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Pie de fresa por Nielie

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Notas del capitulo:

He de decir que me gusta mucho este oneshot ♥ Casi me dejo llevar por el ChanBaek :v

Durante muchas noches, sus cachorros unirían fuerzas y entrarían a su habitación, subirían con trabajo en equipo a aquella cama tamaño king que Chanyeol tenía desde que obtuvo su departamento, y se refugiarían bajo las suaves sábanas.

 

Chanyeol despertaría con un peso más en su pecho, suaves movimientos, y algunos cuantos pequeños ladridos que Jongdae gritaba lindamente entre sueños —a veces cayéndose de la cama cuando su sueño era muy activo—. Colocaría con suavidad el pequeño cuerpo de Baekhyun a un lado, y mejoraría la desordenada posición de dormir de su otro cachorro, o lo levantaría del frío suelo.

 

Mientras se asea para ir a su trabajo, sus cachorros seguirían durmiendo, y cuando estaba a un minuto de salir del baño, llegarían los dos en algún tipo de carrera, y el ganador de turno gritaría su victoria al tocar primero una de las piernas de Chanyeol.

 

Los saludaría con una sonrisa recién cepillada, y tomaría a ambos para que pudieran estar a la altura del lavamanos y lavarse el rostro, como también los dientes —cuidaba muy bien la higiene de sus mascotas—. Aunque luego desayunaran, a sus cachorros les gustaba mucho imitar sus acciones, y Chanyeol tenía aquella costumbre desde pequeño. “Una cepillada más, nunca esta demás.”

 

Algunas mañanas dejaría a los dos cachorros en el sillón. Mientras él preparaba el desayuno, ellos estarían viendo caricaturas. Otras, ambos rondarían junto a él por la cocina, tratando de ayudar a preparar todo. Y en otras pocas, Baekhyun se quedaría dormitando en su hombro, teniendo a un Chanyeol haciendo malabares para preparar el desayuno con tan solo una mano.

 

Los primeros desayunos junto a Baekhyun y Jongdae, fueron casi caóticos, los cachorros querían probar de todo, y muchas veces peleaban por algún trozo de comida, incluso subiéndose a la mesa a correr y gruñir.

 

Había algo especial en los desayunos para Chanyeol y sus cachorros. El alto dueño implantó una tradición en sus dos cachorros; durante los cumpleaños de uno de ellos, harían en conjunto un desayuno especial, donde siempre había un tipo especial de torta.

 

Al día siguiente era su cumpleaños, y estaba impaciente. Para su mala fortuna, su empresa lo mando a un viaje de una semana a China para poder capacitar algunos empleados que estaban en su misma área. Le hubiera gustado mucho llevar a sus cachorros, pero no se lo permitieron. Recibía llamadas de sus cachorros todos los días, incluso algunas accidentales, donde sabia Jongdae estaría jugando con el móvil que les había pasado para comunicarse con él.

 

Llegaría en la noche, así que podría tener su desayuno con sus cachorros.

 

Mientras miraba por la ventana del avión, no hacía más que recordar a sus lindos cachorros, suspirando más de la cuenta.

 

-

 

Su llegada fue recibida por dos inquietos cachorros lloriqueando, uno más que otro. No pensó que Suho llevaría a sus cachorros a recibirlo al aeropuerto, pero le pareció una muy linda acción. La cual no fue tan linda después de la explicación del mayor, porque; No puedo asegurar la vida de tus dos hiperactivos cachorros, y no quiero que Kyungsoo crezca con instintos homicidas para convertirse en algún asesino en serie de todos quienes molesten a Jongin. Creo que escogí la caja adecuada para mí, no podría sobrevivir en tu posición.

 

Mientras Suho se explicaba, sus cachorros en sus brazos, escondían sus rostros en su pecho, fingiendo dormir. Y los de Suho no estaban.

 

—Créeme, no hubiera sido buena idea traerlos a todos juntos. Descubrí unos papeles con planes nada sanos para ellos por parte de Kyung.

 

—Gracias, supongo. —respondió algo desconcertado, mirando a sus cachorros quienes se estaban riendo bajito mientras seguían fingiendo dormir.

