Kitty.
Era la hora del almuerzo en la secundaria Iwatobi se podía ver como los estudiantes buscaban a sus compañeros para comer juntos, a las chicas chachareando mientras almorzaban y a un muchacho alto, peli castaño, ojis-verde de unos catorce años caminando a un salón con dos almuerzos seguro uno de ellos era para alguien especial; entrando a un al salón, buscando con la mirada una persona, sonriendo ampliamente cuando esta se dio cuenta de su presencia.
Aunque estuviesen en distintos cursos Makoto siempre almorzaba con Haru, a veces en la azotea otras en el salón donde el castaño recibía sus clases pero era más común que almorzaran donde Haru se encontraba ya que el ojis- verde al escuchar la campana, tomaba los almuerzos y se dirigía a aquel salón; era un ritual ambos tenían y ese día no era la excepción.
-Aquí te mando mamá Haru-chan- decía el castaño entregándole el almuerzo al nombrado con una sonrisa, el peli-negro lo tomo y al abrirlo los ojos le brillaron la señora Tachibana sabía lo que le gustaba. Así transcurría la hora del almuerzo entre risas y comentarios mayormente hechos por Makoto sobre las clases, lo que hablaba con Nagisa o tomaba un tema para el día en este caso la competencia que había pasado hace poco
-Haru-chan sabias que Nao-sempai y Natsuya-sempai son pareja- el ojis-azul casi se atraganta con un pedazo de caballa al escuchar aquello, acaso era el último en saber aquellas cosas; Makoto preocupado le dio un poco de su jugo para que terminara de tragar, cuando Haru lo recibió y tomo escucho que alguien susurro –beso indirecto- girándose al instante a la dirección donde venia el comentario encontrándose en la puerta del salón una chica rubia, ojis azules, de contextura delgada, una cara fina, utilizando aquel uniforme como toda una modelo y la expresión de sorpresa de la misma al ver que la descubrieron; el ojis-azul la miraba con su típica cara fría poniéndola nerviosa, Makoto noto aquella actitud extraña de parte del más bajo y decidió mirar donde miraba Haru encontrándose con una chica sonrojada y apenada.
-yo… lo siento no quise decir eso- hablo al fin aquella chica, acercándose al par mirando fijamente al castaño -¿usted es Makoto Tachibana cierto?- el castaño un poco aturdido asintió llamando la atención del más bajo, la muchacha sonrió y continuo- un gusto soy compañera de Nanase me llamo Kitty- después de aquella frase el aturdido era Haru haciendo reír levemente al castaño quien lo miraba de reojo se notaba que el peli-negro no prestaba atención a su alrededor, aquella muchacha los miro extrañada pero continuo con su charla – lo vi en aquella competencia se lucio- hizo una pequeña pausa y continuo – quería saber si ¿usted quería almorzar conmigo mañana? – decía Kitty sonrojada hablándole solamente a Makoto molestando de sobremanera a Haru aunque este lo negase no quería compartir al ojis-verde –claro que podemos almorzar contigo mañana- hablo el castaño con una gran sonrisa sorprendiendo a los dos presente acaso Makoto no noto que ella solo lo quería a él- me alegra entonces los espero mañana- comento un poco molesta antes de irse; aunque pareciera una chica dulce para Haru era una bruja.
Aquella pequeña teoría de Nanase se comprobó al día siguiente que almorzaron con Kitty, buscaba que Makoto solo se concentrase en ella, trataba de sacarle conversación e incluso intentaba darle de comer sin mayor resultado haciendo sentir a Haru un malestar, un malestar similar al que sintió con Kisumi. Esos encuentros siguieron durante varias semanas molestando cada vez más a Haru, era técnicamente uno de los tiempos que pasaba a solas con Makoto y tenía que venir una chica con nombre de gato a molestarlos, se notaba a leguas que la chica quería al castaño y si tenía que pasar sobre el peli-negro para conseguirlo lo haría.
