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Seras Tú por samyalexg

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Notas del capitulo:

Lllego el jueves y como lo prometimos aqui estamos

Capítulo 11 Todo o Nada

 

¿Amigas? ¿Cómo puedes ser amiga de alguien si cada vez que te toca, tu cabeza deja de funcionar? ¿Cada vez que te sonríe, tu cuerpo vibra? ¿Cada vez que te mira tú… tú simplemente te pierdes?

Dos horas, dos largas horas son las que llevamos en esta plaza. Ella dibujando y yo tratando de fotografiar algo más que no sea ella.

–Ya déjalo– Me dice sin levantar la mirada de su block, mientras traza pequeñas líneas con su carboncillo.

–¿Qué cosa?–

–Eso que estás pensando–

–¿Eh?– Me acomodo en la banca sintiéndome un poco incomoda –No te entiendo–

–Llevas más de media hora con ese ceño en tu cara ¿Qué es lo que te preocupa?–

–Nada–

–Lizie– ¡Dios! amo cuando dice mi nombre –Anda dime que es lo que te pasa– Hace a un lado su block y me mira fijamente –¿Es tu pierna? ¿Te duele?–

Después de una semana en reposo por petición de mis madres y siguiendo las recomendación del doctor que me revisó la última vez, la pierna solo me dolía muy de vez en cuando. Mis mamás me dijeron que en cuanto volviéramos iríamos a ver a un especialista en ortopedia solo para asegurarnos que no habría secuelas.

–No, no, es solo que, ya solo nos quedan tres días para regresar a casa–

–Sí, la verdad es que estas dos semanas se pasaron muy rápido– Entonces volvió a tomar su block y continúo con su dibujo –Voy a extrañar esto–

–¿Qué cosa?– Le preguntó mientras enfoco a una hermosa ave de color rojo, un petirrojo… un robín como diría mi mami.

–Los paseos de las tardes contigo– Mi corazón decidió que era hora de correr un maratón. Dios, eran tan fuertes mis latidos que estoy segura que Lena podía escucharlos.

Me quedé callada, simplemente no sabía que decirle. Estos últimos días nuestra relación ha mejorado de una manera increíble, cuando terminamos de trabajar Lena y yo pasamos cada momento juntas y es que Dan y Renne se la pasan juntos derramando litros y litros de miel. Cosa que no me molesta en absoluto, mi hermana es feliz, Dan es feliz, yo soy feliz y Lena… puedo asegurar que también lo es.

–Esto no tiene que cambiar, vamos a trabajar juntas y bueno somos vecinas–

–¿Entonces ya decidiste? ¿Te vas a quedar en México?– Una vez más su vista se dirigió a mí.

–Aun no estoy segura– Porque eso lo decidirás tú. Claro que esto no lo dije.

–¿No has hablado con tus mamás?–

Deje escapar un suspiro –Ayer en la noche, ya sabes…–

–Como todas las noches– Me dijo mientras se sentaba aún más cerca de mí –Creo que es algo que te envidio. Me gustaría tener a alguien que se interese de mí como lo hacen ellas por ti– La tienes ¿Qué no me ves? Pero una vez más decidí quedarme callada. Tiempo dale tiempo. La tome de la mano y simplemente le sonreí. No tuve que decirle nada, porque ella sabe que yo me intereso por ella –Lo sé– Me respondió –Pero me refiero a tener una familia, hay veces que me siento sola–

–No lo estás, tienes a Jime, a las chicas de la banda, puedo asegurarte que a Amy y Renne, incluso Dan… y no te olvides de mí–

–No, claro que no, mi amiga Lizie. No lo olvido, pero bueno es solo que extraño a mi abuela–

–Me hubiera gustado conocerla–

–Y a mí que ella te conociera– Nos miramos fijamente. ¡Bésala! ¡Tómala del rostro y bésala! Fue ella la que se acercó y me dio un beso en la mejilla –¿Y bueno que te dijo tu mamá? ¿Aún quieren retirarse?–

Si, Alex y Sam han decidido reducir su horario de trabajo y quieren que yo me haga cargo. Su plan no es dejarme al mando de inmediato, mamá está en contra de eso, dice que primero tengo que aprender todo lo necesario… empezar desde abajo y al cabo de unos tres años tomar el lugar que ellas desempeñan.

–Dicen que hablaremos cuando nos veamos en la ciudad– Apreté su mano y ella me acarició con su pulgar.

–¿Qué te detiene?– Me preguntó. Tú, solo tú. Sé que una relación a distancia no nos ayudará a volver y simplemente me niego a dejarla –Es una muy buena oportunidad–

–Lo sé, pero realmente me gusta aquí–

–¿Solo eso?– La tomé del rostro y acaricie sus mejillas suavemente.

–Lena– Lena cerró los ojos y suspiró –Aun es muy pronto, pero sabes que tenemos que hablar–

–Lo sé– Recargó su frente en mis labios

–Yo…–

–Así que aquí están– Dijo Renne que venía de la mano de Dan. Lena de inmediato se separó de mí y yo casi me levantó para poder matar a la inoportuna de mi hermana –Las hemos estado buscando, tenemos que ir a comer y luego a preparar las maletas–

–Sí ya vamos– Respondió Lena y se dispuso a guardar sus cosas. Pero su block se cayó y Dan lo levantó.

–Vaya sí que tienes talento– Lena de inmediato se sonrojó al escuchar a Dan hablar de sus dibujos.

–¡Wow es hermosa!– Dijo Renne –Deberías de probar en el departamento de diseño, te iría muy bien–

–No, no, me opongo. Lena lo está haciendo muy bien en donde esta– Dan abrazó a mi hermana y la acercó a el mientras le enseñaba un dibujo –Esa idea que propuso el otro día realmente fue muy buena y nos ha asegurado una muy buena campaña–

–Gracias– Respondió Lena y yo simplemente me sentí orgullosa de ella. Estiró su mano para que Dan le devolviera el block pero mi hermana lo tomó primero.

