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Las cruzadas por yue-sama

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Notas del capitulo:

wow!!!! me queda decir que nunca habia recibido 46RW!!!! y mucho menos llegar a los 103 Rw en tres capitulos....

estoy muy agardecida por darme este apoyo.

sigo enferma pero aqui me esforze por traerles este cap.

espero les guste, me gusto mucho escribirlo, espero que les guste tambien.

IMPORTANTE!!! SE CIERRAN VOTACIONES! 

se que pudieron votar, y respeto cada uno de sus votos, si no confian en mi palabra pueden revisar por ustedes mismas y reclamar.

BUENO AQUI LAS VOTACIONES!!!

SASUNARU: 14 votos.

GAANARU: 6  votos. con el de mi beta 7

NEJINARU: 2 votos

ITANARU: 28 votos con el de mi beta y otra amiga 30

tambien hubo mencion de lemon con SAINARU.

si abra asi que tranquilas!!!

bueno asi es todo que disfruten el cap.

—¿Se te ocurre algo?

 

 

—Soy un fracaso planeando estas cosas…

 

 

—Yo igual —aceptó Itachi de manera triste—. Se suponía que esto iba a ser fácil…

 

 

—No sé si hay que hacer demasiado daño o no; si tengo que comenzar lento o estructurarlo bien…

 

 

—Creo que nos estamos adelantando…

 

 

—Traté de decírtelo pero te cegaste al enojo y…

 

 

—Lo sé—le cortó.

 

 

Habían pasado la mayoría de la noche, quebrándose la cabeza para planear una venganza digna para poder sanar las heridas que tenían, pero nada, absolutamente nada venía a sus cabezas, eran ya altas horas de la madrugada y todavía seguían en eso.

 

 

—Creo que mejor hay que dejarlo aquí por el momento y seguimos después.

 

 

Itachi reaccionó y lo miró, se quedó fijo, era la primera vez que le veía bien, aunque estuvieran en penumbras y solo las tenues luces de los edificios que entraban por su gran ventanal les daban luz, pudo ver lo delicado que era ese rubio, lo bonito que se veía aun con el labio partido, su pelo desordenado y su silueta, ¿cómo Sasuke le había podido hacer algo así?

 

 

No comprendía como su hermano había sido capaz de lastimar a ese ángel, y odiaba más a su corazón por sentirse tan oprimido al enterarse qué clase de persona era su rubio, su amor y su mundo, se había fijado en la persona equivocada.

 

 

—Estás loco—murmuró y Naruto arrugó el ceño, se veía muy bonito haciendo eso también y por fin sonrió– ya es muy tarde, ¿cómo quieres que te deje ir así?

 

 

—Podrías ser caballeroso y llevarme —hizo el intento.

 

 

—Ni hablar, no tengo carro.

 

 

—¿¡Qué!? ¿En qué te movilizas?

 

 

—En mi bebé —dijo sonriente.

 

 

—Déjame adivinar… Una bicicleta —dijo burlón, aunque con el atuendo que Itachi se manejaba dudaba que se tratara de una bicicleta.

 

 

—Casi… Mi bebe es una Harley.

 

 

—Debí imaginarlo, no quiero perder mi vida gracias, ahora si me permites me iré en taxi.

 

 

—¿Crees que te dejare ir? Eres como mi cuñado y cuando te veo solo pienso en violación… —se cortó al ver como Naruto se había puesto rojo y analizó lo que había dicho, dándose cuenta de que eso no había sonado muy bien—. Yo-yo —se había puesto nervioso.

 

 

—Vale —cortó el momento incómodo—, pero tengo un hijo que cuidar.

 

 

—… —Itachi se quedó callado—. Tengo que conocerlo…

 

 

—Oh sí... Lo harás, solo que a su tiempo, tienes que comprender que…

 

 

—Lo sé, él no sabe nada de nosotros y tampoco pensabas decirle ¿no es así?

