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De cachorro, a Chanyeol. por Nielie

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Notas del capitulo:

Queda poquito(? <3

 

Gracias por los comentarios♥

Aquella nueva mañana, no sabía con certeza que esperar. ¿De verdad todo volvería a la normalidad? ¿Realmente había querido eso?

No todo podía ser color de rosa, y su usualmente alegre mascota, no estaba revoloteando por el lugar, no estaba viendo televisión, no era como siempre.

 

Ya listo para salir, vio como Chanyeol estaba recostado en el sofá, aun durmiendo. No quiso despertarlo y tan solo salió del departamento. Tenía un poco de miedo del cómo sería su regreso. ¿Chanyeol lo ignoraría desde ahora? ¿Sería más lejano con él?

 

Cuando se sentó en su puesto de trabajo, no habían pasado ni cinco minutos, y la voz de su compañero retumbo por sus oídos.

 

—Hey Baek. —llamó el moreno con cierto entusiasmo— ¿Cómo estás? Tienes una cara larga ¿Algo malo paso? —aunque se suponía que debería sonar algo preocupado, no lo hizo, si no que pareciera ser un pie para preguntar algo más. Quizás un favor, pensó Baekhyun.

 

—No, nada. ¿Qué es lo que quieres? —inquirió mirando al moreno.

 

—Una cosilla poca. He querido hacer algo desde hace un tiempo, y al fin he convencido a Kyungsoo. —dijo alegre, casi parecía brillar.

 

—¿Y eso me incumbe de alguna manera?

 

—Claro que sí, somos amigos ¿Cierto? —el castaño asintió— Bien, y como estoy consciente de tú y Chanyeol, quería que saliéramos en una cita doble, ya sabes, disfrutar en grupo. De verdad me apetece mucho, y así sacas a Chanyeol de su reclusión. —río el moreno, y tan solo recibió un suspiro pesado como respuesta.

 

Luego de unos segundos en los que al parecer el moreno no estaría contento sin una respuesta verbal, el castaño decidió hablar.

 

—¿Por qué pensaste en esa posibilidad?

 

—¿Por qué no?

 

—Jongin. Chanyeol y yo… —tomó aire— No somos como tú y Kyungsoo.

 

—¿Qué? —el moreno se mostraba sorprendido por la información— Creí que ustedes… bueno, la vez que fui a tu departamento, ambos parecían una pareja, o eso creí.

 

—Creíste mal, no lo somos, no lo seremos, punto.

 

—¿Ocurrió algo malo? —preguntó el moreno, aun no se convencía. Cuando fue al departamento del castaño, se había quedado una hora a descansar, había hablado con Chanyeol, quién considero era un chico realmente entusiasta, y parecía muy feliz al lado de Baekhyun. Se podía ver a él mismo en Chanyeol cuando estaba con Kyungsoo, con aquel sentimiento que no sabía explicar muy bien.

 

—No ocurrió nada Jongin, nunca debió ocurrir algo. —respondió con clara molestia.

 

—Oh, entiendo. Que mal por Chanyeol.

 

—¿A qué te refieres con eso?

 

—No sé si sea bueno decirlo ahora. Me has dejado en claro que no estabas de acuerdo con eso. No me entrometeré en los problemas de alguien más. —algo desganado se concentró en su puesto, revisando sus papeles, y dejando a un confundido Baekhyun.

 

Ya estaba harto de sentirse confundido, se suponía que todo se había arreglado ayer, que todo debería de estar bien. Pero aun así se sentía incómodo, más aun con la propuesta de Jongin y sus otras palabras.

¿Salir los cuatro? ¿Qué tan ridículo sonaba eso?  No era que encontrara mal salir a una doble cita, lo había hecho unas cuantas veces durante el instituto. Pero Chanyeol no era su pareja, no lo era y ya.

 

 

-

 

 

Para cuando llego a su departamento, pudo sentir como la pantalla de la televisión era apagada, y logro ver al peli plata entrar en el balcón.

Claramente lo estaba evitando, se sintió mal en esos momentos, pero cuando toco su cama, agradeció el trabajo duro de esos días, porque se durmió rápidamente. Dormir era la única manera en la que se olvidaba de sus problemas.

 

Chanyeol se había preparado todo el día para la llegada de su amo, se suponía que este llegase y  lo recibiría con un amistoso saludo, le preguntaría por su día y estaría atento a él, tal como había hecho anteriormente. Pero no pudo, cuando escucho sus pasos, no pudo y huyo.

 

Mientras no pensaba en nada en realidad, un ronroneo conocido comenzó a escucharse cerca de él. Estaba a punto de entrar de nuevo al departamento, cuando quién creía; hablo.

 

—Volvemos con el problema de antes, ¿Qué sucede esta vez? —preguntó el híbrido, su cola colgada, meciéndose elegantemente.

 

—¿Qué te trae aquí otra vez? —preguntó algo molesto Chanyeol.

