-Vooooi! ¿Qué dijiste mocoso?, yo no acoso a nadie- no podía ser más que una vil mentira, el mismo lo sabía pero no podía aceptarlo ante ese niño.
-Eso dices basura, entonces ¿como sabes mi nombre?-parecía que no se iría con rodeos.
-...-no tenía palabras para responder, aun cuando la escena podía ser de lo más ridícula el ambiente que había entre ambos destruía todo.
-Tsk ni me importaba saber la respuesta de esta nena-
-Cómo me llamaste mocoso de mierda, quien es la nena aquí?- el albino se había levantado, en ese momento fue cuando pudo darse cuenta no sólo de su estado, primero no entendía como había llegado ahí, aun pensaba que esto era una broma de mal gusto, quizá los ángeles le habían descubierto y ahora lo castigaban.
El moreno lo había ignorado completamente y ahora comenzaba a trepar para tomar asiento en el tejado, en ese momento lo que tenía era hambre y no le interesaba mostrar interés por ese hombre que ahora clavaba sus orbes color plata en la figura del menor.
Squalo aún no se podía creer estuviera viendo a Xanxus, verdadero o no, si bien no era como esperaba debía aceptar le gustaba.
Ese silencio no era tan incómodo como muchos pensaban, Squalo estaba como idiota admirando al menor mientras Xanxus degustaba su botín mientras intentaba ignorar la atenta mirada de la plaga que recién conocía.
Ninguno de los dos podía decir algo ambos miraban el cielo, parecía su modo de perderse uno en el otro.
-Basura, no me has respondido... ¿por qué me acosas en sueños?- no le conocía pero por alguna extraña razón se sentía muy relajado ante ese hombre que aparentaba no ser mayor a el por unos 4 años.
Ninguno de los dos podía decir absolutamente nada, pero el silencio no era incomodo de hecho era bastante relajante como si ambos pudieran pensar bien en compañía del otro.
Xanxus había terminado de comer, descansaba mientras miraba de reojo al peli plata quien estaba recostado en una casa a la derecha, su cabello deslumbraba con la luz de la luna que parecía acariciar la piel de porcelana del ángel.
-Vooooi ¿que tanto me estás viendo?- squalo había podido notar esa penetrante mirada en su cuerpo, era bastante extraño pero por esa razón estaba nervioso.
-No te estoy viendo, sólo me preguntaba si eras un travesti por tu cabello y ese ridículo vestido.
-¿¡Vestido!?, esto es una túnica mocoso y mi cabello es largo por que se ve bien aunque ya pensaba cortarlo.
Ese pequeño esta vez frunció el ceño, si no fuera por esa fiera mirada hubiera sido una escena muy adorable.
A él moreno le gustaba ese cabello largo y la razón era clara, era porque era ese hombre quien le abrazaba en sueños, de ese cabello salía ese delicioso aroma a pino, sin embargo no lo diría, el gran Xanxus no diría algo así de cursi.
Ninguno volvió a decir nada, el menor rápidamente quedó dormido abrazándose a sí mismo intentando que con ello el frío aire no le tocará la piel, Squalo aprovecho para acercarse un poco, ese pequeño parecía una pintura que adorar, el albino paso delicadamente un dedo por una cicatriz que se marcaba en la mejilla, supuso que fue de aquel incendio, su expresión de dormido parecía relajada, ni la sombra de ese ceño fruncido, estaba tan entretenido que no noto cuando esas manos habían apresado un mechón de su pelo pero fue la razón por la que no podía volver a apartarse...o por lo menos sería su excusa perfecta al día siguiente.
Bien podía parecer un pequeño desgraciado...pero era un niño un humano que tenían que proteger no llevar a la miseria, el peli plata se acomodó de lado mirando el rostro del moreno, no sentía frío y los pensamientos que le abordaban le llevaron a abrazar ese cuerpo un poco, intentaba pasar algo de calor cuando su cuerpo en sí era frío más eso no despertó a ese pequeño monstruo y fue Squalo quien seducido por el cuerpo cálido del menor también quedó dormido.
Esa noche ninguno de los dos tuvo alguna pesadilla de hecho fue todo lo contrario, fue un sueño misterioso y reconfortante....o eso esperaban.
Pov Squalo.
Estaba en una especie de castillo, todo era demasiado elegante, no tenía alas ni aureola, parecía un humano común y corriente, vestía una especie de uniforme, me movía por varios pasillos, no sabía a donde iba pero mi cuerpo sí.
La siguiente imagen fue de un salón de trono, estaba sentado sobre algo cálido, no lo podía creer; estaba sentado sobre Xanxus, no esa pequeña plaga sino una versión más adulta, su porte era majestuoso, sus ojos brillaban como el fuego, había varias cicatrices en su rostro pero aun así se le veía ese atractivo único. Me descubrí admirando todo su rostro cuando esos fieros ojos de posaron en mi, sentí la piel de su mano acariciar mi mejilla y con una sexy y ronca voz decir mi nombre.
