9 años atrás…
Creo que la vida es un poco rara a veces, mi existencia es un poco nula… No soy muy popular pero tampoco soy un marcado antisocial y marginado. Podría decirse que estoy en medio.
A mis 14 años casi 15, mi adolescencia es aburrida y casi monótona.
Y porque digo rara, bueno… la vida va para peor, ahora ser loco es normal y lo normal es aburrido por eso hay que ser loco… ¿Lo comprenden? Pues yo tampoco.
Mi familia son mi papá, mi madre y mi hermano mayor, por dos años, y por esos dos benditos años ¡¡lo quieren más que a mí!!
A parte de que soy un doncel, por lo que me ven raro, esa es otra rareza de la vida, ¿desde cuándo los varones pueden tener bebés? Tengo que cuidarme como lo hacen las chicas, y si mi vida amorosa está mal ni que decir de la sexual, me tachan de virgen y puro, la verdad no me importa, es mi virginidad y se la daré al que quiera no al primer imbécil que se me ponga enfrente diciéndome “bonito, abre las piernas para mí”. Imbéciles inmaduros.
Hubo una época en la que las mujeres eran las únicas capaces de reproducirse, desearía haber nacido en esa época, pero ya que, la vida es cabrona.
Voy caminando hacia la escuela, y decir que es el primer día de clases, quise quedarme pegado a la cama y hacer el amor con mi sabana… ok eso sonó raro, solo quería quedarme durmiendo como todos los días de vacaciones y despertar tarde, pero las vacaciones acabaron dejándome a la merced de la escuela.
Apresure un poco el paso al ver que se me hacía tarde, mis papas no se preocupan por venir a dejarme, pero si mi hermano les decía que lo fueran a dejar ahí van los dos idiotas cumpliéndole sus caprichos, siempre fue así, entonces me pregunto… ¿Por qué demonios me tuvieron a mí?
A si ya lo recuerdo.
“Se rompió el condón”
Para que sigo complicando mi nula existencia.
Cuando llegué me metí rápidamente antes de que cerraran los portones, y me dirigí a mi aula, supongo que hay nuevos, o no se…
—¡Hey Naruto!
—¡Demonios! —masculle asustado, tengo alma de pollo después de todo—. Qué mierdas quieres Neji.
—Oh sí la princesa se despertó de mal humor.
—Quería estar en mi cama.
—Yo también disfrutando de los placeres de la vida —dijo pícaro.
Este idiota es mi amigo, hemos cruzado varios grados juntos y no me queda de otra que soportarlo.
—Asco —sonreí.
—Ha entrado nueva pornografía, ¿qué quieres que haga?
—Que seas un chico normal.
—Touche —dijo sonriente—. Sinceramente pensé que tendría que ir a jalarte de la cama para que vinieras.
—Pues como me ves… —le modele un poco
.
—Con más curvas de lo que recordaba… ¿Ya te desarrollaste? —dijo curioso para después acercarse lentamente y pellizcar mis costado.
—¡Idiota! ¿¡¡Qué haces!!?
—Ay tan delicado —pellizcó mi mejilla y le di un golpe en las costillas sacándole el aire, Neji comenzó a tratar de recuperarse, me acerque preocupado pero él me agarró la cabeza y me dio un codazo tirándome al suelo, él también se quedó quieto, le había dolido igual o más que a mí.
Sin poder evitarlo, los dos nos vimos por un rato y nos comenzamos a reír como locos, el profesor llegó y nos miró mal.
—Jóvenes siéntense y en silencio.
No replicamos y nos sentamos.
Decir que fueron las mejores horas de mi vida, es decir una gran mentira y algo que me han enseñado en casa es a no mentir… Ja, ja, ja, vale es mentira, pero igual fueron aburridas y succionaron mi felicidad.
Cuando al fin salimos al receso fuimos a la cafetería, estaba tan llena como en años pasados, no tenía hambre así que fui a apartar puestos mientras Neji hacía sus compras, comencé a buscar caras nuevas y no tardé en hallarlas.
Un chico pelirrojo con ojos demasiado bonitos de color verde, estaba sentado en una esquina sonriendo mientras veía su celular, su ropa era normal, eso quería decir que no era un riquillo, quizá teníamos la misma edad, aunque se veía un poco alto, quizá algún día le hable.