 

 

—Si así es —y el silencio volvía a reinar.

 

 

Itachi vio al rubio temblar, sabía que su departamento era un poco frío pero él no lo sentía ya que la mayoría de las veces la pasaba con Deidara, abrazados o teniendo sexo y el frío nunca llegaba.

 

 

Apretó sus puños, todo era tan reciente, se dio la vuelta y entró a su cuarto, buscó por todos lados un par de cobertores y salió, tuvo que correr para jalar a Naruto ya que este estaba abriendo la puerta.

 

 

—Oye ¡sí que eres necio!

 

 

Naruto lo vio como si mirara un extraterrestre.

 

 

—Pero… pensé que esa era tu manera de decirme que me fuera.

 

 

—Solo fui por esto.

 

 

Itachi extendió el cobertor y se lo paso por los hombros a Naruto envolviéndolo para que así ya no tuviera frío, el rubio sonrió y agradeció el gesto, lo sentó en el sofá y él también se envolvió en la cobija, era duro darse cuenta cuán frío y solitario era su gran departamento estando solo.

 

 

¿Qué horas eran?

 

 

Se quedó pensando largo rato en un silencio impenetrable, si hubiera sido más atento se hubiera dado cuenta que durante las horas que estuvo con Naruto, el rubio había estado cabeceando una que otra vez, se estaba muriendo de sueño y le dolía el cuerpo, pero no lo notó, así que cuando la cabeza de Naruto calló en su hombro se sorprendió. No se movió pero aun así no se sentía cómodo, Naruto estaba absolutamente dormido, como si nada pasara. ¿Cómo Naruto tenía esa fuerza?

 

 

Él estaba tan destrozado por dentro, admiraba el coraje y la fuerza del pequeño doncel. Y el siendo varón estaba ahí lloriqueando, literalmente, las lágrimas se le salieron por primera vez en toda la noche, después del enojo todo se había enfriado en él y le dejaba su cruel realidad, sus lágrimas caían silenciosas por sus mejillas y tuvo miedo de mojar a Naruto pero este parecía una roca dormida, así que no dudo en tomarlo de almohada, lo abrazó de la manera más delicada que pudo y trató de compartir su dolor aunque el otro estuviera prácticamente inconsciente.

 

 

Pero los brazos que le devolvieron el abrazo lo sorprendieron e hicieron que quisiera apartarse, pero Naruto lo paró y dijo suavemente:

 

 

—Sé que duele… pero el tiempo lo cura, si quieres un consejo… No te encierres en ti mismo y no llenes de corazas tu corazón o te harás un amargado como yo y no veras los días a color sino a blanco y gris, se feliz y ya.

 

 

—Gracias.

 

 

—Ahora déjame dormir.

 

 

Naruto lo empujó soltándose de los brazos de Itachi, todavía no se sentía cómodo estando cerca de la sangre Uchiha, se acostó a lo largo del sofá y se arropó bien en los cobertores, haciéndose una bolita, aprovecharía las pocas horas que quedaban para amanecer, daba gracias que fuera viernes, el sábado lo tenía libre.

 

 

Solo cerró sus ojos y ya. Toda esa noche había sido una locura, sin querer y sin buscarlo ahora tenía un aliado.

 

 

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La mañana llegó y el sol le dio de lleno en la cara, Itachi arrugó su ceño y abrió sus ojos, sentía un peso extra en sus piernas, además de que su cuerpo estaba entumecido por la posición en la que se había quedado dormido, se sobó el cuello y vio como las inquietas piernas del rubio descansaba desparramadas en sus piernas y una en el suelo, le dio gracia, así que sonrió, se cercioró de que no babeara porque de ser así, se reiría de él.

 

 

Se paró con cuidado de que Naruto no se despertara, no era tan animal para despertarlo cuando había sido su culpa haber estado despiertos durante toda la noche.

