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Seras Tú por samyalexg

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Notas del capitulo:

Y bueno, las que viven en México saben que el clima esta bien pinche loco, ayer en la noche me quede sin internet y sin luz, por culpa del viento y como en mi pueblo aun hay vientos huracanados con lluvia y todo lo demas lo mejor es no arriesgarnos, por lo que aqui vamos.

Capítulo 10 La Cuidaré

 

Mi mano se quedó suspendida unos segundos de inmediato supe que Lena no respondería mi saludo, aunque era de esperarse pero mi optimismo no mermó ni un poco. Parecía que había tomado litros y litros de bebidas energizantes, me sentía acelerada, ansiosa y de repente todo eso salió disparado por mi boca. 

–Mamá me ha dicho que comencé a caminar cuando tenía un poco más de un año y…–

Hablar y hablar sin parar, decir cosas sin sentido, así llevaba más de una hora. Le seguí contado a Lena desde que dejé el chupón y de mi mantita de estrellas, en más de una ocasión escuche la risa de mi hermana y de Dan.

–¡Ya basta!– Me dijo Lena muy enojada –Por lo que más quieras ya no sigas hablando–

–Pero es que yo…– Su mirada lo dijo todo –Lo siento, yo solo quería…–

–De verdad solo cierra la boca, no quiero escucharte– Oírla decir eso me dolió, así que hice caso a sus palabras y voltee para ver el paisaje por la ventanilla –Yo…– Comenzó a decir y dejo escapar un suspiro –Lo siento Elizabeth– Me dijo y gire a verla –Es solo que no dormí mucho anoche y me gustaría descansar un poco antes de llegar– Terminó de decir.

–En verdad lo lamento Lena, es solo que estoy… estoy muy nerviosa– Por un momento vi curiosidad en su mirada pero simplemente se quedó callada y luego cerró los ojos.

Estaba sumida en mis pensamientos, tenía muchas cosas en mi cabeza y aún seguía nerviosa, traté de controlarme un poco y me recargué completamente en mi asiento y cerré los ojos, unos minutos después sentí un peso sobre mi hombro y me sorprendí al ver a Lena dormida. Tuve que  sacar toda mi fuerza de voluntad para no tocarla se veía realmente hermosa, pero si la despertaba lo más seguro es que se alejara de mi lado y yo en verdad estaba disfrutando este momento. Renne se asomó para ver porque tanto silencio y su sonrisa solo fue un reflejo de la mía, me enseñó su pulgar y sin emitir palabras me dijo ‘Bien hecho’. En realidad lo único que había hecho era cerrar la boca. Tiempo Lizie, dale tiempo. Lena despertó cuando la voz de la aeromoza nos pidió abrocharnos el cinturón.

–Oh, lo siento– Me dijo mientras limpiaba mi hombro –No acostumbro a babear–

–Ah, pues por mi puedes babearme todo lo que quieras– ¿En verdad le dije eso? Si, si lo dije porque mi hermana soltó la carcajada.

–No pensé que estuviera tan cansada–

–En verdad no hay problema Lena… la junta del día de hoy será corta, cuando regresemos al hotel podrás descansar– Entonces me miró, de esa forma que hace que tu corazón se acelere y que se te olvide respirar.

–Está bien– Dijo rompiendo el hechizo y fue lo último que le escuché decir.

Cuando nos tocó levantarnos de nuestros lugares mi pierna me dolía, al parecer el tenerla tanto tiempo sin moverla y flexionada no era bueno, afortunadamente solo mi hermana se dio cuenta y me ayudó a levantarme.

–¿Estas bien?–

–Sí, solo me duele un poco, pero estoy bien–

–¿Segura? Si quieres le pido a una de las aeromozas una silla–

–No, no, lo último que quiero es que Dan le diga a mis madres y nos pidan volver–

–Lizie, ya sabes que pasó el sábado con mami–

–Lo sé Renne, pero en verdad no es para tanto, es solo que se entumió un poco–

Mi hermana suspiró –¿Si te sigue molestando me dices?–

–Sí–

–Ok, entonces apóyate en mí– Y eso hice, después de que di varios pasos el dolor había disminuido, pero aún me molestaba un poco.

Al llegar al hotel nos dimos cuenta mi hermana y yo que compartiríamos habitación, mientras Lena y Dan tendrían cada quien la suya.

–No creí que mamá cumpliera lo que dijo de compartir la habitación de seguro pensó que si te metía a ti en el cuarto evitaría que me acueste con Dan–

–Renne, siempre compartimos habitación no sé por qué te quejas–

–Sí, ya lo sé, pero ya estamos grandes como para seguir haciéndolo– Claro que no podía negarlo pero mi mamá es algo sobreprotectora con nosotras y no me sorprende.

–Bueno, aunque en realidad aun creo que es muy pronto para que tú y Dan tengan relaciones–

–Por Dios Elizabeth hay veces que eres una anticuada– Me dijo mientras acomodaba su maleta junto a una de las camas.

–¿No me digas que ya lo hiciste?– Le pregunté mientras me recostaba en mi cama.

–No, claro que no– Renne se quedó callada y comenzó a sacar sus cosas –Lizie ¿Cuánto crees que debo esperar?– Me preguntó de repente.

–¿Eh?– Me incorporé un poco para poder mirarla, no entendía su pregunta y fue más que obvio que mi rostro lo reflejaba.

–A tener sexo desenfrenado con Dan–

–¡Renne!–

–Pues es que pones cara de tonta, rubia loca–

–Es solo que aún no me acostumbro, eres mi hermanita, para mi aún usas pañales–

– Ya estas como mamá. Pues para tu información hace mucho que no los uso y si no mal recuerdo te conté mi primera vez hace ya un par de años– Me levante para ir junto a mi hermana.

–Lo sé, pero es que ahora con Dan… no sé Renne, es como si fuera algo real, algo más serio– Mi hermana rodeó con sus brazos mi cintura y recargó su cabeza en mi hombro, acomodé su cabello y acaricie su espalda –Yo creo que cuando sientas que es el momento indicado… solo recuerda cuidarte, aun soy joven para convertirme en tía– Mi hermana me dio un beso en la mejilla.

–Me gusta que seas mi hermana– Y ambas reímos –Sabes, Lena me ignora– La voz de mi hermana se escuchó triste.