–Creo que deberías de comprar uno nuevo este ya está completamente lleno– Mi hermana la ignoro mientras pasaba las hojas.

–En cuanto lleguemos a la ciudad compraré uno nuevo– Estiró su mano de nuevo y entonces Renne le entregó el block a Lena.

–Bueno, entonces es hora de irnos– Les dije ya con mi equipo guardado. Dan tomó la mano de mi hermanita y empezaron a caminar. Deje que se adelantaran un poco y tome la mano de Lena –¿Qué me ibas a decir?– Le pregunté muy bajito para que solo ella me escuchara.

–Luego hablamos Lizie– ¡Diablos, voy a matar a Renne! Continuamos caminando. Renne volteo a verme y me guiñó un ojo, al principio no comprendí porque lo hacía, sé que ella sabe que interrumpió algo, pero ¿Por qué diablos me guiña el ojo? –¿Todo bien?– Me preguntó Lena.

–Sí–

–Bueno… ¿Segura?– Yo simplemente asentí y ella solo apretó mi mano. Fue cuando me di cuenta que no nos habíamos soltado y solo sonreí. Cuando miré a Lena ella también sonreía.

Después de comer fuimos a preparar el equipaje, teníamos solo una hora para ir al aeropuerto así que nos apuramos a arreglar todo.

–Lo siento– Dijo Renne en cuanto cerró la puerta.

–¿Pero por qué lo hiciste?– Mi hermana solo encogió de hombros –Lena estaba a punto de decirme algo–

–Parecía que se iban a besar–

–Peor aún Renne, interrumpiste lo que pudo ser una reconciliación–

–Lo siento– Se sentó en su cama –No lo sabía. ¿Me perdonas?– Se levantó y me abrazó.

–Está bien–

–Lizie ¿Eso quiere decir que todo está bien entre ustedes?– Me preguntó mientras me soltaba y empezaba a acomodar su maleta.

–Aún no hemos hablado, pero estos días hemos pasado mucho tiempo juntas–

–Lo sé, no tienes por qué agradecérmelo–

–¿De que estas hablando?–

–Pues que si he pasado todo este tiempo con Dan es para darte espacio con Lena–

–¿Nada más por eso pasas tiempo con Dan? ¿A quién quieres engañar Renne?–

–Bueno, realmente no es un sacrificio para mí, pero si es apropósito que no estemos con ustedes. Y te prometo que voy a enmendar lo que hice hoy–

–¿Qué estas planeado?–

–Mmmm aun nada, pero ya verás que tendrás tu anhelado beso– Y cerró su maleta.

–Algún día me entenderás Renne. Tú no sabes lo que es amar tanto a alguien y no poder demostrárselo–

–No, pero estoy segura que en unas semanas lo averiguaré – Me respondió tristemente.

–Ay Renne, no fue mi intención. Olvide que tienes que volver a la escuela–

–Realmente estoy considerando pedirle a nuestras madres que me dejen estudiar aquí–

–¿En serio?–

–Dan ama su trabajo, le encanta. No creo que quiera dejarlo para ir a Francia conmigo y he decidido que no quiero una relación a larga distancia–

–¿Ya hablaste con él?–

–Más o menos, la verdad es que yo soy la que evita el tema. Tengo miedo a que me diga que terminamos–

–Renne, él está loco por ti, se le nota en la cara. Tienes que hablar con él– Mi hermana suspiró.

–Lo amo. Sé que es muy pronto, pero en verdad creo que es él con quien quiero pasar mi vida–

–Renne, aun eres muy joven–

–Mi mami tenía casi mi edad cuando se enamoró de mamá–

–Lo sé–

–¿Entonces por qué tiene que ser diferente conmigo? ¿Qué pasaría si te dijeran lo mismo de Lena?– Entonces le di la razón a mi hermana.

–Creo que tiene que ver algo con nuestros genes– Le respondí.

–Yo creo que simplemente somos muy afortunadas de encontrar a nuestra otra mitad–

–Bueno mi pequeña Lagartija, ya verás que encontraremos una solución–

–Eso espero rubia loca–

 

Esa noche cuando llegamos a nuestro último destino estaba lloviendo. Mañana en la mañana Dan y Lena tendrían la última reunión y luego pasaríamos el fin de semana conociendo los alrededores.

–Dice Dan que si el sábado hace buen clima pasaremos el día en la playa– Me dijo Renne mientras se preparaba para dormir –Tendremos que ir a comprar trajes de baño–

–Me parece bien. Podemos ir mañana, también quiero buscar una tienda de arte. Lena necesita un block nuevo–

–Oh claro, será una mañana de compras, aunque ¿No crees que se molesten?–

–¿Por qué?–

–Pues en lo que ellos trabajan, nosotras estaremos comprando–

–Solo será en la mañana. Además ya sabes que en cuanto regresen nos tocará mandar la información– Porque aunque mi pierna estaba bien y ya podía ir a las reuniones, mamá dijo que era mejor que Lena y Dan fueran solos así Lena ganaría mas experiencia.

–Tienes razón. Bueno entonces ya tenemos un plan–

A la mañana siguiente desayuné junto con Renne ya que Dan y Lena lo harían con el cliente. Después salimos a recorrer la ciudad. Lo bonito que tiene las ciudades de la República Mexicana es que aún conservan ese toque especial, siempre con sus plazas y áreas verdes, sin tanto caos ni tránsito a diferencia de DF. Para nuestra fortuna encontramos una tienda que vendían cosas para dibujar y pintar, el señor que nos atendió fue realmente atento y es que descubrí que hay diferente tipos de blocks para dibujo. Que el gramaje del papel, la textura, el tipo, que para que técnica, con espiral, sin espiral, crudo o blanco. Bueno de muchos tipos, al final acepte el que él me recomendó, también aproveché para comprarle unos carboncillos, unas barras pastel, unas acuartelas y un pincel sumamente extraño que tenía un depósito de agua incorporado. La verdad es que no se si Lena pinte con acuarelas, siempre la he visto con los carboncillos pero creo que es un muy buen regalo.