 

—Quejidos, eso. Sabes, estaba soportando los de aquel otro cachorro, pero sumando los tuyos, es algo insoportable, y mi dueño no pretende hacer algo. —Dijo con el ceño fruncido lo último.

 

—Lo siento. —Se disculpó el peli plata, no se había dado cuenta, pero si había ido a sollozar los últimos días al balcón.

 

—Siéntelo mucho, no he podido dormir del todo bien, estoy de mal humor gran parte del día, y eso no es bueno. —para sorpresa del cachorro, el felino bajo al balcón y se sentó en uno de los asientos que había ahí— Cuéntame, ya me estoy acostumbrando a esto de escuchar a los demás y pensar por ellos.

 

—Eres muy arrogante. —Respondió algo risueño, sentándose en la silla contraria— Pero si hubiera seguido tu consejo, cosas no hubieran pasado, parece que se te da bien pensar.

 

—Gracias. Pero um, ¿No seguiste mi consejo? ¿Paso algo malo?

 

—Algo así. De todos modos, ya se solucionó.

 

—Oh. Entonces ¿Qué es lo que produce tus horribles quejidos esta vez? —recibió una mordaz mirada del otro híbrido— ¿Qué?

 

—Tienes una lengua muy afilada. —Dijo algo molesto, pero acostumbrándose a la forma de ser de aquel felino, después de todo, era mitad gato.

 

—Eres el segundo en decirme algo así. De todos modos no lo cambiare.

 

—Supongo. Es tu naturaleza.

 

—Si te refieres a que soy un híbrido de la familia felina, podría ser, pero conozco a híbridos como yo que son muy dóciles, no te dejes llevar por las códigos impuestos, cada quien desarrolla una personalidad diferente, que la mía se parezca más a la de los felinos; es coincidencia. —dijo y sonrió. Chanyeol encontró divertido que su sonrisa diera la apariencia de un adorable gatito.

 

—Supongo.

 

—¿Me dirás de una vez el problema, o tendré que estar aquí más tiempo?

 

—Está bien, aunque no se bien cómo explicarlo, tan solo me siento frustrado.

 

—No es mucha información. —el felino chasqueo la lengua— Creí que al menos solucionaría tus quejidos, porque los de aquel otro, no he podido, me ha dado una respuesta tan plana como la tuya.

 

—¿Quién es? —preguntó. Chanyeol tan solo conocía a ese híbrido, desconocía de los demás habitantes de su bloque o del contrario, sobre todo si tenían más como él.

 

—Una cachorra, muy linda por cierto, es tierna en presencia, pero su quejidos son un martirio. —se sostuvo el puente de la nariz— Creo que entre ambos me mataran de un ataque de nervios un día de estos.

 

—¿Qué le sucede a ella? —pregunto algo curioso por saber de los demás híbridos del lugar.

 

—Algo con su dueño, al parecer tiene problemas con él. No sabría decir cual, porque no me lo dijo, pero algo debe haber ahí.

 

—Entiendo, yo también tengo unos problemas con el mío.

 

El felino abrió sus ojos, como si una grandiosa idea lo hubiera iluminado.

 

—¿Por qué no hablan? —dijo algo sonriente.

 

—¿Hablar?

 

—Claro, ustedes son de la misma especie, digo, son caninos, podrían entenderse, quizás ayudarse, si ambos tienen un problema parecido, podrían arreglarlo juntos.

 

—No lo sé, no la conozco.

 

—Tranquilo, déjame eso a mí. A diferencia de ti, yo sí puedo salir de mi hogar. Deberías respirar aire puro, cachorro.

 

—Chanyeol.

 

—¿Ah?

 

—Mi nombre. Me llamo Chanyeol, me siento como un niño cuando me dices cachorro.

 

El felino río ante el infantil puchero que puso aquel chico— Bien, Chanyeol. Iré ahora mismo, de hecho puedo oír un poco sus quejidos. —se estremeció y aplastó un poco sus orejas.

 

—Cierto. —prestando atención a su alrededor después de mucho tiempo, pudo escuchar los suaves quejidos de alguien más.

 

—Volveré luego de hablar con ella, espero acepte, sino, me volveré loco. —con gracia, salto del balcón, perdiéndose en la noche.

 

Chanyeol no creía que algo así podía pasar. Su mundo se había limitado a Baekhyun y el departamento desde que llego ahí. Aquel pequeño mundo había sido todo para él. Pero ahora había conocido a alguien más, por su propia cuenta. Como en aquel refugio, donde conoció a Luhan y los demás híbridos. Ahora que lo pensaba, no sabía nada de él desde hace tiempo ¿Qué sería de Luhan?

Con algo revoloteando en su ser, miro con una tímida sonrisa al cielo. Mirándolo por todas partes, llevando su mirada hasta donde más pudiera, eran muchas estrellas, un inmenso cielo.

Se preguntó si su vida podría ser así; ser un sinfín de posibilidades, una inmensidad que estaba esperando por él, que lo explorara, que viajara en él.

 

Mientras miraba con intensidad el cielo, el felino había vuelto a su balcón.