Seguí viendo un poco más, y me sorprendí al ver a unas cuantas chiquillas rodeando a un chico nuevo. Me quede viéndolo fijamente, analizándolo, después sonreí, así que ese era el nuevo ‘”popular y guapo chiquibaby” de las chicas, no estaba para nada mal, era muy guapo, es decir, tenía piel pálida, ojos negros y cabellos del mismo color con algunos reflejos azulados, se veía como todo una estrella de rock. Esa aura de chico malo y misterioso hacía que todos lo vieran y se interesaran en él.
Cuando dicen que el poder de la mirada es fuerte no lo dudo, el chico me volteó a ver y conectó sus ojos con los míos.
—Oh diablos —dije en un susurro, comencé a ponerme nervioso, y cuando se levantó y comenzó a caminar en mi dirección, me paralice, ¿Qué demonios debía hacer?
Mierda.
Me puse muy inquieto y él cada vez se acercaba más, sus ojos me miraban con un tinte burlesco y con sus labios curvados en una pequeña sonrisa, levante mi mano en señal de saludo pero el paso de largo y antes de perderse de mi vista me guiñó un ojo… Acabo de pasar el ridículo de mi vida. Varios se habían echado el rollo y se burlaban de mí. Qué vergüenza… ese maldito bastardo.
—¡¡Hey rubio!! ¿Tengo que ir a Narutolandia para que me hagas caso?
—¡Calla!
—Pero si se te caía la baba por Sasuke.
—¿Lo conoces?—pregunté rápido.
—Cómo no, si me ha quitado a todas las chicas, ahora no puedo encontrar ninguna que quiera estar conmigo gracias a “El súper guapo Sasuke” ostia tío, me tiene arto.
—¿Quién es?
—¡Hasta tú! Imagínate.
—¡¡Vamos!! —insistí.
—Es un chico nuevo.
—Nooo wow, si no me lo dices no me doy cuenta.
—Sabes que ve y averiguarlo todo tú solo.
—Vale, vale perdón, ahora cuenta —le hice ojos de cachorro y él sonrió.
—Es de tercero, este año sale, ya sabes… Sasuke Uchiha, un chico problemático, echado de varias escuelas por tener sexo en la institución y problemas de rebeldía y violencia, familia adinerada y no sé qué más…
—¿Es normal que sepas todo eso?
—No, no lo creo, me infiltré en los archivos, tenía que conocer mi competencia.
Claro, olvidé mencionarlo, Neji era el “súper one” de todas las chicas.
El receso se pasó rápido y tuve que volver junto a un Neji que mascullaba lo perfecto que era Sasuke, no tenía por qué recordármelo si ya lo sabía…
Lo que resto de clases la pasé pensando en él. ¿Qué tenía él, que no podía hacer que lo sacara de mi cabeza?
Lo apuesto de su ser o la humillación y vergüenza que me hizo pasar…
No lo sabía…
*
*
*
Las semanas pasaron y se volvieron meses.
El juego de miradas por parte de Sasuke seguía y cada día me encantaba más verlo, cada día tenía algo nuevo para mostrarme. Un día, me mostró discretamente una de sus cejas, tenía cortada una parte; en otra ocasión me había enseñado que tenía pintalabios en la boca, y otra vez observe su camisa hecha jirones, pero; nunca habíamos hablado.
Una vez me había enseñado un collar con una piedra azul. Y cuando había pasado a mi lado la había puesto suavemente sobre mi mesa para después irse como si nada.
Me la había regalado y yo siempre la ocupaba.
Yo era feliz, nos hablamos con la mirada, y eso es bueno. No todos tienen el poder de hacer eso, las miradas dicen más que mil palabras…
Estoy sentado bajo un árbol tratando de tranquilizarme, había pegado la corrida de mi vida para poder ir a la biblioteca a conseguir los libros que necesitaba, cerré los ojos por un momento y tuve que abrirlos al escuchar jadeos y gemidos. Temí lo peor, pero aun así vi con cuidado, detrás del edificio estaba Sasuke besándose y metiéndole mano debajo de la falda a… la hermana de Neji. ¡Oh mierda! Sí Neji se entera…
No pude evitar molestarme, ¿Qué tenía esa chica que no tuviera yo? Bueno, yo sé que no le hablo ¡pero ella tampoco! Qué más da, me di la vuelta para descansar sin prestarles atención, pero todo se fue al carajo al escuchar la inconfundible voz de Neji gritando colérico.
—¡¡¡Maldito hijo de puta!!!
Escuché un golpe sordo y luego a la chica pegando un chillido.
