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Rainbow VS Monochrome por Alphonse Zero

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Notas del capitulo:

Haré comentarios hasta el final del capítulo :v

Dante estaba algo sorprendido por lo que dijo Vincent. Quería saber, pero sintió que tal vez era porque lo forzaba.

-No debes decirme si no estás seguro- le dice Dante.

-No, yo quiero que sepas. Alexander tiene razón en que corres cierto peligro al estar conmigo. Debes saber aunque sea un poco del Diablo para cuidarte de él.

Dante lo escucha. Ambos se colocan uno frente al otro y entonces Vincent comienza.

-Lo conocí poco después de ingresar al instituto. En ese entonces yo no era tan “temido” como ahora- dice de forma sarcástica. - Se burlaban de mí por mi forma de vestir, por ser bajito y por ser el nuevo.

Dante se limitaba a escuchar. Se esperaba que esa parte de la historia fuera justo así. Le recordaba a su historia en secundaria.

-Pero entonces el Diablo apareció. Al principio quería fastidiarme, pero luego vio algo en mí que le gustó y quiso que me uniera a él- Vincent suspira pesadamente. –Yo sabía que sería peligroso pero no me importaba. Quería que me respetaran y desquitarme con los que me molestaban, así que acepté. Terminé siendo uno más de ellos.

-¿Qué es lo que hacían?- pregunta Dante. –Para que todos les temieran, debió ser algo cruel.

-Lo era- dijo Vincent. –En principio solo molestábamos a algunos chicos por diversión. Ellos eran los típicos brabucones que te quitan el dinero del almuerzo o que te hacen tropezar cuando te ven distraído en los pasillos, pero a veces hacían más. Obligaban a los chicos inteligentes a hacerles las tareas, los golpeaban cuando no hacían lo que querían, y a veces hacían que se pelearan a golpes entre amigos solo por diversión.

Dante seguía escuchando en silencio.

-En cuanto a mí, al Diablo le gustaba verme hacerles bromas a los demás. Era todo lo que yo hacía, lo juro, solo bromas. Aventar globos con agua desde el tercer piso, asustar a chicos con petardos o perseguirlos con una máscara aterradora y un cuchillo falso. Esa clase de cosas- Vincent tomó las manos de Dante. –El Diablo, Damián,- decía su nombre con dificultad. –él se divertía al verme. Además, dijo que yo le gustaba y…bueno. A mí nunca me gustó, pero estuve con él porque quería probar…- se ponía nervioso. Creía que Dante se enojaría.

-Está bien,-dice algo serio. - entiendo. Era obvio que tu primera vez no fue conmigo. No importa, porque son cosas que pasaron antes de conocernos- decía Dante sosteniendo las manos de Vincent.

-Sí, es verdad- Vincent toma un respiro y sigue. –Las cosas eran así. Hacerlo reír con mis bromas a cambio del estatus que me daba como Arlequín del Diablo, sexo que solo servía para experimentar. Las cosas no eran tan malas, hasta que el Diablo empezó a torturar a un chico.

-Aquel del que todos hablan- adivina Dante.

-Sí. La verdad no me importaba mucho lo que le hacían. Al principio solo lo obligaban a que nos hiciera la tarea y a hacer mandados en general. Yo le hacía bromas y los otros chicos le robaban la comida del almuerzo. Luego, el Diablo empezó a tratarlo bien de repente. Ya solo le hacía a él la tarea, me pidió que dejara las bromas y a veces lo sentaba a comer junto a nosotros.

-¿Por qué?- pregunta Dante.

-Creo que quería jugar con él, con sus sentimientos. El chico terminó enamorándose del Diablo…y eso era lo que él quería, porque tan pronto se le confesó comenzó la tortura de nuevo. Más tareas que le pedía que hiciera para él, más bromas, más insultos- decía Vincent como si le pesara.

-¿Y tú no te detuviste?

-No, no hasta que vi que era demasiado. Aquella noche en que entré al cuarto del Diablo y vi…- Vincent se detiene.

-¿Qué? ¿Qué le hacían?- preguntaba Dante.

