Astral miró a la criatura con ojos curiosos.
El pelo de punta, la piel ligeramente bronceada, la cola de pescado rojo tan brillante que parecía sangre. Era alguien muy particular.
"¿Quién eres?"
El rey de los mares preguntó con voz calma, cruzando los brazos azulados, estableciéndose un poco más en el trono hecho de coral y gemas, el análisis de las reacciones extranjeras.
"... Yuma"
Dijo simplemente, sin atreverse a levantar la cabeza, con los ojos cerrados.
Astral se movió un poco, mirando a los que habían encontrado hace las horas boy en una solicitud en silencio por que se vayan.
Yuma sintió cuando sus brazos fueron liberados por las manos pegajosas y frías, dejándolo en el mismo lugar.
El muchacho trató de abrir los ojos y ver dónde estaba, pero lo único que vio fue oscuridad. Ni siquiera sabía si él estaba con los párpados abiertos.
"Yuma ..." - su voz llamó la atención del chico - "Me dijeron que te encontraron en un abismo, no muy lejos de aquí ... ¿Sabes dónde estás?"
El Tsukumo estaba nervioso y de la desesperación comenzó a aparecer. No podía ver, ni siquiera podía mirar a la cara de la persona que le habló. Aunque trató de abrir los ojos, sólo la oscuridad le daría la bienvenida. Yuma sintió que estaba siendo consumido por un mundo negro, tan oscuro como sus peores pesadillas.
Astral notó cómo el niño simplemente bajó la cabeza y apretó los puños, como si él se sentía impotente. Luego se dio cuenta de que algo andaba mal.
"¿Por qué no me miras?"
La pregunta sorprendió Yuma de una manera negativa. Volvió la cabeza hacia donde creía que la voz venía, tratando de ver algo, cualquier cosa, un remanente de color sería suficiente, pero nada apareció.
Astral se levantó de su trono, se acerca al muchacho.
"No puedo ver"
El tritón detuvo pulgadas de distancia del niño. Todo tenía sentido.
Todavía tenía muchas preguntas que hacer al muchacho. No parecía ser realmente un ser marino, y ha sido muy extraño el hecho de que él se encontró en un abismo, cerca de la cueva donde vivía Negro Mist ... Pero entonces Astral no podía enviar fuera de su castillo y el reino, dejó él paseando por las aguas oscuras y frías de las profundidades del mar. Simplemente no podía dejar al chico.
Astral decidió que ayudaría a Yuma.
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Todo el mundo en el reino sabía que Astral había albergado un extraño en su propio castillo. Empleados susurraban rumores entre sí, diciendo las merman pasado horas de su tiempo con los ciegos siendo llamados Yuma.
Muchos estaban en contra de esa situación, diciendo que el muchacho era una farsa y que traería vergüenza para el reino, mientras que otros simplemente no les importa y siguen sus vidas normalmente.
A su vez, Yuma no sabía cómo actuar.
Habían pasado cinco días desde Astral le permitió quedarse en el castillo. Estos fueron los días más difíciles para el niño, que estaba tratando de acostumbrarse a ver con las manos y los oídos.
Era complicado, ya veces Yuma pensó en abandonar y continuar como mitad pez siempre. Pero cuando pasó los dedos por su cola escamosa, cuando se acordó de sus amigos y parientes, que eran probablemente preocupado por su desaparición, Yuma estaba seguro de que tenía que cumplir el acuerdo con Negro Mist.
Pero entonces pensó en Astral y cómo el tritón le había ayudado.
Yuma sabía que muchos lo encontró sospechoso, podía sentir, pero incluso con todo el miedo, Astral insistió en quedarse en su compañía ...
El niño escucha cuando su habitación puerta se abrió y una voz familiar sonó, llamándolo a un paseo.
Astral le gusta tomar Yuma a nadar a través de las cálidas aguas del gran jardín de plantas exóticas que estaba detrás del castillo. Podía pasar horas allí hablando con el chico, descubriendo más y más acerca de su personalidad. Y en cada palabra intercambiada, más conectado y cerrar tanto sentido.
Astral se detuvo delante de algunas flores rojas.
"Estas aquí tiene el mismo color que su cola"
Dijo, sin darse cuenta de la expresión del chico triste. Yuma deseaba que él podía ver.
"Astral, yo ..."
El Tsukumo dejó de hablar. No podía pedir ayuda y no podía arriesgarse a llevarlo a Negro Niebla, porque sabía que el monstruo haría cosas terribles a Astral ...
Yuma decidió permanecer como un pez para el resto de su vida. Tenía que proteger Astral.