 

 

Fue a la cocina para hacer el desayuno, era bueno en eso, su hobby era la batería, pero si Sasuke y Deidara no lo hubieran convencido de entrar en la banda, el estaría en el mejor puesto de un prestigioso restaurante de 5 estrellas, era un chef graduado y sus comidas eran deliciosas y ni qué decir de sus postres.

 

 

Ahora comenzaba a cuestionarse si había valido la pena dejar su sueño solo para ser famoso y estar en una banda.

 

 

Estuvo pensativo mientras hacía las cosas de manera automática, ya casi estaba el desayuno así que aprovecho en hacer algo dulce para su sobrino, de verdad quería conocer a ese pequeño, solo rogaba a Dios que no se pareciera a Sasuke, aunque estaba consciente del porqué Sasuke era así… Debió ser un mejor hermano y cuidarlo de eso, pero ahora ya no podía hacer nada, el daño estaba hecho.

 

 

Hizo la mezcla para hacer unos deliciosos cupcakes de frambuesas y limón, puso la mezcla en recipientes y los puso en el horno, fue al refrigerador y agarro un vaso con jugo que había guardado el día anterior, cuando se volteó Naruto estaba enfrente y sin querer le tiró todo el jugo en sus pantalones. El rubio pegó un brinco y lo miró con ganas de matarlo.

 

 

—Genial, la mejor manera de comenzar el día —anotó otra cosa sobre su “cuñado”, era muy sarcástico.

 

 

—Fue tu culpa, no te escuché, te pondré un collar con cascabel.

 

 

Naruto lo mató con la mirada y estuvo seguro de que iba a pegarle, sin embargo; el rubio se dio la vuelta y masculló —No soy un gato—, pues lo parecía, porque en esos momentos parecía engrifarse.

 

 

—Tranquilo fiera —se burló Itachi,

 

 

—Eran mis pantalones favoritos.

 

 

—¿Te presto unos de cuero? —solo quería “remediar” lo que había hecho.

 

 

—¡Oh, claro! —dijo con una sonrisa oculta, eso le dio malas vibras a Itachi pero aun así se dirigió a su cuarto.

 

Naruto comenzó a quitarse sus pantalones, quedando en unos bóxer apretados, bueno no es como si tuviera pena, ya muchas personas le habían visto desnudo e Itachi solo sería uno más, pero quizá no era lo correcto, así que se pasó por la sala al mismo tiempo que la puerta era tocada e Itachi paraba su ida a su cuarto para ir a atender la puerta, lamentablemente no era una muy grata visita.

 

 

Itachi se quedó de piedra, frente a él estaba Deidara con una radiante sonrisa, tan hermoso y descuidado, con una coleta en alto y vestido a la moda como siempre, sus piercings le daban un toque sensual. Tuvo que contenerse para no hacer algo estúpido.

 

 

—Buenos días mi amor —quiso abrazarlo y besarlo pero Itachi se hizo para atrás, algo que él no podía ser era hipócrita, y si no se sentía bien como estaba lo demostraría—. ¿Qué pasa?

 

 

Deidara pudo divisar por encima del hombro de Itachi a otro rubio agarrando un cobertor para envolverse y claro que no había pasado por alto que solo andaba en boxers y un camisa pegada, eso le molestó.

 

 

—¿Qué haces aquí? —dijo seco.

 

 

—Venía a desayunar con mi prometido, pero veo que ayer te divertiste ¿eh? —dijo rabioso.

 

 

—No estoy tan lejos de lo que tú también hiciste. Me cansé de esperarte y me fui.

 

 

—¡¡Con el primer puto que se parece a mí!! —gritó enfadado—. ¿¡Quién te crees Itachi!?

 

 

Itachi se contuvo para no gritarle y llorarle todo lo que sentía.

 

 

—No digas eso —dijo tranquilo

 

 

—Yo te soy fiel y mira como me pagas.

 

 

Eso era el colmo ¿¡Cómo se atrevía!?