Vincent no podía decirle todo. No podía con ello y tampoco quería asustarlo de más.

-Creo que él ya no quiso seguir con eso de ser el juguete de Damián y los chicos. Ellos lo torturaron. Lo golpearon… eran muy crueles y yo no pude más. Fui a buscar ayuda y cuando lo encontraron estaba inconsciente.

Dante no dijo nada por un largo rato. Pensaba en todo lo que le dijo Vincent.

-Entonces tú eras su cómplice- dijo de repente.

-Dani, te juro que me arrepiento de lo que hice y de tardar tanto para decir lo que le hacían- se aferró a las manos de Dante.

-Lo sé. Creo que te entiendo- dijo pero sin verlo a los ojos. –En ese momento no te importaba nada ni nadie. No fue hasta esa noche que despertaste… ¿no?- dice de forma cariñosa.

Vincent se lanza a los brazos de Dante, abrazándolo fuerte.

-Era un tonto. Vivía el momento, no quería nada, no me importaba la escuela ni el futuro. Solo me divertía…y- su voz se quebraba.

-Está bien. No estoy molesto. Te agradezco que me contaras algo tan difícil de decir sobre ti- acariciaba el cabello de Vincent. –Ahora entiendo algunas cosas. Tu relación con tu familia debió ser muy mala y debiste sentirte muy solo.

Era como si Dante leyera en Vincent cosas de las que ni él había pensado. Se le escaparon unas lágrimas mientras se abrazaba fuerte a su ángel.

-¿Eso quiere decir que me perdonas por las cosas que hice? ¿Y por las que no hice?- pregunta Vincent.

- Creo que es bueno que te arrepientas y que te estés esforzando por hacer las cosas bien. Ya no eres esa persona, todos lo saben- lo abraza acariciando su espalda.

Vincent se separa despacio y besa la mejilla de Dante, luego toma su rostro entre sus manos.

-Es que ahora tengo a un ángel conmigo- dice sonriendo aunque se le estaba cayendo una lágrima.

Dante le responde el gesto y besa su frente. Lo abraza de nuevo. Vincent sentía que algo de peso se le caía de los hombros. Se sentía bien haber hablado del tema con Dante, y estaba contento de que no lo odiara.

Se quedaron largo rato así hasta que se separaron y se sentaron uno al lado del otro.

-Entonces, ese chico te está buscando ahora, ¿por qué?- pregunta Dante.

-Quiere saber quién lo delató- le responde Vincent. –Debe querer vengarse o algo.

-Pero ese fuiste tú. Eso quiere decir…

-Lo sé, pero no se lo diré. Le iré dando largas hasta pensar en algo.

-Deberías decirle a alguien. Digámosle al director.

-Tranquilo, Dani. Ya le dije a nuestro tutor y está buscando una solución.

-¿El profesor de ética? Pensé que lo odiabas. Yo no confío en él- dijo Dante al recordar el acoso de parte del profesor.

-He hablado con él desde lo que ocurrió con el cambio de habitaciones. No creo que sea tan malo. Le conté lo que pasó y dijo que verá cómo ayudarnos.

-¿Confías en él?- pregunta Dante.

-Sí, creo que podemos confiar en que nos ayudará.

-Pues si tú lo dices. Yo aún creo que es algo extraño- dijo Dante.

-Hahaha, lo es- dice Vincent riendo. –Pero no tiene malas intenciones. Ya verás.

Dante intentó confiar en que así era. Por fin repasaron un poco de cálculo, aunque no lo suficiente por lo que quedaron en estudiar todos los días hasta la fecha del examen. Se hacía tarde, así que se fueron a sus habitaciones.

En los pasillos se encontraron con Stan y los chicos. Cris y Jeff parecían seguir molestos.

-Hola, chicos- los saluda Dante.

-Hola, Dan- lo saluda Stan. Ninguno de los otros chicos responde.

-Creo que las cosas siguen iguales- comenta Vincent.

-Te deseo suerte- le dice Stan a Vincent. –La necesitarás. Dan ya deberíamos irnos a nuestra habitación- le dice Stan casi a modo de orden.

