[Naruto, 5 años]
"Mi esposo ha venido a buscarme" – dice Naruto en un pequeño gritito a su amigo Kiba, cuando reconoce al joven de cabello plateado que espera por el en la salida del parvulario –
"¿esposo, quien?" –pregunta Sasuke caminando junto a Naruto observándolo con el ceño fruncido. A Naruto no le agrada mucho Sasuke, el niño uchiha siempre lo molesta por las marquitas en su rostro diciéndole ‘Minino’ –
“Kashi” – dice Naruto señalando en dirección a un joven de rebelde cabello plateado que se acerca a ellos caminando perezosamente –
“No puedes” – dice Sasuke tomándolo del bracito haciendo que detengan su caminar – “Es un hombre y es muy grande”
“Tonto Sasuke” –dice Naruto encogiéndose de hombros con una sonrisita burlona, como si él supiera algo que Sasuke no – “Esas cosas no importan”
Naruto mira hacia arriba a Kakashi y estira sus brazos para ser abrazado – “Esposo” –
“Esposo” – Kakashi devuelve el saludo divertido mientras toma entre sus brazos al rubio –
“Tú” – dice Sasuke apuntando a Kakashi, sus ojos negros miran desafiante al joven de cabello plateado – “Naruto será mi esposo cuando seamos grandes”
Naruto esconde su rostro en el cuello de Kakashi cuando este último ríe animadamente al mirar al pequeñajo de ojos negros que intenta parecer amenazante
“Entonces seremos rivales” – dice Kakashi dándose la media vuelta caminando en dirección a la casa del pequeño entre sus brazos –
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Naruto abre sus ojos perezosamente mientras la alarma de su teléfono no deja de sonar insistentemente y la que en su momento fue su canción favorita ahora lo pone de mal humor al interrumpir sus sueños cada mañana.
Un sueño tan ridículo que hace que su corazón se siente cálido por breves instantes antes de volver a la realidad. Kakashi, el que parece ser su amor de toda la vida solo lo ve como un molesto hermanito pequeño al que nunca toma en serio. Siempre está buscando alguna manera de burlarse de él y hacerlo enojar. Si el peliplata no tuviera un rostro tan bonito y una sonrisa encantadora de buena gana le hubiera desfigurado ya la cara
Se da una rápida ducha y se pone en uniforme, aplica un poco de perfume e intenta infructuosamente peinar sus cabellos rubios que se resisten a ser ordenados. Toma su bolso negro que esta arrumbado en una esquina de su habitación, mete su celular en el bolsillo y baja rápidamente las escaleras. El desayuno espera por el sobre la mesa con una pequeña notita de su madre recordándole que esta noche viene Kakashi a cenar con ellos y que no llegue tarde ¡maravilloso, viendo al peliplata tan seguido nunca será capaz de olvidarlo!
Lava sus dientes rápidamente, revisa por última vez su aspecto y sale de la casa caminando lentamente en dirección a su preparatoria; su padre estaba tan ilusionado con que estudiara en el mismo recinto del que él se graduó que termino accediendo a estudiar en una preparatoria solo para hombres. Es mucho más fácil tratar solo con hombres, queda a 10 minutos de su casa y su mejor amigo también asiste allí.
Las campanas que avisan el inicio de clases suenan cuando Naruto ya está sentado en su pupitre. En la fila junto a la ventana en el último asiento, si se aburre puede mirar hacia afuera y también lo suficientemente escondido para dormir si lo desea.
Siente una mano golpear suavemente su hombro de manera amistosa y no necesita mirar para saber quién es. Sasuke Uchiha, su mejor amigo, si cuando iban al jardín de infantes el muchacho no le agradaba todo cambio cuando llegaron a conocerse mejor cuando ingresaron a la misma secundaria y no conocían a nadie más allí.
La puerta de la sala se abre mostrando a un hombre de tez morena y cabello castaño recogido en una cola de cabello, Iruka-sensei o como a ellos le habían apodado “El demonio Iruka”. Si encontraba a alguno durmiendo en su clase les lanzaba lo primero que tenía a su alcance, sinceramente el hombre tenía las habilidades de un ninja no fallaba ni un tiro.
Iruka saluda a los alumnos, pasa la asistencia e imparte su clase: Lengua. Dos largas horas de aquella materia. Luego de un pequeño receso en el que solo alcanza para ir al baño sigue con clases de Matemáticas y seguido de eso historia.