–¿En serio?–

–Sí, cuando estábamos esperando el taxi en el aeropuerto le pregunté cómo estaba y no me respondió–

–Mmmm, te diría que hablaría con ella, pero bueno las cosas aún están muy tensas–

Renne empezó a reír –Si lo dices por lo que paso en el avión, créeme que yo estaba tentada a gritarte que cerraras la boca. Nunca te he visto tan nerviosa Lizie–

–Es que en verdad no sé qué me paso, simplemente no paraba de hablar, es como… como si quisiera que ella se diera cuenta que sigo siendo yo–

–Creo que no te lo va a poner fácil–

–No, creo que no, pero voy a hacer lo que dijeron mis mamás, voy a darle su tiempo y su espacio–

–Pues dudo que ella quiera que le des espacio, se veía muy cómoda en el avión mientras dormía sobre tu hombro–

–Casi me da algo, no sabes cómo se puso mi corazón, por un momento pensé que se me iba a salir–

–Pues eso a mi parecer es buena señal–

–¿Qué? ¿El que se me salga el corazón?–

–No tonta, el que ella se acercara a ti aunque estaba dormida y bueno también se disculpó cuando te calló– Simplemente sonreí –Y bueno pues yo creo que voy a tener que hacer algo para que me perdone– Oh, oh.

–¿Qué le vas a hacer?– Renne solo me sonrió. Diablos ¿Qué está planeando?

–Creo que ya es hora, de seguro ya nos está esperando– Me dijo tomando su bolso e ignorando mi pregunta.

–¿Renne que le vas a hacer a Lena?– Mi hermana simplemente hizo como que no me escuchó y salió por la puerta –¡Renne!–

Efectivamente cuando llegamos al lobby ya nos estaban esperando, Dan nos dijo que la reunión seria en un restaurante que era propiedad del cliente al que veríamos, por lo que ahí tomaríamos el desayuno.

–Muy bien chicas esta primera semana veremos clientes que siempre han estado con la compañía, por lo que solo nos limitaremos a firmar un nuevo contrato y ver si se les ofrece algo o si requieren algún cambio con respecto a la forma en que se lleva su cuenta. Para ustedes chicas esto no es nuevo, es algo parecido a lo que hacen en Francia con Sam y Alex, solo que en lugar de moda aquí será sobre la forma en que se maneja la publicidad del cliente en diferentes medios. Tú Lena, simplemente veras como es que trabajamos, te recomiendo que anotes tus dudas y si tienes alguna idea que pueda funcionar házmelo saber. Renne tu mamá me pidió que manejaras esto– Y le entregó una Tablet –Ella me dijo que anotes todo lo importante al igual que haces con ella–

–En pocas palabras soy la secretaria del grupo– Yo solo sonreí por la ocurrencia de mi hermana, siempre dice lo mismo. Dan solo le sonrió y levantó los hombros sin saber que responderle –Tal vez luego pueda tomarle el dictado Licenciado– Le susurró mi hermana a su novio y este se puso más rojo que la señal de un semáforo.

Lena y yo nos miramos sin saber que decir por el pícaro comentario de mi hermana menor.

Cuando llegó el cliente este nos reconoció de inmediato y nos comentó que él estaba muy contento al vernos, que siempre le ha gustado tratar con mi mamá y la tía Danielle y se sentía alagado de tenernos ahí. Tal como dijo Dan, solo fuimos para firmar el nuevo contrato para la publicidad de los restaurantes que tiene en toda la República Mexicana, después nos confirmó el nuevo plan en el que se basaría la nueva campaña y luego se retiró porque tenía otra reunión.

–Vieron, les dije que sería sencillo– Nos dijo Dan mientras tomaba su vaso con jugo.

–¿Siempre es así?– Preguntó Lena.

–No, en realidad este viaje va a ser de clientes fáciles, a los complicados suelen ir equipos con más tiempo en la empresa, pero estos están bien para que los novatos vean como es el trato que ofrecemos–

–Te encanta tu trabajo ¿Verdad?– Le pregunté a Dan.

–Sí, la verdad es que me gusta mucho, cuando era más joven todos esperaban que escogiera la empresa de papá, pero la verdad es que desde que tengo memoria siempre quise trabajar en lo que hacía mamá. Ella siempre me dejaba ayudarle en la oficina y me encantaba ver como se apasionaba cuando me explicaba lo que estaba haciendo–

–Sí, algo así nos pasó a nosotras– Dijo Renne –Como mamá no quería que alguien extraño nos cuidara, mando a acondicionar una de las oficinas para que estuviéramos cerca de ella y de mami, cuando tuvimos la edad suficiente para leer y no perdernos en la empresa nos convertimos en las niñas de los paquetes– Mi hermana y yo sonreímos por el recuerdo –Lizie tenía un carrito rojo en el que ponía todos los paquetes y entonces mientras ella lo jalaba yo iba sentada en él repartiéndolos a sus dueños–

–Sí, aún recuerdo que mi mamá las llamaba petits messagers– dijo Dan en un perfecto francés.

–¡Oh! ¿Tú también hablas francés?– Preguntó Lena.

–Claro, no sé si lo sepas, pero mi madre es francesa, en vacaciones de invierno siempre íbamos a visitar a los abuelos y a las tías Sam y Alex. Además mamá siempre nos habla en francés a mí y mi hermana–

–¿Ella también quiere dedicarse a la publicidad?– Le pregunto Lena.

–No, ella está más interesada en el negocio de papá, por supuesto él está encantado, después de que mi abuelo murió mi tía le vendió su parte y se fue a vivir con su marido a Colombia–

–¿Tienes una tía?–

–Mmmm por parte de mi papá, sí, aunque en realidad es mi tío, él es transexual, por lo que ahora es mi tía y bueno por parte de mi mamá tengo a Sam y Alex, aunque Isabel, Erika y Mónica dicen que también son mis tías–

–¿Isabel es la mamá de Amy?–

–Así es y Mónica es la otra amiga de ellas y que está casada con Erika–

–Sí que son una familia moderna– Nos dijo Lena sonriente.

–Muy moderna– Respondió mi hermana. Pero Lena pareció ignorarla –¿Sabes una cosa Lena?– Lena volteó a verla –No es justo que perdones a Amy y a mí no por lo que hizo esta rubia loca– Me señaló – Además si no aceptas ser mi amiga puedes sufrir las consecuencias–

–¿Ah sí?–

Mi hermana afirmó con la cabeza –Sip–

–No te tengo miedo niñita– Dijo Lena sonriendo.

–Pues entonces te lo demostraré, mañana me suplicaras que seamos amigas–

–Ya veremos– Ambas se retaron con la mirada.

Tal vez parecía una escena hostil, pero se sentía como si todo se tratara de un juego, uno en donde lo más seguro mi hermana Renne sería la vencedora.

–Muy bien chicas ¿Qué les parece si salimos a pasear?– Dijo Dan mientras se limpiaba con su servilleta –Me han dicho que este lugar es muy lindo y nuestra siguiente cita será hasta mañana al medio día–

–¿De verdad fue todo por hoy?– Pregunté sorprendida.

