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Lidiando con el Padre de mi Chico por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Hooooola mi gente ¿qué tal estais? Aquí DanyNeko con el segundo cap de este sensualote fic. Espero que les guste. Advertencia: se menciona violencia intrafamiliar.

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Yugioh! no me pertenece... sino, no sería una serie apta para menores ¬w

 

─Bueno… es que… ─Ryou respiró profundo ─me golpeó aquí ─señaló su sien lastimada ─con el palo de la escoba.

Bakura podía jurar haber visto rojo de la ira ─ ¿quién? ─gruñó bajo ─ ¡¿quién fue el desgraciado que se atrevió a…?! ─fue interrumpido.

─Mi padre ─soltó al fin, cerrándolo los ojos.

Bakura se quedó pasmado ante eso ¿su padre? ¡¿Su padre le hacía eso?! ─ ¿me estas vacilando? ─musitó a duras penas.

─No lo haría ─le respondió el menor con el ceño fruncido, apretando el dije con su nombre.

─ ¡¿Me estás diciendo que tu padre te ha golpeado con un palo de madera en el rostro?! ─repitió entre la incredulidad y la ira ─ ¿pero que tiene ese hombre en la cabeza? ─le tomó por los hombros, enfrentando ambos pares de ojos marrones.

Los ojos de Ryou se llenaron de lágrimas ─anoche salió a tomar… llegó muy ebrio a media mañana y ─respiró profundo ─empezó a decirme muchas cosas, a denigrarme, a insultarme y eso ─relató, recogiendo sus piernas para rodearlas con sus brazos ─traté de calmarlo un poco pero solo fue peor, me golpeó en la cabeza ─se llevó una mano a la parte posterior de su cabellera ─y luego agarró la escoba y me golpeó allí ─se refirió a su sien ─así que corrí y me encerré aquí en mi habitación ─se sobó un brazo ─eh intentado bajar un par de veces en lo que va de día pero seguía por ahí… aunque creo que ya se ha ido a dormir pero aun sí tengo miedo de bajar.

─Ryou ─Bakura llevó una mano para limpiar con suavidad las lágrimas del menor ─lo siento ─lo atrajo hacia su pecho, abrazándolo con fuerza, con sus brazos tensos en su espalda.

─ ¿Qué? ¿Por qué? ─susurró el menor, sintiéndose seguro entre los brazos del mayor y teniendo sus manos en el pecho ajeno.

─No pude protegerte ─dijo Bakura, molesto consigo mismo.

─Estabas de viaje, no pudiste haberlo sabido ─musitó ─además no es como si fuera tu obligación cuidarme ─dijo con más seguridad.

─Pero es algo que quiero hacer ─aseguró ─tú me importas.

─Bakura ─susurró el menor, levantando la cabeza para verlo.

Ambos se quedaron viendo a los ojos unos instantes que les parecieron eternos, sus rostros se acercaban lentamente hasta que…

─Ven conmigo ─le dijo el mayor de pronto, soltándolo y poniéndose de pie.

─ ¿Qué? ¿A-a dónde? ─preguntó descolocado y sumamente avergonzado ¿estuvo a punto de besar a Bakura?

─A mi casa ─le tendió una mano ─no imagino lo horrible que debe ser tener miedo de estar en tu propia casa, anda salgamos de aquí ─le sonrió débilmente ─de todas maneras, Akefia dijo que te invitara a cenar.

─Es que… tengo miedo de bajar ─miró dudativamente la mano ofrecida.

Bakura ahora le sonrió de lado ─ ¿acaso yo entré por la puerta? ─le recordó con burla.

Ryou no entendió a qué se refería, aun así le tomó la mano y luego fue que lo comprendió ─Oh no. No, no, no, no, no.

-°-°-

─ ¿Tu pretendes que yo me mate o qué? ─le dijo Ryou, mirándole mal. Estaban en el balcón, Ryou miraba el árbol con desconfianza ya que él no era precisamente muy ágil ¿y Bakura quería que bajara por este? ─sabes que puedo llegar a ser muy torpe.

─No seas tonto, ven ─Bakura se subió con facilidad a la rama que daba el balcón y se apegó lo más posible al tronco, luego ayudó a Ryou a subir ─agárrate bien ─le dio la espalda para que este se le subiera en caballito. Ryou le pasó los brazos por los hombros y el cuello y, con algo más de pena, le rodeó las caderas con las piernas, ya que el mayor no podría sostenerlo si iba a bajar.