–Vaya, que complicado es eso de comprar cosas para un artista– Me dijo Renne –Si fuera tú, le hubiera comprado un cuaderno y crayolas–

–Afortunadamente no eres yo. Mami me dijo que cuando le regalara algo a Lena no le diera cualquier cosa, sino que me fijara en algo en lo que ella le pusiera mucho interés–

–Pues creo que le va a encantar–

–Sí, creo que si– Le respondí muy contenta.

–Aunque me gusto más el anillo con el gato que le diste el otro día– Es que cuando estuvimos en ese pueblo minero Lena se enamoró del anillo, me costó un poco de trabajo distraerla para poder comprarlo pero al final lo logré sin que se diera cuenta –¿Qué más le has regalado?–

–Le compré una rosa de madera pintada de azul, las flores el día que me ayudó a regresar al hotel y ahora esto–

–Eres como mamá–

–¿En serio?–

–Sí, siempre es ella la que le regala cosas a mami, aunque mamá dice que mami le da los mejores regalos cuando menos se lo espera–

–¿Te acuerdas cuando desapareció la moto para que le pusieran pintura nueva?–

–Jajaja, mamá casi muere pensando que se la habían robado–

–Pero cuando la vio en el estacionamiento con ese enorme moño azul, casi lloró–

–¿Alguna vez te has imaginado como ellas?–

–¿A qué te refieres?–

–A ser viejitas y seguir enamoradas como si fueran novias–

–Sí, aunque la verdad es que al principio creí que eso no sería para mí, ya sabes por lo de…–  Renne negó con la cabeza para que no dijera el nombre de… de ¿Cómo se llamaba? Bueno si fuera alguien importante recordaría su nombre –Cuando empecé a salir con Lena pude verme así, igual que ellas. Planeando el aniversario número ochenta, o ideando algo especial para su cumpleaños. Creo que lo que aprendimos de nuestras mamás es que aunque pasen los años lo más bonito es mantener la chispa encendida–

–Sí, tienes razón. Yo me veo con Dan cuidando a nuestro bebé, viajando a la playa o pasando navidad con toda la familia–

–Creo que serían una bonita familia–

–Seriamos una familia. Te olvidas que eres mi hermana Rubia Loca y quiero pasar Navidad con tu parte de la familia también– No pude más que abrazar a mi hermana.

–Sería una locura, con nuestras parejas, la tía Danielle y el tío Isra, mas nuestras mamás y si le sumamos pequeños niños. Pero es algo que realmente me muero por ver–

–Yo también Lagartija, yo también–

Seguimos caminando hasta que encontramos una tienda de trajes de baño, aún seguía nublado pero según el estado de tiempo mañana probablemente habría sol, por lo que mi hermana y yo queríamos estar preparadas. Es increíble lo mucho que mi hermana se parece a mi mami, en cuanto nos empezamos a probar los trajes de baño ella se hizo cargo, que si era moderno, que si estaba de moda, que si el color favorecía que si de tirantes o tipo halter, que si liso o con estampado, lunares o rayas. Dios, en definitiva soy más como mamá, simple y sencillo.

Un bikini tipo halter azul con una línea negra debajo del busto y en el panti una color azul más claro debajo de la misma raya negra.

–Wow, me encanta– Me dijo Renne. Pero yo no estaba muy convencida ya que aún se notaba los estragos de mi accidente.

–Creo que lo mejor es conseguir unas bermudas–

–¿Pero por qué?– Le señalé la cicatriz que ahora se veía de un rosa intenso –Espera– Dijo y salió del vestidor, cuando regreso traía un traje de baño de hombre largo con los mismos colores que tenía la panti del bikini –Póntelo– Con su ayuda me puse la bermuda. Cuando me mire en el espejo (para mi sorpresa) me veía muy bien –Tienes ese toque andrógino que te queda excelente– Simplemente me quede sin palabras viendo mi imagen en el espejo, el corte de cabello, mi complexión… Sí, me veo sexy.

–En definitiva nos lo quedamos– Renne escogió un bikini normal de estampado de colores rosas y negro –Tú si aplicas lo que dice mami–

–Si lo tienes… lúcelo– Dijimos las dos al mismo tiempo.

–Mami siempre nos ha enseñado a vestir y a escoger cosas que nos hagan ver bien– Me dijo mi hermana mientras pagaba los trajes de baño.

Cuando regresamos al hotel Lena y Dan ya nos estaban esperando, la cita había salido bien, pero Lena tenía una propuesta para el cliente, por lo que trabajaría con Renne mientras yo trabajaba con Dan.

–Creo que por hoy ha sido todo, solo falta enviarlo y habremos terminado satisfactoriamente estas dos semanas de trabajo–

–Nuestras madres estarán orgullosas–

–Ellas siempre lo están, somos sus retoños–

–Jajaja ¿Recuerdas cuando éramos niños?–

–Tú y yo, mejores amigos de juegos–

–La pasábamos genial–

–Mamá planeando una futura boda–

–Mami intentando contener a mamá para que no matara a la tuya–

–Jajajaja– Ambos reímos.

–Yo jamás te vi como una chica–

–Es bueno saberlo jajaja–

–Creo que me entiendes Eli–

–Por supuesto Dan, éramos compañeros, cómplices de travesuras, ¿Recuerdas cuando por accidente mataste al pájaro con la resortera?–

–Te juro que mi intención no era darle, solo quería alardear con mi puntería, Amy sigue recordándomelo cuando puede y sigue llamándome pajaricida–

–Jajaja, ¿Y cuándo nuestras madres nos dijeron que tendríamos hermanitas?–

–Yo solo deseaba que fueran como tú, que les gustara jugar con carritos, canicas y subirnos a los árboles para tener miles de aventuras, pero a mí me tocó la ñoña de Andy y a ti la pequeña Renne, era tan delicada que cada vez que la veía sentía que se rompería y eso no cambió aunque la vi crecer– De repente su semblante cambio –Un día llamo a casa buscando a Andy, nos quedamos platicando por horas. Me parecía linda y tierna, yo no pensaba así de las mujeres, pero ella me hace pensar en tantas cosas cursis–

–¡Dios! estas perdido– Comencé a reír.

