Stan y los chicos buscaban a Dan, hace rato que se había retirado de la mesa y no lo miraban por ninguna parte.
-Debe estar con Vincent- Dijo Cris intentando calmar a Stan.
-Es justo lo que temo.
-No exageres, que no te dije que…
A unos pasos de ellos apareció Alexander. Estaba recargado frente a una ventana del pasillo.
-Hola Alex. ¿Cómo has estado?- Stan fue a él y lo saludó.
-Hola chicos. Pues no tan bien, es decir…miren- Alexander apuntó fuera de la ventana.
A lo lejos vieron a Dante y Vincent caminando juntos por el patio de la escuela.
-Alex no te preocupes, estoy seguro que ¨eso¨ no durara.
Alexander negó con la cabeza. –Ambos se ven bien juntos, es decir… hacen un buen contraste.
Stan los vio caminar juntos, era verdad, los tonos obscuros de Dan contra los coloridos de Vincent hacían una combinación única, incluso mesclando ambas personalidades…. ¡PERO NO!
- ¡No! Alex no te rindas con Dan. Sí Vincent se queda con él…
- ¿Qué? Si a Dan le gusta ¿Por qué no? –Alexander parecía haber aceptado la derrota.
-Es justo lo que traté de decirte Stan- Interrumpió Cris. –Dan puede decidir con quién quiere salir. Además Vincent se ha portado bien con él últimamente.
Stan miró de nuevo a esa peculiar pareja, pensando que tan equivocado podía estar respecto a ese rubio malvado.
-¿Qué te dijo tu tía? – Preguntó Dante mientras caminaba junto a Vincent.
-Cosas de familia, nada importante- El arlequín aún no estaba listo para hablar del tema con Dan. –Lo que importa ahora es lo que te pasó con ese profesor, tengo que hacer algo.
-Vincent, no hagas una locura. Yo estoy bien, así que…
- ¿Y quieres esperar a no estarlo? Lo que dijo es acoso. Además de que fue contra mi pareja, no dejaré las cosas así.
-Te prometo no volver a confiar en él. Te juro que ni siquiera me quedaré a solas con ese profesor de nuevo, me cuidaré, pero por favor no hagas nada. No vale la pena pelear- Dante miró a Vincent con sus brillantes ojos negros intentando convencerle.
- ¡Joder! Está bien, pero si me enteró de que te tocó un solo cabello lo enviaré al infierno- Vincent tampoco quería problemas, no por miedo del profesor o del castigo en sí. Temía que lo expulsaran y lo alejaran de su ángel, eso si no podía ser, ahora más que nunca tendría que esforzarse por hacer las cosas bien.
Ambos chicos pasaron el día juntos. Tal como dijo Vincent no lo dejó solo ni un segundo. Incluso en la noche el arlequín se metió en la cama de Dante.
-Mmm… ¿Vincent?- Preguntó Dan medio dormido.
-Solo te vigilo- Dijo mientras se acomodaba en la cama.
-¿No crees que esto es demasiado?
-No lo es- Mientras tanto Vincent metía sus manos bajo la camisa de Dante.
-V-Vincent hoy no…
-¿Hoy no qué?- Dijo mientras seguía acariciándolo.
-Hoy no, aun duele- Dijo Dan avergonzado.
-Oh, ya veo, hehe ¿Fui muy rudo contigo ayer?- El arlequín subió la camisa y comenzó a lamer.
-¡Ahh!
-Tu tranquilo, no llegaremos a ¨eso¨ hoy. Solo déjame saborearte un poquito.
Dante intentaba dormir, pero la lengua y manos traviesas de Vincent no lo dejaban. Se sentía bastante bien, hasta que de repente el rubio se detuvo.
-¿Eh? ¿Vincent?- Dante miró bajo las cobijas encontrándose a su querido arlequín durmiendo. ¨Incluso las personas traviesas como Vincent terminan perdiendo sus energías¨ Pensó el azabache –Buenas noches- Dijo por ultimo para comenzar a descansar el también.
A la mañana siguiente ambos chicos fueron juntos al comedor. Era algo raro ya que nunca habían desayunado juntos, querían intentarlo, aunque su relación debía ser un secreto para el resto de la escuela.