 

—Te recomiendo no hacer reuniones de juego en quizás un mes, o al menos hasta que Jongin logre quitar el ceño fruncido de mi Kyung. ¿Qué le hicieron  a mi cachorro? —el mayor sonaba aun curioso por el comportamiento de su cachorro.

 

Chanyeol no respondió y ambos se despidieron.

 

De camino a casa, ambos cachorros ahora si dormitaban en su regazo, ambos juntos, aparentando una bola de pelos con sus esponjosas colas.

 

Aun eran tan pequeños e inocentes, Chanyeol no entendía que podían haber hecho para molestar al pequeño Kyungsoo, o quizás si lo sabía. Algunas veces había pillado con las manos en la masa a aquel par.

 

Comieron una pizza mediana que compraron en el camino. Chanyeol guardo todo lo demás —cajas de leche de varios sabores, dulces, galletas, y la torta— para el siguiente día.

 

Esa noche no dejo a sus cachorros en su gran almohada mullida, sino que les permitió dormir con él.

 

Durmió con cada cachorro al lado suyo, recibiendo algunas pequeñas patadas de los animados sueños de Jongdae. Mientras Baekhyun tan solo se aferró a su brazo.

 

Mañana sería un gran día.

 

Una maraña de cabellos cerca de su nariz hizo que estornudara, desperezándose rápidamente. Mientras trataba de levantarse y tomar suavemente a su tierno cachorro de su pecho, notó que no era su cachorro lo que estaba cruzando su pecho.

 

Sus ojos se abrieron demasiado al darse cuenta de que no era su cachorro, si no al parecer, una parte de él. De un fuerte tirón removió la sábana blanca de la cama, tirándola a un lado, cayendo esta al suelo.

 

Aquello, aquel ser encima de él era algo diferente a su cachorro. Era más grande, definitivamente mucho más grande.

Trato de removerse pero tan solo hacía que quien estaba aferrado a él apretara su agarre, soltando quejidos tristes. Con suavidad tomó la mano que ya había aflojado su agarre en su camisa de dormir y la levantó lo suficiente para salir, aunque tuvo algo de problemas con la pierna que se aferraba a su cintura, también pudo deshacerse de ella y salir de aquella prisión. Pero el alivio le duraría poco, ya que cuando sus pies quisieron hacer contacto con el suelo, estos tocaron algo más suave, y salto un poco ante la sensación de haber pisado a alguien.

Con las piernas recogidas, miro hacia abajo, y vio como algo se retorcía debajo de la sábana que anteriormente había tirado.

 

Con cuidado se logró zafar de la situación y ahora estaba mirando desde una distancia apropiada a la sábana que tapaba a alguien que tenía casi el mismo tamaño del chico en su cama. Lentamente tiro de la sábana, revelando a otro chico.

 

Luego de mirar bien a los dos individuos; uno en su cama y otro a los pies de esta. Camino tranquilamente a su baño, se lavó el rostro varias veces, y se sonrió nerviosamente frente al espejo.

 

—Solo son mis cachorros, nada más. Debo tener problemas de visión. —se sobó los ojos, y lentamente salió del baño.

 

Fue algo estúpido, pero salió del baño con los ojos cerrados, cruzando sus dedos para que al abrirlos solo estuvieran sus pequeños y lindos cachorros.

Estuvo unos buenos segundos sin abrirlos, con el temor de que algo les hubiera pasado a sus pequeños y hubieran crecido más rápido que la mala hierba en tan solo una noche.

 

Los quejidos de Baekhyun hicieron que se estremeciera como una gelatina, porque esos quejidos significaban que el cachorro estaba despertando.

 

Abrió tentativamente un ojo, y se encontró con la linda mirada de Baekhyun hacia él. Una sonrisa un tanto diferente a las que estaba acostumbrado. Tan solo se quedó ahí, pasmado por el encuentro de miradas. Por inercia su otro ojo se había abierto, y ahora era una estatua en su lugar, una que empezaba a sudar.

 

Dio un salto cuando Baekhyun, su pequeño y tierno cachorro, que al parecer ahora había crecido y aparentaba la edad de los veinte, le guiño un ojo con algo de coquetería.

 

¡Le guiño el maldito ojo! ¿Qué era todo eso?