–Lo sé, no tienes que decírmelo. Yo señor reputación, conquistador de mujeres siendo cursi. Sabes que desde hace más de un año que no salgo con nadie, desde esa llamada no me la saco de la cabeza. Pensaba que lo que sentía por Renne estaba mal, ella apenas iba cumplir los 18 era una locura sentir todo esto– Y se llevó las manos a la cabeza. Oh por Dios lleva casi dos años amándola, jamás pensé que fuera en serio.

–Dan, no lo sabía, ¿Por qué no me lo dijiste?–

–Renne es tu hermana y la tía Alex intimida un poco– Sonreí al imaginarme a mi mamá cruzada de brazos y con ceño fruncido –Ahora ella ya es un adulto y bueno creo que tu mamá ya no me puede meter en la cárcel– Ambos reímos –Estaba esperando el momento–

–Y parece que llego ¿No?–

–Cuando la vi salir por las puertas en el aeropuerto, todo se detuvo y solo era ella con una mirada que estaba llena de miedo y no sabía por qué, pero yo solo quería correr abrazarla para decirle que todo estaría bien–

–Oh diablos ¿Qué va a pasar ahora Dan?–

–He pensado muchas cosas, tal vez pueda conseguir un empleo aunque sería muy difícil dejar este, pero valdría la pena si estoy al lado de Renne– Dan está más que enamorado de mi pequeña hermana si está pensando en dejarlo todo por ella –Pero eso aún no está muy claro Eli y por ahora quiero disfrutar de su compañía, pero dejemos de hablar de mí,  dime ¿Tu cómo vas con Lena?– Deje escapar un suspiro.

–No sé qué pensar, nos hemos acercado mucho en estos días pero aun no tengo idea de lo que pasará entre nosotras–

–Aun no comprendo ¿Por qué le mentiste?–

–Por idiota, no sé qué paso por mi cabeza. Pensé que la perdería si le decía la verdad–

–Eli, seguir mintiendo era hacer más grande el problema–

–Por eso te digo que fui una idiota y por eso estoy intentado recuperarla–

–Lo harás, eres una Kuri, nunca se rinden–

–Eso es verdad, pero la decisión está en Lena–

–Ella es una chica inteligente lo ha demostrado en estas semanas, sabes que no solo vinimos a renovar contratos sino también a evaluarla a ella, tiene talento y mucho. Tu madre estará encantada cuando le entregue mi informe. Y Lena… ella sabrá perdonarte ya verás que si pequeña monstruo azul– Dijo mientras revoloteaba mi cabello.

Hacía ya unas horas que Dan se había marchado y comenzaba a hacerse tarde pero Renne aún no regresaba, estaba por ir a la habitación de Lena para ver si necesitaban ayuda pero antes de que llegara a la puerta me llego un mensaje de ella diciendo que aún les faltaba terminar no sé qué cosa, que lo mejor era que no la esperara despierta que ella tenía su propia llave.

Me quede dormida mientras estaba leyendo por lo que ya no supe que hora era y todo estaba muy bien hasta que de repente un fuerte sonido me despertó, abrí los ojos, una luz iluminó la habitación y un trueno horrible se escuchó. Mi primer instinto como siempre fue cubrirme con las sabanas, entonces cayó uno más y no pude resistirlo. A oscuras me pase a la cama de mi hermana como siempre lo hago en casa, fue cuando me di cuenta que ella no estaba ahí, busqué mi reloj, eran más de las cuatro de la mañana. En cuanto cayó el siguiente rayo salí de la habitación importándome muy poco que fuera en pijama, toque la puerta de Lena pero no respondía, insistí un poco más y fue cuando la escuché del otro lado de la puerta y creo que no estaba muy contenta.

–¿Otra vez? Quiero dormir Renne ¿No se supone que ya somos amigas? ¿Por qué estas molestando de nuevo? ¿Qué es lo que te pasa? ¿Qué carajos quieres? ¡¡Sera mejor que sea importante o te mato!!–  Creo que está un poco enojada, ya me iba a ir cuando me abrió la puerta –¿Lizie que haces aquí? Son las cuatro de la mañana– Y… y se me olvidó la tormenta. Lena se veía adorable con su pijama rosa con pequeñas estrellas blancas –¿Estas bien? ¿Lizie, pasa algo?– Su voz se escuchaba preocupada.

–Ah… sí, sí ¿No sabes donde esta Renne?–

–¿Renne? Se fue cuando terminamos el proyecto, eso fue como a las ocho más o menos–

–¿A las ocho? Pero si ella me mandó un mensaje a media noche que aún seguían trabajando– En eso se escuchó otro trueno, simplemente reaccioné y me abracé a Lena, escondiendo mi cara entre su cuello y su hombro.

–¿Lizie estas bien?– Me preguntó pero sin soltarme.

–Sí, es solo que…– Un rayo más ilumino las ventanas, la luz del hotel se fue y nos quedamos a obscuras –Le tengo miedo a las tormentas eléctricas–

–¿Enserio?– Pude escuchar un pequeño atisbo de diversión.

–Sí, pero voy a estar bien– Me separé de ella con la intención de regresar a mi habitación y entonces me di cuenta que no tenía mi llave ¡Diablos! –Voy a ir con Dan, de seguro ahí está mi hermana– Pero Lena me detuvo.

–Lizie, creo que no es apropiado, tal vez ellos están…–

–¿Eh?– Entonces comprendí –Ah… si, lo más seguro es que ellos dos…– Deje salir el aire –Olvidé mi llave, voy a recepción, tal vez ellos me puedan ayudar…– De nuevo un trueno retumbo y simplemente me abracé a ella una vez más.

