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Si No Eres Tú por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Nuevo capitulo!!

Wow, creo que no habia tenido tantas leidas en este numero de capitulos en mis fics anteriores, estoy contenta con esto porque este fic realmente me enamoro <3  y me encanta que les guste tambien a ustes, muchas gracias por estarme apoyando, leyendo, añadiendo a favoritos o comentando, no solo en este fic, si no tambien en los demas que tengo.

 

---------------------->Portada 

La sala de Mitch es pequeña, como la mía aunque su sofá es con mucho más cómodo que los míos. No puedo dormir, me siento algo extraño al estar en ese lugar y de esa manera.  Suspiro. Hablar sobre Ruth, mi ex esposa siempre es difícil porque muchos piensan que ella solo de deshizo de Enzo, lo cual no paso así y por ese motivo no suelo contar cosas sobre ella.  Me sentí muy cómodo con Mitch, no es como las personas que frecuento, es… especial. Quizá por eso me recuerda un poco a Enzo.


Desde que Mitch cuida de Enzo, he entablado una amistad con él. Hablamos de vez en cuando y es fácil confiar en él.  Es  burlesco, si, pero también sé que es dedicado con lo que le interesa. Siempre pensé que era una persona feliz, sin problemas pero nadie está libre de ellos. Su pasado es algo triste,  pero es bueno ver que ha seguido adelante.  Mis pensamientos van entre Enzo, mi trabajo… la luz del sol me despierta ¿en qué momento me dormí?  Bostezo, levantándome. No hay más ruido en la casa.


¿Voy a la habitación? quisiera preguntarle algo a Mitch, pero que tan indiscreto seria… no pierdo nada. La puerta de la habitación esta entreabierta


.- ¿Mitch?-  La habitación está iluminada, por lo que veo con facilidad a Mitch durmiendo.  Hay una almohada a un lado, como si hubiera dormido abrazándola.  No puedo evitar apártale el cabello de la cara, algo que siempre hago con Enzo.  Mitch también me causa algo… ternura. Sonrió, saliendo de nuevo, al fin que ayer me ha dicho que podía usar la cocina si quería pero primero veré si mi ropa se ha secado, porque la ropa de Mitch es algo incomoda. Estupendo, si se ha secado.  


La despensa está llena, así que me pongo a hacer omelette. En casa yo siempre preparo yo la comida, además aun siento que debo agradecer a Mitch por su hospitalidad.  Con la comodidad de mi ropa de nuevo, me pongo a cocinar y a tararear.  Es complicado cocinar en una cocina que no conozco, y me tardo un poco en encontrar la cafetera y los platos.  


.- ¿Qué estás haciendo?- Mitch ha entrado en la cocina, con su cabello revuelto y cara de sueño. Se tambalea un poco mientras camina, indicándome que se acaba de levantar.


.- el desayuno, está listo.-


.- ¿desayuno?- Mitch bosteza. Se ve bastante lindo así, en pijama, despeinado y con expresión de sueño.


.- sí. Ve a lavarte la cara y luego vienes.-


.- deja de hablarme como a tu hijo, padre ignorante.- murmura entre bostezos antes de regresar. Yo solo sonrió. Me he acostumbrado a la personalidad inmadura de Mitch. Sirvo los platos y los llevo a la mesa.- ¿Tomas café?- pregunto, alzando la voz.


 .- si.- su voz llega más cerca. Su cabello esta peinado, y ya no tiene cara de sueño.- huele bien.-


.- gracias.- digo, sentándome. Mitch se ha sentado primero y se ha puesto a comer sin más. No hay pláticas ni comentarios, por lo que miro a Mitch. Está mirando ausente la comida.- ¿pasa algo?-


.- no.- responde. Lo miro unos segundos más antes de ponerme a comer. Lo que sea que esté pensando no parece ser muy agradable.- ¡esta riquísimo!- exclama de pronto.


.- oh, bueno…-


.- entiendo porque el mo… Enzo dice que tú siempre cocinas.-  su rostro vuelve a estar animado, y entonces comprendo que esa expresión alegre en Mitch no es real.


.- Enzo está muy feliz contigo.- 


.- ¿feliz?- me está hablando con la boca llena, hace una pausa para tragar y continúa.- pues cuando está aquí no parece muy feliz. Siempre tiene esa expresión molesta.- suelto una risa.


