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El destino no se puede cambiar por Hao Asakura

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El menor permaneció sentado con los ojos muy cerrados y se aferró al barandal nuevamente.

-ah-dijo por debajo de su aliento- creo que me rompí el tobillo.

El pánico en la mirada de Edward estuvo a punto de rebelar que sabia lo de la enfermedad de Al.

-¿Como que te rompiste el tobillo?- preguntó casi susurrando- ¿Quién se rompe el tobillo por bajar un escalón?

-¡Yo!- gritó Alphonse molesto- b-bueno probablemente di un paso en falso sin darme cuenta... no estoy seguro de que este roto luego de todo, tal vez sólo es un desgarre.

Intentó levantarse sujetándose del barandal, pero solo el intento le hizo gritar.

-¿Que pasa Allá?- Winry se asomó desde arriba.

-Al se lastimó-

La joven bajó corriendo las escaleras.

-¡No es nada! ¡No es nada!- se apresuró a decir el menor de los Elric, cuando ella los alcanzó mirándolo asustada

-No puede levantarse- Informó Edward ignorando a su hermano.

-Escuche gritos ¿están todos bien?- dijo el doctor Marcoh apareciendo en la entrada de la casa.

-Sólo di un mal paso.

Marcoh se inclinó para revisar el tobillo de Al.

-Se está hinchando demasiado rápido para ser solo un tobillo torcido- dijo Marco tocando con cuidado.

-¡Oh! ¡No haga eso!

-¿Duele demasiado?

-...

- Voy por mi maleta.

-Yo se la traigo Doc- Se ofreció Edward ya a medio camino.

Cuando volvió, Marcoh ha había dibujado un pequeño círculo de transmutación bajo el pie de Al.

-¿Lo curaste con alquimia doc?

Marcoh estaba pálido, tenía los labios secos y titubeo un poco antes de responder.

-N-no he podido hacerlo del todo.

-¿Qué?

El Médico tragó en seco, luego se reconvino y trató de usar una voz llena de confianza.

-Si se lastimó, pero pude cerrar la mayor parte de la fisura... es muy poco lo que queda ¡Así que sólo tenemos que vendar firmemente y encima sólo un poquitín de yeso! Tendrá que usar una muleta un tiempo pero...

Al sonreía mirando a Edward como siempre que quería calmar las cosas.

-Qué remedio- suspiró el rubio haciendo acopio de todas sus fuerzas para que no le temblara la voz. Sabía lo que significaba aquello: Si esa lesión no podía ser totalmente sellada es porque las células en los huesos de Al ya no estaban respondiendo.

-Lo...

-Cállate Al, si te disculpas una vez más te golpearé.

Ed abrió el maletín y sacó venda, gasas y otras cosas que le fue pidiendo Marcoh, que preparaba una inyección.

-Para el dolor- dijo mientras se la aplicaba al menor directamente en la pantorrilla- empezará a hacerte efecto mientras te pongo el vendaje y el yeso, luego podemos moverte a la sala... Winry podrías traerme un balde con agua por favor? Entre más fría mejor.

-Claro.

-No tenemos muletas, pero la silla de ruedas servirá mientras ¿no?

-Gran idea Ed.

-Voy- dijo el rubio yéndose para la casa Elric.

-Realmente no duele tanto, puedo ir a la sala creo- sonrió Al cuando él y Marcoh se quedaron solos.

-Qué impaciente, no se te olvide que aquí yo soy el médico- Marcoh ya estaba estirando un poco la primera venda y comenzando a colocarla delicadamente alrededor del tobillo de Al, sus manos eran hábiles y expertas, sabían cómo colocar el tejido sin siquiera rozar la piel, conocían de memoria el grado de ajuste y presión que debían ejercer sobre el área lesionada.

-Está...

-Sí.

-Está avanzando...

-Sí, Al.

-...

-¿Tienes miedo?

-No realmente, más que todo me duele que ya no los veré más.

-Bueno no estés tan seguro de eso.

-Vaya doc Marcoh, ¿Insinúa que seré un fantasma o algo así?

-Nadie sabe a dónde vamos al cruzar más allá de umbral de la puerta ¿o tú tienes alguna idea?

Al se encogió de hombros.

-Mi cuerpo estuvo atrapado mucho tiempo "del otro lado" pero nunca fui más allá del umbral, de ser así hubiese sido imposible regresar.

-Pero viste la verdad, igual que Edward.

-Él la vio durante más tiempo que yo, aún así supongo que sobre el misterio de la muerte llegamos a la misma conclusión, de no ser así no hubiera hecho cuanto estuvo en sus manos para recobrarme.

-¿Y cuál es esa dichosa conclusión?

-Qué lo único que vale verdaderamente la pena en toda la existencia es estar vivo, y tener un cuerpo para disfrutarlo.

Marcoh Sonrió.

-Si ustedes lo dicen, debo tomarlo como cierto.

-Quizá vea a mamá y papá.

El médico miró cariñosamente a Alphonse y asintió con la cabeza.