–Lizie, si quieres quédate conmigo, además esta obscuro y no me gustaría que te hagas daño bajando las escaleras–

–Pero… ¿Estas segura?–

–Somos mujeres, adultas y amigas, no pasa nada–

Bueno si no tomamos en cuenta que estoy locamente enamorada de esta mujer y que muero por besarla, dudo que pase algo –Está bien– Lena me tomó de la mano y me llevó hasta su cama, su habitación era más pequeña que la mía con Renne, pero lo suficientemente amplia para que dos personas pudieran compartir. Destendió el lado derecho de la cama y me sentó en ella, mientras me acomodaba sentí un bulto sobre mi cabeza, lo tome y mi sorpresa fue que era el pequeño gatito de peluche que le había regalado a Lena el día que salí del hospital.

–Se llama Cian– Lena se acomodo junto a mí.

–¿Cian?–

–Por sus ojos, duermo con él– Me dijo muy cerca de mi oído –Me hace compañía todas las noches– ¿Es posible sentir celos de un muñeco? Porque yo los estaba sintiendo. Me lo quitó para después abrazarlo –Buenas noches Lizie– Me dio un beso y se giró para darme la espalda, yo hice lo mismo y me dispuse a dormir.

Aunque por más que intentaba, los nervios simplemente no me dejaban y bueno, la tormenta aún seguía, cuando un trueno se escuchó más cerca di un salto y me sentí como una completa idiota. Aquí estaba con la chica de mis sueños y yo comportándome como una completa cobarde. Quise controlarme, que cada vez que se escuchaba un trueno intentar no saltar de la cama pero al parecer era inevitable, de repente sentí como el brazo de Lena rodeo mi cintura y a ella acercándose a mí.

–Calma Lizie yo te cuido– Me dijo muy quedito, podía sentir su respiración en mi cuello y de inmediato mi cuerpo reaccionó, mi corazón empezó a latir como loco y mi respiración dejó de ser normal –Tranquila Lizie, todo va a estar bien– Si supiera que no es miedo, que es todo menos miedo –Jamás me imaginé que sería yo la que te cuidara, en mi imaginación siempre eres tú la que me protege ¿Pero sabes una cosa? Me gusta esta sensación de poder cuidarte– Sus brazos me asieron con más fuerza. Santo Dios, si decides que es hora de que muera lo haré feliz –Me gusta como mi cuerpo encaja con el tuyo, me gusta como hueles, y aunque al principio me costó admitirlo me gusta tu cabello de este tono, aunque aún extraño el look de chica peligrosa de cabello negro– Yo no decía nada, tenía miedo de que si le decía algo ella se diera la vuelta y dejara de hablar –Sabes que me encantan tus ojos, fue en lo primero que me fije cuando te vi en el bar, aunque tú no lo notaste me enamoré de ti al instante. Aun no entiendo porque no pude reconocerte ese día del elevador, solo llevabas unos lentes obscuros, no es como si fueras Superman, pero creo que ese día estaba tan nerviosa que me costó asimilar que la chica sexy del bar era la odiosa de mi vecina que arruinó mi blusa– Sentí su sonrisa y yo la imite –Me dolió Lizie, me sentí herida cuando descubrí que me habías mentido. No soy buena aceptando las mentiras. Mis padres siempre me dijeron que me querían y mira, llevan años sin querer verme solo porque no soy como ellos quisieran–

–Lena yo…–

–Shhh, lo sé, yo también Lizie. Te quiero, no he dejado de quererte, pero aún tengo miedo– Me giré para quedar frente a ella.

–Te amo– Le dije sosteniendo su rostro –Jamás volveré a hacerte daño– Y la bese, ella bajo sus manos a mi cintura y me acercó aún más. Nos separamos para tomar aire, podía sentir sus latidos al mismo ritmo de los míos, cerré mis ojos y con la punta de mi nariz empecé a recorrer su cara, ella me imitó,  jamás me había sentido de esta forma con ninguna chica, jamás me habían besado como ella lo hace… jamás he estado así con nadie –Perdóname, dame otra oportunidad y te juro que en tu vida solo habrá alegrías– No me contestó, solo tiro de mi posesivamente e hizo que me pusiera sobre ella –Lena…– Sus labios evitaron que siguiera hablando, su lengua ávida invadió mi boca y mi lengua salió a su encuentro, sus dientes se aferraban a mis labios, abrió sus piernas y me acomode en medio de ella, con una mano sostuve mi peso y mientras la otra la baje hasta su pecho y apreté ligeramente, un sonido gutural salió de su garganta, Lena bajo sus manos hasta apretar mi trasero y no sé si fue su gemido o el mío pero ambas sonreímos.

–Muévete para mí– Me dijo con su voz ronca llena de deseo.

–Lo que ordenes– Empezamos a movernos, nos acoplamos a la perfección como si no fuera la primera vez que lo hiciéramos, podía sentir mi humedad creciendo y me estaba volviendo loca –Quiero sentirte– Le dije mientras empezaba a quitarle la blusa –Necesito... sentirte por completo– Sentí como encajaba sus dientes en mi cuello. Jamás en mi vida pude imaginarme que podía gemir de la forma en que lo hice, nunca nadie me había mordido y me excitó de esta forma. Lena empezó a bajar mi pantalón junto con mi pequeño bóxer, cuando sus manos ya no pudieron seguir con la tarea lo hizo con sus pies, subió sus manos acariciando mi cuerpo y en un solo movimiento me quitó la parte de arriba. Desnuda, en una abrir y cerrar de ojos estaba completamente desnuda.

–Estas muy lenta, se supone que ya debería estar igual que tú– Lena me dijo con su voz mas ronca de lo normal mientras sentía sus manos recorrer mi espalda.

–No sabía que era una competencia– Empezó a reír –Pero te aseguro que jamás en mi vida me habían desnudado como tú– Lena sonrió victoriosa –¿Sabes el cuento de la liebre y la tortuga?– Le pregunté mientras besaba su barbilla.