–Sí, estaremos solo dos días aquí antes de volver a viajar, solo algunos días tendremos que ver a dos clientes, pero los demás solo será uno al día–

–Me agrada esto– dijo Renne.

–Se los vuelvo a repetir, su madre planeó este viaje para que aprendieran, pero créanme que hay viajes en los que solo podemos dormir en el avión–

–Bueno pues entonces aprovechemos– Mi hermana dejo su servilleta sobre la mesa y se levanto.

–Yo prefiero quedarme y dormir, anoche salí con Jime y en verdad estoy agotada– Dijo Lena.

–¿Y tú?– Me preguntó Dan.

–Me quedaré a descansar y tal vez después saldré a dar un paseo–

–Muy bien, entonces seremos solo tú y yo mon amour

–Encantado ma grenouille– Simplemente no pude evitar reírme por el nuevo apodo de mi hermana, que de inmediato se puso muy roja.

–Mi ranita– Dije sin poder controlarme –Deja que le cuente a mamá–

–Ash ya cállate, eso solo lo haces por envidia, de seguro nadie te ha puesto un apodo amoroso–

–En realidad…– Dijo Lena de repente, simplemente me quede sorprendida y al parecer Lena también porque creo que dijo eso sin pensar.

–Mmmm ¿Así que le pusiste uno a esta rubia loca?– Lena me miró y todo dentro de mi tembló.

–Lo lamento, tengo que ir al baño, no tardo– Lena se retiró o mejor dicho huyo de la mesa.

Estuve tentada a seguirla pero solo me quede ahí sentada con mi hermana y Dan. Después de unos minutos Lena regresó a la mesa fue entonces  cuando decidimos que ya era hora de irnos al hotel.

–¿Me vas a decir cuál es tu apodo?– Me preguntó mi hermana cuando cerró la puerta de nuestra habitación.

–No–

Entonces me sonrió –Pues no importa, pronto lo sabré–

–Ni se te ocurra hacerle algo, te lo prohíbo–

–Mmmm, ya veremos–

–¡Renne!–

–Ya, ya, te prometo que no le hare nada malo a mi cuñadita, no te preocupes. ¿Vas a bañarte?–

–En realidad creo que voy a dormir un rato, la pierna me está molestando un poco– Pude ver que mi hermana se preocupó –Estoy bien, solo es una molestia–

–¿Segura que estas bien? Porque puedo decirle a Dan, que no puedo…–

–Estoy bien, solo necesito descansar–

–¿En serio? –

–Sí, solo voy a descansar un poco–

–Está bien, de todos modos voy a tener mi celular conmigo por cualquier cosa–

–Ok–

–Nos vemos al rato Lizie–

–Hasta al rato ranita– Le dije con una sonrisa y mi hermana me enseñó la lengua antes de salir.

Una hora me pareció suficiente además estaba nerviosa, solo quería ver a Lena. La pierna ya no estaba tan adolorida, así que después de un baño, me colgué el estuche de mi nueva cámara y salí a dar un paseo, cuando llegue a la plaza principal encontré un lugar desde el cual podría tomar buenas fotos, esta cámara es igual pero más moderna de la que tengo en Francia pero me gusta, además mi mamá me compró un par de lentes nuevos que cualquier fotógrafo profesional envidiaría. Preparé la cámara y comencé a enfocar los árboles, unas palomas volando a lo lejos, a las personas caminando por el parque y ahí fue cuando la vi. Lena venia caminando tranquilamente, llevaba su bloc de dibujos bajo el brazo y estaba viendo todo a su alrededor, se sentó en una banca bajo la sombra de un árbol. Como siempre se veía hermosa, no puede evitar enfocarla y tomar mi primera foto, cuando revisé la imagen me quedé impactada por la calidad de esta, me pregunto cuanto gastó mi mamá en esta cámara, obviamente me equivoqué al pensar que es como la que tengo en casa, está la supera por mucho.

Por un momento me quedé mirando la imagen en la pantalla –Es tan linda– Una vez más dirigí el lente hacia donde estaba Lena, se veía tan concentrada en lo que hacía –Me encantaría saber qué es lo que dibuja con tanto esmero– Dejé escapar un suspiro y sin más me dedique a sacar fotos.

No sé cuánto tiempo he estado aquí, me sentía cansada y me senté en una de las bancas, Lena aún no se marchaba, la he enfocado más de una vez y ella al parecer no se ha dado cuenta que lo hago.

–Buenas señorita ¿No me compra flores?– Me dijo un niño que cargaba una cubeta con pequeños ramos de rosas blancas y rojas.

–No ahorita no–

–Ándele, para su amiga– Y dirigió su mirada hacia donde estaba Lena, entonces se acercó a mí y me susurró –¿O es su novia?

–¡¿Qué?!– Grité y voltee de inmediato a verla, su mirada estaba en mí y sin saber muy bien que paso me perdí en sus ojos.

–Ándele señorita, para su novia– Me volvió a decir el niño.

–Yo… yo ¡Diablos!– Busqué mi cartera y saqué un billete –Dame las rojas–

–¿Solo un ramo? Es que no tengo cambio–

–No importa, quédatelo– El niño se puso muy feliz. Entonces me di cuenta de que si yo le daba las rosas de seguro ella no las aceptaría, así que le hice una seña al niño para que se las entregara. Así que el pequeño se acercó a Lena y le entrego el ramo, vi que ella negó con la cabeza pero mi astuto nuevo amiguito, las dejo sobre su regazo y salió corriendo. Lena y yo lo vimos correr, vaya que era rápido.

Mi vista de nuevo se dirigió a Lena que estaba recogiendo sus cosas de dibujo. Se levantó y comenzó a dirigirse a mí,  me di cuenta que lucía muy molesta  –Ay Dios– Se detuvo frente a mí y me enseñó el ramo.

–Creo que esto es tuyo– Dijo extendiendo el ramo frente a mí.

–No, son tuyas–

–No las quiero– Me dijo enojada.

–Pues yo tampoco…– Le respondí con recelo. Guardamos silencio –La verdad es que están muy bonitas como para que no las tomes– Le dije con calma y mirándola a los ojos, Lena las observó detenidamente y suspiro.

–Gracias– Las acercó a su rostro y aspiró su aroma – En verdad son lindas–

–No tanto como tú– Le respondí y de inmediato se sonrojó –Lena yo quería... quería hablar contigo…–

–¡No!– Dijo secamente. 

–Lena, es que…– Se dio la vuelta y comenzó a alejarse. Cuando trate de ponerme de pie para impedir que se fuera mi pierna falló –¡Auch! Maldición– Dije volviendo a sentarme en la banca mientras me sujetaba la pierna.