-Me pregunto por qué hoy no fueron los chicos a buscarme ¿Seguirán molestos?- Dijo Dante para sí mismo pero Vincent obviamente lo escuchó.
-¿Te preocupa eso verdad? Pues olvídalo, hoy comerás conmigo. De todas formas pensaba robarte de la mesa y llevarte a mi lado lejos de tus fastidiosos amigos- Vincent parecía estar muy animado ese día. Tenía una sonrisa traviesa y una mirada alegre.
-Me preocupa, pero también pensaba desayunar contigo- Dijo Dante con una sonrisa tímida.
Ambos estaban felices de estar al lado del otro, pero aun así cargaban con un montón de problemas encima.
Entraron a la cafetería tranquilamente y pidieron su desayuno. Se sentaron en una mesa, uno frente al otro, y comenzaron a comer. Había tanta tranquilidad que no se esperaron lo que pasó.
-¡Buenos días chicos!- Dijo Cris mientras se sentaba juntó a Vincent en la mesa, seguido por Jeff quien se sentó junto a Dante.
-¿Qué hacen ustedes aquí?- Preguntó Vincent molesto.
-Tranquilo Vincent, venimos en paz- Dijo Cris burlonamente. Jeff asintió con la cabeza mientras sonreía alegremente.
-Hola chicos, que bueno verlos. Yo creía que seguían enojados conmigo- Dijo Dante feliz de ver a sus amigos.
-¿Enojados? Para nada. Ni Jeff ni yo estamos molestos ¿Por qué deberíamos?
-Bueno… Stan debe estarlo.
-No- Cris negó con la cabeza. –De hecho te está dando una oportunidad Dante- Dijo mientras le giñaba el ojo.
-¿Oportunidad para qué?- Preguntó Vincent aun molesto por la presencia del chico de gafas y del pelirrojo.
-Para que ustedes dos se traten…ya saben, como novios.
Vincent abrió los ojos sorprendido. El perdedor cuatro ojos lo sabía, el retrasado pelirrojo lo sabía y era más que obvio que el idiota de Stan lo sabía. Solo eso le faltaba, todos sus enemigos sabían de su relación con Dan. El arlequín miró a Dante exigiendo una explicación, lo cual de inmediato notó Cris.
-¡Ah! Pero Dan no nos dijo nada- Dijo para aclarar las cosas. –De hecho era bastante obvio y los vimos juntos ayer, también Alexander los vio.
-¿Alexander? ¿Hablaron con él?- Preguntó Dante.
-Un poco. Está algo deprimido, pero parece aceptar la situación. Por ahora Stan comerá con él, parece necesitar la ayuda de un amigo y Stan quería tomar distancia de todos modos.
Dante miró alrededor. Lejos al otro lado de la cafetería estaba Alexander y Stan desayunando juntos. Parecían llevarse bastante bien.
Sin embargo a Dante le preocupaba que Stan tomase distancia ¿Acaso estaba tan enojado que no quería verlo?
-¿Entonces piensan comer con nosotros dos todos los días?- Preguntó Vincent. Puede que aparentase estar enojado con la situación, pero en realidad estaba asustado y nervioso.
-Así es. Yo y Jeff les haremos compañía.
-¿Acaso no me temes? Soy El Arlequín del Diablo ¿Recuerdas?- Vincent pensaba ahuyentarlo para que se fuese de la mesa junto con su pequeño pelirrojo, pero eso no ocurriría.
-Antes lo hacía, pero me di cuenta de que no tengo por qué. Es decir, ese apodo te lo pusieron solo porque te juntabas con ¨El Diablo¨.
-¿El Diablo?- Dante miró a Vincent con curiosidad.
-¡Cállate! ¡No hables de eso! ¡No frente a Dan!- El tono fuerte de Vincent no era de enojo, más bien era una súplica oculta tras una mirada amenazadora.
-Oh, lo siento- Dijo Cris acomodando sus gafas. –Supongo que no me corresponde. Olvidemos eso ¿Por qué no mejor disfrutamos del desayuno? Más tarde podemos ir juntos a clases.
Vincent se resignó a tener a esos dos merodeando alrededor de ellos. Dante se quedó pensando en ¨El Diablo¨ y la estrecha relación que seguro tenía con Vincent. Mientras que Jeff solo pensaba en como robarle a Cris su deliciosa porción de flan.