 

—Sorpresa. —dijo entre una leve risilla, mientras se sentaba de nuevo en aquella silla.

 

—¿Cómo te fue?

 

—Oh, ¿Estamos impacientes? Tranquilo, ella acepto lo que le propuse, y parecía algo feliz. Supongo que tampoco sale mucho del departamento, aunque la he visto con su dueño fuera del edificio. —el felino se encontraba muy entusiasta, como si hubiera hecho su buena acción del día— Espero que con esto terminen los quejidos de ambos. —el alto asintió, y sonrió expectante.

 

 

-

 

 

Se había despertado con energías renovadas, y muy temprano. Faltaba una hora para que tuviera que salir al trabajo, el sueño le había caído muy bien. Parecía que el día empezaba bien y esperaba que todo siguiera de esa manera.

 

Tambaleo un poco cuando sintió la presencia de Chanyeol en la cocina, esperaba que todo fuera bien.

 

—Buenos días. —dijo el peli plata, sentándose en una de las sillas de la mesa.

 

—Buenos días. —respondió el castaño, posicionando su desayuno en la mesa— ¿Quieres que te prepare algo?

 

—No, lo haré más tarde. Yo… quería preguntar algo. —el alto parecía nervioso, y Baekhyun sonrió ante la naturalidad de su mascota, porque parecía volver todo a la normalidad— Más bien, pedir algo.

 

—¿Qué es? —cierta curiosidad se le formo, porque el alto no pedía muchas cosas usualmente.

 

—¿Podría tener una copia de la llave del departamento? —Baekhyun, quien había estado con la taza de su café a punto de tocar su boca, paro, y bajo la taza ante la pregunta.

 

—¿Para qué quieres una copia?

 

—Bueno… me gustaría salir. Pasear por el parque que hay entre los dos bloques, no he salido desde hace mucho tiempo, me gustaría hacerlo. —dijo algo nervioso, no quería decir la otra razón a Baekhyun, esperaba que aquello fuera algo entre él, el gato, y aquella nueva cachorra.

 

—Entiendo. —se recrimino un poco, porque escuchándolo así, pareciera que mantenía a Chanyeol recluido en aquel departamento. Lo había sacado a pasear unas veces, creía que unas cuatro, cuando aún era un cachorro. Corría por el césped en busca de cosas y jugaba sin parar, reía mucho en ese entonces— Está bien, creo tener una en mi habitación, la buscaré y te la daré. Pero debes ser cuidadoso, no se te debe de perder ¿Entendido?

 

El peli plata asintió, con una suave sonrisa para su amo. Era la primera vez que hablaban desde aquella conversación, y no fue tan malo como había creído.

 

Baekhyun le dio la llave a su mascota antes de salir de aquel departamento, y el híbrido le había dado una amplia sonrisa, de esas que siempre le daba, y se sintió mejor.

 

 

-

 

 

Medio día, en el parque entre los dos bloques, es la única cachorra de los alrededores, la distinguirás de inmediato.

 

Eso le había dicho el gato. Y en esos momentos, hizo una nota mental de preguntar por su nombre, a pesar de que “gato” era un buen título para aquel felino.

 

Algo nuevo, aparte del nerviosismo, vino a él cuando cerró la puerta del departamento. Nunca había hecho eso antes, y se sentía genial.

Caminando rápidamente, se apresuró al elevador, sabía cómo funcionaba, pero era la primera vez que lo usaba solo. Luego de bajar a la entrada, vio al guardia del bloque, lo saludo con una leve venia y avanzo en su camino. El aire en sus pulmones se sentía muy bien, como la brisa que movía sus cabellos, y hacia leves cosquillas en sus orejas.

 

El parque de aquellos bloques, era mediano, tenía unos cuantos árboles, y varios arbustos, todo aquel lugar estaba rodeado por rejas, la seguridad del lugar era buena.

 

El banco era blanco, se distinguía bien de todo lo demás que había en el parque, en el estaba sentada una chica, su cabello era largo y parecía muy sedoso. Chanyeol coincidió con la opinión del gato, de que aquella chica era muy tierna, además de que un leve sonrojo adornaba sus mejillas, dándole un aspecto inocente.

 

—¿Eres tú? —le preguntó a la chica con claro entusiasmo, sería su segunda amistad por sí solo. Porque aún no consideraba al gato uno de sus amigos, ya que pareciera odiarlo cada que le hablaba de sus quejidos.

 

La mirada de la hibrida se levantó y se cruzó con los ojos de Chanyeol, abriendo los ojos un poco más de lo acostumbrado y apresurándose a hablar.

 

—Creo. El gato no me dijo tu nombre, pero dijo que eras el único que vendría aquí a esta hora.

 

—Seguro eres tú entonces. Mi nombre es Chanyeol. —se presentó con una amplia sonrisa y reverencia.

 

—Me llamo Soyou. —dijo, sonriendo amablemente. A Chanyeol no le cabio duda de que lo era, la chica se veía muy amigable— Esto… ¿Qué te dijo de mí? —preguntó, haciendo referencia al gato.