 

Inevitablemente sintió ardor en su rostro, y quiso golpearse, porque era su pequeño —en una forma más adulta y atractiva— el que estaba guiñándole un ojo y reía lindamente mientras no le quitaba los ojos de encima.

 

—Buenos días. —escucho salir estaba vez, luego de dejar su risa, y se sentó de una manera ensoñadora en la cama —como si fuera una sirena en su roca—, su cola ahora más grande y esponjosa se movía de arriba abajo, acariciando las blanquecinas piernas que tenia de lado.

 

¿Acaso estaba usando una de sus camisas?

 

No pudo responder, las palabras se atragantaron en su garganta, y de verdad se preguntó dónde se había ido su tierno cachorro ¿Alguien se lo había llevado, dejando a aquel lindo chico en su cama? Pero se parecía demasiado a su Baekhyun.

 

Antes de volver a pensar en algo más. Una almohada voladora apareció en su campo de visión y dio justo en la cara del ¿Baekhyun crecido? Una estridente risa lleno la habitación, y Chanyeol movió su visión a su derecha, donde estaba ¿Jongdae crecido?

El chico se desperezaba mientras reía, se terminó de levantar y con una linda sonrisa se acercó a él, y puso una de sus manos en su hombro, compartiendo complicidad con su acto.

 

—Yah, en celo tan temprano, princesa. —río y el chico en la cama se levantó indignado, con un claro sonrojo en su rostro que llegaba hasta sus orejas.

 

—¡Arruinaste todo, Jongdae! Debiste haberte quedado con Suho ayer. —murmuro lo último, ingresando en el baño, cerrando de un portazo.

 

—Después tendrán tiempo de hacer sus cosas. —el chico a su lado le palmeó el hombro— ¡Es hora del desayuno! ¡Me comeré todo el pastel si llego primero! —gritó, saliendo de su lado, corriendo rápidamente hasta salir de la habitación.

 

La puerta del baño se abrió estridentemente, mostrando a un Baekhyun crecido con el cepillo de dientes en la boca. — ¡No te atrevas a tocar mi creación! ¡Tan solo puedes tomar un pequeño pedazo, y ahora mismo no!

 

Aún confundido, volteó a ver al chico, quien rabiaba mientras trataba de cepillarse los dientes lo más rápido posible.

 

—Ese idiota anti higiénico —dio más cepilladas— No sabe dormir en el sofá —volvió a dar más cepilladas, esta vez volteando un tanto la cabeza para encontrarse con la mirada de Chanyeol.

 

El ceño fruncido y claro enojo que denotaba todo su cuerpo, se transformó rápidamente en todo lo contrario, incluso aguo sus ojos, mientras le daba una linda mirada.

 

—Dile algo~ —se quejó con un semi gemido al final.

 

El alto atino a asentir y caminar en la misma dirección que Jongdae crecido. Durante su camino, sacudió su cabeza, tratando de despertarse de lo que supuso un sueño, pero no funcionaba.

 

Al entrar en la cocina, vio como Jongdae estaba tomando leche de la caja y posicionando varios platillos con comida en la mesa.

 

—No he tocado aún su “obra maestra”, tranquilo. Quizás tenga algún tipo de afrodisiaco, así que esperare a que lo pruebes primero. —reía por lo bajo.

 

Chanyeol de verdad no entendía que pasaba en su hogar, así que lentamente salió de su comedor y entro en el living, todo parecía igual, camino de aquí por allá, verificando con certeza que fuera su hogar, el que recordaba.

Se topó con unos cuadros algo extraños. Especialmente con uno, donde estaban él y Suho, también los dos chicos que ahora rondaban su departamento, junto a otros dos que se parecían mucho a los cachorros de Suho, pero estos estaban más grandes. Incluso habían otros más en la foto, eran un numeroso grupo. ¿Cuándo se tomó aquella foto?

 

—¿También extrañas a los chicos? —escuchó la voz del Jongdae crecido detrás de él, dio un salto al lado— Deberías dejar que Baekhyun te deje salir del departamento, gastaras todas tus vacaciones aquí, convéncelo de que vayamos al parque de diversiones este domingo ¿Si? —el movimiento de cola que hacia el chico al lado suyo era muy parecido al que su pequeño cachorro hacía.