-Tienes que ser fuerte.

-Si.

-Aquí está el agua.

-Gracias Winry, justo a tiempo, vamos a meter estas gasas con yeso ahí...

Un par de horas más tarde Al estaba sentado en su silla de ruedas con cara de circunstancias.

-Y ahora.

-Pues ahora tienes que recuperarte.

-Los niños se van a sobresaltar cuando vean el yeso- suspiró Winry.

-Vamos a darles crayones para que dibujen en él- dijo Ed- Bueno, si me disculpan tengo que ir un rato al pueblo.

-Te acompaño- dijo Marcoh- tengo un paciente que atender.

-¿Estarás bien Al?

-Si nii-san no te preocupes, no me duele para nada.

-Voy a procurar no tardarme, ¿Winry te hace falta algo del pueblo?

-No cariño, que les vaya bien, vuelve pronto- dijo Winry- Gracias por todo doctor.

-Llámenme de inmediato si ocurre algo- dijo él dando un beso a Winry.

-Lo haremos.

-Al, cuídate.

-Gracias.

-Estaré de regreso lo más pronto posible.

-Que calor- Winry cerró las cortinas, sabía que esos dos no iban al pueblo ni nada parecido- ¿Quieres un libro Al? ¿Te traigo agua?

-Agua está bien.

-Tengo que volver a trabajar arriba en un momento más, ¿te molestaría gritarme en cuanto los niños despierten?

-Sí, trataré de explicarles...

-No, llámame de inmediato, tu yeso aun no está bien seco y no queremos que lo toquen aún cosa que no podrías evitar, o peor aún que tropiecen y te caigan en el pie o algún accidente así.

-Mmm es verdad, Van es demasiado parecido a Ed.

-Oye Al, ¿puedo preguntarte algo?

-Yep.

-¿Qué tan serio es?

-Tal como dijo el doc, sólo quedó una pequeña fisura.

-Pero, al no poder cerrarlo completamente significa...

-Sí, la alquimia ya no está resultando suficiente para agrupar mis células.

-¿Te duele?

-No, el doc me ha inyectado, obviamente no mencionó que era.

-¿Morfina?

-Y otras cosas, así que en estos momentos estoy bien, sólo un poco mareado.

-Al...

Alrededor de una fría mesa de metal, se encontraban el doctor Marcoh, Wrath y Edward, había un montón de libros y hojas con anotaciones que Ed iba leyendo y poniendo en orden.

-Esta es una lista de sustancias con las que deberíamos probar- dijo Wrath.

-Vamos a mezclarlas en diferentes grados, me temo que algunas son peligrosas en exceso una mala combinación y podríamos hacerle daño en vez de ayudarlo.

-No te preocupes para eso estoy yo.

-Yo me encargaré de transmutar la medicina.

-Hay varias formas de hacerlo, podemos transmutar píldoras o inyectables... también introducir los químicos directamente en su cuerpo vía transmutación ¿alguien tiene ideas para círculos?

-He examinado cada libro de símbolos y armado círculos hasta ahora el más efectivo ha sido aquel que usamos para reagrupar sus células óseas, lo siento, no tengo nada más.

-Partiremos de ese y le haremos modificaciones, por favor dibújelo en esta hoja doc- tendió Edward.

-¿Esencialmente que hay que hacerle a sus huesos? Si el problema es que su misma sangre los lastima tal vez haya que trabajar en su sangre y no en los huesos.

-Eso estaba pensando- dijo Edward y luego tragó en seco- y... ¿y si el motivo porque no puede curarse está en la sangre con que lo sellé?

-No había pensando en eso- murmuró Marcoh.

-Más vale que no- dijo Wrath cruzando las piernas- tendrías que regresarlo a la armadura para mantenerlo vivo.

-¡Eso es!

-¡No Edward!- gritó Marcoh

-¡Si lo regresamos a la armadura podremos ganar más tiempo para hallar una cura!

-¿Y cómo lo regresarás? ¿Tienes algo más para dar?- argumentó indignado el médico.

-Mi cuerpo.

-No seas ridículo- gruño Wrath.

-Además ¿Qué vas a decirle a Al? "¿Déjame regresarte a la armadura?"

-Nos va a mandar a todos a la mierda- dijo el pelinegro frotándose los ojos como si tuviera jaqueca.

-Bueno entonces hagamos algo antes de cualquier estupidez, Wrath, copia los componentes de la sangre de Ed en la tuya.

-Ok- Wrath cerró los ojos.

-¿Qué ves?

-Mmmm nada en especial, sus células son normales.

-Lo son ahora que ha dejado de ser alquimista.

-¡Mierda! Es verdad- gritó Ed apretándose la cabeza con las manos- Mi sangre es distinta ahora.

-Quiza haya una manera de saberlo.

-¿Cuál?

-Analizando el cuerpo de Hohenheim.

-Pero eso significaría...

-Da igual, ya exhume antes el cuerpo de mi madre, los huesos del viejo no me van a hacer llorar.

 


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