–Sí–

–Pues soy la tortuga y lo hare lento– Le dije mientras sujete el lóbulo de su oreja en mis dientes. Su piel se le puso como gallina, era hermoso ver como los pequeños vellos de sus brazos se erizaban. Me senté a horcajadas y pude ver como su mirada me recorría, no puede evitar sonreír. Lentamente comencé a desabrochar cada botón sin dejar de ver sus ojos, cuando descubrí sus hermosos pechos le sonreí y le guiñe un ojo. Era una imagen inigualable, no pude evitar pasar mi lengua sobre mis labios, ansiaba poder probarlos, me deleité viéndolos unos instantes más y el sueño que había tenido unos días atrás vino a mi mente y me confundió, sé que era solo un sueño pero creo que me decepcionó un poco que Lena no tuviera perforaciones en sus pezones.

–¿Qué pasa?–

–Soñé que te veía desnuda y tenías los pezones perforados– Le dije mientras pasaba mi dedo por uno de ellos y este se contraía, ella se sorprendió –Fue el día que me ayudaste a regresar al hotel, estaba soñando que te besaba, me pareció tan real y luego…– Lena se sonrojó.

–Me gusta que sueñes conmigo y… mmm tenemos que hablar de algo, pero ahora en verdad necesito que continúes–

–¿Es algo malo?–

–No, Lizie pero necesito que sigas– Y lo hice, baje lentamente para besar uno de sus pechos pero me detuve en el último momento a lo que ella protestó simplemente comencé a reír –Leeeeento Amor, esto será leeento– Y no solo lo decía para ella, sino también para mí, quería que ambas estuviéramos en igual de condiciones así que proseguí mi tarea hasta que llegué a su pantalón, lo tomé con mis dientes y comencé a bajar, cuando pase por ese lugar que tanto he anhelado me llene de su olor y con un poco de antelación seguí hasta despojarla de la prenda –Me gusta tu tanga– Le dije mientras subía mis manos por sus piernas hasta llegar a sus caderas.

–Combina con tus ojos–

–¿Lo tenías planeado?–

–Ni en mis fantasías pensé que vendrías a mí para que te protegiera de una maldita tormenta– Ella sonrió –Pero siempre hay que estar preparada–

–Chica inteligente– Entonces empecé a jugar con el elástico de su hermosa prenda –Me gusta mucho–

–Es linda, pero me gustaría que continuaras– La obedecí, metí mis dos dedos pulgares en el elástico y empecé bajarla lentamente. Cuando su pequeña mata de vellos quedo a la vista pude ver lo mojada que estaba y simplemente se me hizo agua la boca.

–Eres hermosa–

–Tú también Lizie– Sin dejar de mirarla me acerqué a ese lugar que me llamaba –No dejes de mirarme, amo tus ojos– Me dijo con excitación y eso hice, la recorrí con mi lengua pero siempre sosteniendo su mirada, pasé por sus muslos y ella abrió aún más sus piernas. Estaba tan deseosa que la tocara como yo en saborearla. Se veía tan condenadamente sexy que sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho. Cuando llegué ese lugar tan deseado Lena empezó a mover sus caderas y me acople a su ritmo –Lizie… necesito que…– No hubo falta que me dijera lo que necesitaba, introduje primero dos de mis dedos mientras seguí complaciéndola con mi boca, simplemente era exquisita y definitivamente puedo pasar toda mi vida con ella, bebiendo de ella. Sus jadeos y gemidos llenaban de gozo mis oídos. Sus caderas aumentaron el ritmo e introduje un tercer dedo. Pude sentir el estremecimiento de su cuerpo y entonces ella se corrió en mi boca, cuando cayó en la cama yo continúe con la tarea, simplemente no podía parar de saborearla, mi lengua se movía con ansias de más, quería llenarme, saciarme con ella –Para Lizie, para… Dios voy a… Oooohhh… Lizie te amo– Lena se corrió una segunda vez, y yo quería más, porque aún no tenía suficiente. Pero Lena me sujeto la cabeza evitando que me moviera. Su cuerpo cedió y decidí reunirme con ella. Su cara reflejaba éxtasis y tenía la sonrisa más hermosa que le he visto –Me encantó–

–A mí también– Pasé mi lengua por mis labios aun disfrutando de su sabor, ella me miro y solo hice lo que su rostro me decía, le di un beso para que sintiera su propio sabor, cuando nos separamos me abracé a ella.

–No te duermas– Me dijo mientras ella recuperaba sus fuerzas y ponía sus brazos en mi espalda –Me estoy recuperando para poder hacerte el amor–

–No te preocupes, no pienso ir a ninguna parte– Cerré los ojos un segundo disfrutando de las suaves carias de sus manos en mi espalda, podía escuchar como su corazón se tranquilizaba, sonreí y me abracé un poco más a Lena y en algún momento mientras la tormenta se alejaba y todo se llenaba de paz ambas nos quedamos dormidas.

Sé que no estaba soñando lo sé, una fuerte sensación comenzó a recorrerme desde la punta de mi pie y fue subiendo y subiendo, se sentía de maravilla, abrí los ojos y me encontré con la mirada intensa de Lena, estaba jugando entre mis piernas –Buenos días– Me dijo separándose solo por un segundo para después continuar con su tarea. Me aferré a las sabanas y cerré los ojos una vez más disfrutando de la dulce sensación que crecía más y más. Podía sentirlo, estaba por llegar, de repente Lena movió su lengua de tal manera que me hizo ir hasta el cielo tal vez un poco más allá. Estaba jadeante, sentí a Lena subir por mi cuerpo dejando besos en su recorrido hasta llegar a mi cuello y comenzó a morderlo.

–Aun me debes un segundo orgasmo pero necesito que estés recuperada– Me dijo aun dando ligeras mordidas en mi cuello y viajando hasta mi mentón.

–Yo… yo– No podía hablar, aun me sentía en las nubes.

