Con Kakashi
El peligrís se encontraba disfrutando de la fantástica vista que tenia de su esposo que recien había salido del baño con solo una toalla cubriéndole, Kakashi se le tiraría encima si no fuera porque tenían ciertos asuntos que atender en la oficina, ambos seguirían trabajando como acostumbraban, no importaba que Kakashi tuviera dinero, el trabajo siempre era trabajo, era lo mismo que Iruka pensaba, no importa que ahora estuviera casado con el jefe, con SU jefe, su relación seguiría siendo la misma dentro de la oficina (solo esperaba y rogaba porque Kakashi pensara de esa forma y supiera comportarse).
Después del desayuno ambos partieron en el mismo auto y fue ahi que pudieron compartir una “charla de jefe-subordinado”
-¿Cuales son los planes de hoy?
-Tienes una junta a las 12 y despues hay alguien que quiere hablar contigo.
-¿Acaso mi lindo esposo?
-No, viene tu padre a despedirse, parece que volverá a irse de vacaciones.
-Ya lo imaginaba ¿Qué más?
-Mikoto Uchiha viene a firmar los acuerdos de la alianza empresarial y tienes papeleo atrasado de una semana.
-Demonios ¿Puedes llamarle a mi esposa y decirle que llegaré tarde?
Iruka rió y le siguió el juego.
-¿Quiere que le visite en persona para llevarle el mensaje?
-No, solo lláma a casa ya que tu te quedarás hasta tarde conmigo.
-Se casaron hace una semana ¿Y ya piensa engañarla?
Ambos adultos rieron y siguieron el camino en silencio, sino hasta que al llegar a la entrada del edificio Kakashi le dijo al castaño.
-¿Habrá espacio en mi agenda?
-¿Para qué?
-Para mi beso de “suerte en el trabajo”
El castaño volvió a reir y “despidió” a Kakashi con un corto beso para despues salir del asiento del coopiloto y ser acompañado por su esposo hasta su puesto (que era exactamente fuera de la oficina del paligrís) y el mayor entró para comenzar a cumplir con su ocupada agenda.
Iruka por su parte comenzó a organizar todos los documentos que Kakashi tendría que atender para despues de todas sus reuniones. Estaba realmente agusto cumpliendo su trabajo cuando un pelinegro se acercó al castaño con el simple hecho de molestar.
-¿Y qué tal estuvieron tus vacaciones con el jefe?
-Azuma ahora no, estoy ocupado.
-¿Tienes tiempo para salir con él pero no conmigo?
-¿Enserio piensas seguir insistiendo? Ya te dije que no saldría contigo ni aunque fueras el ultimo hombre del mundo.
-Pero ¿Por qué el jefe es diferente? ¿Es porque el es famoso y rico?
-¡¿Qué?! ¡No!
-¿Entonces por qué sigues saliendo con él?
-Por que en primer lugar, me costó mucho trabajo convencerlo de que saliera conmigo y en segundo lugar, si ves bien en la mano de Iruka te darás cuenta de que estamos casados.
-¡Jefe!
Dijo exaltado el pelinegro para mirar a Kakashi que salia de su oficina al escuchar todo el alboroto de afuera…
-No quiero nada de explicaciones, yo ya sabía que estabas detrás de Iruka y no dudarías en tratar de sabotear nuestra boda, así que por eso te envié de viaje de negocios, te perdonaré y no te despediré si en este momento dejas de acosar a mi esposo y te dedicas a trabajar en lo que debes, esta oficina no es un lugar de citas a ciegas.
Azuma salió rapidamente con dirección a su cubículo sin decir nada.
-Iruka ¿Podemos hablar?
-Claro.
Se levantó de su asiento para seguir al peligrís que apenas entrar a su oficina cerró la puerta y después se vio prisionero de unos fuertes y varoniles brazos.
-Kakashi…
-Te amo ¿Lo sabes?
-Claro que si, sabes que no tienes nada de qué preocuparte.
-No me dejes por tan poca cosa.
-No lo haré, llevamos una semana de casados, no tomes tan a la ligera mis sentimientos.
-Lo siento Iruka…
Dicho esto Kakashi lo besó de manera demandante mientras comenzaba a pasear sus manos por el torso de su pareja que se dejaba hacer por el mayor.
-Sé que aún es muy pronto y que apenas iniciamos nuestro matrimonio pero… tengamos un bebé Iruka, uno tan hermoso como tu.
-Kakashi…
No lo dejó terminar cuando ya se encontraban en el sillón del peligrís con Iruka en su regazo ambos compartiendo besos húmedos y caricias desvergonzadas, Kakashi comenzó a colar sus manos por debajo de la ropa de castaño quien no puso resistencia alguna y que al contrario, se encontraba intentando quitar esa estorbosa corbata que el peligrís tenía puesta.
En pelea de besos ambos estaban queriendo tomar la victoria, la ropa seguía estorbando y el calor en aumento, Kakashi comenzaba a aflojar el cinturón de su pareja logrando en unos segundos librarlo de ese estorboso accesorio pudo tener acceso al miembro ya erecto del castaño. Iruka por su parte estaba en el mismo labor de masturbar a su pareja, quien no dejaba de mover ligeramente su cadera embistiendo lentamente las manos de su esposo. Continuaron sus actos hasta que el resto de la ropa del castaño fue desapareciendo hasta dejarlo completamente desnudo.
-Kakashi, no es el lugar para hacer esto.
-No puedes quejarte ahora.
Dijo mientras introducía el primer dedo en la estrecha entrada de su esposo quien ya estaba algo acalorado y sonrojado soltando algunos suspiros y leves quejidos.
Kakashi estaba casi al límite de su paciencia, después de haber dejado lo suficientemente dilatado a su pareja procedió a introducir su miembro en su esposo, Kakashi lo penetraba tomándolo por la cintura. Las piernas del castaño se encontraban apoyadas en cada lado de los descansabrazos del sillón del peligrís, las embestidas eran lentas y profundas y estas a medida de que el castaño lo pedía se volvían más rápidas, tanto era así que Kakashi colocó a su pareja sobre su escritorio mientras continuaba con lo suyo, embistiendo al castaño y masturbándolo a la misma velocidad de las embestidas, el orgasmo no tardó en llegar para ambos, quienes se encontraban un poco cansados y sudorosos, trataban de recuperar la respiración y Kakashi lentamente salió del interior de Iruka dejando su semen en su interior, en cambio, Iruka estaba con el abdomen manchado de su esencia, todo estaba bastante en orden sino fuera porque…
-Kakashi, gracias por recibirme, Iruka no está en....
El padre de Kakashi no tenía idea de lo que pasaba ahí sino que al levantar la vista de unos papeles que llevaba en la mano se encontró con la escena de la pareja que recien había tenido sexo en la oficina.
-Creo que solo diré adiós y me limitaré a marcharme, perdonen la intromisión…
Dijo para salir lo mas rápido que podía de ese lugar… pero la carga mental era para Iruka, que nunca pensó ser descubierto en pleno fin de un acto sexual por su suegro…
CONTINUARÁ…