–¿Estas bien?– Me preguntó Lena que ya se encontraba frente a mí una vez más y se arrodilló para estar a mi altura –¿Te duele?–

–No– Le dije apretando los dientes.

–Me estas mintiendo Elizabeth– Me dijo aún más enojada. Y me di cuenta de lo que acababa de hacer.

–Lo siento, solo trataba de no preocuparte–

–¿Entonces te duele?– Me volvió a preguntar.

–Sí, la verdad es que si me duele– Me miró por un segundo y entonces Lena tomó mi cámara, la acomodo en el estuche, acomodo sus cosas dentro de este ya que aún tenía espacio y después las puso sobre su hombro.

–Apóyate en mi– Acomodo mi brazo sobre su hombro libre y me ayudó a levantarme, en cuanto apoye la pierna deje escapar un gemido de dolor –¿Quieres que le llame a Renne?–

–No, solo ayúdame a llegar a la habitación, ahí tengo pastillas para el dolor–

–Está bien– Empezamos a caminar pero de repente se dio cuenta que olvidaba algo en la banca que habíamos estado ocupando, con mucho cuidado giramos y me dio el ramo de rosas –¿Puedes llevarlo por mí?–

–Claro–

Caminamos seis calles, las cuales se nos hicieron eternas, si el dolor no hubiera sido insoportable hubiera disfrutado el estar tan cerca de Lena después de tanto tiempo, pero en verdad me dolía y mucho. Cuando entramos al hotel uno de los botones nos ofreció ayuda pero Lena le respondió que ella podía sola. Si ella y yo siguiéramos juntas en este momento estaría besándola como nunca.

Cuando llegamos a mi habitación ella abrió la puerta y me llevó hasta la cama, estaba a punto de llorar, el dolor era muy intenso pero me aguante lo más que pude, no quería preocuparla aún más.

–¿Dónde están las pastillas?–

–Ahí, en la bolsa de la maleta… son las de la caja naranja– Me las acercó y luego fue hasta el pequeño frigo bar para tomar una botella de agua –¿Necesitas algo más?–

–No, esto me va a ayudar y si me quedo dormida no te asustes, son lo suficientemente fuertes como para dormir a un elefante–

–Tal vez debería de tomar una, necesito dormir– Me dijo mientras se sentaba en la cama.

–Pensé que por eso te habías quedado–

–Se supone, pero alguien ha estado llamando a mi habitación cada quince minutos y cuando dejé descolgado, el servicio a la habitación me hizo entregas desde comida hasta mantas, jabones, almohadas y todo lo que obviamente no necesito–

–¡Renne!– Dije muy bajito, pero Lena alcanzo a escucharme.

–Sí, eso sospeché– Dijo con voz cansada.

–Voy a hablar con ella, en verdad no puede hacerte todo eso–

–En realidad creo que tenía razón, si perdoné a Amy creo que puedo perdonarla a ella–

–¿Y yo?– Dije sin darme cuenta. Lena solo me miró y no dijo nada –Lena yo de verdad…–

–No Elizabeth, me lastimaste mucho y sé que quieres hablar, solo que… Ahorita no ¿Está bien?–

–Quiero que sepas que la chica que conociste soy yo, la que está frente a ti un poco tonta que se ruboriza y tartamudean en tu presencia, en verdad soy así. Solo que cometí el error de mentir con respecto a mi nombre pero mis sentimientos hacia ti son sinceros, en verdad te quiero Lena– Vi a Lena resistir una sonrisa con lo que había dicho y eso hizo que mi corazón se acelerara –Y por qué lo hago te daré todo el tiempo que necesites– Me comencé a sentir somnolienta y no pude evitar bostezar –Lo siento–

–No, calma… creo que mejor me voy– Me dijo mientras se ponía de pie.

–No– Trate de incorporándome para detenerla –¡Auch! Demonios– Lena se acercó a mi e hizo que me recostara – No te vayas, sé que me odias pero por favor no me dejes–

–Elizabeth, yo no te odio, solo estoy… lastimada–

–Entonces déjame curar la herida– Se quedó callada mientras me miraba fijamente.

–Primero cura está herida– Dijo acariciándome la pierna –Y luego vemos esta– Señalo su corazón –Y no te preocupes, que no pienso ir a ninguna parte– No supe si se refería a este momento o que me daría una segunda oportunidad. No quería pero cerré los ojos, pude sentir como acomodaba mi cabello tras mi oreja, me arrulló su suave caricia entonces las pastillas hicieron efecto y me quedé dormida.

No sé por cuanto he estado dormida, pero la sensación de sentir que algo roza mis labios me comienza a despertar. Es algo tibio, suave y me gusta, abro los ojos aún está demasiado oscuro  pero  distingo  su mirada curiosa, cálida, traviesa y me sorprendo porque son sus labios los que me besan. Cierro los ojos por un segundo pensando que tal vez que solo sea una ilusión pero al abrirlos de nuevo sigue ahí, sonriente frente a mí.

–¿Por qué?– Es lo primero que sale de mis labios y es que no lo esperaba.

Me sonríe –Escuche por ahí que querías uno– No lo entiendo, pero no me importa, está aquí junto a mí en mi cama y quiero acurrucarme y sentirla. Pero de repente se levanta y le veo alejarse.

–¿A dónde vas?– Le preguntó, pero solo me responde con un guiño.

No sé a dónde va, pero mis ojos no se apartan del lugar por donde desaparece. Solo unos minutos pasan cuando está de regreso y mi corazón de nuevo comienza a latir. Esta hermosa y quiero besarla así que cuando se sube de nuevo a la cama, levanto mi cara para un nuevo beso, solo me mira y se ríe.

–Pero si ya te di uno– Me dice y yo hago un puchero.

–No es justo ni lo sentí, estaba más dormida que despierta– Solo vuelve a reír y se acerca a mí para darme un nuevo beso.

Explosión de emociones, sentir la suavidad, la humedad, la calidez de sus labios rozando los míos una vez más y se siente raro… no lo sé, es lindo pero quiero más, no solo un roce quiero sentir su lengua, así que moví mis labios con más presión intentando entrar en su boca, pero se separó de mí y por un segundo sentí la frustración de no poder besarle como quería. Era más de lo que había conseguido en los últimos días, así que le sonreí mientras veía como se acostaba en mi cama.

 –Ven aquí– No lo pienso dos veces me abrazó a ella, es tan rico estar acurrucada entre sus brazos aspiro su aroma dulce y cierro los ojos para llenarme de él. La acaricio, abro los ojos de golpe, me separo un poco para poder mirarla y comprobar lo que mis manos me decían y vaya que me decían la verdad.

