DECEMBER por STEREK141618

Apenas se estaba despertando cuando se dio cuenta de que ya eran pasadas de las doce la tarde otra vez, Stiles Stilinski vivía en una casa pequeña de un piso en el barrio de Valencia, la verdad era que el lugar no estaba nada mal para él y sus amigos. Lo único malo es que siendo tantos no fueran capaces de poder pagar la renta de otro mes y para ser más acertados, no habían pagado la renta en dos meses, si en esta ocasión no llegaban a pagar, en verdad les iban a echar y sería una vergüenza que chicos como ellos que van a la privada CalArts fueran corridos de su hogar por no pagar la renta, algo ¿irónico no? A sabiendas de éso a los chicos no les parecía preocuparse el hecho de quedarse sin casa o algo así. A pesar de que los jóvenes amigos de Stiles incluyéndolo a él mismo, no son oriundos de Santa Clarita sino que ahí están estudiando, pues todos vienen de diferentes partes del país.
La alarma sonó una vez más para que Stiles pudiera escuchar el molesto sonido que lo despertaba de sus sueños más privados sobre la escuela, siempre soñaba con la escuela por alguna razón y lo que le intrigaba es que Derek Hale nunca aparecía en sus sueños, y cuando lo hacía no tenía gran relevancia en el sueño.
Las cobijas se movían sobre su cuerpo y con cada caricia, imaginaba que su novio Theo lo abrazaba por la espalda y le besaba el cuello, aunque nunca le contaría a nadie que llevaba casi todo el año pensando en que lo hacia Derek Hale; siempre se despertaba puntual según su celular, pero las telas de la cama le acariciaban el cuerpo de tal forma con tanta tibieza que siempre imaginaba que era Derek quien lo acariciaba.
Hoy era un día diferente en el calendario, pues no iba a ir a la escuela a perder el tiempo -como de costumbre-, se levantó con el cabello todo mal colocado y parado de unos lados, tenía el tiempo detrás de él pisándole los talones, y quería que eso sucediera -para ser sinceros siempre lo deseaba en el fondo, muy en el fondo- pero lo único que podía pensar era en llegar completamente puntual o incluso llegar antes porque, hoy había una fiesta, la hora de quedada era a las dos de la tarde y el castaño se preguntaba por qué tan temprano mientras se lavaba la cabeza en el fregadero de la cocina, ya que no habían comprado el gas estacionario y ya se les había terminado para bañarse, lo cual se volvia una tarea tediosa por el agua fría. Su rostro era tallado por un sacate azul gastado y un jabón rosa que olía fresa propiedad de Lydia, Stiles odiaba los jabones que no fueran neutro, pero por otro lado tampoco le importaba mucho que digamos. Se secó la cabeza frente al espejo con una toalla verde pálida y vieja que tenía desde los ocho años, sorprendente era que aún la conservara pues en realidad no le tenía un aprecio o la consideraba algo especial, tal vez aún la tenia porque era una buena toalla para secarse la cabeza. Admiró su rostro por unos minutos, algunas veces se le hacía tarde por ser tan vanidoso, y se decía, “qué ojos” “qué nariz” “qué labios”. Ya adoraba la vanagloria desde los trece años cuando fantaseaba con poder hacerlo con él mismo, claro que ahora no es necesario eso pues tiene a Theo y noches de fantasía con Derek, aunque desde hacia una semana que ya no pensaba tanto en Derek, pero siempre que se veía al espejo se preguntaba si a el moreno alguna vez le pareció atractivo, si acaso alguna vez se había fijado en lo bellos que son sus ojos.
Salió de su casa y tomó el autobús, la escuela no quedaba lejos de donde estaba la casa del chico Stilinski pero no iba a caminar hasta allá habiendo tanto sol. Porque de hecho era un día soleado en Valencia, los arboles relucían de vida con mucho verde brillante en las hojas, incluso todo parecía más bello que antes, y también, su amor por Derek ya no era tan grande y eso estaba bien. Ya ni siquiera recuerda todo el rencor que sintió cuando en una ocasión, Lydia y Derek platicaban cuando de pronto apareció Stiles bastante feliz, a lo que Derek le corrió de ahí realmente enojado por su presencia.