 

—Que tus quejidos lo molestan. —respondió. Y la chica rió por la respuesta— Los escuche en la noche, no me había percatado de ellos antes.

 

—¿Enserio? ¿Sueno muy mal? —preguntó curiosa y con un poco más de rubor en sus mejillas.

 

—Para nada. Son solo quejidos, el gato es muy quisquilloso.  —tranquilizo, recibiendo un suspiro de alivio— Entonces…—comenzó por lo que se habían reunido— ¿Qué problema tienes? Debe ser algo complicado como para recurrir a alguien más, sobre todo a alguien que no conoces.

 

—Si. Bueno, no salgo muy a menudo, y cuando lo hago, tengo que estar pendiente de mi dueño, tengo que cuidarla mucho.

 

—¿Cuidarla?

 

—Si, ella es mayor de edad, y está enferma, um, es algo terminal. —la chica bajo la mirada algo triste, no le gustaba del todo recordar aquello, pero tenía que mantenerlo presente siempre.

 

Chanyeol no quiso apresurar conclusiones, pero esperaba poder ayudar. No sabía exactamente como ella podría ayudarlo, pero ahora tenía interés en el problema ajeno, y quería ayudar, quizás, si se distraía de todos sus problemas, podría olvidarlos.

 

—Lo siento. —dijo, y poso una de sus manos en el hombro de la chica— Debe ser difícil.

 

—Lo es.

 

—¿Tienes miedo de quedarte sola? —preguntó tentativamente, para tratar de avanzar. Imaginaba que como él, sentiría mucho miedo si Baekhyun algún lo dejará, pero su amo era joven y saludable, nada se lo quitaría por un buen tiempo.

 

—Algo así. He estado con ella desde que nací. Me ha cuidado como si fuera su hija, y así me ha tratado, incluso quiso que fuera al colegio como los humanos, pero me negué, se cómo algunos de ellos son con nosotros, y no quería causar problemas por ello. Ella me enseño, fue mi profesora durante mucho tiempo, cuando era pequeña, siempre aprendía algo de ella, se esforzaba mucho por mi causa. Quería que fuera alguien en la vida, que creciera, que tuviera una familia. Ella… ella quiere verme feliz. —comenzó a sollozar en medio de la narración, y el alto la acerco más a él, tratando de reconfortarla— Pero yo no puedo, no estoy lista, y el tiempo se acaba. Quiero que ella me vea feliz, quiero cumplir con uno de sus deseos antes de que se vaya, pero no estoy lista. —Dijo tratando de recuperarse, lentamente se separó del tierno abrazo, y miro al alto— Gracias por escuchar. Creo que debo verme fatal ahora mismo. —río de sí misma, mientras se limpiaba las lágrimas.

 

—No te preocupes, no me reiré de ti. Pero… —trato de pensar en algo, y pensó en llamar al gato, para que el pensara por él. Pero no sabía dónde encontrarlo, así que se vio forzado a pensar en algo por sí mismo— Si aún no estás lista. ¿Te tomara mucho tiempo?

 

—No lo sé.

 

—Entonces, hazla feliz con otras cosas hasta entonces. Quizás ella escuche también tus quejidos, y se preocupe por ti.

 

—¿Qué debería de hacer?

 

—Um, bueno, no lo sé. —respondió algo nervioso, ahora que sabía del problema, no sabía qué hacer, no había pasado por algo así, y su mente era una hoja en blanco.

 

Un suave tono con ritmo suave resonó de algún lugar, y la chica saco un móvil de su bolsillo— Es mi dueña, me necesita. —dijo mientras se paraba del banco.

 

—¿Quieres que te acompañe?

 

No había pensado mucho cuando lo dijo, tan solo salió de él. Cuando entro en el departamento de Soyou, un aroma dulce lo invadió, retorció su nariz ante aquel olor, era mucho dulce para él, no era desagradable, pero era mucho dulce de un solo golpe.

 

La anciana era una persona muy amable. Usaba unos lentes de marco dorado, y su cabellera grisácea, le recordó a la suya, incluso menciono la comparación, ganándose risas de Soyou y de su dueña. Entre los tres hablaron bastante tiempo, el principio fue de cómo él y Soyou se conocieron, y aunque omitieron algunas cosas, le contaron sobre el gato.

 

—Que romántico. —comentó la anciana— Es como si el destino quisiera que se encontraran. —dijo,  y Soyou se sonrojo demasiado. Chanyeol no entendía del todo, pero solo asintió y sonrió.

 

El tiempo se había ido volando. La anciana le había preguntado varias cosas a Chanyeol, e incluso se ofreció a ayudarle con algunas otras, porque no creía que el chico no hubiera obtenido algunos estudios como debería de ser.