 

 

El enojo se albergó en su cuerpo así que cuando Naruto pasó cerca para ir a la cocina a ver los platos de comida lo jaló abrazándolo por la cintura y le beso el cuello, Naruto no supo cómo reaccionar, hasta que vio la cara de su hermano, primero se confundió para después pasar a la incredulidad y por último al enojo.

 

 

—No te han dicho que tu hermano es hermoso —dijo con voz ronca Itachi apretujándolo más contra él— y delicioso—delineó con su lengua el esbelto cuello de Naruto haciendo que este jadeara.

 

 

—¡¡Cómo te atreves!!! —explotó Deidara tratando de golpearlo pero Itachi apartó a Naruto y recibió el golpe—. ¡Escúchame!

 

 

—No, ¡¡tú escúchame!! —dijo fuerte—. No quiero saber nada de ti y ciertamente ya no hay ningún compromiso.

 

 

—Este, este… — señaló a Naruto—. ¡¡¡Te ha lavado la cabeza!!! ¿Qué te pasa amor? —dijo desesperado— ya te dije que mi hermano –Naruto pensó “descarado, todavía me llama hermano”— tiene problemas de la cabeza e inventa muchas cosas.

 

 

Itachi iba a hablar para ponerlo en su lugar pero el rubio menor se le adelantó dándole un fuerte golpe a Deidara y agarrándolo del cuello de la camisa lo acercó a él y le susurro enojado, prácticamente escupiéndole las palabras a la cara.

 

 

—Espero… que te des cuenta de todo el daño que has causado, todo lo malo se devuelve.

 

 

Naruto lo empujó y le cerró la puerta en la cara.

 

Sentía que le faltaba el aire, estaba a punto de explotar ya ni sentía el suelo bajo sus pies, quería romperle la nariz pero se controló, podía demandarlo y no quería eso.

 

 

Ni cuenta se dio cuando Itachi le tiró los pantalones de cuero en la cara y se sintió incómodo cuando éste le vio las piernas.

 

 

—Oye mis ojos están aquí —dijo molesto

 

 

—Perdón y perdón.

 

 

—¿Doble perdón?.

 

 

—Te usé…

 

 

—Voy a pensar que fue el comienzo de algo… infantil, como tu venganza.

 

 

—Podríamos ponerlo así —sonrió—, ahí está el baño.

 

 

—Olvídalo, me iré después de comer.

 

 

Itachi regresó a la cocina pensando en lo que había hecho y Naruto se sentó en el sofá, y se probó los pantalones, como pensaba le quedaban grandes, suspiro, no quería ir por todo el camino así, además Itachi le había hecho muchas, ya sabía cómo cobrárselo.

 

 

Pantalón favorito por pantalón favorito. Sonrió macabramente y se puso a buscar tijeras por todo el departamento, cuando las halló se dispuso a cortar el largo del pantalón de cuero hasta dejarlos en unos short y luego buscó un gancho para agarrar lo que le sobraba.

 

 

Daba gracias por trabajar en la moda, cosas así pasaban y él se encargaba de arreglarlo.

 

 

Se los puso y se los acomodo, se veían tan bonitos en él.

 

 

—Oh Dios… No —solo tuvo que escuchar eso para sonreír.

 

 

—Me quedaron geniales ¿no lo crees?

 

 

—¡¡Los arruinaste!! ¡¡¡Solo eran prestados!!! —dijo Itachi.

 

 

—Favorito por favorito, ¿no te parece justo?

 

 

—Creo que comienzo a odiarte…

 

 

—Tu sangre y tu ADN tampoco me gustan.

 

 

Itachi se quedó callado y solo señaló la comida en la mesa, los dos se sentaron, y comenzaron a comer, Itachi no iba a hablar con ese rubio mata pantalones, estaba resentido pero aun así estuvo pendiente de la reacción de Naruto al probar su comida.

 

 

—¡¡Ohh!! Delicioso —exclamó—, ¿tú lo hiciste, no pediste a domicilio?

