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He hates me por NoodleCat

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Notas del capitulo:

Hola!

Ahmm.. estoy cansada...

Enjoy! 

 

 

La mañana se sostenía silenciosa y muy calmada; eran exactamente las seis y las nubes lúgubres no ayudaban en nada al panorama de Seungkwan. Frente al espejo se arreglaba la camisa del uniforme mientras lo hacía pudo ver que en la corbata desfilaba una mancha inusual, acaso era Kétchup.

 

— ¡Wonwoo! —el grito llego hasta la planta del primer piso, donde el Señor Boo y wonwoo desayunaban—,¡Usaste mi corbata!

 

No era una pregunta, más bien una acusación.

 

—Wonwoo que te he dicho sobre usar las cosas de tu hermano. —el hombre reprendió con dureza, pero wonwoo no podía observar nada de esa naturaleza, cuando estaba utilizando un mandil amarillo con flores en la parte frontal.

 

Cualquier discurso en defensa se estancó por el pisoteo desesperado que provenía de las escaleras. El exagerado ruido ahuyento al gato que estaba dormido en el tejado. Wonwoo decidió beber un  poco de jugo de naranja antes de entrar a la contienda.

 

—Papa, mi corbata está sucia y recuerdo muy bien que la lave el sábado. —El torrente de palabras salía de la boca de Seungkwan tan rápido que llego al punto de no entenderse nada. Seungkwan se detuvo por un instante y miro fijamente el rostro de su hermano—, Por eso te pusiste el buzo azul.

 

—Seungkwan, por favor. —La voz calmada de Wonwoo solo enfureció más a Seungkwan.

 

—Por favor nada Wonwoo, estoy harto de que utilices mis cosas. Pero tengo que mantener mi boca cerrada cuando se trata de Mingyu. —el grito alterado llamo más la atención del Señor Boo.

 

— ¡Seungkwan! —vocifero Wonwoo levantándose de su asiento—. Prometiste que te quedarías callado.

 

—Y tú que dejarías mi ropa en paz. —la trifulca se encendió en llamas y el Señor Boo se dio cuenta que tenía que entrar como árbitro en un campo de futbol. Saco los hot cakes del sartén y los dejo sobre el plato favorito de Seungkwan.

 

— ¡Basta! —El Señor Boo apoyo sus manos en sus caderas, dando una pose de jarra—. Sentados los dos, muy bien.

 

—Pero papa… —Seungkwan quería empezar, pero la mirada de enojo congelo su hablar.

 

—Muy bien, no quiero saber nada de nadie por el momento. Solo sé que Wonwoo tiene tres semanas de castigo por usar ropa que no le pertenece y Seungkwan dos semanas, por gritar en el comedor. —los hermanos iban a replicar, sin embargo, se quedaron callados al observar la ceja alzada. Todos, en esa casa sabían lo que significaba, más castigo—. Caso cerrado.

 

Seungkwan salió de casa con los humos encendidos, siendo tan joven, no sabía cómo canalizar su enojo. El sabía eso, pero no iba a desquitarse con la primera persona que se le cruce. A su lado iba su hermano, quien no tenía ningún deseo de dirigirle la palabra.

 

—Hansol, espera. —los ojos de Seungkwan se abrieron desmesuradamente al escuchar ese nombre. Alzo su cabeza para ver a la Señora Choi y su hijo, ese chico. Seungkwan tomo la muñeca de su hermano y empezó a caminar más rápido.

 

—Te pido una tregua. —susurro Seungkwan. Wonwoo  lo miro con sospecha. Volteo su cabeza hacia el otro lado expresando una mueca, fue así como se fijó en la persona que caminaba al otro lado de la cera. Era su vecino favorito, en su mente se dibujó el plan de venganza más diabólico que se le haya ocurrido.

 

—Claro, una tregua. —Seungkwan nunca se percató de los dedos cruzados—. ¡Hey Hansol!