Me voltee rápido y vi como Neji lo tenía contra la pared, y Sasuke tenía el labio partido.
Me paré rápidamente, ¿acaso Neji no pensaba? Podía ser expulsado por un acto de violencia. Salí corriendo y trate de llamar su atención.
—Neji… basta.
—¡No te metas! —rugió enojado, matando con la mirada a Sasuke, quien estaba de lo más tranquilo y con un brillo de diversión marcado en sus ojos.
Estaba un poco confundido pero cuando la sonrisa burlona se acentuó en la cara del azabache vi venir otro golpe, entonces trate de pararlos, y me metí, pensé que Neji reaccionaría pero lo hizo muy tarde… Me dio un tremendo golpe en el pómulo dejándome un poco mareado.
—L-lo siento—dijo rápidamente.
—Ya que…
—¡¡Este maldito imbécil!! —casi gritó.
—Ten un poco de respeto quieres… Sasuke es una persona, y además no entiendo porqué estás tan enojado. ¿Te ha hecho algo?
—…
—Te quedas callado, vaya… Si es por lo de tu hermana, no crees que ya es grande para hacer lo que quiera, tiene 17 déjala, no te metas.
—¡¡No sabes de lo que hablas!!
Me enoje un poco, me dolía mi pómulo y Neji seguía de necio.
—Ya Neji ¡déjalo! Ya sabes cómo es él
Solo pude sentir como Sasuke agarraba mi cara y revisaba mi pómulo.
—Esto se hinchará... Eres muy delicado.
Decir que me puse rojo no es nada, entonces se acercó lentamente y beso la zona dañada.
—¡¡Aléjate de él!! —volvió a interrumpir Neji.
—¿Por qué? —retó—. ¿Acaso no quieres que sepa todos los rumores que esparces sobre él? Eres un muy mal amigo Neji…
Me quedé de piedra… ¿Que Neji hacia qué? Lo volteé a ver, pero Neji solo tenía los puños apretados y una mirada entre sorprendida, dolida y de desprecio…
—¿Es verdad? —pregunté.
—No es…
—No le creas Naruto, Neji habla muy mal de ti. ¿Por qué crees que ningún varón se te acerca?, yo que tú cuidaría mis amistades.
Neji estuvo a punto de aventársele de nuevo, pero me volví a interponer.
—¡Ya basta! —dije dolido—. Vámonos.
Agarré la mano de Sasuke y comencé a caminar con él.
Era increíble cómo un día normal se había podido volver un completo caos.
Después de ese día, Neji no me volvió hablar, si quería espacio lo entendía, mi ojo morado me delató frente a varias personas que comenzaron a esparcir rumores de mí, Sasuke nunca me dejó, siempre me acompañó y cada día me gustaba más, el día de mi cumpleaños, me había dado mi primer beso, había sido mágico y desde entonces comenzamos a salir.
Bueno si eso es a lo que se le llama salir como “novios”.
Sasuke nunca se lo tomó en serio. Siempre besa y le mete mano al que quiere, ya estoy cansado de eso. Tengo dignidad, ¡¡por Dios!!
He tratado de terminar esta relación que no me trae nada productivo pero él no lo acepta. Su orgullo de varón no deja que un doncel lo deje, tiene que ser él, y al parecer él no se ha “aburrido” de mi como para hacerlo.
Me he sentido muy solo, Neji me repelía como la peste misma, Sasuke me tenía asfixiado, apenas tenía 15 años por Dios, si así me siento en esta época de mi vida, no quiero pensar cómo será después.
—¿Nos vamos? —pregunte para que Sasuke se le despegara del cuerpo a un chico. Practicante lo estaban haciendo ahí.
—Oh si, ya vamos dobe.
¿Dónde demonios había quedado el dulce Sasuke de los primeros meses? No lo sabía pero la verdad es que lo amaba. Aparte le había dado mi virginidad, fue después de eso que todo se había venido abajo, ya no era dulce, y cada vez que quería teníamos relaciones, me gusta decirle hacer el amor pero el rompe mi burbuja y dice sexo.
—Hey Naruto —apareció Deidara asustándome un poco—, toma te compre un poco de comida, llegaré un poco tarde —me sonrió.
A veces le odiaba por la preferencia de mis padres pero no podía quitarle que se preocupaba por mí y el cómo me trataba, era muy dulce, siempre tuvimos que enfrentar al mundo nosotros solos, le sonreí y le di un abrazo, entonces Sasuke apareció arreglándose la ropa.