 

 

—Gracias por las esperanzas.

 

 

—¡No hay de qué!

 

 

—Sí, yo lo preparé.

 

 

—¿Aprendiste de tu mamá? —dijo curioso.

 

 

—No —dijo tajante, ese no era un tema que podía tocar— fui a una de las mejores escuelas culinarias.

 

 

—¡Espera, espera! ¿¡Eres chef!?

 

 

—Sí.

 

 

—Pero, pero…

 

 

—Lo deje de lado por unirme a la banda.

 

 

—Vale, eso si no me lo podía imaginar. ¿Así que si eres todo un chico sano?

 

 

—Tengo mis propios demonios Naruto, no te dejes llevar.

 

 

—Cada uno los tiene.

 

 

Y el silencio se hizo presente de nuevo, así que comieron y cuando terminaron, Naruto recogió los cupcakes para su hijo y agradeció todo, cuando estaba por irse, se detuvo antes de salir y miró de reojo a Itachi que estaba tomando agua.

 

 

—El comienzo de una venganza podría ser, dejar la banda y anunciar tu rompimiento con Deidara. No afectaría mucho pero sería algo, tendrían que buscar nuevo baterista y esperar para reanudar sus conciertos y sería un golpe en la moral a Deidara al sentirse dejado por su prometido. Piénsalo.

 

 

Después cerró la puerta. Ya había dejado una idea, y estaba en las manos de Itachi hacerlo o no.

 

 

Llegó a su casa y se encontró con la escena de Gaara correteando tras un Sakuya desnudo.

 

 

—No, no, no. ¡¡¡No quiero!!!

 

 

—¡¡Ven para acá Sakuya!! Ya estas grande para estar haciendo esto.

 

 

—¡¡No!!

 

 

—Te metes en ese baño ya o te arrepentirás Sakuya —dijo serio.

 

 

Gaara comenzó a correr más rápido y Sakuya también, Naruto suspiró y agarró de la oreja a los dos.

 

 

—¿Qué demonios está pasando?

 

 

—¡Tu hijo del demonio no quiere tomar una ducha!

 

 

 

—¿Por qué? —dijo Naruto.

 

 

—Porque es muy temprano —rugió Gaara fastidiado—. Deberías inculcarle mejores hábitos.

 

 

—Muérete —empujó a Gaara—. Vamos Sakuya al baño y ya, sino, no te daré estos cupcakes.

 

 

No tuvo que decir más para que su hijo fuera a bañarse.

 

 

—No deberías sobornarlo así —dijo Gaara.

 

 

—No lo conoces, es tan testarudo.

 

 

—Oh vale bro, pero sí que conozco a alguien así —le vio directo a los ojos.

 

 

—De tal palo a tal astilla, ¿no? Toma.

 

 

Le tiró un cupcake y Gaara sonrió.

—Gracias —le dio un pequeño beso de pico—. Esos no eran los pantalones, que te vi ayer. No me digas que… Huuu sí que no pierdes el tiempo.

 

 

—Tan equivocado, pobre ingenuo. Creo que dejaré de abrirle las piernas a muchos.

 

 

—A mí no ¿verdad? —dijo como un cachorro.

 

 

—Lo estoy pensando seriamente.

 

 

—¿¡¡Qué!!? —chilló.

 

*

*

*

 

Habían pasado unas semanas y claro que la bomba de noticia se hizo nacional.

 

NOTICIA DE ÚLTIMA HORA

 

 

El integrante de la banda AIKU, Itachi Uchiha, la abandona, y con ella abandona el sueño de casarse con el otro integrante de la banda, Deidara Uzumaki.

 

 

Al parecer ya no hay amor entre esos dos y se rumora la infidelidad por ambas partes. Y qué decir de los integrantes de la banda, ninguno está contento con la decisión de Itachi, pues será difícil reemplazarlo.

