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Jump? (Stony) por amerikita12

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Notas del capitulo:

Aquí esta la segunda parte perdón por tardar.

Los personajes no son míos son de sus respectivos dueños, yo solo uso la temática.

¡Gracias por leer!

Los dos cuerpos se encontraban en un modesto restaurante, nada especial. Unas típicas sillas un poco maltratadas, un salero junto un pimentero se hacían lucir en medio de la mesa. Las cortinas rojas tapaban los grandes ventanales, y un abanico hacia un poco de ruido al moverse. Era lo que había en el susodicho restaurante.

-¿Qué vas a pedir?- Interrogo el rubio, con una mueca inconsciente en el rostro. No sabia el por qué de su actitud, simplemente se sentía molesto, sabia y a la vez no que algo malo le pasaba a Tony. Pero no tenía el valor de preguntar.  

-Un café me vendría de maravilla- Los ojos del rubio miraron desconsentidos al magnate. 

-¿Qué? ¿Por qué me miras de esa manera?- Una mueca se plasmo en su rostro, la actitud del rubio lo des concentraba. No sabia la razón de esa mirada y eso lo irritaba de sobremanera. 

-Se suponía que tenías hambre- Soltó el "Mayor". Definitivamente, el castaño se tenía algo guardado, ese "Algo" torturaba al rubio.

 Tony ahogo con su saliva, joder, era cierto, se suponía que tenía hambre. Ahora ¿Qué le iba a decir?, tenía que pensar algo rápido. Miro a sus lados en busca de algo que le iluminara, o que mínimo le ayudara a contestar. Trago duro, esperaba que la respuesta que diera fuera la acertada, o que no tuviera mayor repercusión en un futuro.

-Eh... El hambre no se sacia solo con comida- Hizo una pausa pensando mejor, las palabras pronunciadas anteriormente no sonaban de la mejor manera. El rubio estaba hastiado, el comentario de su amigo no le agrado de ninguna manera, pero cómo no, si este daba rienda suelta a cualquier tipo de suposiciones.- Digo no mal entiendas, yo, eh yo, estoy a dieta, no puedo comer en abundancia- Su voz sonaba temerosa a cualquier comentario, más bien a cualquier reprimenda. Los grandes ojos color chocolate desviaban la mirada al suelo, no querían toparse con los iris zafiro de su amigo.

-Así que no piensas comer por estar a dieta- Lo miro acusador- ¿Qué clase de nutriólogo da ese tipo de dieta?- La voz del Capitán era serena, pero no anulaba la seriedad que marcaba. Era como si cada palabra se metiera en la cabeza del castaño, y  buscara en el lugar más recóndito de su conciencia una respuesta satisfactoria.

-¿Nutriólogo? no he ido a un nutriólogo, no lo necesito, más ejercicio y menos comida, no tiene ciencia- ¡Bravo! Ese era el gran Tony Strak, y sus "Geniales" Respuesta. Su comentario hizo desesperar al rubio, la actitud del castaño lo enfureció, quería darle una buena reprimenda.

-¡Tony yo...- Una figura interrumpió su "Amena" Conversación. Las delgada y buen formada figura, también conocida como mecerá se posaba frente de ellos.

-Disculpen, ¿Ya están listos para pedir su orden?- Su voz chillona, mezclado con el típico chicle en su boca, hacia alusión a una escena cliché de cualquier película barata.

-Claro- Bufó descontento el castaño- Yo quiere un café Americano- Miro retador al rubio. Este le devolvió la mirada, posando su atención a la pelirroja mecerá.

-Yo voy a pedir rebanada de pastel de chocolate- Lanzo una mirada ladina, y una pequeña sonrisa. En sus adentros pensó "Que tontería".  

Una risita se escapo de los labios de la pelirroja, anotando en una pequeña libreta la ya dictada orden, se dispuso a alejarse se la mesa de los atractivo chicos, no sin antes guiñarle un ojo al rubio, tal acción no paso desapercibida para el castaño.  El magnate sintió una presión en el pecho, su corazón se estrujaba, y un sentimiento de enojo creció prontamente en el.

Steve lo noto, su rostro expresaba victoria, pero, ¿Cuál victoria?, ¡Claro!, cómo no verlo, había puesto celoso a el gran Tony Stark, eso sin duda alguna, era digno de admiración.

Sus iris zafiro se conectaron con los iris chocolate, en un duelo silencioso, con la mirada, ninguna palabra salia de los labios de los presentes. Los ojos del castaño delataban tristeza, furia, melancolía, estaba sumido en su despecho, su triste agonía se podían leer en sus iris.

La batalla era, sin duda alguna ventajosa para Steve, su carácter dominante lo hacia menos propenso a doblegarse con una simple mirada. Una curva se poso en el rostro del castaño, odiaba sentirse débil, sentir que lo dominaban lo sacaba de quicio, él no era algo el cual manipular o manejar a su gusto.