 

Seungkwan sintió la pesadumbre de la traición en segundos. —Wonwoo te juro que si te cambias de calle, voy a desquitarme…

 

Wonwoo se soltó del violento agarre y sujeto con fuerza la mochila de Seungkwan, arrastrándolo como a un condenado. Cruzo la calle para acompañar a su vecino. Seungkwan no sabía cómo reaccionar; dentro de sus pensamientos recreo distintas situaciones, pero todas terminaban igual, el siendo burlado por su hermano.

 

—Hola Hansol. —el saludo, que en opinión de Hansol, fue exagerado. Inicio la tortura de Seungkwan.

 

—Hola. —Hansol no estaba de acuerdo, en que los hermanos Boo atravesaran su espacio personal. El aire que respiraba le parecía más contaminado de lo que ya era.

 

— ¿Hiciste la tarea de física? —Seungkwan escuchaba la conversación con inquietud. Algo estaba mal en esa ecuación, pensó. Porque Hansol no comentaba algo sobre la foto. Tal vez, cabe la posibilidad de que no la haya visto.

 

—Sí y ¿Tu? — Wonwoo sabía que podía mantener una decente conversación con él, pero a diferencia del último intercambio de palabras, en este se veía a Hansol más intolerante y arisco y Wonwoo creía saber la razón tras de ello.

 

—Yo si, quien no la ha hecho es Seungkwan. —dijo Wonwoo.

 

— ¿En serio? —musito Hansol—. El primero de la clase no hizo la tarea, que extraño.

 

Seungkwan contuvo la respiración por unos segundos cuando Hansol tomo en cuenta su presencia, empezaba a creer que el pobre chico no había visto la dichosa foto.

 

—Y dime Hansol. —dijo Wonwoo —. ¿Cómo estuvo tu fin de semana?

 

—Pues, resfriado. —dijo Hansol mirando directamente a Seungkwan. Este dejo de observarlo y tosió hacia un lado.

 

—Oh, en serio. Qué raro, Seungkwan también lo estuvo, se originó por un  accidente que tuvo en el instituto. Me conto que lo habían tirado a la piscina y que cayó con el chico más odioso de su clase. —Seungkwan sintió que una ráfaga de viento golpeaba con fuerza su rostro después de oír aquello. Por su garganta se veía el paso de la saliva, una señal de nerviosismo en él.

 

— ¿Con que un chico odioso? —el susurro sonaba sombrío.

 

—Si, según él es un arrogante y que es muy antipático. —Wonwoo resalto la palabra antipático, con un tono sugerente—. Oh, creo que ya llegamos a nuestra parada.

 

—Sí, ya llegamos. —dijo Hansol. Su mirada ni siquiera se apartó del frente para responder.

 

Wonwoo sonreía alegre, mientras que Seungkwan solo quería desaparecer como los magos en sus presentaciones, obvio que sin el dramático humo, solo quería desaparecer.

 

—Chicos, hoy toca laboratorio, así que necesito que se formen… —La concurrida clase de la señorita Choi se desarmo por completo, la palabra laboratorio era una especie de alarma que avivaba el sistema motor de los estudiantes.

 

—Jeonghan nadie ha dicho nada sobre la foto. —dijo Seungkwan después de cerrar la puerta del salón. Eran los últimos y la profesora despeinada del coraje, pidió que cerraran el curso y luego aparecieran en el laboratorio 2B.  

 

— ¿Y? —musito Jeonghan—. No se supone que es algo bueno.

 

— Sí, pero es algo… preocupante. —Jeonghan frunció el entrecejo y freno su caminata hacia el laboratorio. Se giró y miro el rostro desconsolado de Seungkwan.

 

— ¿Preocupante? —Seungkwan asintió con las ganas de llorar muy presentes—. Seungkwan, no te preocupes. Nadie comento nada en el curso, ni siquiera la descerebrada de EunJi. Solo, olvídalo.

 

Jeonghan acaricio con fuerza el brazo de su amigo; tras darle un fuerte abrazo, las muestras de cariño entre ellos siempre fue normal, a pesar de ser hombres. La sociedad lo miraba con asco, pero a ellos nunca les inquieto ese minúsculo detalle.

 

—Ok, lo olvidare. —se esucho la temblorosa voz de Suengkwan junto a un suspiro de calma—. Todo estará bien, cierto.