.- me hace sentir tranquilo ver que le ocasionas algo. Enzo se estaba volviendo algo apático, y comenzaba a preocuparme.-


.- ¿entonces estas feliz porque hago enojar a tu hijo? Porque déjame decirte que eso lo hago muy bien.- Mitch no parece preocupado por esa situación. Estoy seguro que cualquier otro padre se molestaría si el cuidador de sus hijos hiciera algo así.- aunque solo le molesto un poco. Tampoco es que lo maltrate, o diga cosas para adultos.-


.- lo sé. Enzo me ha contado un poco sobre lo que hacen aquí.-


.- ¿ya conseguiste niñera?-


.- no, aun no.- reconozco con vergüenza.- pero si te causamos algún inconveniente no dudes en decirlo.- sé que Mitch me dirá inmediatamente si quiere dejar de cuidar de Enzo.  No será la mejor niñera pero ha hecho mucho por ayudarnos.  


.- claro.-


.- ¿Cómo es tu familia?- pregunto, cuando veo que ha terminado y deja los cubiertos. Me ha causado curiosidad nuestra plática de ayer y quiero conocer más de Mitch.


.- ¿mi familia? Pues… mis padres son algo especiales, muy perfeccionistas. Mis hermanas tienen buenos empleos y al menos dos están casadas. No había mucho que pudiera hacer para quedar bien. Siempre fui diferente a ellos.-


.- eso es un poco triste.-


.- al contrario, fue divertido. Por eso decidí vivir por mi cuenta, ya era demasiado complicado vivir con ellos.-


.- oh entiendo. Yo me mude para alejarme de los abuelos de Enzo.-


.- Déjame adivinar, ellos quieren quedarse con el  niño y al niño no le agradan.-


.- no, te equivocas. En realidad, solo quieren intervenir en su vida, muchas veces ponen más ansioso a Enzo.  Yo solo quiero que sea un  niño lo más normal que su inteligencia le permita.-


.- puedes ser normal e inteligente a la vez. ¿Qué hay de la mamá de él?-


.- ella trabaja en otro condado. Viene en algunas vacaciones.-


.- uh, ¿y ya no hay nada de nada? Digo, muchas veces es difícil olvidarse de alguien. Y ustedes tienen un hijo.-  eso es algo que me pregunte mucho tiempo,  por el bien de Enzo yo esperaba que algo así sucediera los primeros años.


.- No, no hablamos mucho. Espere que eso pasara, pero las cosas no se solucionaron. Ahora solo me dedico a Enzo.-


.- sí, sí. Ya se me el cuento del padre abnegado, sin ofender.-  no seguimos hablando por que escucho que llaman a la puerta de al lado, mi casa. No me di cuenta que Enzo había llegado ya. Me levanto a la puerta, asomándome.


.- Enzo.- le llamo.


.- ¿Qué haces allá?- me pregunta, caminando. Hoy el sol esta iluminando todo, y se siente algo de calor. Es un buen domingo para salir.


.- perdí mis llaves. Mitch me ofreció su casa para quedarme hasta que llegaras.  


.- oh, mira pero si es Enzo.- Mitch está en el sofá, sonriendo a Enzo. Enzo me mira.


.- ¿te quedaste aquí?-


.- sí… bueno, supongo que deberíamos irnos ya.- pongo la mano en la cabeza de Enzo.- ¿tienes tus llaves?-


.- están en la mochila.-  por supuesto que se refiere a la que lleva en estos momentos.  


.- entonces, vayamos a casa. Mitch, lamento los inconvenientes. Y de nuevo gracias por todo.-  él solo hace un gesto despectivo con la mano.


.- no fue nada. Solo no vuelvas a perder tus cosas, padre torpe.-  le sonrió, despidiéndome con la mano. Enzo me mira mientras salimos y cierro la puerta.- ¿Cómo estuvo el día de ayer?- le pregunto. Siempre me importa cómo van sus días.   


.- bien. La abuela hizo pastel de chocolate, también jugué ajedrez con el abuelo.-


.-  que bien.- Enzo busca en la mochila las llaves, las cuales encuentra después de sacar algunas cosas de la mochila.


.- ¿Por qué te quedaste con Mitchell?-


.- nos encontramos ayer cuando llovía, y vinimos juntos. Me dejo quedarme en su casa y secarme. No hay más juegos de llaves, y no podía ir a otro lugar porque llovía.-


.- Solo quería saber porque.-  yo rio, notando que le he dado una explicación innecesaria.


.- Ya. ¿Quieres ir algún lado? Es domingo, podemos salir a comer si quieres.- aún es temprano para pensar en comer, pero si saldremos será mejor que vayamos haciendo planes.