 

 

¿Cuáles serán los motivos de abandonar la banda, que lo lanzó al estrellato y dejar al prometido que tanto había amado?

 

 

 

¿Qué estará pasando a puertas cerradas?

 

 

La conferencia se llevará a cabo el día sábado a las 5 pm, en el hotel central, donde Sasuke Uchiha se hospeda.

 

 

Quizá la verdad salga a la luz.

 

 

Naruto no podía estar más feliz al ver las imágenes que habían podido captar, Itachi había hecho lo más vergonzoso que pudo para humillar a Deidara.

 

 

En las imágenes salían como delante de muchas personas, Itachi le quitaba el anillo de compromiso a un Deidara enfadado.

 

 

El primer paso ya estaba hecho, ahora el segundo tenía que ser ejecutado, habían estado planeándolo un poco y vaya que se divertirían haciéndolo.

 

 

Su celular comenzó a vibrar.

 

 

—¿Hola?

 

 

—Soy yo —era Itachi.

 

 

—¡Bravo!… Toda una obra de arte —dijo burlón.

 

 

—Ya hice mi parte, ahora te toca a ti.

 

 

—¿Te he dicho que este plan es infantil?

 

 

—Tómalo como quieras, suerte —pudo escuchar la risita.

 

 

Naruto suspiró, sabía que después de esto todo se iba a poner serio, ya que con lo que iba hacer, le iba a declarar la guerra a esos dos.

 

 

Se paró y se preparó, salió de su casa, y se dirigió a un salón de belleza, no es que él quisiera ponerse bonito sino que ahí había alguien a quien le iba hacer la vida imposible.

 

 

Se infiltró lo mejor que pudo con su pase de diseñador de modas, y así se escabulló hacia dentro buscando a su presa, dio con él rápidamente, estaban a punto de ponerle un tratamiento en su cabello, largo y sedoso, y a hacerle unos rayos dorados.

 

 

La chica se fue a buscar el tratamiento dejando a Deidara que tenía una mascarilla con pepinos en los ojos así que no lo podía ver, se puso detrás de él y comenzó a mojarle el pelo, se fue a la estantería de tintes, buscó el peor color que encontró y no tardó en ponerlo en el pelo de Deidara

 

 

Hizo su maldad y tuvo que sobornar a la chica que lo estaba atendiendo, así iba disfrutar más su reacción.

 

 

Tuvo que esperar un tiempo para que el tinte se pegara, cuando al fin sucedió, volvió a lavarle el cabello dejando ver el color, sonrió con burla al verlo, era un rosado fuerte y chillante que dañaba los ojos, se lo envolvió en una toalla, y lo llevó hacia el espejo entonces agarró unas tijeras y cuando quitó la toalla pudo escuchar un claro “¡Ohhh!” en todo el salón de belleza, eso hizo que Deidara se quitara los pepinos y mirara al espejo quedando de piedra.

 

 

Su cabello… ¡¡su hermoso cabello!! Era horrible, estaba por gritar pero un jalón en su pelo lo detuvo y pudo ver claramente como Naruto le pasaba las tijeras por el mismo y lo cortaba.

 

 

¿Qué demonios había…?

 

 

—¡¡¡¡Aghhh!!!! —gritó enojado y Naruto sonrió.

 

 

Le había cortado el pelo hasta dejarlo por arriba de sus hombros y totalmente disparejo.

 

 

Deidara estaba por golpearlo pero Naruto salió corriendo sin mirar atrás.

 

 

Deidara: Listo.

 

 

Qué cosas hacía, se puso a reír en la calle, se había sentido bien. Demasiado bien, ahora solo tenía que esperar a que fuera sábado para ir por su siguiente víctima.

 

 

Cuando llegó el sábado se sintió preparado. Se arregló lo mejor que pudo, se puso sus mejore ropas y se maquilló un poco, vaya que se veía atractivo y la nalgada que le dio Gaara se lo confirmó.