Una nueva escena, ambos estábamos desnudos en la cama, su físico era el de un dios, a mi parecer perfecto, entraba y salía de mi cuerpo con rudeza a la vez que sus dedos acariciaban con ternura mi cabello, a mis oídos llegaban los gemidos de ambos, una erótica orquesta que duraría toda la noche, pude escuchar cuanto me necesitaba, me llamaba tesoro o su guía, algo demasiado cursi pero que está vez lograba que mi corazón latir con fuerza ,esto no parecía un sueño mi cuerpo había sentido cada beso y caricia dada...la imagen de nuevo volvió a desaparecer.
Estaba en un espacio en blanco cuando Muchas imágenes se amontonaron a mi alrededor en todas estaba ese Xanxus, en algunas parecía discutir conmigo, en otras estaba en una entrega total como la que recién viví, lo había visto antes, algo me decía que esto ya lo había visto; de momento una imagen apareció frente a mi.
Xanxus subía a un caballo, acariciaba un mechón de mi pelo con ternura, su mirada no era la misma... se le veía triste, no hubo más solo un beso de despedida y la imagen se quebró, ahora en esos pedazos podía ver de todos los ángulos posibles como lo mataban, una flecha lo había derribado del caballo pero aun así se había levantado, no veía quienes eran los enemigos sólo podía ver sombras veloces que atravesaban con una especie de lanza el cuerpo de ese hombre, el sabía que iba a morir por eso la despedida había sido de tal modo...
¿Por qué no lo detuve?, ese pregunta rondaba mi cabeza, bien podía ser un sueño...claro uno que no era mío...yo no podía soñar, lo que quería decir que eso pertenecía a...
Pov Xanxus
Era yo o no lo era, no podía saberlo, pero no me importaba en mis cortos 12 años había soñado demasiadas cosas, pero esta parecía el mejor sueño; mis labios devoraban con fuerza los de ese peliplata...no podía creer que aún en estos sueños lo viera, después del beso ambos estábamos en una especie de estanque descansando su mirada era más hermosa que el reflejo en el agua. Mi corazón latía con fuerza de un modo que no recuerdo haber sentido nunca, yo lo llamaba basura y el me respondía el insulto, no había más que un falso odio detrás de esas palabras.
La imagen desapareció y ahora solo podía ver a ese hombre sollozar a mi lado en mis manos tenía ese bello y largo cabello, yo lo estaba lastimando; no suplicaba sólo se limitaba a llorar, en sus manos pude ver una especie de carta... pude verlo... ahí decía... "Matalo". Squalo iba a matarme y por eso yo lo torturaba... no, no era así...lo torturó por que no fue capaz de matarme.
Una nueva imagen se sobrepuso a la anterior, Squalo.... su nombre es Squalo... nada mejor para lo que veía ahora... era la clara imagen de la soberbia, no se rendía, me seguía yo usaba mi caballo para intentar alejarme pero él no me lo permitía, tuve que golpearlo hasta que quedara inconsciente... debía cumplir mi promesa...
Promesa.. Que promesa?...muchos pensamientos llegaron a mi mente como una bomba, debía morir o Squalo sería asesinado, era lo único que podía pensar mientras el caballo me llevaba a mi muerte...pude verlos... esas plumas estaban por todos lados...Los Angeles estaban asesinándome cobrando venganza...por las alas y el destino que le robe a uno de los suyos, amar a un humano está prohibido...eso el me lo dijo pero aun así me dejo arrancarle las alas...
Eso era lo que pensaba, no había más imágenes o eso pensé... hasta que escuche una voz a mis espaldas.
-Xanxus...- ahí detrás de mí estaba el joven que encontré en la basura, con ese estúpido camisón o lo que sea que fuera.
-...perdóname..
----------------Fin de los Povs--------------
Ambos despertaron, ninguno recordaba del todo lo que habían visto.
Xanxus al instante de despertar se había apartado dejando el mechón que sus manos apretaron toda la noche.
Squalo se había girado encontrándose con lágrimas secas en sus mejillas, había llorado por lo que fuera que había soñado...el llanto había sido inevitable...
-Xanxus...yo debería decirte que...
-Basura...como me digas que eres...un á....an - ni siquiera podía hablar era un sueño, un puta sueño, pero algo le decía que debía preguntar.
-Yo he visto como destruyeron tu casa....aquel día en el bosque
Lo sabía ese hombre no era normal y el moreno lo había sentido desde que lo vio en sus sueños.
- No te acerques a mi basura...como lo hagas te arrancaré loas alas... Squalo.
El albino se quedó completamente en shock, no recordaba haberle dicho su nombre...entonces una frase salió de su mente casi automáticamente.
- puede que me arranques las alas...pero si lo que quieres es matarme mejor arráncame el corazón...Xanxus que tengo que hacer...para que me puedas amar.