.- sí, quiero ir a la pizzería.-


.- ¿Pizza?- Enzo asiente. Me resulta extraño que quiera ir a la pizzería, pero no hago preguntas. Es tan impredecible como Mitch. Mitch, sonrió al recordar la noche pasada, pues ha sido entretenido pasar algo de tiempo con él.  Parece que es demasiado solitario, quizá debería llevarle algo de comida de vez en cuando, conociendo algo de su pasado creo que le haría bien que alguien confiara en él.


.- papá ¿Dónde están mis lápices?-


.- en el escritorio… Enzo, ¿te gusta ir con Mitch?-


.- es aburrido, no tiene nada de las cosas que me gustan y solo puedo leer o hacer mis tareas. El solo ve televisión.-   


.- ¿ya has intentado darle una oportunidad?-


.-…Si.-


.- pienso que Mitch es algo solitario. Quizá debamos pasar tiempo con él ¿no crees?-


.- a ti te agrada mucho Mitchell. No me importa, pero me aburro en su casa.- me insiste. Le acaricio el cabello, suspirando.


.- ya pensare en algo.-


.- si, y papá… Mitchell también me agrada.- murmura sin mirarme.- es un poco bobo.-


.- No deberías decir eso de las personas.- le digo, pero sonrió. Enzo regresa a la habitación sin decirme nada más. Yo voy a  buscar ropa nueva, y una vez cambiado enciendo la televisión. Quizá a Enzo no le guste mucho pero a mí me gusta ver noticieros y uno que otro show. De nuevo, pienso en Mitch, en su poco tacto con las personas. Me recuerda tanto a un niño abandonado, que no puedo evitar querer protegerle. Sonrió, negando. Solo son mis imaginaciones. Igual, no está mal querer conocerle mejor.


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Sigo inmóvil, en la mesa, mirando de mala manera a los platos que quedaron ahí en el desayuno. Nash y el mocoso se largaron hace  un buen rato,


.- ¿Por qué estaba tan bueno?- murmuro. Tengo exactamente los mismos ingredientes, no pudo haber usado algo más. Ah, como sea. Me levanto de la silla, dispuesto a cambiarme y a ponerme hacer algo de aseo.  Cuando termino de asear las partes mojadas de la noche anterior y de lavar los trastes, veo que mi móvil tiene un mensaje.- Cambio de turnos para práctica.- leo despacio y luego comienzo a  buscar mi nombre. Al parecer tendré trabajo la siguiente semana.  ¡Pero si tampoco he ido mucho al bar!


Demasiado pensar para mí. Tomo uno de los cigarros de la cajetilla y salgo afuera. Mi casa se siente extraña, como si le faltara algo. Exhalo despacio, viendo el humo disiparse.  Joder, que complicado es todo está mierda. 


.- ah, Mitch.- volteo con pereza. Nash y Enzo acaban de salir de su casa. Solo hago un saludo con la mano.


.- ¿de paseo?- Pregunto, sin interés.


.- iremos a comer… ¿quieres ir?-


.- ¿eh?-  me siento raro. No es la primera vez que me invitan a comer, pero… algo se siente raro esta vez. ¿Estoy feliz? Sí, me siento feliz de que me invite a comer.


.-  Bueno, si no tienes algo más que hacer… estaría bien si nos acompañas.-  me repite Nash, sonriéndome amablemente. No muchas personas son amables conmigo. El mocoso solo se ha quedado parado esperando.


.-...supongo que puedo ir.-


.- excelente, iremos a una pizzería, espero que te guste.-


.- lo que sea está bien…. iré por mis cosas.- apago el cigarrillo, que ya casi me termine, y entro por mis llaves y mi cartera. No quiero ser yo quien se quede en la calle esta noche.- ¿y a dónde iremos?- pregunto, cerrando la puerta con llave.


.- es una pizzería con área de juegos, le gusta mucho a Enzo.-


.- ¿Ah sí? Creía que no le gustaba la pizza.-  digo, mirando a Enzo, quien solo sonríe. Nos dirigimos al auto de Nash, ya antes me había dicho que no era suyo si no de su trabajo y solo se lo prestan. Yo nunca lo había visto antes a pesar de que vivimos a un lado. El auto es soso, color gris y un modelo común, con la pintura algo desgastada. ¿Ese es el auto que usan en el banco? No parece que sea el mejor.


