4 .la señora de la limpieza era un alma vieja, sus ojos reflejaban ternura y seguridad, era, como, “como mi mama”, su voz dura solo era una fachada para ver su dulzura y delicadeza, sus manos temblorosas curaban mis brazos de la cortadas que sufrí al estar a la intemperie, así parecía más un niño con ropas pomposas que se acaba de raspar los codos y rodillas jugueteando por ahí.
- todavía duele, será mejor que no haga nada forzado joven humano
- puede…puede decirme Dib…
Su sonrisa se amplió más al escuchar mi permiso la calidez de su presencia me hacía sentir…”que quizá no era tan malo esto “aquel irken que siempre deteste se hizo presente con una sonrisa asquerosamente burlona
- Finalmente estas decente gusano
Los pasos despacio de la suelas de metal se escuchaban por el pasillo, casi como un contoneo de una leve melodía, sus ojos estaban algo pesados y sus ojeras más azuladas que el día anterior “el mar profundo descansando bajo mis ojos” no sabía exactamente que hacia siguiéndolo, sus orbes dorados se posaron en la espalda de su más grande, eran verdaderamente anchos, no había sabido nada del hasta ese entonces, de hecho, había pensado que los demás lo habían matado o algo por el estilo
Se habían detenido, Dib estaba con los ojos al piso y las manos en sus pantalones
- Zim sabe que eres inútil Dib- esclavo…
“perfecto, ahora me ha agregado un nuevo mote”
- …- no replicaría ante esto, no queriendo un golpe de las enormes manos de Zim
- Es por eso que Zim dejara que entrenes…
Los orbes que antes eran un par de brillantes monedas doradas ahora parecían más un cobre polvoso y opaco, no entendía nada, ¿a que se refería con eso? Pensaba que el irken quería tenerlo como un objeto más, ¿entrenarlo? Es que acaso quería ver… ¿acaso quería reírse de él estando así de moribundo?
- Por qué…-después de rato largo los labios del Mancebo habían sido separados dejando escuchar esas palabras con una ronca voz
Los ojos carmín de su mayor se posaron sobre los cobres mirándolo como si la razón fuese lo más obvio posible “no es obvio si ni yo sé por qué”, el más alto de ahí se giró a verlo de frente, sacando el pecho como le gustaba hacer constantemente
- Porque eres un inútil, ¿no escuchaste a Zim?- sus largos dedos enguantados tocaban la barbilla causándole una ligera corriente de nervios en su pecho, le tenía miedo, realmente mucho miedo
El humano cerro ambos ojos asintiendo, no quería tener que soportar más gritos o baños con asquerosos y obesos guardias, no se hacía a la idea de que realmente estuviese hay, pero ya no podía hacer nada ya. “si tengo suficiente suerte, moriré en algún momento”.
- Perfecto Esclavo…
Había pasado aproximadamente una hora desde que le había dado a Dib una kanata extrañísima y una bata que más que parecer un traje de guerrero era algo más como un uniforme de un local psiquiátrico, no habían perdido tiempo, puesto que el cuerpo más joven estiraba rendido apoyado en una de las paredes de aquel patio, coloco la frente y se sostuvo así unos momentos, sus delgadas manos estaba ya ampolladas y bastante sucias, solo había sido una hora tratando de golpear a Zim, tratando de descargase así y olvidar que tenía sentimientos, pero… la verdad es que no había logrado acertar en algún golpe, incluso el irken no lo había golpeado pero sus agiles empujones lo habían hecho acabar en el piso varias veces
- No puedo más…- aquel cuerpo resbalo en la pared dejando un rastro de sudor con algunas gotas al aire sintiendo frio tras las orejas y ese hedor característico de un esfuerzo físico, dejo sentir su corazón retumbando todo su cuerpo haciéndole doler la cabeza
- Levántate cosa…
- N-no puedo…-en un intento de demostrar que no podía moverse el más grande había tomado al humano de la cintilla que sostenía su ropa ayudando a ponerlo de pie
- Zim quiere ensenarte algo…camina…
La gravedad le cobreaba mucho al sentirse 20 veces más pesado de lo que su anémico cuerpo era “tengo hambre”
No sabía exactamente donde le llevaba, pero entraron a un almacén lleno de armas de mano y algunas para moviles
- Cuando seas lo suficientemente fuerte para cargar una de estas estarás listo-sostenía una especie de espada en forma espiral incrustado con gemas preciosas “es casi tan ostentosa como tu cerebro”
Estaba a punto de acercar las yemas de los dedos a aquel artefacto cuando escucho unos rápidos pasos entre los pasillos del almacén, la cara del mayor cambio a algo alarmado guardando un silencio sepulcral, luego un montón de… ¿risas de un crio?