En la hora del almuerzo y con su dinero en el bolsillo camina a la cafetería con Sasuke a su lado, su amigo no deja de reclamar como su hermano mayor es un idiota por haber roto su cámara profesional que tantas suplicas a su padre le había costado conseguir. Naruto hace su pedido a la mujer tras la barra, caminan hacia el tejado del edificio donde suelen comer todos los días
“Hey dobe”” – dice Sasuke luego de haber terminado su comida, a diferencia de Naruto el prepara su propia comida cada noche para el día siguiente – “Hoy habrá una función de cine de terror y me preguntaba si quieres”
“Eso sería divertido. Deberíamos invitar a Kiba, chouji y Shika ha pasado un tiempo desde que salimos” – Naruto da una mordida a su sándwich de pavo mirando el despejado cielo azul –
“Yo me refería solo a nosotros dos” – Sasuke aclara su garganta intentando no parecer tan avergonzado como se siente –
“Ah, eso. Por mi está bien” – responde Naruto –
“Paso por ti a las 8” – concluye Sasuke, sintiéndose un poco más esperanzado en esta ocasión. Todos sus intentos anteriores de citas quedaron arruinados por la presencia de sus amigos – o mejor dicho amigos de Naruto que lo soportaban a él-
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Como todos los viernes por la tarde Kakashi visita la residencia Uzumaki para cenar. Desde que su padre se suicidó estas personas lo adoptaron como parte de su familia y a pesar de que ya es un adulto que vive por su cuenta Kushina y Minato siguen insistiendo en que al menos pase un día a la semana con ellos, nunca podría negarse además le agrada estar con ellos.
Las distintas clases de carne del sukiyaki hierven a fuego lento junto con las verduras, la charla es animada mientras esperan los 5 minutos necesarios para que la carne este en su punto exacto de cocción. Minato habla acerca de cómo cada año los estudiantes son más vagos y no aprecian sus clases de historia, Kushina habla acerca de su trabajo en el municipio, Kakashi habla de su trabajo en buffet de abogados y Naruto sonríe discretamente al escuchar al hombre hablar tan apasionadamente de su trabajo y la justicia.
El timbre de la entrada suena, todos se miran para ver quien ira a abrir la puerta, con un pequeño bufido kushina se da por vencida y abre la puerta. Suaves murmullos se escuchan desde la entrada, el sonido de las pantuflas de la pelirroja se acercan al comedor hasta que vuelve a sentarse a la mesa
“Minato-san. Kakashi” – saluda educadamente Sasuke –“Dobe”
“Sasuke – Teme te he dicho que…” – comienza a reclamar Naruto hasta que ve el reloj colgando en la pared frente a él ya son las 8 de la noche – “Lo siento, sasu. Se me había olvidado completamente”
Las cejas de Kakashi se arquean al escuchar el cariñoso apodo, ¿Dónde quedaron esos días en los que un pequeño Naruto reclamaría lo mucho que odiaba al niño uchiha que se reía de las marquitas en su rostro? Ah, era tan adorable cuando era pequeño, ahora que Naruto casi es un hombre si es que tiene suerte el joven lo mirara a los ojos.
“Nos vemos” – dice Sasuke una vez Naruto ha agradecido la comida y limpiado todo rastro de ella en su rostro – “Traeré a Naruto de vuelta cerca de las 11 espero que no les moleste”
“Vayan con cuidado” – grita Minato cuando ambos jóvenes caminan hacia la salida, se escuchan las pequeñas risas de Naruto y la puerta cerrarse –
Kushina inhala y deja escapar la carcajada que estaba conteniendo – “Sasuke es tan obvio” –
“Kushina, ya hemos hablado de eso” – Reclama Minato, poniendo más verduras en su plato –
“¿Qué cosa?” –Pregunta Kakashi intrigado, ahora que están más grandes su tiempo con Naruto se ha reducido notablemente en especial el último año que el rubio comenzó a evadirlo notoriamente, como si intentara sacarlo de su vida–
“Sasuke gusta de nuestro Naruto, pero mi hijo es tan denso que no se ha dado cuenta de las intenciones de Sasuke. Pobre chico, lleva invitándolo a citas desde hace dos meses y Naruto siempre termina invitando a todo su grupo de amigos” – dice Kushina, riendo ante la situación
De pronto a Kakashi se le quitaron las ganas de comer y puede recordar un par de ojos negros desafiantes en un joven Sasuke Uchiha diciendo que Naruto sería su esposo. Kakashi nunca creyó que aquella infantil promesa de ser rivales con Sasuke se haría realidad