Era la hora del almuerzo estaban los tres comiendo, Kitty y Haru escuchaban los comentarios que hacia Makoto sobre sus clases hasta que- ¡oh! Makoto-sempai su almuerzo se ve como delicioso me dejaría probarlo- comento la rubia ganándose una mirada de odio de parte de Haru y una de sorpresa por parte de Makoto; el castaño sonrió y le respondió –bueno si tu quieres- esa respuesta sorprendió tanto a la oji-azul como al peli-negro y aquella sorpresa aumento cuando Makoto con sus palillos toma un pequeño pulpito haciendo sonreír a Kitty, la chica cerró los ojos y abrió levemente su boca esperando aquella comida pero los abrió de golpe al escuchar –Haru-chan di ahhh- observando la cara victoriosa del peli-negro al recibir el pulpito molestándola de sobremanera, comprobando que Haru ahora tenía una nueva rival por el amor de Makoto.
Al día siguiente Haru decidió que iban a ir a comer en el balcón para evitar a la muchacha, llego al salón del castaño, tomo los dos almuerzos y camino rápido para que el ojis-verde lo alcanzara era un plan perfecto hasta que se encontraron a la muchacha en la puerta para subir al balcón, levemente maquillada y con su cabello atado en una coleta para Haru esa situación ya no pintaba bien
-Makoto-sempai puedo hablar con usted un momento a solas- dijo la muchacha caminando directamente donde se encontraba el ojis-verde y llevándoselo a un salón sin mirar que Haru los había seguido.
-¿ocurre algo Kitty?- pregunta un aturdido y nervioso Makoto
- si ocurre algo, la verdad…- se podía escuchar el nerviosismo de la muchacha haciendo que Nanase se sintiera extraño, la rubia bajo la mirada y continuo – desde un tiempo para acá usted me ha llamado mucho la atención y quería que supiera- alzo la mirada- ¡que me gusta mucho!- aquellas palabras sorprendieron al más alto poniéndolo más nervioso de lo que estaba, bajo la mirada y comento- Kitty yo… la verdad es… que-
- hay alguien mas ¿cierto?- interrumpió la joven sorprendiendo a los dos chicos, en ese momento Haru sintió como su corazón se partía acaso ¿Makoto ya tenía a alguien?
El castaño le dio la cara a la rubia, susurrando un –lo siento- y comenzando a caminar hasta que algo tomo su muñeca.
-Makoto-sempai yo… sé que no puedo hacer nada para que cambie de parecer pero…- comenzó a sollozar- por favor no me deje sola- jalo al ojis-verde y se abrazo a él, dejándolo shockeado sin saber qué hacer, solo se podía escuchar los sollozos de Kitty; Haru sin más salió de su escondite pronunciando un-Makoto- llamando la atención de ambos presentes, haciendo que la mirada verde se uniera con la azul causando en cierta forma una paz en ambos; aquella chica comprendió aquello y se separo del más alto, inclinándose levemente susurrando un –disculpa- comenzando a correr para huir de aquel lugar dejando a los dos jóvenes completamente solos.
-Makoto- era lo único que comentaba el peli-negro mostrando por segunda vez una expresión completa en su rostro, una expresión de completa decepción, el castaño se acerco a aquel muchacho tomando el rostro del mismo, agachándose levemente y acercándose cada vez mas hasta juntar sus labios en un simple roce, un roce lleno de todo el amor que ambos se tenían viéndose interrumpido por el sonido de la campana.
-tenemos que ir a clases, nos vemos después Haru-chan- se despedía el ojis-verde antes de irse a su salón dejando anonadado al peli-negro con solo una pregunta en su mente ¿Qué acaba de ocurrir?
En la hora de la salida ambos chicos estaban caminando para ir a sus casas Haru todavía tenía aquella duda en su cabeza así que decidió hablar –Makoto aquel beso fu-
-Cuando te dije que te amaba, tú me respondiste que siempre estaríamos juntos- el castaño para en seco dándole la espalda al mayor – pensé que habías correspondido mis sentimientos- se giro mirando directamente a los hermosos ojos azules de Nanase- lo siento mucho si mal entendí las cosas- se sonrojo levemente y continuo- debí preguntarte antes de hacerlo pero quería hacerlo Haruka- el peli-negro estaba sorprendido acaso aquella persona especial era él. Agacho la mirada, se acerco al ojis-verde, abrazándolo, escondiendo su rostro en el pecho del más alto y susurrando un- está bien- Makoto sonrió ampliamente correspondiendo aquel abrazo, sabía que aquellas palabras marcaban lo que sería el comienzo de mejor aventura que tendrían juntos.