8 años
Ah, aun no puedo creer que nos vayamos a mudar. Nunca he vivido con nadie más, pero no se molesta. El solo ver cómo nos esforzamos por conseguir este lugar me hace sentir muy bien. Sinceramente lo prefiero a tener que elegir en que departamento nos vamos a quedar o luego tener que pensar en Enzo.
.- papá ¿Qué va a pasar con la escuela? ¿Voy a cambiarme otra vez?-
.- el autobús pasa cerca, y en realidad la escuela no queda tan lejos.- Nash le habla calmado, le suelta la mano.- ¿Por qué no entras primero a elegir una habitación?-
.- ¿Si?-
.- claro.- el mocoso da unos pasos despacio y luego corre por el camino entre el jardín. Ah, no sé quien se hará cargo del jardín.- ¿Te molesta?-
.- ¿ah? ¿Acaso piensas que yo un niño?- le reprocho, haciendo una mueca a propósito.- no voy a pelear por una habitación.-
.- me alegra oír eso. ¿Entramos?-
.- claro que si, padre desconsiderado.- ¿pensaba tenerme aquí afuera? La casa es grande a comparación del departamento, creo que es perfecta para tres personas. Valió la pena haber pasado mucho para encontrarla.
.- ah, es mejor de lo que recordaba.-
.- si.-
.- ¡Papá! ¡Mitchell!- el mocoso baja corriendo las escaleras.
.- mocoso, si vuelves a bajar así las escaleras conseguiré una donde no haya escaleras.- me saca la lengua.
.- Ven, mira esto.- nos toma de la mano y nos lleva hacia arriba.- ¿puedo quedarme con esta?-
.- la que sea está bien.- suspiro. La verdad da igual con cual se quede.
.- esta me gusta.- creo que eligió la más pequeña.
.- ¿Cuál habitación será la de Mitchell?- pregunta, mirándonos.
.-…- … Wow…
.- ¿papá?- Nash balbucea mientras se pone rojo. Ah, dios, no aguanto. Me pongo a reír, sujetándome de una pared. El mocoso me mira mal unos momentos.
.- ah, mocoso.- me seco las lagrimas, Nash sigue colorado, me mira avergonzado. Sabía que al final seria yo quien se encargara de esto.- mira…-
.- Mitch…-
.- ah, está bien. Enzo, yo dormiré en la habitación de Nash, porque cuando dos personas se quieren…- de nuevo la mirada de Nash, oh, vamos, tiene ocho y es inteligente, de seguro lo entenderá.- solo… eso. Los adultos que se quieren duermen en la misma habitación.- arg, que raro sonó eso. El mocoso nos mira, cruza los brazos e infla las mejillas.
.- no es justo.-
.- ¿Cómo dices?-
.- ¿Por qué solo papá puede dormir con Mitchell? Yo también quiero dormir con Mitchell.- otro ataque de risa me hace sentarme en el suelo, mientras Nash sigue con la cara roja. Después de eso, Enzo durmió una semana con nosotros.
9Años
Es sábado, es muy agradable tener un momento para descansar. Estoy leyendo el periódico en la sala, la misma sala de la que Mitch no se quiso deshacer.
.- ¡Papá!- los pasos rápidos de Enzo me dicen que viene corriendo, que raro, había estado jugando en el patio.
.- ¿Qué pasa?-
.- ven, rápido.- me jala de la mano y me levanto. ¿Qué paso para que Enzo este así?
.- ¿Enzo?-
.- es Mitchell.-
.- ¿Qué pasa con Mitchell?- el voltea a verme, y puedo ver que está molesto. Creo que Mitchell dijo que pasaría a hacer las compras de regreso a casa. Enzo me sigue jalando hasta que llegamos a la puerta.
.- esta con alguien.-
.- ¿ah?-
.- que viene con alguien, haz algo.- me dice, arrugando la frente y señalando a la calle. Mitchell está ahí, riendo con otra persona, un chico. Las bolsas del mercado están en el piso. No conozco a la otra persona. ¿No están algo cerca? Creo que no es normal que las personas hablen tan cerca, ni que rían tanto. Mucho menos que estire la mano y le toque el cabello de esa manera.
.- Mitch.-
.- ah, Nash.- me sonríe, saludándome con la mano también.
.- ¿pasa algo?-
.- no, todo está…- le paso el brazo por los hombros y le doy un beso en la mejilla.- bien.-
.- Enzo estaba preguntando por ti.- justo llega Enzo, y como hizo conmigo, le jala de la mano hacia la casa.
.- eh… bueno, tengo que irme… nos vemos.- el otro chico se despide.
.- claro…- sonrió forzadamente. Mitch suspira recoge las bolsas.- mocoso, vas a romper las bolsas.- Enzo le saca la lengua y entra corriendo a la casa.- ah, increíble.-
.- ¿Quién era?- pregunta cuando entramos, está sentando en el sofá, con los brazos cruzados.