Bakura se mordió los labios al sentir el pequeño cuerpo que se aferraba a él de forma tan cálida y comprometedora. Llevó una mano al muslo del menor con la excusa de acomodarlo un poco, pero luchaba contra el deseo de subir más la mano y apretar el, seguramente, suave y firme trasero del menor.
Se tragó un jadeó al sentir como Ryou acomodaba mejor las piernas y se obligó a apartar de su cabeza la imagen del menor, rodeándole las caderas, pero desde el frente mientras se aferraba a sus cabellos por los ardorosos besos que intercambiarían… Maldita sea su muy explícita y detallista imaginación.

Seguro de que Ryou estaba bien sujeto a él, Bakura empezó a pasar de rama en rama, despacio y seguro para no resbalar, finalmente se aferró al tronco y se dejó caer despacio hasta que sus pies tocaron el césped. En todo el rato, el menor había ocultado su rostro en el hombro del mayor.

─Oye ─lo sacudió un poco ─ya estamos en tierra, ya puedes mirar ─le dijo con gracia.

Ante eso Ryou levantó la cabeza, lo miró y luego al suelo ─etto… ah, gracias ─le dijo apenas, pero sin moverse.

Bakura sonrió con malicia y empezó a caminar, cuando estuvieron en la acera Ryou se percató de que seguía en la espalda del mayor al ver que un niño se los quedaba mirando al pasar.

─Waaa ¿Acaso piensas llevarme así hasta tu casa? ─le dijo nervioso, moviéndose un poco.

Bakura se rió mientras se inclinaba para que Ryou bajara de su espalda ─no, pero quería ver cuánto te tardabas en darte cuenta ─se burló, girándose para darle un ligero zape en la nariz.

Ryou cerró los ojos ante el suave impacto y luego lo miró con una expresión apenada y una pequeña sonrisa.

Luego de caminar una cuadra Bakura paró un bici-taxi para llegar más rápido, notaba el malestar de Ryou. Al subirse, el menor recostó su cabeza en el hombro del mayor y cerró los ojos, dejando escapar junto a un pesado suspiro gran parte de la tensión que había acumulado durante el día. Bakura se tensó ante esto pero simplemente lo dejó, mientras desviaba el rostro, mirando a la calle.

Tras casi cinco minutos llegaron a la casa del mayor, ambos bajaron y Bakura pagó el viaje mientras Ryou se quedaba abrazándose a sí mismo al lado de la entrada.

─Ven vamos, estás en tu casa ─le dijo el mayor mientras lo llevaba por el lateral, sacando las llaves para abrir la puerta trasera, a sabiendas de que Ryou preferiría no ver a nadie y que no notarán su herida ─pasa ─dijo en voz baja, dejándole entrar primero.

─Gracias ─susurró el menor, adentrándose en la casa. Bakura cerró con suavidad para que no les escucharan, luego lo guió por el pasillo hasta la escalera, mirando a todos lados para evitar a su hermano y cuñada… rezaba a RA que por lo menos no estuviesen follando y tuviera que pasar por un vergonzoso momento con Ryou al escucharlos retozar.
Para su buena suerte, ambos peliblancos estaban acomodados en el sofá, con la sala oscura y viendo una película en el plasma de la sala.

Tomo al menor de la muñeca y lo jaló consigo escaleras arriba en completo silencio. Ryou solo le siguió obediente, conocía bien la casa del mayor ya que más de una vez había estado allí por lo que fue con él hasta la puerta negra del segundo piso.

La habitación por dentro estaba pintada de un suave color arena, tenía carteles de videojuegos en las paredes, el piso de madera pulido, el escritorio y la cama negra con sabanas color vino-tinto con blanco, la televisión estaba fijada arriba en la pared frente a la cama con unos parlantes y una base donde estaban un par de consolas, el armario estaba integrado en la pared y en la esquina había una estantería de madera donde había cd’s y cartuchos de juegos, unos audífonos, algunas figurillas y trofeos de competencias deportivas, algunos accesorios y cosas por el estilo.

─Anda y siéntate, regreso enseguida ─le dijo el mayor, saliendo y dejando la puerta cerrada.

Ryou se sentó en la cama del mayor, aunque no tardó mucho en tumbarse sobre la misma, ladeando el rostro del lado que no tenía lastimado para hundir su nariz entre las almohadas de Bakura. Algo que le agradaba del mayor era su característico olor a brisa marina mesclada con vainilla y, a pesar de que llevaba una semana sin estar en su cama, el cálido aroma permanecía de forma muy sutil.

─Regresé ─anunció Bakura, entrando con algo en manos ─ten ─Ryou se sentó correctamente al oírlo, Bakura le pasó una compresa fría ─es para la hinchazón ─señaló su sien.

─Gracias ─aceptó la compresa y, con mucho cuidado, lo puso contra su piel.

Bakura se le sentó al lado contrario ─ ¿ya estás mejor?

Ryou sonrió a medias ─sí, aquí estoy mejor.