 

—Si quieres, puedes venir aquí a aprender, Soyou y yo podemos enseñarte, será más divertido. Si tu dueño está muy ocupado es normal, pero deberías de salir más. Conocer más personas, integrarte a la sociedad, a Soyou también le falta aquello, pueden hacerlo juntos, ayudándose mutuamente. —dijo feliz la mujer,  y parecía que no recibiría un no por respuesta, así que Chanyeol accedió, además de que de verdad estaba interesado en lo que podría aprender.

 

 

 

Sus mejillas le dolían un poco por la despedida de la anciana, pero de todos modos le sonrió y le prometió volver al siguiente día.

 

—Pasara en unos minutos, no te preocupes. —le dijo Soyou en la entrada de su departamento. Y Chanyeol no entendió del todo— Tus mejillas, duele solo por unos minutos. —río.

 

—Es bueno saber eso. —siguió sobándose el lugar, esperando de verdad que aquel dolor cesara.

 

—¿Vendrás mañana, cierto?

 

—Si. Ya conozco el camino, así que vendré por mi cuenta.

 

—Nos vemos mañana entonces, duerme bien.

 

—Buenas noches.

 

Cuando ingreso en su departamento, las luces estaban apagadas y aquel lugar se sentía demasiado vacío. Muy al contrario de cuando estaba en el anterior, ese departamento se había sentido muy cálido, aquella anciana sin duda era una caja de optimismo y sabiduría, le hubiera gustado conocerla antes.

 

Preparo unas cuantas tostadas, Baekhyun llegaría en unos minutos más, y quería tener algo preparado como agradecimiento. Después de todo, si él no le hubiera dado la llave, no hubiera podido salir y conocer a más personas.

 

 

-

 

 

Cuando entro a su departamento, un olor fuerte de tostadas lo golpeó, y sonrió ante aquello. Porque de vez en cuando Chanyeol se las haría, y disfrutarían de una cómoda cena. A pesar de que a veces quisiera algo diferente, no le importaba con tal que el autor sea su mascota.

 

—¿Has preparado la cena? —preguntó sonriendo el castaño, sentándose en su lugar de la mesa.

 

Dejando las últimas cosas en la mesa el alto asintió— Quería agradecer por las llaves, realmente fue importante para mí.

 

—¿Enserio? —Baekhyun se sorprendió por las palabras, y se sintió mal de no poder sacar afuera más seguido a su mascota— Bueno, ahora puedes disfrutar de ello. Recuerda que debes ser responsable con las llaves. —sonrió para comenzar a comer.

 

El castaño no espero que Chanyeol le preguntara por su día, pero lo había hecho, y se sintió muy aliviado por ello; todo volvía a la normalidad.

 

 

-

 

 

El ambiente normal y cálido en el departamento se prolongó por los siguientes días, y Baekhyun se sentía de mucho mejor humor.

 

El viernes que llego a su hogar, su mascota no estaba ahí, lo busco por todas partes, creyendo que quizás estuviera jugando a algo, pero no lo encontró por ningún lado del departamento. Estuvo a punto de salir a buscarlo, incluso de llamar a la policía, pero se detuvo cuando sintió la puerta siendo abierta. Soltó un fuerte suspiro al ver a su mascota ingresar al hogar, y el peso que se había instalado en su pecho desapareció.

 

—Chanyeol ¿Dónde estabas? Me asuste cuando no te vi aquí. —dijo entre molesto y preocupado.

 

—Lo siento, no me di cuenta de la hora, de verdad lo siento, no volverá a suceder. —se disculpó el alto.

 

Baekhyun suspiro, y se sintió algo estúpido, Chanyeol no tenía por qué disculparse de esa manera, de todas formas había llegado tan solo unos minutos después de él.

 

—No, lo siento, no debí decirlo de esa manera. Pero me asuste. —su tono de voz volvió al normal.

 

Camino hasta su habitación, se cambiaría y cenaría algo antes de dormir, mañana sería un día de descanso y esperaba disfrutarlo, quizás salir con su mascota, y que le mostrara los lugares que había visitado.

 

Chanyeol, cuando vio a su amo entrar en su habitación, se encamino cansado al sofá, aún seguía durmiendo ahí, y no le molestaba, casi se había acostumbrado a ello. Recostándose encima, se sorprendió un poco de que su cuerpo ya no quisiera formar un ovillo en aquel sofá, y tan solo se recostó estirado en él, sus piernas sobresalían por una parte, pero eso no le importo, estaba realmente cansado. Había salido a un centro comercial junto a Soyou y su dueña, y recorrieron demasiados lugares. El objetivo que la anciana tenia para ellos dos, era que observaran el exterior, que se dieran cuenta que no solo los humanos trabajaban y hacían cosas productivas. Muchos híbridos trabajaban en distintos locales, y se mezclaban muy bien con los demás. Como si no hubiera diferencia entre ninguno de ellos.

Sin duda fue algo nuevo para él y para Soyou, quienes estaban muy alegres e inquietos por ver todos los lugares.

