CAPITULO 2.
Mire el reloj por 5 vez en la última hora, eran las 7:30 de la noche y seguía obsesionado con la idea de que el aparecía como cada año prometía, aunque la realidad era otra mis esperanzas de verlo en esta nueva vida me invadían, algo de curiosidad se paseó por mi cabeza mientras recorría el andén por décima vez con las manos dentro del gabán largo negro me mantenía caliente , había escuchado rumores de una tormenta de nieve en una ciudad cercana, aun con ingenuidad me decía que era la suerte de otros, la mía era encontrarlo, quería ver como había cambiado, si mantenía la barba como aquella fotografía que envió hace dos años, si mantenía su cuerpo en línea como su juventud si había algo en sus ojos que me hicieran encontrar al chico de secundaria que se fue y el que yo ame, el bolsillo dejo escuchar una canción de navidad ahogada por mis manos, lo tome y atendí con emoción, pero aquella voz nada calmo mi desespero.
- ¿Ya llego? – Pregunto Reita al teléfono-
- No – Respondí mirando a todos lados-
- Urumi llamo hace 15 minutos, le dije que había tráfico por la nieve , por favor no demores, tu hermana está por llegar y si nos descubren ... –
- No – interrumpí a Reita al otro lado- El vendrá – dije seguro de mí mismo, gire sobre mis pies para mirar el reloj del aeropuerto marcando las 9:40 de la noche ¿En qué momento había pasado tanto tiempo ante la última mirada al reloj, la puerta que dejaba pasar a los pasajeros recién llegados se abría nuevamente pero a su marcha frente a mí solo dejaba ilusiones rotas, termine la llamada con la voz de Reita diciendo no sé qué tampoco me interesaba, guarde nuevamente en los bolsillos delantero del gabán y espere , esta vez lo daría por concluido él había roto nuevamente mi corazón y podía entender el dolor de Urumi a la perfección por aquella decepción , las azafatas y pilotos del vuelo caminaron frente a mi haciendo reverencia a su paso por lo que correspondí, entre leves espasmos por el frio que hacía y la torpeza de creer que el vendría gire mi cabeza a los lados como queriendo despedir en silencio del lugar que me hizo hacer el ridículo por primera vez, negué levemente y me dispuse a girar para marcharme junto a ellos.
- ¿No pensabas irte sin mí, verdad? –Levante la mirada al frente para ver si alguien era receptor de ese mensaje ya que la voz venia de mi espalda, al no ver a nadie más me gire con incredulidad, no era la voz que yo recordaba, ni la que el teléfono me daba, gire nuevamente para quedar ante él y una enorme y contagiosa sonrisa que se fue apoderando de mis labios él estaba frente a mi como lo soñé más de una vez , entre pasos cortos dejo su maleta en el piso y abrió sus brazos para abrigarme en ellos, saque rápidamente mis manos del gabán y lo abrace cerrando los ojos, aquel débil chico ya no estaba, luego de algunos minutos nos separamos , se quitó las gafas sosteniéndolas en su cabello arriba y note entonces sus ojos, sus labios y todo aquello que me había enamorado en mi juventud, tenía una barba descuidada y por los abrigos y ropa tan occidental que él estaba hecho para vivir fuera de Japón, tome su maleta y extendí mi mano para que caminara a mi lado, en el tiempo que lleva babamos mi voz no se había escuchado, incluso en el auto me conto del retraso en el vuelo del frio que no recordaba y de lo que siempre había extrañado la nieve de Japón, asentía a cada una de sus palabras y me pido como favor especial que lo llevara antes de llegar a casa al parque Yoyogi que quedaba a 5 minutos de casa , quería ver cuánto había cambiado desde su partida , desvié el camino para conducir al estacionamiento cercano, miraba tantas veces podía disimular , al bajar camine rápido para abrirle, sonrió suave y cubrió parte de su boca con la bufanda, caminamos para cruzar la calle y llegar a la parte lateral , entonces note que parecía un pequeño mirando una juguetería, cada hoja y cada de nieve le resultaba extraordinario , sus exclamaciones se hacían únicos , escondí mis manos heladas en el gabán mientras sonreía a cada expresión que daba .
- -Esto es magnífico Yuu –murmuro sin dejar de mirar hacia arriba a los árboles, el recorrido se había interrumpido por el puente de la mitad camine subiendo y al darme cuenta shima aún estaba abajo mirando fijamente el agua congelada y algunas flores de loto en el mismo estado.
- ¿No lo recuerdas verdad? –Mire al lago y luego a él frunciendo el ceño y ladeando la cabeza-
- ¿Recordar que? – Comente, shima camino a la baranda de manera congelada frente a mí y no aparto su mirada del lago-
- ¿Por qué te casas con Urumi? – Se giró para mirarme fijo, la sangre se helo y sonreí con nervios-
- Porque la amo claro está – Mentí.
Dio un largo suspiro dando la espalda y apoyando sus manos en la madera.
- ¿Cómo esta ella? – Volvió a comentar-
- Feliz? Un poco triste por la época, pero en general muy bien, tiene un buen trabajo y ...
- No, como esta ella con la noticia-
- ¿Feliz no me escuchaste? –Camine para quedar a su lado mirando las luces de calles cercanas y la decoración navideña-
- Todos los años tomaba el valor para venir pero al abordar el avión me regresaba a casa, sentía que esta ya no era mi vida ...
- ¿Por qué no? – Miro con intriga-
- El día de la graduación perdí algo importante Yuu – me miro sonriendo con un dejo de tristeza en los ojos-
- ¿Haz venid a recuperarlo? –Comente con indignación-
- Temo que lo he perdido para siempre –Miro a mi como hacía muchos años no lo hacía, giro su cara nuevamente a las luces, pestañee un par de veces en busca de aquello que él decía, pensaba y pensaba y por más que lo intentaba no encontraba recuerdos que alguna confesión de alguien importante para él, el teléfono sonó en mi bolsillo por lo que me apresure a contestar su carcajada ahogada hizo que le diera un codazo al otro lado Urumi suspiraba pesado.