.-no tengo por qué decirle mi vida a un mocoso.-
.-Mitch ¿Quién era esa persona?-
.- ¿ah? ¿Tú también?- Mitch nos voltea a ver, y luego suspira, murmurando cosas que no entiendo.- es un vecino, vive a cuatro casas y me lo encontré en el supermercado.-
.- ¿Por qué estaba tocando tu cabello?- Enzo le entrecierra los ojos. Mitch voltea a verme, pero… yo también quiero saber eso.
.- genial, esto es realmente increíble. Es el vecino, se llama John y es modelo. Lo encontré en la tienda mientras compraba shampoo, le gusto mi cabello y me preguntaba cómo lo mantengo tan cuidado. Par de celosos.- murmura, subiendo las escaleras con la cara un poco roja.
.- no me agrada el vecino.- dice Enzo.
.- creo que a mí tampoco.-
10 años
Umm ¿Dónde se supone que esta Nash? Es la primera obra que hará Enzo desde que estoy con ellos, y Nash prometió que vendría también. Ah, padre irresponsable, si no llega, se las verá conmigo. ¡No puede prometer que vendrá y no hacerlo! Además, tengo el lugar apartado desde que llegue. Volteo a la puerta, ya siento que me duele el cuello de lo torcido que estoy volteando cada cinco segundos. Ah, ahí está.
.- ¡Nash!- grito, agitando las manos. El me ve y me sonríe. Las luces se apagan. Ah, llego justo a tiempo.
.- disculpe.- le oigo decir, y unos momentos después, se sienta a mi lado.
.- padre impuntual.- susurro. Nash ríe, pero en ese momento la obra comienza. Creo que es algo como la cenicienta… si, es la cenicienta. El mocoso no tiene un papel tan principal, pero admito que se ve adorable con orejas de ratón.
.- ah.- veo como Nash saca la cámara y comienza a tomar fotos. Enzo nos ve en un momento, y nos saluda con la mano.
.- tu pequeño ha crecido mucho.- susurro, tomándole la mano libre en la oscuridad de los asientos. Nash baja la cámara, pero sigue mirando al frente.
.- nuestro, Mitch. Nuestro pequeño.- despego la vista del escenario. Nash sonríe, pero no me está viendo.
.- padre cursi.- le digo, vuelvo a mirar la obra, apretando la mano de Nash y apoyando mi cabeza en su hombro.
11 años
.- ¡Enzo! ¿No vas a tomar el autobús?-
.- no.- Mathew me detiene. Yo me suelto antes de que me haga subir al autobús.- volveré a casa después.-
.- ¿Por qué?-
.- tengo cosas que hacer.- me voy antes de que me pregunte más. Sé que Mitchell llega más tarde hoy, pero no tengo mucho tiempo si no quiero que me descubran. Sé cómo llegar al centro comercial, pero no voy al centro comercial. Casi siempre venimos a este centro comercial, pero no entro hoy. Camino unas calles más y entro a la tienda que buscaba. Aun soy pequeño para alcanzar a ver lo que hay detrás del mostrador. ¿Porque tienen que tener mostradores tan grandes?
.- ¿puedo ayudarte en algo?- ah… no me gusta hablar mucho con las personas que venden. La mujer me habla a mí, porque soy el único en la tienda.
.- b-busco… ¿Qué puedo comprar con esto?- le digo, sacando el dinero que tengo ahorrado.
.- ah, bien, deja te muestro. ¿Buscabas algo en especial?- me sonríe. ¿Algo especial?
.- no… solo que no sea para mujer. ¿Alcanzaría para ese?- señalo el refrigerador.
.- si, y te sobraría.-
.- entonces puede ponerle algo más, un mensaje.-
.- claro.- diez minutos después salgo de la tienda. No puedo ir tan rápido por la caja que llevo ahora, pero me apresuro y llego bien a casa. No hay nadie, pero Mitchell llega poco después de que dejo mis cosas.
.- mocoso, ya estoy aquí.-
.- ya lo sé, bobo.-
.- solo estoy… ¿Qué es esto?- pregunta cuando entra a la cocina.
.-… es para ti.- ¿y si no le gusta? Ah, no pensé en que haría, quizá debí comprar algo más. ¿Por qué no dice nada? volteo, la caja está abierta, puedo ver el pastel blanco con frutas y chocolate que dice “Feliz cumpleaños, Mitchell”-
.- ¿tu…? ¿Es…?-
.- bobo, habla bien.-
.- mocoso, no arruines el momento.-
.- feliz cumpleaños. No te di nada los otros años, si no te gusta…-
.- claro que me gusta… ¡Es genial! Aww, mocoso no sabía que me querías tanto.- me abraza, apretándome muy fuerte a propósito.
.- basta, Mitchell… solo es un pastel.- el ríe, sin dejar de abrazarme.
.- oye, no es solo un pastel. Es especial porque tú me lo diste.- no veo cuando toma betún, solo cuando me lo embarra en la nariz.
.- bobo.-
.- yo también te quiero, mocoso. ¿Quieres pastel?- me limpio la nariz cuando él va por los platos y un cuchillo para cortar el pastel. Me gusta ver a Mitchell feliz porque papá es feliz también. Creo que hoy podría quedarme en casa por la noche y dejar que papá y Mitchell vayan a cenar a solas.
Claro que ni Mitchell ni papá quisieron dejarme en casa solo.