–Le... Lena ¿Por qué no llevas ropa?– Pero solo sonríe traviesa, veo un brillo en su mirada, puro y salvaje deseo. La acaricio, no quiero dejar de sentir su suave piel, subo mis manos a sus pechos y de repente… Dios ¿Qué es esto?

–Ti… tienes un piercing en… en el pezón– Le digo tartamudeando pero sin apartar la vista de él y sin poder evitarlo, como si una fuerza de atracción me jalara, llevo mi mano hacia él, lo toco y comienzo a reír al ver como se contrae.

–Elizabeth deja ahí, vamos a dormir– Yo no quería dejarlo pero me siento muy cansada así que con toda mi fuerza de voluntad lo dejo y me acurruco de nuevo en sus brazos esta vez sintiendo por completo su piel, cierro los ojos y me quedo dormida otra vez.

Cuando abrí los ojos por la mañana mi primera reacción fue ver el lado vacío de mi cama, tomé la almohada esperanzada que tuviera algún rastro del aroma de Lena, pero nada, miré hacia la cama de Renne, aún estaba dormida intente levantarme pero con el menor movimiento un ligero dolor recorrió mi pierna, mire el reloj y aún faltan dos horas para tomar de nuevo la medicina. Con esfuerzo me levanté para darme una ducha.

Esperaba que el agua caliente, relajara los músculos de la pierna, pero el dolor seguía aumentando. Terminé la ducha, para poder salir tuve que  sujetarme de la pared, pero solo puede dar un par de pasos a fuera –Maldición… Renne– En menos de cinco segundos mi hermana ya estaba a mi lado.

–¿Estas bien?–

–Ayúdame– Pasé mi brazo por sus hombros y me ayudó a llegar a la cama.

–No puedo dar un paso sin que me duela y si me sigue doliendo así en media hora no podré ni moverme–

–Llamaré a mamá–

–¡No!–

–Elizabeth ¿Quieres que se te pudra y se te caiga? Si no te cuidas, eso va a pasar–

–No exageres estoy bien, solo que ayer caminé mucho, solo fue eso– Me miró, justo en la forma de cuando está pensando en todas las alternativas para resolver los problemas.

–Ok, pero no iras a la reunión– Estaba a punto de objetar, pero su dedo señalándome me detuvo – Te quedarás y descansarás y si al volver aún te sigue doliendo, así sea arrastras te llevaremos con un doctor ¿Me escuchaste?–

–Te preocupas mucho por mí, hermanita–

–Eres mi única hermana, tengo que hacerlo aunque la mayoría del tiempo también quiera golpearte–

–Yo también te quiero– De inmediato me abrazó.

–Voy a la ducha y tú te quedas quietecita–

–No me moveré– La pierna aún me punzaba y ya no me dolía tanto. Encendí la televisión pero no había nada de interés así que la apagué, cerré los ojos un momento solo para recordar a Lena y fue imposible no sonreír pero me fue aún más difícil no pensar en el sueño.

–Oye ¿Que tienes?– Me preguntó Renne mientras se arreglaba para la cita de hoy con el cliente.

–Nada ¿Por qué?–

–No sé, te veo  mmm muy contenta–

–Pues solo dormí bien–

–¿Tuviste un sueño sucio?–

–Nooo… mmm creo que no– No pude sostenerle la mirada a mi hermana.

–¡Oh por Dios! Si lo tuviste–

–No te contaré nada… y no fue sucio fue...–

–Con Lena…– Pero ignoré a mi hermana y cambié el tema.

–¿La seguiste molestando? No puedes obligarla a ser tu amiga Renne– Regañe a mi hermana para ya no hablar de mi sueño.

–Solo la moleste un poco, pero funcionó, me encontré a tu novia en el pasillo y me dijo que me perdonaba, pero que por favor la dejara dormir–

–¡Renne! En verdad no puedes hacerle eso a las personas– Mi hermana se encogió de hombros.

–Por cierto estaba muy rara cuando la vi salir de aquí, me dijo lo de tu pierna y por un momento me preocupe por ti, me explicó que estabas bien y que dormías pero puedo jurar se sonrojó al decirlo–

No, no puede ser, Lena no pudo haberme besado ¿O sí? La sensación de los besos fue tan real, ¿En verdad habrá sido un sueño?

–¿En qué piensas?–

–Mmmm en nada– Y el rojo tiño mis mejillas.

–Jajaja Ay hermanita eres tan transparente, dime ¿Cómo me veo?–

–Muy guapa ranita–

–Gracias ratoncita–

–¡¿Qué?!–

–Bueno, mi amiga Lena me dijo cuál era tu apodo, así que tú me dices ranita y yo te digo ratoncita–

–Assh– Cruce los brazos sobre mi pecho –Eres terrible–

–Sí, pero así me quieres– Se acercó para darme un beso en la cabeza –¿Vas a estar bien?–

–Si, en verdad me gustaría ir con ustedes pero mejor me quedo a descansar–

–Lo sé, entonces nos vemos al rato–

–Claro– Mi hermana se dirigió hasta la puerta –Pórtate mal Lizie– Yo solo sonreí por la frase que siempre usa mi mamá con mi mami.

Estaba quedándome dormida cuando mi celular comenzó a sonar, de inmediato respondí sin ver quien me llamaba.

–¿Estás bien?– Escuché preguntar a mi mami y desperté de inmediato.

–Sí, solo ha sido un dolor en mi pierna– Mi pensamiento se fue directo a mi hermana… ay Renne.

–¿Pero ya te sientes mejor?–

–Si–

–Está bien–

–Mami por favor no le digas a mamá no quiero que nos obligue a regresar–

–Claro que no, Alex puede ser muy exagerada, ni te imaginas lo que está haciendo–

–¿Qué hace?– Pregunté mientras sonreía, de seguro estaría revisando la cerca como siempre lo hace.

–Se puso a revisar la cerca que divide el jardín del rio, quiere asegurarse que no hay cocodrilos porque en la noche vamos a acampar–

–¿De nuevo está haciendo eso?–

–Sí, aun lamento el día que le comente que en esta zona había esos animales–

–Ay mi mamá– Y ambas reímos

–Bueno ¿Y cómo van las cosas con Lena?–

–Ella aun no quiere hablar pero sin embargo ayer me ayudó a regresar al hotel–

–¿Cómo es eso?– Entonces le conté lo que había sucedido –¿Si tan mal estabas porque no tomaron un taxi?–

–No lo sé, pero en verdad pese al dolor me gustó tenerla cerca, luego cuando estábamos en la habitación... No se mami, pero sentí como que aún le importo, solo que no quiere hablar–

–Mmm ojalá se quedaran encerradas en un elevador, eso nos ayudó a tu mamá y a mí–

–¿En serio?–

–Jajaja sí, pero bueno el que ella aun no quiera hablar es solo que tal vez más adelante si quiera ¿Me entiendes?–

–Algo– Respondí dudosa.