—¿Y quién es él? —preguntó viendo de arriba a abajo a Deidara.
—Mi hermano —conteste.
—Mmhm —no dijo nada más y solo sonrió. No quise prestarle atención.
—Un gusto —dijo mi hermano sonriendo igualmente, tenían la misma edad, así que supuse que tocaban juntos.
—Ni que lo digas —se acercó y le susurró algo al oído.
Vaya, arrugue mi ceño, no creía capaz a Sasuke de meterse con mi hermano ni mucho menos a Dei de traicionarme.
Solo debe ser mi imaginación y mi mente cansada.
*
*
*
Tengo los resultados de sangre en mi poder, últimamente no me había sentido muy bien, mi mamá me había dicho que fuera por los exámenes para ir al doctor.
Tenía curiosidad así que los abrí. Y no me gustó nada lo que vi.
… Positivo…
Mierda. ¡¡Positivo!! ¡No que era muy joven para un positivo!
Embarazo: Positivo ……………………… Tiempo aproximado: 4 semanas
El frío me invadió rápidamente y no supe qué hacer.
Quería romper el papel en mil pedazos para castigarlo por la mentira que me decía, pero lo repasé una y otra vez dándome cuenta que el nombre era el mío, no había error alguno.
—Valí verga.
Las últimas semanas con Sasuke no habían mejorado y ahora con un bebé en camino no quería ni pensarlo, pero aún albergaba la esperanza de que tal vez se pusiera feliz y me dijera que me amaba.
Parecía que el único idiota enamorado en esta relación era yo.
Salí lo más rápido hacia su casa, tenía que decírselo cuanto antes. Cuando llegué toqué pero nadie me respondió, quizá estaba dormido o yo qué sé. Agarré la llave de repuesto y entré con cuidado para no hacer ningún ruido que le despertara, sin embargo pronto me di cuenta de que estaba equivocado al haber pensado que estaba dormido, claramente se escuchaban los gemidos agudos del goce que mantenían.
Me dolió mucho, sentí una punzada de dolor recorrer todo mi corazón, ¿Por qué Sasuke me hacía eso? Por una vez en mi vida tuve el coraje y la cólera para poder enfrentarlo.
Con paso firme me dirigí a su cuarto, tenía su propio departamento así que no me importaría hacer el escándalo de mi vida y sacar a la perra que estuviera con él, pero fue todo lo contrario. Mis palabras murieron en mi garganta mientras mis lágrimas se desbordaban.
Sé que sonará muy cliché y sacado de películas pero ahí estaba la peor traición que Sasuke habría podido cometer. Estaba en la cama donde habíamos compartido mucho, revolcándose con mi hermano… ¡¡Mi propio hermano!!
Quise perder la cabeza, gritar y llorar, pero; solo sé que me faltó el aire, y pude escuchar el sonido de mi corazón rompiéndose.
Sasuke lo penetraba fuerte, besándolo con dominancia y Deidara solo gemía, gemía gustoso.
Lo sudoroso de sus cuerpos me demostraba que ya llevaban un tiempo haciéndolo. Sasuke se percató de mi presencia y lo único que hizo fue sonreír arrogante.
Me di la vuelta y Salí de ahí.
Y pensar que le iba a decirle sobre nuestro bebé. Que tal vez tendríamos un feliz para siempre.
Mis lágrimas dificultaban mi huida, pero aun así lo logré, no era como si Sasuke viniera tras de mí pidiendo perdón y diciéndome que no lo volvería hacer, fue ahí que supe que nunca me tomo en serio. Que las cosas que me contaba y las lágrimas que derramaba conmigo eran mentiras. Que la relación con él era un engaño y yo cegado por amor le di todo.
Llegue a un parque y me desplome cerca de un árbol acurrucándome y llorando, estaba tan lastimado que solo quería desahogarme, me sobe el vientre ¿tendría el valor de abortar y seguir con mi vida? No, no podía.
Era un ser humano y aunque me costara el mundo, lo combatiría para mi hijo.
Solo pude sentir como alguien me abrazaba, y acariciaba mi cuello y mis cabellos.
Por un momento pensé que era Sasuke pero esas caricias eran diferentes, eran suaves y cariñosas, expresándome sentimientos cálidos a los que no estaba acostumbrado y no me equivoque, el que me abrazaba no era Sasuke, era el pelirrojo que se sentaba sólo, viendo su celular y charlaba con alguien mientras sonreía alegremente, el chico pelirrojo bonito que me había caído bien con tan solo verlo pero al que nunca le había hablado.