Apareció un pequeñito irken con las mejillas moradas y los ojos carmín como Zim
- ¡Tío Zim!
ESPERA ESPERA ESPERA, ¿qué carajos? ¡Si! ¿Qué carajos?, ¿Zim tiene familia?
- Es… ¿tu sobrino?- el de lentes tenía los ojos casi tan expandidos como sus lentes redondos, el mayor había cargado en brazos al menor de los 3
- Cierto, Dib-esclavo, él es Jam, hijos de… Tak...
La cara estaba tan pálida que pensaba que moriría por haber sabido que Tak había tenido crias ¿y que Zim lo tratara como lo trataba?
- Sé que esto es muy raro Humano…Zim tendrá que contare que paso…
- *** Flash back ***
Estaban en plena Guerra, realmente lo amaban, Zim, finalmente había logrado lo que tanto estaba planeando y alardeando…la tierra había sido conquistada…todos los Irkens le celebraban ese gran triunfo, Tak quien aún estaba con rencor hacia el ahora alto se había infiltrado en su palacio, la meta, matar al gobernante
Los techos estaban bellamente decorados con tapiz personalizado mientras que el mayor Zim comía y se burlaba de los humanos a través de un televisor viendo como sufrían, sus manos retacadas de bocadillos y su ropa nueva llena de estos residuos
La hembra de ojos violetas estaba tratando de equilibrase para poder dejar caer aquel veneno sobre lo que tanto comía, pero, un mal movimiento había hecho que una de las vigas callera llevándose consigo a la hembra
La furia de Zim se descontrolo, los ataques espada a espada contra una mujer casi de su estatura con un manto encima que usaba esas armas era digno de relatarse, más sin embargo la piedad de alguno de los dos no existía
Un corte en el costado y aquella mujer del dolor había dado a luz revelando bajo su manto, lo que era una creación natura, dando una forma abultada y un montón de fluidos en el piso
- ¡No lo mates!...
La espada queda sujeta al aire esperando las razones de la hembra
- Zim… el solo es un bebe… no lo hagas…- aquella voz se quebraba lentamente, estaba muriendo ya
...
Había pasado unos meses, los irkens en teoría crecen mucho más rápido que los humanos, el pequeño fue bautizado por el mismo Zim, ahora era como el heredero de él, solo que Zim debía casarse para poder darle ese título, mientras habían optado por tratarlo de un buen sobrinito
***flash back end***
El humano tenía en brazos al irken chico, escuchando con la boca abierta a Zim, ¿tuvo piedad con uno de sus más grande rivales?, ahora eso tendría sentido, Zim realmente no era tan malo después de todo
- Tu piel es tan suave-El infante presente veía curioso las facciones de Dib con sus antenas, lo cual le causaba cosquillas en la mejillas
Si observabas al infante podrías ver los rasgos marcados que Tak tenía, pero había otro ADN en ese cuerpo
- Te pareces mucho a…-los ojos de Zim giraron a el algo nervioso, ¿podría ser que Zim no quería que Jam supiera la verdad? Entonces, realmente era verdad, Jam, era hijo de Zim-te pareces… mucho a un lindo cachorrito
…
La luz que quedaba de esperanza en esa enorme luna blanca reflejaba en los sofás una figura con gafas leyendo algo con una tenue luz de la vela, libros y libros de texto sobre los irkens, realmente era una lectura muy pesada más cuando la letra media menos que una semilla de limón, cerro la enciclopedia dejando el separador rojo en esa página para evitar perder la lectura de aquella herramienta
- Un hijo…