 -¿Qué tienes?- Interrogo el rubio, la mirada del millonario gritaba "¡Ayuda!" Pero el gran Capitán América no podía descifrar aquel fácil mensaje.

-Es una mierda sentirse débil- Musito por lo bajo Stark.

-¿Q-Qué?- La voz salio entrecortada, jamás lo hubiera imaginado, ¿A caso el gran Tony Stark se sentía débil? ¡Cómo era eso posible! Ya que a los ojos del rubio, Tony Stark era todo menos débil. El ambiente se volvió tenso, el silencio volvió a ellos dejándolos en penumbras. Tony tenía la mirada clavada en sus manos que en algún momento se volvieron muy interesantes, ninguno se atrevía a pronunciar palabra alguna. 

-Tengo miedo, no sé qué esta mal en mi- Musito Tony, esas palabra eran por mucho, las más sinceras que habían salido de su boca. En esa frase no había egoísmo, sarcasmo, burla, nada, era fría, sincera, paresia sacada del lugar más recóndito de su mente.

-Todos tenemos defectos Tony- Hablo Steve intentando sosegar a su amigo- No nacimos para ser perfectos, ni para simular serlo- Hizo una pausa, sus iris buscaban desesperadas a las de su amigo. El castaño alzo la mirada, conectando sus hijos chocolate con los zafiro de su amigo. Esta vez no era una duelo de miradas, ni mucho menos, ahora se miraban con ¿Amor? ¡Qué! ¡Claro que no! Tal vez era solo cariño. Su mirada seguía conectada, ninguno quería romper la tranquilidad y paz de le otorgaba esta,  Steve observaba cada surco, cada relieve, cada pequeña variación en sus ojos , memorizando cada facción del millonario, recordando todas las veces que Tony lo miraba con una sonrisa socarrona, o con una presumida, ahora no veía eso. El castaño tenía un aura de lo más triste y apagada, melancólica mejor dicho.

Una mueca se pinto en su rostro, siendo el primero en mostrar alguna variación, o alguna emoción. Se intentaban descifrar el uno al otro, intentando ver que les podría decir la mirada del contrarío, no daba muchos fruto aquello, ya que los dos súper hombres eran expertos en ocultar lo que sentían, ahora esa "Habilidad" les estaba jugando una mala pasada. 

Sin previo avisto un café humeante se poso frente al castaño, interrumpiendo la 'Lectura' Que tenía con el contrarío. Una sonrisilla traviesa se pinto en el rostro de Tony al recordar su pequeña "Pelea", aquella sonrisa fue inmediatamente borrada de su rostro cuando la mecerá también conocida por "Sucia rastrera"- Según Tony- Le guillo un ojo sin reparo alguno a Steve, aunque pensándolo bien, a él por qué le molestaba, al fin y al cabo su, digo él Capi-paleta podría estar con quien quisiera.

-Gracias- Se apresuro a decir Steve, cuando la mecerá dejo una gran rebanada de pastel de chocolate. Los ojos del rubio miraban con gula aquel pedazo de calorías. El ambiente se aligero cuando los dos héroes se encontraban con sus respectivas ordenes, dispuestos a terminar con ellas, en cuanto se alegara la mecerá.    

Ya sin la molesta figura de la pelirroja, Stark dio un ligero sorbo a su humeante café, cuidando de no quemarse, el exquisito olor se esté entro por las fosas nasales del castaño, incitando a que tomara más de aquella deliciosa bebida.

Por otro lado Steve miraba embobado su platillo, pocas veces se podía dar el gusto de comer algo tan calórico, con prontitud tomo la cuchara que lo acompañaba, tomando un pequeño pedazo del pastel y con ligereza lo acerco a su boca devorándolo entero, en su boca sentía el dulce y embriagante sabor del chocolate, de nuevo tomo otro pedazo e hizo lo mismo, hasta que su plato quedo vacío, Steve se sentía desesperado, quería más pero tenía que controlarse.

Stark se percato de la actitud inusual de su amigo, y fácilmente dedujo el por qué de está-Acaso quieres más- Comento con una sonrisa socarrona marcada en el rostro.

El rubio quedo estático, tal vez era bueno en ocultar sus emociones, pero no era bueno controlando su hambre, un sonrojo se apodero de él, aquello no tenía sentido, en compañía de cualquier otra persona, él ya hubiera un pastel entero, pero por alguna razón, cuando estaba en compañía de Stark se controlaba, no quería una mala impresión.

-Q-quééé... N-no- Su voz era forzada, no quería soltar palabra alguna, su cuerpo estaba jugandole una broma de seguro.

-¿Sabes?, el chocolate tiende hacer adictivo, bueno al menos en mi caso, por eso intento, o más bien, evito comerlo- Definitivamente Stark no se molestaba en aparentar su burla, eso sonrojo aun más a Steve, su actitud dominante, se volvió sumisa, cambiando radicalmente los papeles.