–Por lo que me han contado es una chica decidida y si ya no quisiera nada ya te lo hubiera dicho –

–Sí, tienes razón–

–Pero Amor, lo mejor que puedes hacer es esperar y tratar de conquistarla con pequeños detalles–

–¿Cómo que cosas?–

–Una flor, un chocolate, algo que le guste. Cosas por las que ella tenga interés. Demuéstrale que le has puesto atención–

–Si mami, gracias–

–De nada Amor, oye tu mamá quiere saludarte te la paso– Escuché como el teléfono cambiaba de manos.

–¿Lizie?–

–Hola mamá–

–¿Cómo estás?–

–Bien–

–¿Tu pierna?–

En su voz escuche un atisbo de preocupación, pensé en decirle que estaba bien para no preocuparla aún más, y aunque le había dicho a mami que no le comentara nada decidí que ya no quería más mentiras –Me ha dolido, pero ya sabes que el doctor dijo que así sería por unos días más–

–Sí, pero si notas algo raro quiero que nos llames–

–Si mamá– Respondí cansadamente –¿Cómo está la casa?–

–Esta excelente, acabo de revisar el jardín y no hay cocodrilos a la vista– No pude evitar reír.

–Sí, sé que ustedes y su madre no lo toman en serio pero esos animales son peligrosos–

–Si mamá–

–¡Miedosa!– Gritó mi mami.

–¿A quién le dices miedosa Samthanas?– Dijo mi madre.

–A ti ruquita–

–¡Samantha...! Hija tengo que arreglar un asunto con tu mami, ya sabes, cualquier cosa nos llamas–

–Si mamá, las quiero–

–Nosotras más Amor–

Deje escapar un suspiro, si yo no hubiera sido tan estúpida y cometido tantos errores, no tendría a mis madres y a mi hermana preocupadas. No estaría aquí tirada en la cama sin poder hacer nada y ahora mismo estaría disfrutando de un noviazgo con Lena.

–Lena, mi hermosa Lena–

Las horas pasaron, la televisión la prendí y apagué una infinidad de veces, la pierna no me dolía si estaba en la cama, pero ir al baño había sido una tortura. La última visita, ha hecho que al regresar no llegara ni a la cama y la primera silla que se ha cruzado en mi camino ha sido mi salvación.

–Diablos– Creo que caminar tanto ayer, me ha perjudicado más de lo que creí.

–Lizie ya llegamos– Vi a Renne entrar y tras ella Dan y Lena – ¿Qué haces ahí?– Me preguntó al verme sentada en la silla –Te dije que no te movieras–

–Tenía que ir…– Señale el baño –Solo que no puede regresar a la cama– Vi la preocupación en todos.

–Muy bien Dan tómala en brazos y vamos de inmediato al doctor–

–Pero…–

–Nada– Me señaló con un dedo amenazante –Te lo dije vamos a ir sí o sí–

–Estoy bien– Dije mirando a Lena en busca de ayuda.

–Debimos tomar un taxi– Dijo Lena ya muy preocupada.

–Fue mi culpa yo…–

–Creo que no deberías estar en este viaje Elizabeth– Me reprendio Lena muy seria. Yo solo bajé la mirada, estoy aquí por ella, solo por ella.

–Yo solo quería…–

–Ok ustedes dos luego arreglan sus cosas, ahora al hospital–

Y así se hizo, un par de radiografías y una revisión exhaustiva dictaminaron que debería estar en cama guardando reposo.

–Estoy en un viaje de negocios, no puedo estar siempre en reposo–

–Pues debe hacerlo señorita si no quiere que las cosas se compliquen más, ve esto…–  Me dijo señalando la radiografía –Está muy inflamado y eso es lo que le está causando el  dolor agudo, si la presión continua puede empeorar y tendrá que entrar al quirófano–

–No puede ser–

–Mire si usted reposa un mínimo de cuatro días sin hacer esfuerzos como estar mucho de pie, caminar largos tramos y mucho menos subir escaleras, mejorará considerablemente, además si toma los des-inflamatorios como se los han indicado podrá mover su pierna sin tener tanto dolor– Solo asentí –Lo que debe hacer es cuidarse, así que le recomiendo que utilice un bastón para que no se apoye por completo en su pierna cuando se traslade, ya que me ha dicho que planea seguir viajando–

–Eso haremos doctor, partimos hoy en la noche–

Por un momento el doctor estuvo a punto de prohibirme el viaje pero Renne le prometió seguir sus indicaciones –Solo una cosa más, si no ve mejoría en estos días le recomiendo volver a casa–

Mi ánimo cayó por los suelos, cuatro días en reposo y es que aunque tengo 24 años cuando se entere mamá sé que no me dejará quedarme y si lo pienso es lo más razonable pero ¿Y Lena? Yo quiero estar con Lena, por eso he venido aquí.

Después de que me mandaran a traer una silla de ruedas salimos del hospital, yo solo guardé silencio mientras Renne contaba a Lena y a Dan lo que nos había dicho el doctor, podía sentir la mirada de Lena sobre mí, no podía descifrarla, no era lastima, era una mezcla de ¿Preocupación, culpa, miedo? Yo no quiero esto, no de esta forma.

El regreso al hotel, fue silencioso, todo mundo estaba callado, y mirándome. Al llegar Dan, me cargó hasta mi habitación.

–Ok, basta pueden quitar esas caras solo me dijeron que tengo que reposar, no que me quedaban un par de días de vida–  Me acomode en la cama.

–Solo estamos preocupados– Me dijo Dan.

–No sé tú, pero yo lo que entendí fue o se cuida o quedará con una lesión para siempre–

–Exageras–

–¿Exagerar? Si mal no recuerdo, esta mañana no podías ni caminar– Me quedé callada y mi vista se dirigió a Lena, quien no había dicho ni una sola palabra y se había dedicado a mirar por la ventana.

–Ok, dame el teléfono– Le dije finalmente a Renne, no tenía que decirme que es lo que tenía que hacer, un par de timbres y un hola a mami. Le explique a ambas lo sucedido y eso hizo que mamá explotara.