–Dios Lizie, estas preciosa y cuando desperté estabas tan… tan apetitosa, no pude evitarlo– Y capturo mi pezón con su boca.

–No me estoy quejando. Si quieres puedes despertarme siempre de la misma forma. Prometo no poner objeciones– Le respondí con voz entrecortada, entonces ella lo soltó y me sonrió.

–Yo podría hacerlo gustosa cada día– Me abracé a ella, quería tocarla, sentirla quería amarla, hacerla mía una vez más, pero una duda rondaba por mi cabeza.

–Lena, sé que esto nunca se debe preguntar, al menos eso he escuchado… pero ¿Qué somos?–

–¿Qué quieres decir?–

–¿Somos novias de nuevo?– Le pregunté y de inmediato se separó de mí y aunque solo fueron unos centímetros sentí que se había alejado kilómetros, tenía miedo de su respuesta.

–Yo… no creo que esté lista para ser tu novia– Mi corazón se rompió en miles y miles de cachitos al escucharla.

–Pero anoche… lo que acaba de suceder hace unos minutos. Tú y yo Lena…– Me levanté de la cama ¿Qué diablos está pasando? –Te amo Lena y tú me amas. Yo lo vi anoche en tu mirada, tú me lo dijiste– Le dije mientras golpeaba mi pecho con mi mano.

–Es solo que no estoy lista, aun me cuesta trabajo–

–No me has perdonado ¿Verdad? ¿Aún me odias?–

–No te odio–

–¿Entonces? ¿Qué fue lo que paso anoche?– Por Dios que no diga que solo fue sexo, que no lo diga porque para mí fue más que eso.

–No sé–

–¡Lena!–

–Lizie, podemos ser amigas–

–¡¿Qué?!–

–Hay amigas que tienen relaciones– ¡Oh por Dios! ¡Oh poooor Dios! –Podemos tener una relación de amigas con derechos–

–Te refieres a…– Yo ni siquiera podía decirlo, no quería imaginarme algo así con Lena.

–A que de vez en cuando tú y yo…–

–¡No! Yo no quiero eso. No podría–

–Lizie…–

–No, por favor no, no sigas. Las amigas con derechos son esas relaciones que son abiertas, eso significa que si encuentras a otra lo nuestro termina ¿No?–

–De alguna forma, pero yo…–

–No, no, nooooo. Yo te quiero solo para mí, quiero que seas mi novia y que más adelante tengamos una familia. Diablos quiero envejecer contigo Lena– Entonces comencé a llorar –Anoche me dijiste que me amabas–

–Y lo hago Elizabeth–

–¡Entonces no te entiendo!– Le dije, mejor dicho le grite.

–Es solo que… aún estoy confundida por lo que siento por ti– Alcancé a sentarme en la silla que estaba junto a la ventana, puse mis codos sobre mis rodillas y sujete mi cabeza con mis manos ¿Es una pesadilla? Sí, eso es, solo estoy dormida y tengo un mal sueño. Anda Lizie despierta, vamos despierta –¡Despierta!–

–¿Lizie?– Dios no. Lena se acercó a mí y fue que me di cuenta que ambas estábamos desnudas. Me levante lo más rápido que pude y la evité en el camino, recogí mi ropa y comencé a vestirme, tenía pena, me sentía usada y solo quería salir de ahí lo más rápido posible –¡Elizabeth! Vamos a hablar, déjame explicarte– Me dijo mientras ella se ponía una camisa que le llagaba a las rodillas.

–¡No puedooooo! Me dijiste que me amabas, te hice el amor porque ¡Yo te amo! Y ahora solo quieres ser mi amiga porque no me has perdonado… ¡Dime que no solo fue sexo Lena! Por favor dímelo y te prometo que solucionaremos todo esto. Te juro que en mi vida te hare daño… te lo dije anoche y te lo repito, jamás te lastimaré de nuevo. Solo dime ¿Qué fue lo de anoche?–

–Lizie…– No dijo nada más. Empezó a caminar hasta donde yo estaba.

–Entiendo, será mejor que me vaya– Tenia que evitar que me tocara, si la dejaba tocarme aceptaría cualquier locura que ella quisiera, así que me di media vuelta.

–¡Elizabeth!– Salí de la habitación antes de que Lena me sujetara.

–Ahí estas– Me dijo Renne que estaba abriendo la puerta de nuestra habitación –Vaya al parecer fue una buena noche para ti– No la deje continuar, la empujé dentro de la habitación y logré cerrarla antes de que Lena entrara.

–Elizabeth tenemos que hablar–

–¡No!–

–Elizabeth, por favor abre, tenemos que hablar–

–¿Qué pasa Lizie?– Me preguntó mi hermana preocupada ya que vio que saque mi maleta y comencé a empacar –¿A dónde vas?–

–No sé, pero solo quiero irme de aquí–

–Dime ¿Qué pasó?– No le respondí ya que ni yo sabía exactamente lo que estaba pasando.

–¡Elizabeth abre la puerta!– Gritó Lena. Yo no quería verla pero mi hermana abrió la puerta.

–¡Diablos Renne!– Le grité a mi hermana y de inmediato ella retrocedió.

–Elizabeth por favor…– Lena se acercó a mí y yo di un paso atrás.

–No, no te acerques, una vez yo te pedí hablar y me pediste que te dejara. Ahora yo te pido lo mismo. Necesito tiempo para calmarme– Lena agachó la cabeza y jugaba con sus manos nerviosamente –Lena por favor–

Esto me estaba matando, estaba enojada con ella pero pude ver dolor en su mirada, quería abrazarla, pero me dolía, me dolía tanto y estaba tan furiosa con ella… conmigo. Simplemente no quería escucharla después de un largo silencio dijo –Está bien– Me miró una última vez y salió de la habitación.

–¿Me puedes decir que pasó?– Me exigió Renne.