─Recuéstate si quieres, debes estar agotado con todo lo sucedido ─le propuso. Ryou asintió por lo que ambos se descalzaron, Bakura se recostó de perfil pegado a la pared y Ryou se acostó bocarriba a su lado ─ ¿quieres ver una película? ─le propuso.

─ ¡Claro! ─afirmó el menor.

Bakura se levantó para tomar el mando, encender la tv y apagar las luces, enseguida volvió al lado de Ryou mientras ponía el Netflix  ─ ¿qué quieres ver? Decide tu ─le ofreció el mayor.

Ryou empezó a pasar las opciones que había, estaba entre ‘Comando Especial 2’ y ‘No le temas a la oscuridad’

─ ¿Quieres ver una peli de miedo? ─se burló Bakura, mirándole con una ceja enarcada.

─Es que cuando estoy solo no me gusta verlas ─se excusó, encogiéndose de hombros ─me deja con un poquito de miedo ─parpadeó varias veces con una tierna expresión.

Bakura se abofeteó mentalmente para no hacer alguna tontería al ver la dulce carita de Ryou; lo había extrañado tanto y ahora lo tenía tan cerca, recostado a su lado en la misma cama, lo único que jodía el momento era ver la compresa que mantenía en su rostro; saber que la persona que más quieres había sido lastimada y tú no habías podido impedirlo era un golpe al orgullo muy fuerte.

A fin de cuentas, pusieron la película de miedo y se acomodaron mejor para disfrutar el film.

-°-°-

Luego de ver la película Bakura bajó al primer piso a hablar con su hermano.

─ ¿pero a qué hora llegaste? ─preguntó sorprendido.

Bakura rodó los ojos ─más de hora y media, Ryou y yo entramos por detrás y estábamos viendo la tele.

─ ¿Por qué vinieron tan pronto? ¿Sucedió algo? ─inquirió Kisara con sospecha.

─Amm, es que… ─Bakura tuvo que pensar rápido ─él estaba solo en casa y me dijo que desde anoche andaba inquieto porque le había parecido escuchar ruidos como merodeando la casa ─excusó ─por eso lo traje antes.

Akefia asintió, aunque Kisara se le quedó mirando inquisitivamente unos segundos ─Bien, entonces iremos por la pizza ─tomó sus llaves ─pórtate bien, niño ─le sacudió el cabello a su hermano para fastidiarlo.

─Vete a la mierda un mes ─le gruñó, apartándole la mano ─ya sabes que sin piña ─repitió ─ni a mí ni a Ryou nos gusta ─tomó de la cocina un par de latas de soda y regresó a su cuarto, escuchando la puerta cerrarse.

─Ten ─le tendió la lata ─mi hermano ya fue por la cena, así que estaremos unos 15 minutos o así, solos ─le explicó, abriendo su lata y sentándose a su lado ─debes tener hambre, no almorzaste ¿cierto? ─le miró preocupado.

─Estoy bien, no te preocupes por mi ─le aseguró, tomando su bebida.

Bakura emitió un gruñido, desviando el rostro ─como me molesta que cuando dices eso ─dijo en voz baja.

─ ¿Eh? ¿El qué? ─consultó descolocado.

─Lo de ‘no te preocupes por mí’ ─le explicó con molestia ─ ¡te he dicho que me importas ¿es que no te entra en la cabeza?! ─gritó al fin molesto, poniéndose en pie.

Ryou se sobresaltó un poco, dejó su lata en la mesita de noche antes de mirar fijamente a Bakura ─te lo agradezco mucho ─le sonrió con los ojos cerrados.

Bakura pensó que si se quedaba allí, en ese momento, podría terminar haciendo alguna tontería así que decidió darse la vuelta y salir de la habitación… un remojo de agua fría en el rostro le vendría bien.

Al no recibir respuesta, Ryou abrió los ojos para verlo. El mayor estaba por irse a lo que el de tiernos ojos le agarró de la muñeca para evitar su ida lo que sorprendió a Bakura y se giró de nuevo a verlo.

Se miraron unos segundos a los ojos, como horas antes en la casa del menor, sin embargo ahora Ryou tomó la iniciativa y jaló al mayor hacía sí mientras él mismo se levantaba y juntaba amabas bocas sorpresivamente a la vez que le rodeaba el cuello con los brazos y apretaba los parpados.

Bakura se quedó de piedra en ese instante, sus ojos abiertos al máximo y casi temblaba al sentir al suavidad y dulzura de la boca de Ryou contra la suya. Se demoró unos segundos en procesar lo que ocurría pero al fin relajó el cuerpo a la vez que tomaba con sus manos la cintura del menor y cerraba lentamente los ojos, regresándole el beso de una forma lenta y candente, apresando cálidamente el delicado cuerpo ajeno contra el suyo.