 

 

 

Cuando entro a la cocina, no encontró a su mascota, y lo busco en el living. Lo encontró durmiendo profundamente, su boca levemente abierta, se veía muy cansado, quizás hoy había recorrido muchos lugares. Sonrió mientras se sentaba en la mesita de centro, frente al alto, y le acomodo el cabello. Sin duda Chanyeol era muy guapo, sus facciones… recordaba que unos días había despertado antes que el peli plata y recorría con delicadeza sus facciones, delineando cada una de ellas con sus suaves dedos. Y como esperaba, cuando poso su mano en la mejilla de este, Chanyeol busco instintivamente más del contacto.

 

Algo golpeó por dentro su pecho en esos momentos, y alejó su mano del alto, su cara le ardía, y su ritmo cardíaco había aumentado. Nervioso se levantó del lugar y corrió a la cocina, necesitaba despejarse con algo de beber.

 

 

-

 

 

Perezosamente se movió en su cama, e instintivamente busco aquella calidez que su cuerpo pedía encontrar, pero no encontró nada, tan solo más sábanas y el fin de la cama. Abrió sus ojos lentamente, se movió para quedar boca arriba. El fin de semana anterior, estaría entre los fuertes brazos de Chanyeol, compartiendo su calidez, y recibiendo una amplia sonrisa de buenos días, una sonrisa que amaría. Se sentó en su cama, sintiéndose algo vacío. No recordaba cuando había comenzado a necesitar a alguien de esa manera.

 

Pero se recordó que este día lo disfrutaría, saldría afuera, disfrutaría el día paseando con su mascota, y lo vería reír, y hablarle sobre las cosas nuevas que había conocido, porque se había abstenido de preguntar por las cosas que hacia afuera.

 

Abrió la puerta de su habitación muy despacio, había pensado que preparar el desayuno para ambos sería algo bueno, se sentía con los ánimos de comenzar el día bien y esa sería la manera correcta. Sin mirar hacia el living, y con cautelosos pasos, ingreso en la cocina. Sonriendo puso la tetera, y  trato de ser lo más sigiloso posible para no despertar a su mascota.

 

Todo se detuvo cuando vio la nota en el refrigerador. Ciertamente aquellas notas adhesivas la usaba su mascota para dibujar algunas cosas y pegarlas ahí, otras veces le dejaría mensajes alentadores a Baekhyun. Pero esta vez fue algo distinto.

 

“Salí temprano, volveré antes de la cena, no te preocupes. Chanyeol.”

 

El labio inferior de Baekhyun comenzó a temblar, y rápidamente se lo tapo con una de sus manos, tomo aire, porque no podía ser que algo así le hubiera afectado como lo hizo.

Eran las diez de la mañana, comúnmente, en un fin de semana, ellos despertarían a medio día. Pero su mascota se había levantado temprano y salió afuera, a hacer quien sabe qué. En esos momentos deseo que el peli plata tuviera un móvil, porque así podría llamarlo y preguntarle donde estaba, si él podía ir con él. Pero no pudo, y tuvo que contenerse durante todo el día. No sabía dónde estaba su mascota, y tan solo le quedaba esperar.

 

 

-

 

 

Chanyeol se había levantado temprano y con mucho ánimo aquel día, se dirigió a su balcón una vez vestido, y encontró a Soyou saludándolo desde el balcón del bloque contrario. Nunca había hecho algo así, y sentía que era grandioso, muchas cosas eran grandiosas los últimos días, y todos sus problemas los había olvidado.

 

Ese día, la anciana le enseñaría como cocinar algunas cosas, básicamente una pequeña clase de cocina. Desde que comenzó a almorzar y tener pequeños entremeses en aquel departamento, disfruto de muchos sabores, y su curiosidad por la cocina aumento.

 

Cuando llego al departamento que era ya tan amigable para él, encontró que la cocina estaba preparada para hacer muchas cosas. Soyou se había encargado de tener una variedad sinfín de ingredientes.

 

Ese día aprendió muchas cosas, variados y simples desayunos que podría poner en práctica luego. Otras cosas un poco más complicadas, y luego algo que había querido hacer mucho: galletas.

Comieron un sinfín de ellas, incluso Soyou lo culpo por su futura barriga si llegaba a tenerla.

 

Soyou era una buena chica, le había agradado mucho, y esperaba que tuvieran una amistad duradera, después de todo, estaban descubriendo el mundo juntos. Eso era algo excitante para Chanyeol, quién se emocionaba con cada cosa que la anciana les enseñaba.

 

Luego de tomar un té de hierbas de la anciana, se fue adormilado a su hogar, había comido mucho y necesitaba dormir, necesitaba su sofá.

 

Cuando entro al departamento, la luz del living era la única encendida. Camino hasta darse cuenta de que su amo estaba viendo la televisión en su cama aka sofá.

 

El castaño volteó al sentir la presencia del alto, se había sumergido en aquel programa de variedad que lo había está distrayendo de todo.