 

 

—Oye… ¿no quieres quedarte y pasarla bien? —dijo seductor.

 

 

—No lo creo.

 

 

—Cuando te ves así… mi libido crece y me dan ganas de azotarte contra la pared.

 

 

—Tranquilo fiera, será para después, prometo vestirme de gatito si quieres.

 

 

—Hecho —sonrió.

 

 

—Ahora suéltame se me hace tarde. Cuida bien a Sakuya.

 

 

—Siempre lo hago, ahora vete.

 

 

A las fueras Itachi le esperaba recostado en su moto, al verlo sonrió, le dio su casco y le invitó a montarse.

 

 

—¿Quieres acabar con mi vida?

 

 

—No lo creo…

 

 

—Arruinare otro par de pantalones, ¿piensas darme otro de los tuyos?

 

 

—Nunca. Anda súbete no te pasará nada, hasta vas a pedir por más.

 

 

—Te voy a meter las uñas.

 

 

—Eso me gusta —dijo burlón.

 

 

Naruto rodó los ojos y se subió atrás de Itachi abrazándolo y metiéndole las uñas anticipadamente, Itachi sonrió y arrancó con todo, quería cobrársela por sus pantalones, Naruto pegó un gritillo de terror al sentir como la moto iba a toda velocidad.

 

 

 

—¡¡¡Estás loco!!! —gritó.

 

 

Itachi no le hizo caso y aceleró más; y las curvas las tomaba de manera más peligrosa para hacer sufrir al rubio.

 

 

Cuando llegaron y se estacionaron, Naruto se bajó temblando, y le lanzó el casco a la cabeza dándole de lleno por lo que Itachi comenzó a reírse con fuerza.

 

 

—Me las vas a pagar —farfulló Naruto.

 

 

Y comenzó a caminar solo sin esperar a Itachi.

 

 

—¡¡Oye!!

 

 

—¡¡Vete al demonio Uchiha!! ¡Todos son unas bestias! ¡Acaso no tienen corazón! ¿¡Qué pensabas, ibas a dejar sin padre a mi hijo!? ¡Siente mi corazón desgraciado! ¡¡Está por salirse!! — explotó y era verdad su corazón latía rápido.

 

 

—Ya tranquilo, solo fue un paseo en mi bebé.

 

 

—De regreso me voy a pie, muchas gracias —dijo irónico dándole de nuevo la espalda para dirigirse al hotel.

 

 

Y se alegró, llegaba en el momento justo, la conferencia ya había terminado y Sasuke venia saliendo por las puertas principales, tan arrogante como siempre y con sus ropas de alta costura, los periodistas venían atrás de él buscando más respuestas pero Sasuke les ignoraba.

 

 

Naruto se encubrió entre tanta gente y cuando vio el momento adecuado se acercó a Sasuke sin que se diera cuenta metiendo el pie y provocando que Sasuke cayera al piso, aunque no calculo bien y Sasuke fue a dar a un charco lleno de agua sucia y lodo que estaba cerca de ahí, todos los flashes de las cámaras no se hicieron esperar. Sasuke estaba furioso, levantó la mirada encontrándose con un sexy y hermoso Naruto parado, viéndole con una gran sonrisa marcada en su rostro.

 

 

—No te lo he dicho Sasuke. Ya no quiero que me busques, los nuestro es pasado y ahí se tiene que quedar, las noches de sexo… ¡Uhhh mi amor, fueran las mejores!

 

 

Sonrió más al ver como todos los de la prensa comenzaron a tomar nota o a grabarlo, Sasuke se quedó quieto y sorprendido, después frunció el ceño.

 

 

—Te vas a arrepentir dobe —dijo furioso.

 

 

—Está por verse —sonrió.

 

 

Si ese había sido un inicio de algo… infantil.

Notas finales:

gracias por leer.

por favor dejar RW!! saben que me animan y ya se los conteste!!!!

espero que le haya gustado.

nos vemos el proximo martes.


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