–Tú me puedes decir ¿Dónde carajos estabas?–

–Este yo… te dije que te pagaría lo que interrumpí el otro día–

–¿Qué? ¡Explícate porque no te entiendo!–

–En las noticias dijeron que habría tormenta eléctrica, así que me fui a dormir con Dan– ¿Qué clase de explicación barata es esa?

–Uy sí que sacrificio–

–No, la verdad para nada fue sacrifico, pero por lo que entiendo funcionó muy bien para ti–

–¡No Renne! ¡Obvio no funciono nada bien!– Me giré y continúe haciendo la maleta.

–Elizabeth por lo que más quieras puedes explicarme que fue lo que pasó ¿A dónde pretendes ir?–

–A cualquier lugar, a uno donde Lena no pueda encontrarme–

–¿Qué fue lo que te hizo?– Seguí buscando todas mis cosas, estaba revisando que mi equipo fotográfico estuviera completo en el estuche –Elizabeth por favor– Renne me abrazó –Siempre hemos confiado una en la otra, dime que pasa–

–Ella… solo quiere que sea su amiga… una con derechos–

–¡Oh!– Sin poder evitarlo comencé a llorar, en realidad creo que no he parado desde que empecé en el cuarto de Lena, solo que ahora simplemente deje salir toda la tristeza que tenía. No sé cuánto tiempo paso, solo recuerdo que Renne me acostó en su cama y me abrazo hasta que pude calmarme –Deberías de hablar con ella, algo debe estar pasando–

–Ella aun no me perdona, simplemente ya no quiere ser mi novia y solo quiere que seamos amigas, unas que tienen sexo. Yo no quiero solo sexo, no puedo tener solo sexo con ella–

–Creo que no es mala idea que se alejen un par de días y consideren las cosas. Solo no huyas, dile que tienes que pensarlo y vete–

–¿A dónde?–

–¿Por qué siento que ya pasamos por esto?– Renne se rio por la ironía de la situación, yo simplemente le sonreí, en este momento no soy capaz de reír –Ve con nuestras madres, ellas te pueden ayudar–

–No les voy a decir que Lena solo quiere sexo conmigo–

–Obvio no tonta, solo cuéntales que Lena quiere ser tu amiga–

–¿Estoy escapando?–

–No, solo estas tomando aire antes de que hagas una estupidez. Nos vemos el lunes en la ciudad–

–Renne ¿Tú y Dan?– Mi hermana se puso muy nerviosa, así que entendí lo que paso anoche con ellos –¿Te trato bien?–

–Si no lo hubiera hecho estaría empacando para irme contigo… Obvio después de ocultar su cadáver–

Había pasado una hora, una noche de tormenta que en lugar de hacer llegar la calma solo hizo empeorar las cosas y aquí estoy con mis maletas hechas, el corazón roto y un boleto de avión que me llevara a casa, mis mamás ya estaban al tanto de que iría a verlas por lo que me recogerían en el aeropuerto de Veracruz. Afortunadamente había un vuelo directo que me llevaría, por lo que en menos de dos horas estaría con ellas.

–Me llamas cuando llegues–

–Sí… Renne no te enojes con Lena–

–No, claro que no, pero hablaré con ella. No es normal que te pida eso cuando se nota…–

–No... No lo digas– No dejé que continuara, no quería hacerme falsas ilusiones.

Me informaron que el taxi me estaba esperando así que le di un abrazo a mi hermana y lo abordé inmediatamente. El taxi comenzó a andar cuando escuche la voz de Lena.

–¡Elizabeth espera!– Voltee a ver y me di cuenta que venía corriendo hacia mí, le dije al taxista que esperara un poco, llegó a mi lado y se quedó en silencio. Se veía mal, se notaba que había estado llorando, quería estar enojada con ella pero no podía. Esperé unos segundos pero no me decía nada, entonces recordé que aún tenía algo para ella.

–Tengo algo para ti– Abrí mi bolso y le entregué el block y las demás cosas que había comprado en la tienda de arte –Lo compré para ayer pero había olvidado dártelo, es para que puedas dibujar más– Ella dudo un momento y al tomarlo nuestras manos se rozaron.

–Yo, Lizie…– Lena sujeto mi mano, yo solo la tome aún más fuerte.

–Siempre pienso en ti Lena, siempre–

–Lo siento– Me dijo conteniendo las lágrimas al igual que yo.

–Estaré bien, creo es lo mejor para ambas–

–¡Dios Lizie, déjame hablar por favor…!–

–No digas nada, ambas necesitamos tiempo para pensar– El taxi arrancó y ella me soltó la mano y la llevo a su rostro para quitar algunas lágrimas que ya corrían por él. Yo me quede con un vacío en el corazón.

Cuando por fin aterrizó el avión solo me sentí tranquila cuando vi a mis madres. No hicieron preguntas aunque pude notar que mi mamá moría de ganas por saber lo que estaba pasando. Mi mami se fue en la parte de atrás conmigo abrazándome, sentí que tenía diez años de nuevo pero no me importó, me sentía segura y a salvo. En cuanto llegamos a la casa tuve esa sensación de que todo iba a estar bien, que estaba en mi hogar y que aquí encontraría la respuesta o por lo menos podría tomar una decisión apropiada. Mi mamá llevo mi maleta a mi habitación.

–¿Quieres contarme lo que pasó?– Me preguntó mi mami mientras subíamos las escaleras.

–Lo haré, pero aun no– Continuamos hasta llegar a mi cuarto.

–Las sabanas están limpias, creo que sería bueno que durmieras o que tomaras una ducha– Me dijo mamá –Estaremos aquí cuando quieras hablar– Me abrazó, no pude evitar que se me escaparan unas lágrimas –Todo va a estar bien– Mamá me limpió las lágrimas con sus dedos.

–Lo sé–

–Mamá, mami–

–¿Si?– Me respondieron las dos.

–Las quiero–

–Nosotras a ti Corazón– Y ambas me abrazaron.

Notas finales:

Eso es todo por hoy, nos leemos el viernes, se cuidan y seportan mal


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