–Yo lo sabía,  ese medicucho de pacotilla no tenía ni idea de lo que tenías, pero ahora mismo tomo un avión y voy por ti, aquí en la casa de Veracruz descansaras como es debido–

–No quiero volver, pero…–

–Elizabeth…–

–Mamá, lo sé… así que…–

–Me permites…– Lena me quito el celular –Buenas tarde señora Alex,  habla Lena mmm si claro Alex… si, sobre eso yo… sí, sí  lo entiendo… déjeme cuidarla… todos cuidaremos a Elizabeth… –Un silencio avasallador envolvió la habitación hasta que la voz de Lena lo cubrió de nuevo todo –Sí por supuesto… si, no se preocupe, si lo hare… hasta pronto Alex –Lena miro por un segundo el celular –Mmmm toma– Lena me lo dio –Yo mmm ahora vuelvo– Y la vimos salir de la habitación.

–Vaya– Estaba impresionada por lo acababa de pasar, es algo que no me esperaba, aunque no tenía idea porque lo había hecho.

–¿Elizabeth?– Escuche a mi madre y puse el alta voz.

–Ehh sí mamá aquí estoy–

–Bueno creo que entendiste lo que Lena pretende hacer por ti y pues la noticia es que te dejo en sus manos– En shock, así me había dejado y por lo que pude ver no era la única Dan y Renne aún tenían la boca abierta –Lizie solo tú ten quietas las tuyas ¿Entendido?–

–¡Mamá!–

–Debes recuperarte antes de…–

–¡Mamá por favor!– Renne empezó a reírse de mí.

–Antes de que la reconquistes ¿Por qué las mujeres en esta familia nunca me dejan terminar?–

–Porque eso no era lo que ibas a decir–

–Jajaja es broma mi cachito de cielo por favor cuídate, aunque ¿Estas segura que puedes viajar esta noche?–

–Si mamá, puedo tolerarlo–

–Muy bien entonces en cuanto lleguen al hotel nos llaman y no quiero que te muevas de ahí ¿Entendido? –

–Si mamá, dile a mami que no se preocupe, las quiero–

–Nosotras a ti Amor y bueno ahora quiero hablar con Daniel tengo que darle instrucciones–

Por cinco minutos lo único que escuchamos decir a Dan, era ‘Si tía, por supuesto y no se preocupe’ y durante esos cinco minutos mi vista no se apartó de la puerta por donde Lena había salido.

–El vuelo para ir a la siguiente ciudad sale en tres horas así que a preparar el equipaje– No me había percatado que Dan ya había colgado, así que solo asentí.

Vi a Renne terminar de hacer mis maletas.

–¿En qué piensas?–

–En lo que hizo Lena–

–No me sorprende, esa chica te ama…–

–Aun no sé qué es lo que ella ve en mí–

–Yo tampoco pero debe ser algo bueno… algo que nadie ve jajajaja–

–Eres una tonta Renne– Estaba por aventarle un cojín, cuando alguien tocó a la puerta –Anda ve a abrir–

–No te acostumbres a esto–

–Hola– Al escuchar su voz mi primer instinto fue arreglarme, no pude evitar sonreír por mi reacción.

–Voy a ver a Dan, ahora regreso– Renne salió de la habitación rápidamente, quien sabe que espera que pase al dejarnos solas.

–¿Ya estas lista?– Me preguntó Lena cuando se acercó.

–¿Por qué te fuiste?– Tenía esa duda, después de que me dio el celular, prácticamente salió corriendo, la vi dudar un momento y de inmediato saco algo que traía oculto tras su espalda que yo no había visto.

–Fui por esto– Me enseño un bastón– Necesitaras apoyo, no quiero que te lastimes–

–Creí que me cuidarías– Le dije sonriente.

–Te cuidaremos– Recalco –Y eso no significa que Daniel te este cargando a todas partes  –Juro por mis madres que Lena esta celosa –Además esto es para cuando no estemos cerca, recuerda tenemos reuniones a las cuales no asistirás y estarás algunas horas sola por lo que esto te servirá–

–Gracias– Tomé el bastón y ella roso mi mano con sus dedos.

Dos horas de avión, treinta minutos en taxi y quince más pasaron para que estuviera en la habitación y todo ese tiempo la pasé o en una silla de ruedas o en los brazos de Dan, creo que también Renne se empieza a sentir celosa. Una cena tranquila para cuatro en la habitación, junto a una plática llena de mimos de mi hermana y Dan, miradas y sonrisas furtivas entre Lena y yo. Eso me da esperanzas, muchas… demasiadas, creo que estamos en el camino correcto. Un buenas noches, una pastilla y a dormir como bebé.

Después de tomar el desayuno que había ordenado y que Renne puso en la cómoda para que estuviera a mi alcance, me puse a hacer nada y es la cosa más aburrida de planeta, el bastón que me regaló Lena en verdad me ha ayudado mucho para poder caminar hacia el baño.

–Creo que no me hará daño si doy una vuelta por el pasillo– Estaba a unos paso de la puerta cuando esta se abrió dejándome a ver a Lena del otro lado.

–¿A dónde crees que vas?–

–A dar una vuelta, estoy harta de estar en la cama–

–Si no quieres que le llame a tus mamás, ahí es donde debes estar– Me dijo mientras me ayudo a llegar una vez más a la cama.

–Creo que has pasado mucho tiempo con Renne– Le reclame mientras me sentaba.

–Elizabeth– Lena me miró seriamente.

–Estoy harta Lena, no ha pasado ni un día y ya me siento una completa inútil–

–Por eso vine a dejarte esto– Se acercó y me entrego la Tablet –Debes hacer el informe y enviarlo a la oficina–

–Genial… ahora pasé a ser la secretaria–

–Pues a tu hermana no le incomoda en lo más mínimo, pero mira si no quieres hacerlo, no lo hagas y si tampoco quieres estar aquí llama a tu madre y vete– Lena se cruzó de brazos.

–Lena yo… lo siento es que estar así…–

–Elizabeth no estarías así si desde un inicio hubieras pensado bien las cosas, pero creo que decir esto ya no viene al caso–

–Soy una idiota–

–Es bueno saber que lo reconoces– Guardó silencio por un momento. Para mi sorpresa se acercó a mí y me tomó de la mano –Elizabeth lo siento, no debí decir eso, que este enfadada contigo no significa que no te quiera cerca, solo que me preocupa mucho que estés así. Y cuando me preocupó me enojó porque no sé qué hacer. De seguro estarías mejor en tu casa al cuidado de tus madres, pero yo estaría todo el tiempo preocupada si no supiera como estas–

–Lena yo…–

–Shhh… lo sé, en verdad lo sé y dejemos eso para más tarde, ahora lo primero como ya te lo dije es que te recuperes y después veremos lo que sigue ¿Ok?– Solo asentí –Regreso más tarde, así que se una buena chica y trabaja–

–¿No quiere que le tome el dictado licenciada?­– Y La mirada de Lena cambio, pero no a una de enfado, sino a una de deseo. No dijo nada, solo movió la cabeza y me regalo un guiño para después salir de la habitación.