Tony dejo suavemente su taza en la mesa, recargo sus codos en la mesa, con un aire juguetón  poso su mirada en rostro del rubio, aquella piel blanca, se torno de un color rojizo, adorable para la vista de Tony. En un intento de tranquilizarse el rubio desvió la mirada, pero las manos del magnate, tomaron con delicadeza el mentón de este "Forzando" A que lo mirara, sus ojos se volvieron a conectar y un espasmo se apodero de los dos cuerpos, los dos quedaron mudos, y todo a su alrededor perecía desaparecer, solo eran ellos dos y nadie más, la gente empezaba a prestarle atención a aquella escena, y un grupo pequeño de personas se junto a su alrededor. Aunque paso por desapercibido para los dos héroes, ellos eran ajenos a lo que pasaba a su alrededor.

Un incesante deseo se juntar sus labios creció entre los dos, y sus rostros se acercaban el uno al otro con un ritmo lento, sus respiraciones se juntaron en una sola, un ligero sonrojo se apodero de Tony, a diferencia de Steve que parecía un tomate andando, el castaño se percato del sonrojo creciente de su amigo, y dudándolo un poco se atrevió a decir:

-Te ves muy lindo sonrojado- La reacción de Steve no se hizo esperar, ya que de un brinco se levanto, moviendo la mesa, arrojando el café sobre Tony, quien aturdido sintió el café humeante sobre su ya maltratada piel.

Un grito salió de la boca del castaño, sus heridas resentían el repentino cambio de temperatura haciendo que ardieran y picaran como el infierno, su camisa se encontraba empapada con el aun humeante café. Steve miro horrorizado la escena, y un desespero se adueño de él. No se podía concentrar, joder era el líder de Los Vengadores y esta situación tan simple se le había salido de las manos. No sabia qué debía hacer, hasta que un pensamiento invadió su mente, con presteza se acerco a su amigo, el cual gemía de dolor, mas ya no gritaba. 

Con sus manos tomo la camisa de Tony intentando quitársela, el castaño preocupado detuvo la acción con un empujón. Dio unos pasos hacía atrás, buscando de una manera desesperada algo que lo librara de ese lío.

-N-No- Se limitó a decir, sin nada planeado corrió al baño, tropezando con la gente preocupada y con una que otra silla. Ya adentro del baño, se quito desesperado la camiseta, arrojándola al suelo, abrió el grifo, esperando que el agua cállese, junto sus manos haciendo un "Recipiente" Con ellas echo agua a sus heridas, sintiendo como poco a poco el dolor de diluía, siguió esparciendo agua por todo su abdomen, hasta que el ardor desapareció casi por completo. Se miro asimismo en el espejo, y sus heridas abiertas eran lo más sobresaliente. Sintió vergüenza, mucha vergüenza, se arrepentía inmensamente de lo que había echo, pero aun así lo volvería a hacer, o eso sentía, sentía que si la ansiedad lo atacaba se terminaría cortando, o algo peor.

Un ruido semejante a unos toquidos interrumpieron sus pensamientos, dio un ligero brinco mostrando su exaltación, camino inquieto, no quería soltar palabra alguna, siguió así hasta que el sonido de la puerta abriéndose lo alarmo e hizo que corriera con dirección a una cabina de baño.

-¡Tony! !Tony!, ¿Estás bien? ¿Hola?- La dulce voz del Capitán América irrumpió en el silencioso baño.

-A-Aquí, aquí estoy- Musito para si mismo, o al menos esa era la intensión, ya que el Steve pudo escuchar ese "Susurro".

-¿Tony? ¿Estás bien?, perdón por tirarte el café no-no fue mi intención, lo siento mucho- Hizo una pausa esperando la respuesta, pero un silencio se apodero de aquel baño- T-Tony, ¿Quieres que te lleve a un hospital? ¿Te duele mucho? ¡Por Dios Tony dime algo!- La voz del rubio sonaba desesperada, el silencio lo estaba volviendo loco. 

-Tráeme ropa- Se limito a decir el castaño, su voz era triste, muy apagada, Steve se quedo dudoso ¿Cómo haría eso?

-¿Llamo a la señorita Potts? O voy a tu casa... No sé Tony dime algo más- Ahora sonaba más firme, saber que su amigo se encontraba bien le calmaba, calló esperando una respuesta, pero está no llegaba.

-Ve a mi casa, dile a Jarvis que te indique donde esta mi ropa y tráemela, pero por favor toma algo bueno, no me traigas un mal conjunto- Lo ultimo dicho le salió sin quererlo de un modo juguetón, aquello era muy extraño, ya que por el simple echo de tener a Steve preocupado por él, le alegraba, y lo hacía sentir querido, algo que muy pocas veces sentía. Una ligera sonrisa se poso en su rostro. 

 -.-.-.-.-.-.-.-.

Notas finales:

Bueno, envien sus rewies no sean timidos, compartan, y no se preocupen, si la voy a terminar, recuerden es una historia corta. 


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