 

Jeonghan asintió y sonrió. —Muy bien, ahora vamos al laboratorio. Si no, tendremos una horrible falta en el impecable historial del aplicado Seungkwan. —Jeonghan dramatizo una expresión de espanto que provoca una risa en medio de uno de los pasillos más silenciosos del instituto. Reaccionaron de sus ocurrencias y salieron corriendo cuando escucharon la voz  del instructor de educación física. El hombre más gruñón del planeta.

 

—Clase, espero que después de esta explicación puedan hacer el tetrapack, quiero algo sencillo. —Choi intentaba por todos los medios entenderse con sus alumnos; cansada y mareada por la luz brillante del proyector, se vio en la necesidad de tomar un pequeño descanso —. La directora me ha llamado por unos minutos, así que al regreso revisare sus trabajos.

 

Todos, sin excepción vieron la lenta caminata de la profesora. La puerta se cerró con un chirrido nefasto para Hansol. Sin la autoridad de un docente, los revoltosos se levantaron y las conversaciones, que antes eran susurros ahora se asemejaban a la bulla de una plaza. Eun Ji se recostó sobre el escritorio y trato de dormir, no logro conciliar el sueño por un lápiz punteando su cintura.

 

— ¿Qué pasa? —preguntó a Minha.

 

—Adivina que tengo aquí. —La joven señalo su pendrive de color amarillo chillón. Eun Ji observo el objeto sin gracia y dijo:

 

— ¿Cuál es el chiste? —Minha rodo los ojos sin mucha empatía. A veces, se preguntaba que tenía en la cabeza su amiga.

 

—Solo te voy a decir una cosa, Seungkwan. —Las sonrisas perversas de ambas mujeres, anunciaron una nueva desgracia.

 

Minha se escabullo de su puesto y logro llegar a la laptop naranja de la señorita Choi, saco la tapa de su pendrive y lo inserto en el puerto USB. Los estudiantes seguían en su mundo, hasta que la estridente voz de EunJi se hizo escuchar.

 

— ¡Atención! —grito—. A continuación veremos la foto de la nueva pareja gay del curso.

 

Seungkwan se hundió en su asiento, decidido a convertirse uno con la silla. Podía escuchar la realidad golpear la puerta de sus miedos. Jeonghan sujeto la mano de su amigo y resulto estar más helado que los objetos expuestos al aire acondicionado.

 

Todos comenzaron a reír con las imágenes que se presentaban con el proyector. Hansol termino el tetrapack y solo basto unos segundos para que su mirada se desfigurara por la vergüenza y la rabia creciente. Tres patéticas fotos se pasaban de forma aleatoria repetidas veces. Se veía a Hansol sujetar la cintura de Seungkwan antes de caer a la piscina; la siguiente exhibía los rostros de los avergonzados, encerrados en un terrible corazón, que parecía estar hecho en paint. La ultima era la peor de todas, Hansol inclino su cabeza hacia un lado y resoplo, conteniendo la ira inmaculada. Su mente dio un bramido animal reclamando un solo nombre, Seungkwan.

 

Ignorando las numerosas miradas, Hansol se levantó y camino directamente hacia Seungkwan. Su presencia, aterrorizo al joven, quien lucía pálido por las infinitas emociones. Hansol pensó en lo desdeñable que se vía.

 

—Tenemos que hablar. —el gruñido manifestó lo detestable que Seungkwan era para Hansol-, Pero antes.

 

Hansol abandono su posición y se acercó a Minha. —Hey, este pendrive es tuyo. —Eun Ji asintió por su amiga. Los presentes admiraron con sorpresa la gran destreza de Hansol para destruir objetos. Minha miraba con horror a su pendrive; totalmente desarmado y sin color, debido a las reiteradas veces que fue pisoteado.

 

—No te vuelvas a meter conmigo. 

Notas finales:

hmm...

Si te gusto deja un comentario y si no... mm.. pues, para comenzar ¿Te gusta el Verkwan?

 

En fin, espero que lo hayan disfrutado, si hay algún error, les pido de favor que me lo digan para corregirlo. 

Nos vemos en el próximo capitulo, cuídense mucho. 

Bye :3


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