Pero luego sus labios se abrieron otra vez y las palabras empezaron a salir.
"Necesito tu ayuda ... Negro Mist ... Él me hizo esto, por favor ..."
Yuma desesperó, pero cuando trató de callar o decir que nada de eso era lo que él pensaba, más palabras salen como si estuviera siendo manipulado por Negro Mist.
"Por favor, tienes que llevarme con él, es la única manera que puedo ver de nuevo ..."
Astral fue sorprendido por eso. Así que la visión de Yuma había sido tomada debido a un hechizo de Negro Mist? La miseria en la que el muchacho estaba experimentando se debe a ese monstruo?
Astral no pensó dos veces antes de decirle a Yuma que le llevaría a la cueva, sin darse cuenta de cómo el niño tuvo problemas para deshacer sus propias palabras.
~ xxxx xxxx * ~
Negro Mist sonrió, mostrando sus dientes afilados, observaba las imágenes a través de la piedra transparente en el centro de la cueva.
Finalmente había conseguido lo que quería. Astral había caído en su trampa.
Sabía que Yuma no sería capaz de llevar al rey de los mares por sí mismo. El muchacho había demostrado ser un inútil de corazón blando, pero debido a sus increíbles poderes y hechizos, Negro Mist había logrado hacer lo Tsukumo decir esas palabras.
Él estaba emocionado, pero entonces algo le vino a la mente ... Yuma no podía salirse con la suya ... Él le haría sufrir las consecuencias de sus propias acciones.
~ xxxx xxxx * ~
Astral nadó a través de las aguas que eran cada vez más frío y oscuro. Él sostuvo la mano de Yuma, que lo siguió sin decir una palabra.
Estaban solos en medio de la inmensidad del océano, ir a un lugar que Astral nunca pensó volver: la cueva de Negro Mist.
A pesar de todos los puntos negativos, no se arrepentía de estar ayudando a Yuma, en cambio, se sentía la urgencia de hacer el Tsukumo ver de nuevo.
Astral sabía muy bien lo Negro Mist era capaz de hacer, pero estaba seguro de que el monstruo y sus hechizos eran impotentes.
"Ten cuidado"
El tritón dijo mientras se acercaban a la cueva, sintiendo Yuma obtener tensó.
Negro Mist esperaba la visita de los dos, y cuando vio el rey del mar imponente entrar en su casa, una sonrisa brilló en sus labios.
"¡Oh, qué una visita agradable, su majestad ..."
Yuma quería tirar de la mano de Astral y sacarlo lo más rápido posible, pero era como si su cuerpo no obedecía sus órdenes.
"Antes de decir nada, debo agradecer al niño. Yuma, que hizo un gran trabajo!"
"De qué estás hablando...?"
"Él no te lo dijo?"
Negro Mist miró Yuma, sonriendo.
"Era parte de nuestro plan para traerte aquí ..."
Mientras el monstruo habló, sus tentáculos se deslizaron lentamente a través de las paredes de la cueva, como serpientes que quieren enredar alrededor de sus víctimas.
Astral no podía creer lo que estaba oyendo.
"Yuma ... ¿Es cierto?"
El chico apretó los puños, indefensos y avergonzado. Incluso si él dijo que había sido controlado por Negro Niebla, no podía evitar sentirse culpable por lo que estaba sucediendo.
La tensión entre ellos era tal que no se dieron cuenta cuando Negro Mist los atrapó con sus tentáculos, apretando, evitando que se mueva.
Una risa se hizo eco a través de la cueva.
"Después de tantos años atrapados en esta basura, ni siquiera capaz de ver la luz del sol ... Después de tanta humillación y la depreciación ... Usted finalmente pagar, Astral ... Pero primero voy a pagar mi deuda con poco Yuma"
Negro Mist capturado una piedra roja, el mismo que se almacena el color de los ojos del Tsukumo. Le susurró unas palabras y la piedra se convirtió en polvo.
Yuma estaba rodeado de un remolino de agua, y en cuestión de segundos su cola desapareció, dando paso a las piernas. Sus ojos, antes de cerrarse de forma permanente y sin vida abrieron revelando el rojo intenso de sus iris. Yuma pudo ver de nuevo. Y también ya no podía respirar bajo el agua.
Astral vio con horror como el chico comenzó a ahogarse, forcejeo en su lugar.
Negro niebla comenzó a recitar palabras extrañas, haciendo el grito merman en el dolor, y mientras los ojos del rey de los mares fue oscureciendo, pudo ver cómo Negro Mist lanzado Yuma, dejándolo a nadar hacia la superficie.
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