Ryou sentía derretirse entre los brazos de Bakura, el beso del mayor le estaba agitando el cuerpo entero y le hacía hervir la sangre de una forma totalmente desconocida por él. Su cuerpo se apretaba contra Bakura cada vez más de forma instintiva y la lengua que se colaba en su boca tímidamente empezaba a hacerle perder el sentido.

Sin saber bien lo que hacía, Bakura hizo presión en el cuerpo de Ryou hacía atrás, logrando que este se fuera de espaldas a la cama con él encima. El menor apartó sus labios al emitir un sonido de asombro, de alguna forma había terminado con sus piernas a los lados de las de Bakura, pero eso desapareció de su mente al volver a sentir los exigentes labios de vuelta sobre los propios, incluso le rodeó las caderas con sus piernas de forma parecía a como había hecho cuando Bakura le había ‘ayudado’ a bajar del árbol de su casa.

Se separaron solo cuando se estaba quedando sin aire. Sus ojos brillantes y temblorosos chocaron, y ambos rostros ganaron intensas coloraciones rojizas. La lengua de Bakura estaba un poco por fuera de su boca, deseosa de regresar a la dulce cavidad de Ryou mientras el menor respiraba agitadamente.

Bakura amagó querer decir algo, pero Ryou fue más rápido ─tu… ah, me-me gustas ─confesó, poniéndose aún más rojo si cabía. Bakura apenas si fue capaz de murmurar un ‘¿ah?’ ─s-sé que… puede ser raro.. porque somos chicos y eso pero… cuando estoy contigo me siento diferente, me siento seguro, tranquilo y… soy feliz ─cerró los ojos con fuerza ─me gustas ─repitió.

Bakura parpadeó cuatro veces, sorprendido por la repentina confesión; llevó una mano a la mejilla izquierda de Ryou, la cual acarició con suavidad para que el menor abriera los ojos. Al hacerlo, Ryou descubrió la expresión conmovida y el brillo de sinceridad en los ojos ajenos ─No me importa si al resto del mundo le parece mal o no les agrada, tú también me gustas ─rozó el dije que le había regalado ese día.

La tez de Ryou pasó de expectante y preocupado a feliz en ese instante, lo abrazó con más fuerza y buscó sus labios de nuevo.
Y claro, Bakura respondió feliz al beso. 

En cuanto se separaron para respirar el mayor deslizó sus labios por el lado izquierdo del rostro de Ryou, delineó su mentón con besos hasta bajar a su cuello, provocando que el menor se mordiera y relamiera los labios. Finalmente Bakura deslizó su lengua hacía arriba por el cuello de Ryou, provocando en este un gemido que el menor no pudo contener, junto a un sobresalto que les recordó a ambos la posición tan comprometedora en la que se encontraban.

─ ¡Ya llegamos! ¡Chicos, bajen a cenar! ─los llamó Akefia desde la primera planta.

Ryou se sonrojó, mientras Bakura maldecía para sus adentros “¿no podían demorarse un poco más?... Joder, ni siquiera escuché la puerta” pensó el mayor ─ya vamos ─respondió en voz alta, dándoles la vuelta para quedar él de espaldas y luego se sentó, teniendo a Ryou a horcajadas suyas, puesto que el chico aun no le retiraba las piernas de las caderas.

─Etto… ─apenado, el menor intento bajarse pero Bakura se lo impidió ─ ¿qué pasa?

Bakura le sonrió de lado, puso una mano en su cabello y lo atrajo a un rápido beso ─sé mi chico ─le soltó de pronto.

Ryou se tomó uno segundos para procesarlo, luego se sonrojó. Ese era su Bakura, diciendo las cosas de una y sin miramientos… ¿había dicho SU Bakura?... bueno, a partir de ahora lo sería ─ ¡Desde luego! ─lo abrazó y le dio un dulce beso rápido ─te quiero.

─Y yo a ti, mi niño ─le regresó, dejándole levantarse por fin ─no sabes lo que te extrañé en mis vacaciones… la próxima vez te llevaré conmigo ─aseguró como si nada, acomodándole el cabello de forma que le tapara lo máximo posible el golpe ─anda, vayamos a comer.

Ryou agitó la cabeza para apartar el sonrojo de sus mejillas y no tardó en seguirlo.

Continuará…

 

 

Notas finales:

Ahhhh! Qué lindo es el amorsh Tender ¿no están de acuerdo? ¡Como amo a este par! Bakura puede ser un fastidioso o burlesco y llega a decir las cosas sin tacto, pero cuando se trata de Ryou tiene sus momentos <3

Espero que les haya gustado

Nos leemos mis nekitos (?

Ja ne~nya!                         

 


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