Antes de salir a la oficina de la Hokage, Kakashi prepara el desayuno, cuando lo deja servido sobre la mesa despierta a su esposo y al pequeño Naruto para que se le unan en la mesa. Ha tomado la costumbre de desayunar con su rubio antes de salir cada mañana, eso lo deja con una sonrisa (imperceptible por su máscara) por el resto del día
El pequeño Naruto frota sus ojos cuando toma asiento, se sirve un vaso de jugo de naranja acompañado con una tostada quejándose en voz baja ante la ausencia de un plato de ramen frente a él. Kakashi y Naruto beben café con tostadas y fruta fresca que el rubio se ha visto obligado a comer diariamente desde que vive con el peliplata
Comen en silencio, Kakashi es el primero en terminar su desayuno y a pesar de que va atrasado a una reunión con el consejo no le importa cómo debería. Tsunade ha decidido que ya es tiempo de dejar su puesto, cuando asumió el cargo aseguro que sería por un corto periodo de tiempo mientras la aldea se recuperaba de la destrucción creada por orochimaru y la ausencia del tercero. Ya no tiene nada más que hacer, la aldea ha sido reconstruida por completo luego del ataque de Pain y ella desea poder llevar una vida tranquila, por eso fue la primera en postular a Kakashi como su sucesor y la moción que fue apoyada por el consejo, la fecha para que tome el cargo ya ha sido fijada y es en un mes
El peliplata besa a su esposo y revuelve el cabello del pequeño naruto que aun parece estar medio dormido, sale por la puerta con la promesa de volver antes de la cena
– Sabes… entre todas las cosas que sucedieron durante este tiempo hay una noticia que estoy seguro te hará feliz – dice Naruto a su pequeña versión que ahora lo mira interesado –
– ¿Tenemos una dotación vitalicia de ramen? – pregunta el pequeño rubio dando un sorbo a su vaso de zumo –
– Sasuke regreso a la aldea – dice Naruto observando el manojo de emociones conflictivas que se ha vuelto su pequeña versión, su labio inferior tiembla y su mano toca el lugar donde hace algunos años atrás Sasuke atravesó con su mano
– ¿Lo logramos? – Pregunta el pequeño Naruto, su mano se sujeta al brazo de su versión mayor – ¿el regreso por sus medios? ¿Logramos convencerlo?
– El mato a Itachi y al final resulto que Itachi nunca fue malo, siempre estuvo de lado de la aldea. Sasuke es muy dramático e intento destruir la aldea, tuvimos una última pelea y en ella comprendió que su lugar siempre estuvo aquí – dice Naruto, evitando mencionar que el Uchiha le había atravesado el pecho por segunda vez –
–Me alegra saber que pudimos cumplir nuestra promesa con Sakura-chan – dice el pequeño Naruto, hay una sonrisa radiante en su rostro; la sonrisa de una persona que ha cumplido con única meta alcanzable hasta ese punto de su vida –
– Podríamos visitarlo – ofrece Naruto, a Sasuke no le molesta su presencia y es de las pocas personas que deja entrar a su hogar –
– Me da un poco de vergüenza verlo ahora – dice el pequeño Naruto un pequeño sonrojo en sus mejillas –
– ¿Nos gusta, Sasuke? – pregunta Naruto a su pequeña versión cuyo sonrojo crece aún más –
– Yo… no sé. Es extraño, ¿no deberías saberlo tú que eres un yo más grande? – dice el pequeño rubio confundido, de verdad esto del viaje en el tiempo no tiene sentido incluso para él –
– Yo siempre he pensado en Sasuke, ya sabes por eso de querer traerlo de vuelta a la aldea, pero nunca pensé demasiado en mis sentimientos hacia él. Antes de darme cuenta estaba en una relación con Kakashi – explica Naruto –
–No puedo imaginarme a Kakashi-sensei en una relación, ¿cómo es? – pregunta el pequeño Naruto curioso. ¿Cómo el de todas las personas termino en una relación con su reservado sensei? –
–Kakashi es increíble. Es dulce y atento, también es muy divertido y arriesgado en ciertas ocasiones, a pesar de que no lo parece es muy cursi y un amante apasionado – responde Naruto, la pequeña versión mira asombrado como los ojos del rubio mayor brillan con adoración al hablar sobre el peliplata; es tanta su impresión que prefiere no mencionar que el dato de lo apasionado que es el Hatake estaba de más –
– ¿por qué no vamos a visitar a Sakura-chan? – pregunta el pequeño Naruto, ansia ver cómo ha crecido su compañera de equipo –
– Claro, ve a tomar una ducha. Yo limpiare esto y podremos salir en dirección al hospital – el pequeño Naruto salta de su asiento en dirección al cuarto de baño mientras el mayor retira la mesa y lava la loza, se escucha al pequeño rubio gritar “muy caliente” desde el baño
Una vez vestido el pequeño rubio comienza a apurar a su versión mayor, Naruto coge las llaves, se coloca sus zapatos y caminan juntos en dirección al hospital donde Sakura trabaja
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La pelirosa se encuentra en su hora de descanso cuando llegan a visitarla, ella está acompañada de Sai quien se accidento en su última misión y tiene una escayola en su brazo izquierdo.
Sakura mira confundida a su amigo y a la pequeña versión que lo acompaña
– ¿recuerdas lo que paso con Kashi? Bueno, esto es lo mismo – dice Naruto, no quiere pensar a cuantas personas deberá explicar que una versión joven de él ha viajado hasta sus tiempos –
– Aw, no recordaba que fueras tan adorable – dice Sakura abrazando al pequeño jalando sus mejillas como una abuela. El pequeño Naruto piensa que la kunoichi no ha cambiado mucho desde que tenían 13 años a esta versión de 17–
– ¿quién es él? – Pregunta el pequeño Naruto apuntando al joven de pálida piel y cabello negro –
– Él es Sai – responde Naruto – es miembro del equipo kakashi
El pequeño Naruto extiende su mano para saludar al joven, Sai al ser más alto estira su puño y golpea la frente del pequeño, una sonrisa amigable en sus ya no tan estoicas facciones
– ¿¡Quieres pelear, idiota!? – Grita el pequeño rubio abalanzándose sobre Sai siendo detenido a tiempo por el rubio mayor –
– Sai es socialmente inepto – explica Naruto – Aun está aprendiendo muchas cosas sobre relacionarse con otras personas. Estuvo en la raíz anbu donde eliminan todos tus sentimientos
–ow – dice el pequeño rubio abrazándose a Sai – está bien tipo raro, yo te ayudare a entender a las personas
Sakura susurra “típico Naruto” con una sonrisa en el rostro, añorando los viejos tiempos y que tal vez las cosas hubieran sido diferente para todos; aunque ese pensamiento es desechado rápidamente, a veces las cosas simplemente son