 

—¿Cómo…? —logro articular por primera vez, sacando una sonrisa del otro.

 

—Ya lo sabes. —las cejas de Jongdae crecido subieron de arriba abajo pícaramente— Estas extraño esta mañana ¿Es la edad? O… ¿Ya te tiene exhausto? —río en carcajadas, tomando el brazo de Chanyeol y llevándolo al sofá— Esto siempre funciona con Suho, así que tu solo relájate. —tiro sin mucho cuidado al alto, dejándolo boca abajo en el sofá. Antes de protestar por algo, un buen peso se posó en su espalda baja, dejándolo adolorido.

 

Unos maravillosos movimientos en su espalda hicieron que todo el anterior dolor se fuera, y se sintiera en las nubes.

 

—Suho dice que tengo unas manos maravillosas ¿No lo crees? —presumió el chico, continuando con el masaje. Chanyeol solo arrullo una positiva respuesta.

 

Estaba viajando en una nube rosa cuando un fuerte grito hizo saltar a ambos.

 

—¡Yah! ¡Kim Jongdae! ¡¿Qué crees que haces?! —un enfurecido Baekhyun crecido sacaba a un sollozante Jongdae crecido de encima de él. Chanyeol se apiado de la oreja siendo jalada dolorosamente.

 

—¡Baek, me haces daño! —la oreja de Jongdae crecido fue soltada, y una aterradora mirada cayó sobre él.

 

—Si no fuera por Suho, juro, Kim Jongdae, no estarías vivo. —farfulló Baekhyun crecido, acercándose a Chanyeol y llevándoselo arrastras hasta el comedor, donde un desayuno de ensueño lo recibió.

 

Baekhyun crecido hizo sentarse a Chanyeol, sentándose él a su lado, y Jongdae sentándose al otro lado, sobando su oreja algo molesto.

 

—Si me sucede algo, será tu culpa, Baek. —se quejó aniñadamente. Baekhyun crecido solo rodo los ojos.

 

Las velas en su muy apetecible torta de cumpleaños; se encendieron, y las voces de los dos chicos al lado de él comenzaron a cantar la canción de cumpleaños. Una vez terminaron, ambos chicos esperaban ansiosamente que Chanyeol apagara las velas.

Sintió la mano de Baekhyun crecido apretando la suya, dándole una linda sonrisa. Vio a su otro lado, y vio la linda sonrisa de Jongdae crecido.

 

No sabía exactamente qué había sucedido con su vida, con su hogar, con sus pequeños cachorros, pero a pesar de todas las cosas nuevas, Chanyeol sabía que aquel par al lado suyo eran sus cachorros, luego se enteraría de todo lo demás. Sopló las velas, y los dos chicos aplaudieron felizmente, ambos lanzándose encima de él, felicitándolo.

 

Cerró los ojos, y comenzó a reír suavemente, mientras sentía como sus cachorros lamian y daban pequeños besos en sus mejillas.

 

—¡Tus bacterias Jongdae! ¡Quítate! —escucho la inconfundible bonita voz de Baekhyun.

 

—¡Lo estoy felicitando! ¡Puedo hacerlo las veces que quiera! ¡Ve a seguir durmiendo! —se quejó el otro.

 

Chanyeol sintió como manitos y piecitos se subían a su pecho y se quejó porque algunas presionaban más de la cuenta en su tórax.

Abrió los ojos perezosamente y vio como sus dos pequeños cachorros se revolcaban encima de él, mordiéndose y gruñéndose.

 

Pequeños.

 

Chanyeol rápidamente levanto medio cuerpo de la cama, y se sentó, viendo como sus dos cachorros rodaban a su regazo.

El par comenzó a reír por el repentino pero divertido giro.

 

—Lo has despertado, idiota. —dijo algo molesto Baekhyun, dándose cuenta del despertar de su amo, y caminando hacia él, y dándole un abrazo. — ¡Fui el primero!

 

—¡Eso es trampa! —Jongdae corrió, y se unió al abrazo. Los cortos brazos no terminando de rodearlo.

 

Algo confundido, tomo a sus cachorros y toco sus caritas, cerciorándose de que fueran reales.

 

—Así que fue un sueño solamente. —se dijo a sí mismo, de cierta manera aliviado.