 

—Has llegado. —dijo con una sonrisa, y se contuvo de pararse y abrazar al alto, porque era lo que su cuerpo quería hacer, pero se había retenido a tiempo, y simulando aquel hecho, se acomodó mejor en el sofá— ¿Cómo estuvo el paseo? —preguntó con ganas de saber que era aquello que había levantado tan temprano a su mascota.

 

—Um, bien. —respondió, sus ojos se estaba cerrando por si solos, y quería recostarse, pensó en hacerlo en el balcón, para así no interrumpir a su amo, pero de verdad quería el sofá— Yo, Baekhyun, tengo sueño ¿Podrías por favor sentarte en el otro sofá? —señalo al sofá individual de al lado, con clara somnolencia.

 

—Son recién las ocho ¿Tienes sueño? —el alto asintió, y el bajito se levantó de su lugar, sentándose en el sofá individual. Rápidamente el alto se acomodó en el sofá, cerrando sus ojos y buscando el sueño— Chanyeol. —llamó y recibió un quejido de respuesta— ¿A qué lugar fuiste? Me gustaría saber a dónde vas. Quizás podría acompañarte mañana a… —no siguió porque sintió un tenue ronquido de parte del alto. Se había quedado dormido.

 

¿Qué lugar era aquel que dejaba a su mascota tan cansada? Habían sido ya dos días así y no entendía. ¿Iría a ejercitarse? La idea duro en su mente más de lo que debería, porque si así era, el cuerpo de Chanyeol estaría más… tonificado. Conocía el cuerpo de Chanyeol, ¡Dios! Como lo había disfrutado antes. Se estremeció ante el caluroso recuerdo de ese cuerpo sometiéndolo. Sacudió la cabeza, tratando de quitarse aquella idea.

 

 

-

 

 

A pesar de que había puesto una alarma para poder levantarse temprano aquel domingo. Se le olvido el pequeño detalle de que su cuerpo reaccionaba diferente los fines de semana, ya muy acostumbrado a tener que descansar hasta medio y día. Siendo así la alarma un simple repiquete que apago de inmediato.

 

Eran las diez de la mañana y apresurado despertó, dirigiéndose de inmediato al living, lugar donde no estaba su cachorro. Sintiéndose algo decepcionado por aquello bajo la cabeza, y se rindió, caminando lentamente a la cocina, para leer que nota le había dejado esta vez su mascota.

 

Sin embargo, antes de que pudiera llegar al lugar, un suave y dulce olor a vainilla invadió su olfato. Apresuro un poco más el paso, encontrándose con un alegre Chanyeol en la cocina, quién estaba de espaldas, al parecer muy concentrado en algo que estaba en la encimera frente a él.

Iba a saludar, pero se percató que el peli plata tenía puesto un delantal, uno rosado claro que no combinaba tanto con el chaleco gris que llevaba puesto, y mucho menos con el jeans negro. Aun así, le pareció una escena algo adorable.

 

Carraspeo su garganta para hacerse notar, y el parecer el alto capto el mensaje, moviendo sus orejas rectamente hacia arriba. Se volteó a ver, escondiendo algo nervioso lo que pudiera estar detrás de él.

 

—Has despertado temprano. —dijo— Buenos días. —saludo y volvió a voltear, al parecer guardando todo aquello que había detrás de él.

 

—Pensé que no te encontraría en el departamento —se sentó en una de las sillas del lugar.

 

—¿Hu? ¿Por qué dices eso?

 

—Ayer saliste temprano. —dijo, tratando de tantear el terreno de aquel tema.

 

—Oh, cierto. —recordó, y pensó si aquello había estado mal. Se le había olvidado decirle algo al bajito, aunque si se lo decía, no creía le hubiera dicho al lugar y a que iba. Al menos había dejado una nota— Hoy saldré de nuevo, quizás llegue a la misma hora. Así que no te preocupes.

 

Pensaba decírselo, sí. Se lo diría y esperaría que su dueño estuviera orgulloso de él por haber hecho y aprendido todo aquello por su cuenta.

Pero aun no era hora, debería de hacer unas cuentas cosas más. Así que trataría de evitar el explicarse, y esquivar las preguntas de su amo.

 

Ordeno rápidamente lo que tenía frente a él, separándolo en dos cajas diferentes, una más grande que la otra.

 

—Chanyeol. —comenzó el bajito.

 

Esa era su señal, debía de evitar la pregunta que vendría.

 

—Baek. —habló antes de que el bajito continuara, tomando ambas cajas en sus manos y dirigiéndose al lado de su amo. — Esto. —dejo la caja pequeña frente al  castaño, quién miraba algo sorprendido hacia ella— Es para ti. —Sonriente, espero por la reacción.

 

—¿Qué…?

 

—Hay agua caliente. Volveré en la tarde. Disfrútalas Baek. —dijo rápidamente, sin dar espacio a palabras del bajito, quién siguió con su cabeza y medio cuerpo el rumbo que llevaba el alto, escuchando la puerta cerrarse.