.- le gusta, aunque siempre prefiere comida hecha en casa.-  No estoy muy seguro en qué lugar debería subir. Bien, el mocoso puede ir atrás lo sé pero no quiero parecer tampoco muy grosero. Ah, que bien el mocoso ha subido atrás. Yo abro la puerta delantera y entro al auto. El interior es tan soso como el exterior.  Bajo el cristal de la ventana y me limito a ver por la calle, casi no presto atención a lo que habla Nash, lo bueno es que parece estar hablando con el mocoso.


Tengo muchas cosas en la cabeza, soy una persona que se estresa con facilidad aunque no lo aparento. Mis turnos en las prácticas son en la tarde, siempre elijo el turno nocturno, pero ahora también quería ir al bar en la semana. Por si fuera poco el asunto con Julien sigue aun y tengo que seguir cuidando del mocoso. Que tonto soy, ¿Por qué no me fije mejor antes de hacer algo?  El auto de ha detenido, y miro hacia el lugar. Los establecimientos infantiles no me gustan, pero no es que pueda quejarme,  yo mismo quise venir.


.- ¿siempre vienen aquí?- pregunto, cuando bajo después de subir de vuelta la ventanilla.


.- Solo cuando hay tiempo. Si es una ocasión especial vamos a otro  lugar.- los sigo hasta una mesa vacía. El lugar esta algo lleno, huele a queso y hay mucho ruido… Excelente idea venir aquí Mitch. ¿Eh? ¿A dónde fueron todos? Genial, ahora estoy solo en la mesa de un establecimiento infantil. Suspiro, no quiero decir una palabrota en un lugar donde hay más niños que nada.


.- ¿Pasa algo?-


.- cosas mías.-


.- oh, sí lo siento. No quise ser entrometido.- alzo la cabeza, sintiéndome avergonzado. Dios, Nash solo está siendo amable conmigo, no tengo por qué responder así.- Espero que te guste la pizza de pepperoni.-


.- me gusta… oye, siento haberte hablado así.- añado cuando se sienta y deja los vasos vacios en la mesa.- siempre que me estreso mucho me pongo grosero.-


.- entiendo, no te preocupes. ¿Puedo ayudar en algo?-  estúpido Nash, ¿Por qué me haces sentir cosas raras? Nadie me habla como él.


.- no creo… pero gracias por tu ofrecimiento.- Nash me sonríe, extendiendo un vaso hacia mí.           


 .- el… ¿Enzo esta en los juegos?- pregunto, tomando le vaso sin pararme.


.- si.-


.- no creí que le gustaran tampoco. No parece esa clase de niño.- no parece un niño, de hecho. Busco con la mirada al mocoso, pero no logro verlo entre tantos juegos y niños. Los juegos son en su mayoría videojuegos y algunas maquinas de peluches y otras chucherías.


.- le gusta ganar boletos y canjearlos por regalos.- vaya, eso tiene más sentido.  Me levanto para ir a llenar mi vaso, al menos tendré algo que hacer.  No detesto a los niños, pero a veces son realmente insoportables, como cuando te pasan corriendo por un lado y por otro. Lo que más me molesta es que no puedo decirles lo que quiero.


.- ¿tardara mucho la pizza?- pregunto, sentándome. En realidad no es que quiera saberlo ni tengo hambre, solo quiero un tema para conversar. 


.- Un poco, siempre tienen mucha gente aquí. ¿Tienes hambre?- 


.- puedo esperar.- respondo, mordiendo la pajilla.- Cuando hago guardias en la ambulancia no puedo comer, estoy acostumbrado.-


.- ah. De verdad que parece una profesión más sencilla.-


.-  No lo es.- Respondo, e inmediatamente me pongo a darle todo un sermón de las maravillas que es ser paramédico. Cuando me emociono suelo hablar de más, y eso mismo me pasa ahora. Nash no me interrumpe, me deja hablar y hablar y solo de vez en cuando hace alguna pregunta que me hace hablar todavía más. Solo me quedo callado cuando Nash se levanta para ir por la pizza y continúo hablando cuando regresa.