 

—¿Qué fue un sueño? —pregunto Jongdae, sentándose en el regazo de su dueño, mirándolo curioso.

 

—¿Has soñado algo bonito, amo? —pregunto Baekhyun, emocionado por la mano de Chanyeol en su mejilla.

 

Chanyeol se quedó mirando lo que pudo haber sido un minuto a sus cachorros, ambos con sonrisas grandes. Sus pequeños cachorros, pronto crecerían. Los tomó a ambos apretándolos en un abrazo de oso, escuchando como reían.

 

Aquel sueño había sido demasiado extraño. Y aunque hubo cosas que se preguntaba como terminaron así, si aquel sueño se hacía realidad, no sería tan malo, pensó.

 

—¡Claro que soñé con algo bonito! ¿Quieren saber que soñé? —preguntó, soltando suavemente a sus cachorros, quienes gritaron en afirmación— Soñé con lindos cachorros —tomó con cada una de sus manos las naricitas de sus cachorros, haciendo que los pequeños rieran y se sacaran la gran mano de sus narices— Lindos cachorros que crecían muy alto. —exagero, levantando su mano arriba.

 

—¡Oh, oh! ¿Somos nosotros? —preguntó Baekhyun.

 

—No me atrevería a soñar con otros cachorros. —sonrió, y sus cachorros levantaron sus manitas al igual que él, celebrando el sueño.

 

—¿Cómo éramos? ¿Qué tan alto crecía yo? —preguntó un entusiasmado Jongdae— Seguro más que esta princesa que no toma tanta leche como yo.

 

—¡Yo si tomo! —se quejó el mencionado.

 

—Ambos eran muy altos, y muy guapos también. —vio como los ojos de sus cachorros brillaron.

 

—Lo sabía —se levantó un victorioso Baekhyun— Te lo dije. —apuntó a Jongdae, quien también se levantó— Seré tan alto como nuestro amo y seré muy guapo, y entonces me podré casar con él. —el pequeño cachorro parecía muy feliz por su suposición.

 

Chanyeol se sonrojo ante lo dicho por el pequeño cachorro, aun podía recordar a un Baekhyun muy guapo siendo demasiado cariñoso con él.

 

—No grites victoria aun, Baek. En lo que no te das cuenta, la vecina del tercer piso se lanzara encima de nuestro amo y se casara con él. —río, haciendo fruncir el ceño al otro cachorro— Hace un buena tarta de manzana, así que no me molestaría del todo.

 

—¡Yah, mal hermano! —Baekhyun comenzó a sollozar— Dile que no será así, amo. —el pequeño corrió a sus brazos, refugiándose en su pecho.

 

Jongdae comenzó su carrera por llegar primero al baño, tratando de bajarse de la cama sin caer bruscamente.

 

El alto miro al pequeño cachorro en su pecho cortar lentamente sus sollozos. Tomo su rostro, y le limpio las lágrimas con sus dedos. Baekhyun levantó su mirada con una sonrisa en sus labios por la preocupación de su amo para con él.

 

—Ha sido mi deseo de cumpleaños este año. —las palabras del cachorro eran seguras y con una fuerte motivación que sorprendió a Chanyeol, contagiándole aquella linda sonrisa— Será mi único deseo de cumpleaños desde ahora, hasta que se cumpla.

 

Inesperadamente el pequeño cachorro dio un salto hacia arriba y logro darle un pequeño beso, un rápido contacto de labios.

 

Con sus mejillas sonrojadas se veía aún más adorable. Ante la nula respuesta de Chanyeol, el cachorro corrió a la orilla de la cama, y trato de bajar, lográndolo a penas.

 

—Iré a morder a Jongdae por sus estúpidas ideas. —dijo antes de correr al baño.

 

Una gran sonrisa se formó en el rostro de Chanyeol, y luego soltó una risita al escuchar los gritos de Jongdae.

 

Sus cachorros estaban de vuelta, y tan solo disfrutaría de ellos lo más que pueda. Se levantó llamando a sus cachorros, quienes corrieron hacia él, moviendo sus colas juguetonamente. Esa mañana tendrían un fantástico desayuno, los tres juntos.

Notas finales:

Abuso de la palabra "cachorro" lo sé ;_;♥ pero son amor~


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