–Ella me quiere cerca– Dije emocionada.

–Vaya parece que por fin te funciona el cerebro– Mire sorprendida a mi hermana –Estabas hablando en voz alta rubia tonta– Renne me dio un golpe en mi hombro –¿Apenas te das cuenta que Lena te quiere? En verdad eres despistada Lizie, es obvio que te quiere cerca, ella habló con mamá, con mamá Lizie la misma que hace sudar a Dan cada vez que habla con ella y Lena fue tan firme a la hora de decir “La cuidaré”, porque pudo haber dicho cualquier cosa, pero no, ella decidió ser tu protectora, tu enfermera,  tu… Terminaitor. La Cuidaré– Dijo mi hermana imitando el tono de I will Back. Y ambas empezamos a reír.

–Eres una tonta Renne. Pero sé lo que ella dijo, yo estaba ahí y entiendo que tengo que ganarme su confianza, pero sobre todo su amistad–

–Ahora que has entendido las cosas no lo arruines–

–Claro que eso no pasara–

Estaba totalmente decidida a recuperar mi amistad con Lena y así acercarme más a mi objetivo de recuperar por completo su corazón.

 

Ya han pasado tres días y había hecho lo que se me había encomendado como tarea, hacer los reportes y enviarlos, eso me había distraído por un rato. Dan y Renne ellos como siempre restregándome su felicidad en la cara. Aun no me puedo creer que este par estén en un romance, pero los veo y me alegra tanto verlos feliz.

Pero lo mejor de todos estos días es que cuando terminamos de comer Dan y Renne se van a pasear y Lena se queda unas horas junto a mí, al principio fue algo raro tal vez un poco incómodo. Cosa que quedo atrás después de unos minutos cuando Lena pregunto por mi fic favorito.

–Dos historias de un solo corazón es de mis favoritos ¿Y el tuyo?–

–Uuuy ese lo amo, es de los mejores pero no puedo decidir solo uno, tengo muchos favoritos–

Y así fue como continuamos, libros, películas, lugares en el mundo este tema nos llevó horas, he tomado notas mentales de los lugares que le encantaría ver y que en un futuro si todo sale bien ir juntas.

–Esta es una ciudad muy bonita, deberías de salir– Le dije mientras la veía acomodarse en mi cama.

–¿Acaso no me quieres aquí?–

–Por supuesto, solo lo decía por si querías dibujar–

–Estoy bien donde estoy ahora– Nuestras miradas se cruzaron y mi cuerpo se estremeció al ver la intensidad en su mirada, pero solo duro un segundo hasta que ella la aparto –Ok continuemos con lo de ayer ¿Personaje favorito de Game of thrones? Yo diré que Kalessi, me encanta–

–No he visto esa serie–

–Pues lo arreglaremos después, ok entonces veamos mmm ¿Orange? Dime que has visto Orange is the new black–

–Si ahí sale Ruby Rose y a esa mujer solo hay una palabra para describirla…–

–Sexy, lo sé la he visto– Lena me guiño un ojo, por un momento y aunque suene tonto sentí celos. ¿Pero cuál era la probabilidad de que Lena conozca a Ruby? Ok, por si las dudas jamás invitare a Lena a Paris a una de las pasarelas de la tía Em –¿Ella es tu personaje favorito? –

–No, la verdad es que mmmm diré que Poussey–

–Wow ¿En serio?– Me dijo sorprendida.

–Sí, me parece muy linda, no lo sé, no es mi tipo pero tiene algo, un no sé qué ¿Me entiendes?– Y Lena me dijo que si con un movimiento de cabeza.

–Yo esperaba que dijeras Alex o Piper–

Yo solo encogí los hombros y  le sonreí –¿Y tú?–

–Suzanne–

–Jajajaja nooo–

–Me gustan sus ojos locos jajaja–

 –Jajaja Anda dime ya en serio, oooh no me digas que es Larry–

–¿El Guilipollas ese? Iuuk ni de coña– Me sorprendí al escucharla y mi cara me delató –¿Qué? En serio esperabas que dijera a Larry–

–No, es que nunca te había escuchado decir palabras tan mmmm españolas–

–Al principio me costó mucho trabajo no decir el vosotros o vuestro y usar más el sus o su. Y ahora que estoy en México, no sé… me adapto.  –

–¿Adaptarte? ¿Cuántos años estuviste viviendo en España? Diez ¿No?– Lena solo asintió –Es comprensible que las digas son muchos años. Me da risa esos que se van un mes y ya hablan con acento–

–Son unos ridículos ¿Se me nota el acento?–

–No mucho, solo a veces–

–Tú también tienes acento, no tan marcado pero lo tienes, suena lindo mmm el mío es tan…– Y simplemente ya estaba perdida en sus ojos.

–El tuyo también es lindo, es tan…– Sexy, muy sexy, pero no pude decirlo. El silencio inundó la habitación, no un silencio incomodo sino uno de esos donde sabes que algo viene y es bueno –Me agrada esto–

–¿Qué?–

–Tú y yo así–

–Si a mí también, se siente…–

–Bien– Terminé de decir por ella, algo estaba cambiando o más bien regresando y me hace feliz y espero que a ella también.

–Espera ranita– La voz de Dan se escuchó en el pasillo.

–Al parecer ya llegaron, es hora de marcharme– Por primera vez, desee que Renne se tarda un poco más en volver.

–Fue una excelente tarde Elizabeth–

–Mis amigos me llaman Lizie– Extendí mi mano hacia ella, la miro por un segundo y como respuesta no solo recibí una sonría y un apretón de manos, sino también un prolongado beso en la mejilla.

–Te veo mañana… Lizie, Buenas noches–

–Buenas noches Lena– Pero antes de que Lena saliera –¿Lena?–

–¿Dime?–

–Somos amigas ¿Verdad?–

–Claro Lizie… ¿Por qué preguntas?–

–Mmmm solo quería asegurarme–  Lena simplemente no entendió porque hacia la pregunta y de alguna forma yo tampoco.

Se acercó a mí con ese caminar sexy que solo ella posee y me dio otro beso en la mejilla –Descansa “Amiga Lizie”–

Si como no, amigas, tal vez en otra vida… en otro mundo. Pero aquí no, ni loca.

 

 

 

Notas finales:

Bueno, asi las cosas. Nos leemos el proximo jueves y es que salgo a Jiutepec a una boda por lo que actualizaremos ese día.

Saludos y ya saben ¡¡¡¡¡SE PORTAN MAL!!!!!


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