.- entonces ¿Cuánto tiempo te falta para terminar?-


.- umm... solo seis meses. Me estoy esforzando para obtener un puesto en el hospital donde hago las estadías, aunque ya no voy mucho porque casi termino mis horas.- respondo, poniendo salsa captsu a la rebanada y dándole una mordida.- tendré que ir esta semana al hospital, por la tarde.-


.- ¿no te causa problema el cuidar de Enzo? Si es muy complicado, puedo buscar a alguien que le cuide.-


.- no, no. Puedo, entro a las siete. No lo parece, pero por la noche es el turno más ocupado y adquiero más experiencia.-


 .- oh, ¿es así?- asiento, feliz mordiendo de nuevo la pizza.- te quedo algo de salsa de tomate.- sin interés paso mi mano por mi cara.- no, espera…- Nash se inclina hacia mí, pasando su mano por un lado de mi boca.- aquí.- dice. Lo miro, algo sorprendido. El también me ve, sin moverse.  Demonios, su mano se siente grande en mi cara.  Ahora pone una expresión de sorpresa, y yo siento que mi pulso se acelera. ¿Qué carajos está pasando?


.- N-Nash…- logro pronunciar.


.- papá ¿ya llego la pizza?- pego un brinco en mi asiento. Nash también brinca, y quita su mano de mi cara, regresando a su lugar aclarándose la garganta.- ¿Qué estaban haciendo?-


.- Mitch tenía algo de… salsa de tomate.-


.- ah.- mi corazón sigue latiendo como si hubiera hecho un maldito maratón. Respira, vamos, respira.- mira cuantos boletos gane.- sin querer también miro, y luego mis ojos se encuentran con los de Nash. Él aparta la mirada, ¿Qué le pasa?  ¿Acaso esta avergonzado? Pensar eso solo hace que a mí me dé vergüenza y procuro no mirarle más. Mocoso, más te vale no largarte de aquí de nuevo.   


Para mi suerte Enzo se queda con nosotros hasta que nos termínanos toda la pizza, la cual no es mucha según yo. Al final, hemos ido a canjear los boletos de Enzo a otro mostrador, donde toma un juego de mesa a cambio. El camino de regreso a casa es algo incómodo, ¡bueno, ya! Para mi es incómodo.  No hablamos mucho, y solo suena la música de la radio.  Cuando el auto de detiene, soy el primero al bajar y solo la maldita cortesía hace que me quede a esperarles.  El mocoso se adelanta.


 .- parece que le gusta.- comento, subiendo los cuatro escalones que hay para llegar a las puertas.


.- Sí, me gusta verlo así… ¿y tú? ¿Te divertiste?-  Nash parece incomodo aun, yo no entiendo porque. No hemos hecho nada, no hay porque sentirse así.


.- umm, no diría divertirme, pero fue agradable.-


.- me alegro… eh…- vamos, vamos… ve a tu casa… Nash se queda solo de pie en la entrada de mi casa.- volvamos a salir.-


.- Sí.- sonrió. Nash también sonríe, y pone una mano en mi hombro. Ah, no puede ser otra vez estoy sintiendo cosas raras. ¿Estoy nervioso?


.- casi lo olvido, Enzo quiere usar sus juguetes pero no puede sacarlos de casa ¿quisieras cuidar de el en nuestra casa?-


.- ¿Qué?... umm… eso sería…yo…- ¿yo en su casa? eso no suena bien para mí. No, no, no… solo tengo que decirle que no.


  .- por favor.- no quiero. Internamente siento que estoy a punto de hacer un gran berrinche. Cálmate… pensemos la situación objetivamente: yo solo cuidare del mocoso, nada más. Nash no estará ahí, por lo que solo estaremos el mocoso y yo. Cuando llegue él solo me largo y ya. Sí, eso es lo que hare.


.- está bien.- a pesar de mi maravillosa conclusión mi voz suena sin ganas. No me termine de convencer, pero bueno. Si no sintiera esas cosas raras cuando Nash es amable conmigo sería más fácil decir que no. O que sí. 


.- Gracias. Que pases buenas noches.- y por fin comienza a irse y es cuando me doy cuenta estoy solo afuera de mi casa.


Estúpido Mitch, ¿Qué estás haciendo? me recrimino, cerrando la puerta. Hoy fue un día raro con Nash. Desde anoche que se quedó en casa algo raro pasa… oh, debe ser entonces solo eso. No acostumbro pasar tiempo con nadie en casa, y él se quedó. Sí, eso debe ser.

Notas finales:

*Errores en el texto son sin querer.

 

Me gusta como se llevan estos dos, tres deberia decir :p Y bueno, aunque no son una familia, en este capitulo pareciera que si y ya estan "pasando cosas", pero aplicare el No es amor (todavia) y dejare eso para otro capitulo XD. 

Bueno, les dejo hasta aqui y nos leemos la siguiente semana!! Si les gusto no olviden dejar un comentario!!


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