¡¿Qué?!
Itachi rió para después pararse y dirigirse a la cocina por su bien, Dei lo observaba atento, y un intenso sonrojo hizo aparición cuando siguiendo la fuerte espalda su vista bajó hacia su espalda baja y pudo ver un bien formado trasero, ese Uchiha era sin duda todo el premio completo, no solo estaba dotado de un buen físico, su asombrosa retaguardia y al frente una poderosa… y persuasiva razón. El azabache poseía una paciencia enorme y admirable, con tantas cualidades (aunque los defectos y ese modo infantil de actuar eran mayoría) pero que sin embargo Dei nunca lo admitiría.
-¡Vístete idiota!
-¿Que dices Dei? Si te he visto muy concentrado mirando a mis espaldas ¿Te gusta lo que ves?
-¡¿Que?!
Deidara no dijo nada más solo volvió a recostarse y cubrirse hasta la cabeza con la sábana. Itachi rió ante la reacción del rubio y regresó para poder abrazarlo.
-Solo bromeaba Dei.
-¡Largo!
-¿Las chicas de ayer todavía estarán en la piscina?
-¡¿Qué?!
-¿Por qué no puedes admitir que me amas o que almenos te gusto?
-Porque no sería la verdad.
-¿Pretendes seguirte engañando y solo utilizarme cuando tienes ganas?
-¡Ya te dije que no! ¡Y tu eres el que siempre tiene ganas!
-Touché
-No me molestes con eso, tu también puedes negarte, pero eres el que siempre termina forzándome.
-Te recuerdo que también tienes la culpa.
-¿Entonces sugieres que cada vez que te veas con necesidades reproductivas te dé una patada ahí abajo para calmarte las hormonas?
-¡¿Qué?! Tampoco nos vayamos a esos extremos Dei…
-¿Entonces qué piensas?
Y esa fue la misma pelea que habían estado llevando ese par después de sus encuentros en donde Dei jamás admitiría que algo comenzaba a crecer dentro de su corazón y que le hacía al menos tolerar a ese azabache…
Con Naruto…
Esa misma mañana Naruto había quedado de visitar al azabache para almorzar con la familia Uchiha y conocer al resto de inquilinos que vivían en esa enorme casa.
-¿A dónde vas tan arreglado?
-¡Gaara! Y-yo iba a…
-Con los Uchiha ¿Verdad?
-Shh, no despiertes a nuestros padres.
-Ellos no han llegado, y solo te iba a decir que tuvieras cuidado.
-Oh, bueno, gracias ¿No quieres venir?
-No, gracias.
-Va a estar Sasori…
-Y también Sai por si no lo recuerdas, no quiero amargarte tu reunión, así que ve tu, yo tengo aun algunas cosas que hacer.
-¿Aun lo de Asahi?
-Si, es su primer cumpleaños y quiero que sea perfecto.
-Sabes que tienes que invitar a Sai ¿Verdad?
-No me lo recuerdes.
-Aunque no quieras aceptarlo tienes que hacerlo, es su hijo y tiene tanto derecho como tu de verlo.
-¿Desde cuando te cambiaste de bando? Que yo recuerde mí odiabas.
-Aun lo hago, pero es hora de madurar, además me di cuenta de que has sabido apañártelas con Asahi tú solo y Sai quiere complementar la parte del padre que es.
-Pero ya estoy saliendo con alguien más…
-Sasori nunca podrá ser la imagen de un padre… Nunca podrá convertirse en el padre de Asahi.
-¿Y eso a ti que te importa?
-Solo no quiero que te engañes y quieras que tu hijo viva en la misma mentira que tu.
-Se te hace tarde Naruto…
-Idiota…
Dijo para salir de la casa con dirección a la residencia Uchiha. Gaara se había quedado bastante molesto con la reciente discusión, y es porque esos últimos días al menos Naruto y Sai habían estado un tanto extraños cada vez que Sasori era nombrado en su presencia y por obvias razones terminaba siendo una discusión que terminaba con Gaara totalmente molesto y un azabache o un rubio sin paciencia. Restandole importancia al asunto se dispuso a comenzar con sus ocupaciones cotidianas que eran encargarse de labores sencillas dentro de la casa, estudiar (porque ya llevaba un mes de haber regresado a estudiar junto con Naruto) y cuidar a su pequeño.
Con Naruto…
-... Y entonces se hizo el indignado y me dijo que se me hacía tarde.
-No pensé que Gaara pudiese odiar tanto a mi hermano, era muy bueno aparentando que al menos lo toleraba.
-No sé, pero creo que está loco, un dia lo acepta y otro día lo detesta y lo ve como la peor basura que haya pisado la tierra, tampoco yo estoy en buenos términos con él pero sé que el problema no es conmigo.
-Al propósito, recuerda lo que nos dijo Obito, dana de mencionar lo que nos dijo a Sasori o a Gaara, es un asunto sumamente delicado.
-Sabes que puedes confiar en mi Sasuke, aunque no entiendo cómo es que le ocultaron algo tan importante. Yo en su lugar no me sentiría muy bien al saberlo.
-Por eso te invité esta mañana, Sai no quiso estar aquí ahora, pero me pidió que te pidiera que ayudaras a esto, Gaara no puede estar con Sasori, porque tarde o temprano se enterará de todo y no queremos que haya más lastimados ¿Entiendes?
-¿De qué me enteraré?
Dijo un pelirrojo tomando por sorpresa a la pareja que rápidamente se guardó la conversación y Sasuke contestó lo primero que se le vino a la mente…
-Que Obito volvió a tomar tu ración de galletas…
-¡¿Qué?! ¡Obito! ¿Dónde está ese idiota?
-Supongo que debe estar jugando con sus muñecas…
-Por cierto, se me hace muy extraño que siga vivo…
-¿De qué hablas?
-Del video que te hizo la noche de la boda de Kakashi e Iruka-san. No creo que hayas recordado todo por tu cuenta así que él te grabó haciendo y diciendo una sátira de tonterías relacionadas con Uzumaki-kun…
-¡Obito!
CONTINUARÁ...