—No me gusta ver a las personas triste y menos llorando como tú lo haces, solo puedo ver un alma pura desgarrándose…
No supe qué decirle, el limpio mis lágrimas, me sonrió cálidamente y beso mi nariz.
—Todo en el mundo se arregla.
—Eres raro —reí un poco.
—Me lo han dicho muchas veces ¡bro! —trate de apartarme pero me apretó más— tienes que sonreír, ¡no todo en la vida es malo!
—Estoy embarazado…
—Vaya cabrón eso sí está feo —mi cara se descompuso cuando quise volver a llorar—. No, es decir… es muy bello, tendrás un bebe hermoso es obvio viéndote a ti, además quizá sea tu muñeca viviente, no lo sé… Piensa que la vida es hermosa por ese bebe.
—¿Me darás un techo donde vivir?
—¿¡Qué!? ¿Te echaron de casa? —se separó de mí y vio directo a mis ojos— eso es malo. Bien, soy gay —dijo sin tapujos—, vivo con travestis, no sé si te molestara.
Sonreí, por primera vez, no sabía que habían personas así de libres.
—Gracias.
—Soy Gaara ¡bro!
—Y yo Naruto.
—Un nombre raro, ¡¡eso me gusta!!
*
*
*
Dos semanas pasaron y con ayuda de Gaara pude sobrellevarlo, me convenció de hablar con Sasuke, tenía que hacerlo por nuestro bebe, solo quería arreglar las cosas con él, las cosas en la casa habían empeorado, el hermano que siempre tuve desapareció, dejando a un ser lleno de celos y resentimientos, Deidara ya no pasaba ni cerca mío, hacía de todo para ponerme mal ante mis padres y nadie sabía nada de mi embarazo, quizás mi único apoyo era Gaara.
Neji se había ido a otro país, y ni siquiera se había despedido de mí.
A veces me arrepentía de haber elegido a Sasuke esa tarde en vez de a Neji, quizá un amigo era más valioso que un amor.
Cuando llegué a su salón Sasuke le estaba comiendo la boca a Deidara y eso me molesto. Ni se molestaron en separarse al verme.
—¿Podemos hablar?
—¿Tenemos que? –preguntó fastidiado.
—Es algo importante.
—No me importa.
—¡Vete de aquí mocoso! —dijo Deidara, me enojé, que no entendían que solo quería hablar.
—Tú vete de aquí —lo jale hasta sacarlo fuera y cerré la puerta del salón quedarnos Sasuke y yo solos.
—¿¡Cómo te atreves!? –había dicho.
—Te lo dije ¿no? Yo no soy de nadie pero muchos son míos.
—P-pero…
—¿Creíste que te amaba? ¿Creíste que íbamos a tener un cuento de hadas? Pobre iluso. El culo de tu hermano es condenadamente apretado y delicioso.
—¡¡¡Es mi hermano!!!
—Ya vale, no quiero más de tus caprichos, ya vete.
—Pero —recordé al bebe— necesito hablar.
—No quiero, ¿¡no puedes entenderlo!?
—Me tratas como un estúpido.
—¡Es que lo eres! –trate de pararlo, pero me golpeó el rostro con su mano dejándome quieto— ya bájale, ahora ¡desaparece!
Con eso me había dejado claro que no valía la pena.
Me fui llorando, ¿cómo había podido maltratarme tanto?, sé que me dijo que no lo tomara en serio mientras teníamos tantas peleas por sus amoríos con otros.
Sé que me había dicho que no me enamorara, porque de una u otra forma sería uno de los demás de su lista y por lo visto tu favorito.
Vale, la vida era una basura.
*
*
*
Actualidad…
—Y así termine viviendo donde Gaara y sus amigos travestis —dijo sonriendo un poco y arrugándola después por el dolor, Itachi le estaba aplicando alcohol en su labio partido—. Tenía que cuidar a mi hijo y sabía que si mamá, papá o el mismo Deidara se enteraban harían que lo abortara, así que solo escape de casa y ya. Gaara me ha ayudado desde entonces.
Itachi paró de hacer lo que estaba haciendo y lo miró con esa mirada vacía.
—¿No crees que se merecen mucho? Ya es hora de que seas feliz… De alguna u otra forma se arrepentirán de lo que hicieron.
—Pero…
—Se arrepentirán Naruto, tenlo por seguro.