 

No había podido ver más reacción aparte de la clara sorpresa en su amo, pero eso le basto por el momento. Cuando volviera, podría saber si aquellas galletas que había preparado tan de mañana, habían salido bien o no. Por ahora, debería de saber la opinión de dos mujeres que lo esperaban.

 

 

-

 

 

La pequeña caja contenía un montoncito de galletas, con distintas formas. Incluso algunas tenían cosas escritas en ellas.

Su rostro aun no formaba una expresión distinta a la que ya había tenido desde que aquella caja se presentó frente a él.

No pudo preguntar por el lugar que frecuentaba su mascota. Pero la caja llamaba su atención, así que la abrió a los pocos segundos de que Chanyeol se diera en fuga.

 

Sonrío cuando vio una galleta en forma de corazón, que tenía escrita en ella su nombre, un pequeño corazón con glaseado rojo al lado adornaba un poco más. La aparto de las demás, dejándola para el último. Todas las demás galletas tenían un buen aspecto, y buen olor. Testeando, probó una, y abrió un poco sus ojos ante el sabor. Porque eran de vainilla, aquel sabor que le gustaba tanto.

Se había servido un poco de té, y comió de a una en una las galletas, saboreándolas muy bien.

Al parecer su cachorro era muy bueno en la cocina.

 

Luego de terminar las galletas, menos aquella que había apartado, se dirigió al living, ya que estaría otro día solo, vería alguna cosa en la televisión.

Pero su concentración estaba lejos de aquellos alegres programas. Su mente estaba algo hilarante, porque Chanyeol le había hecho galletas, y eso hacía que un tenue calorcillo se instalara en su rostro.

 

 

-

 

 

—¡Están geniales! —exclamo sonriente Soyou, con unas cuantas migajas en la comisura de sus labios, los cuales limpio, para rápidamente sacar otra galleta de la caja encima de la mesa, llevándosela a la boca, saboreándola.

 

—Eres bueno en esto Chanyeol. —le alago la anciana con una orgullosa sonrisa. Y Chanyeol le sonrió mucho en respuesta. — ¿Quieres aprender a hacer más cosas? ¿Más postres?

 

—Me encantaría. —dijo alegre— ¿Recuerda la cafetería que visitamos el otro día? Yo quisiera aprender a hacer las cosas que ahí preparaban. —con una mirada de ruego, espero.

 

—¿Estás interesado en eso? —el alto asintió efusivamente— Entonces te ayudare en todo lo que pueda. —sonrió amable. La anciana esperaba que así como Chanyeol, su pequeña Soyou también se interesara por algo, que sintiera pasión por algún oficio.

 

 

-

 

 

Durante dos largas semanas, Chanyeol aprendió todos los días en el departamento de la anciana, junto a Soyou. Evita a toda costa las preguntas de su amo, esperando darle una gran sorpresa cuando tenga mucho más conocimientos. Baekhyun se deja distraer por los postres y bebidas que Chanyeol prepara en el departamento, sintiéndose muy alagado de que el alto le diera de sus creaciones culinarias.

 

En los últimos días de la semana, Chanyeol recibe una pregunta inesperada. Soyou no está en casa, su ama la había mandado a comprar algunas cosas a la tienda cercana.

 

—¿Te gusta? —le pregunta refiriéndose a Soyou.

 

Chanyeol es un manojo de nervios  por la muy repentina pregunta y no puede articular palabras, porque la mirada de la anciana es muy seria, y no sabe con certeza que contestar. Se suponía que sentía algo por su dueño, pero eso estaba prohibido. Hasta el momento solo había estado olvidando ese sentimiento, dejándolo enterrado, pero no pensó en volver a sentirlo por alguien más.

 

—Entiendo que aun sean muy jóvenes ambos, pero siento que no me queda mucho. De hecho —la anciana bajo la mirada a las manos en su regazo— Mi doctor me receto el vivir en una casa más amplia, en otro ambiente, este apartamento al parecer no es tan bueno para mi salud, y ya he encontrado un lugar. Nos mudaremos pronto. Pero quiero saber si sientes algo por mi Soyou. Si es así, me gustaría mucho que vinieras con nosotras, no me gustaría separarlos. Hablare con tu dueño si es necesario, haré todo lo posible.

 

Chanyeol respiro profundo ante la revelación de aquella información. De verdad aquella mujer quería demasiado a Soyou. Pero aun no podía decir con seguridad que el sentía algo más allá de la amistad por la chica.

 

—No había pensado en esa posibilidad, digo, um. —Chanyeol tosió en nerviosismo— Debería pensarlo. —contesto al final, temiendo que si daba una negativa pudiera causarle algún tipo de daño a la anciana mujer.

 

La tierna sonrisa de la anciana hizo que se relajara un poco, pero no sabía que había detrás de ella, ¿qué estaría pensado la anciana sobre lo que había contestado?  

Notas finales:

Ha llegado el fantasma de la heterosexualidad >:D (?

No odien a Soyou ;_; de híbrida es bien apapuchable <3

En este no hay salseo, pero en el próximo quizás(?) (sé que más de una se preguntara por el xD)


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