-Sí. Nos vemos mañana, Vincent- Dante se atreve a darle un beso en la mejilla frente a todos.

Stan no se esperaba que Dante hiciera aquello, no era tan atrevido pero para ser Dante quien lo hacía así parecía. Cris seguía sin entender el romance entre chicos. En cuanto a Jeff, el seguía enojado y no hacía caso a nadie.

-Hehe, s-sí. Hasta mañana- dijo Vincent, quien se sonrojó ante aquel tierno acto de su ángel. Había sido un tanto inesperado.

Los chicos se dividieron y cada quién se fue a sus respectivas habitaciones.

Dante se puso el pijama y se lavó los dientes para irse a la cama. Cuando salió del baño Stan lo estaba esperando sentado en su cama.

-Dan, quiero hablar contigo- dijo de forma seria.

Dante temía que Stan siguiera con la idea de hacer que dejara a Vincent. Aun así, era su amigo y se sentó a su lado para charlar.

-Dime.

-Es sobre Vincent- dijo Stan, justo como Dante lo había pensado. –Lo que pasó el viernes me hizo pensar…yo…- le costaba admitirlo. –Creo que está bien si sales con él- dijo como si le pesara bastante decirlo.

-¿Eh? ¡QUÉ! ¿Qué dices?- grita Dante sorprendido. -¿Hablas en serio?

-¡Oye, yo nunca miento!- se queja Stan. –Me cuesta admitirlo, pero creo que no es tan malo como pensaba. Después de todo él te defendió del Diablo.

-Estás hablando en serio- dijo Dante sorprendido. –Stan, muchas gracias.

-Igual creo que es un chico problemático y que no debes hacer todo lo que él te diga, pero admito que te quiere y que se preocupa por ti- dice Stan sin mirar a Dante a la cara.

-Ha cambiado mucho, ¿no crees?- pregunta Dante.

-Sí. Eso debe ser gracias a ti- voltea a ver a Dante. –Tú debiste inspirarlo para hacer las cosas mejor.

-No lo sé. Creo que él siempre ha sido bueno, pero nadie le daba una oportunidad.

-Nadie excepto tú- dice Stan. –Me costará llevarme bien con él. Somos muy diferentes, pero por ti creo que ambos haremos el esfuerzo.

-Gracias, Stan. Eres un gran amigo- le dice Dante con una sonrisa.

-Solo prométeme que si tienes problemas con él o con quién sea me lo dirás. No te quedarás callado si algo malo te pasa, ¿ok?

-Lo prometo- dice Dante sin mayor problema.

-Bien- Stan se queda un rato callado. Luego se tira a la cama quejándose. – Ahora el problema son Cris y Jeff.

-Sí, esos dos necesitan hablar.

-Lo cual es imposible porque Jeff no suele hablar. Tampoco escuchar.

-Pero debe haber una forma- dice Dante. –Vincent se comunicó con él usando una nota ¿No podrían hacer algo así?- pregunta Dante.

-Quizás, pero Cris debe quererlo también. Creo que en parte tiene razón, Jeff tiene que dejar esos audífonos de una vez.

-Espero que las cosas estén bien en su habitación- deseó Dante.

 

Sin embargo las cosas eran algo diferente a lo que él esperaba. Pero de eso ya se enteraría mañana. Dante se fue a dormir pensando en la charla con Vincent. Estaba feliz de que le haya contado todo lo que había pasado respecto a él y el Diablo. Así se sentía más seguro, aunque al mismo tiempo un poco más asustado. Se fue a dormir deseando que pronto fuera de mañana para ir a ver a Vincent de nuevo y pasar el día a su lado.

 

 

 

 

Notas finales:

Pues bien, la historia avanza y el climax se acerca. Estoy aprovechando las vacaciones para actualizar lo más posible.
La verdad es que el apoyo de un par de personas me motiva a seguir escribiendo. Estoy disfrutando mucho hacerlo y me emociona. 

Espero que la historia siga siendo de su agrado y que continúen hasta el final.

Nos leeremos luego.

Att. Alphonse Zero


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