Stiles tenía una especie de dependencia por pasar frente al salón de Derek, de ver cómo escribía mientras lo espiaba por la ventana del salón y Derek no se daba cuenta, y también por entrar y quedarse ahí sentado frente al moreno para intentar hacerle platica pero sobre todo, de hablar de todos los días con cualquier persona sobre el moreno cada vez que se pudiera, pero ahora ya no era así, el amor que le hacía feliz, pero más sufrir, estaba desapareciendo.
Caminó un sendero corto cuando bajó del autobus hasta la escuela, sólo pensaba en lo buena que iba a estar la fiesta, y al llegar al lugar acordado encontró a sólo dos personas frente a la puerta de la escuela, y eran Lydia Martín y su novio desde hacia cuatro meses atrás, Jackson Whittemore -cave a aclarar que Stiles nunca tuvo un crush por Lydia esta vez, por si se lo preguntaban, además la chica era su amiga incondicional-.
Justo en medio de las piernas de su amiga, estaba sentado sobre su mochila blanca Derek Hale, Stiles se limitó a mirar a todos lados mientras algunos automóviles cruzaban por la calle, una vez que pasaron, cruzó la calle satisfecho por alguna razón, no le importaba que Derek estuviera ahí sentado frente a su amiga, o bueno, no tanto, pues seguía pensando en: si se veía guapo para Derek. Si le había gustado algún gesto de él mientras cruzaba la calle. Cualquier cosa y muchas más que pasaban por la cabeza del castaño en tan solo unos minutos que se tomó para sentarse a la derecha de su amiga sobre el suelo.
Al parecer Derek les estaba contando algo a los chicos para después decir que no quería entrar a la escuela pero que debía porque ese día presentaba un proyecto para pasar su materia Desarrollo de la Creatividad. Una vez Derek dijo eso, Stiles volteó a verlo y pudo observar que Derek estaba vestido con ropa formal, zapatos relucientes, saco y pantalones negros pegados a sus muslos, y camisa blanca e impecable, además del cabello azabache bien peinado sobre su cabeza, se veía guapo, muy guapo al menos para Stiles, pero no podía pensar en nada más que en no pensar que Derek se veía muy apuesto. Se obligo a sí mismo que no debía mirar al moreno y se giró para ver hacia la derecha donde había otro grupo de adolescentes. Estaba tan concentrado en no fallar y hacer algo realmente estúpido, aunque en verdad estaba entretenido viendo los arboles moverse de un lado a otro, que de pronto fue sorprendido por una voz demasiado familiar.
—Stiles te estoy hablando —informó el moreno mientras golpeaba un poco el brazo de Stiles, éste saltó sobre su cuerpo un poco para no parecer demasiado sorprendido.
—Ah, hola chucho —saludó Stiles pues hace mucho que había dejado de decirle así, como desde hace varios meses atrás. De hecho, es una anécdota interesante sobre eso pero... Continuando.
Stiles no dejaba de ver la cara de Derek mientras éste se levantaba alegando que en realidad no iba a decirle nada de importancia.
—Bueno ya me voy amigo —dijo y se despidió de Jackson, quien a pesar de verse tan serio, todos sabían que era el mejor amigo de Derek—, adiós amiga —se despidió de Lydia—. Y... Adiós Lo que quiera que seas tú —habló con un poco de intriga y desprecio en un quince porciento, sin embargo chocó los puños con el castaño y se fue por la entrada de la escuela.
Stiles se quedó ahí sentado pensando en las palabras de Derek, ¿a qué se refería con eso? ¿Acaso ya sabía lo de Theo? Las únicas personas que sabían de Theo eran Lydia, Allison y Erica. ¿O acaso sospechaba de que era medio gay? O también podría referirse a que Derek no le consideraba un amigo pero tampoco un conocido, o incluso al revés, que Derek pensara que Stiles no lo consideraba. Todas esa cosas Stiles no dejó de pensar en al menos cinco minutos cuando divisó a Scott McCall caminar sobre la acera de enfrente.
—¡Oye imbecil! —gritó a Scott quien tenía la cabeza gacha mientras intentaba ver la pantalla de su celular sobre toda la luz del sol.
Scott volteó a verlo y después caminó hacia Stiles, y Stiles hacia él, para encontrarse a la mitad de la calle. Después de eso, Stiles no volvió a pensar en Derek por el resto del día, pero si en su novio Theo Raeken.